Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

Hi, I'm Caty and I lead this circus.

Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.

The Show

[CIRCUS TENT]
La carpa
[CIRCUS RING]
Pista central
[CLOWN BREAD]
Pan-yasos
[SWEET JUGGLING]
Dulces malabares
[FESTIVAL SOMERSAULT]
Festival de piruetas
[LIQUIDS TIGHTROPE WALKERS]
Líquidos equilibristas
[MALLORCA]
Mallorca
[CHRISTMAS]
Navidad

En el blog

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Panades

En todos los pueblos existe una casa grande, señorial, con una familia poderosa y miembros, a veces inhumanos, bellos y ricos. Donde yo vivía también. La familia Acosta tenía un viñedo, contrataba a los pueblerinos para encargarse de él y lo vendía a un alto precio en la ciudad. La señora Acosta manejaba con mano férrea toda la empresa y también a la familia. Dicen que su marido murió en extrañas circunstancia una madrugada que salió a cazar, iba solo con sus perros y a caballo, y nunca se supo que pasó, ni quién fue. Desde entonces una nube negra vive sobre el casoplón de los Acosta.

Y allí vive Sara, es la hija pequeña de la familia, algo cursi, totalmente enamorada de Keanu Reeves desde que lo vio en Matrix y es, además, malhablada, ingeniosa y sincera, cosa que a su madre no le gusta para nada y está segurísima que no conseguirá casarla con ningún terrateniente del lugar, así que la tiene trabajando en la cocina para que aprenda el oficio o a controlar su mala lengua.

La cocina la dirige Martina, señora de poco hablar y mandar mucho, pero a Sara le cae bien. Señora Martina, ¿le parece que hagamos empanadas estas fiestas?__le pregunta Sara. Hmmm! no sé Sara, ya sabes que a tu madre no le gustan__dijo la cocinera. A mi madre no le gustan, a mi madre no le gustan__se burló Sara__pero si se las come de dos en dos__dijo Sara sarcástica, y todos en la cocina se reían excepto Martina. Ssshit! que no te oiga tu madre o se va a liar, niña!__decía Martina callando a todos de golpe mientras Sara sonreía de oreja a oreja.




De pequeña nuestra Pascua familiar significaba hacer empanadas (panades), de carne y pescado, robiols y crespellines. Las mujeres de la familia nos reunimos para elaborarlas y llevamos a cocer a uno de los hornos del pueblo. Ponemos las empanadas encima de estos moldes antiguos, con un cartoncito con el nombre familiar y allá que se van. Es un ritual que seguro un día echaré de menos, mi abuela, mi madre, mis hermanas, ese día era el día de las mujeres de la familia y guardó el recuerdo como un tesoro.

Mi hijo disfrutando de las vacaciones de Pascua decidió que también quería hacer empanadas. Hace unos años hizo un taller y se lo pasó tan bien que ahora él quiere experimentar, pero con un relleno totalmente diferente al clásico, así que yo hice las clásicas de pescado y él las hizo de lo que más le gusta ¿imaginas de qué?.

· PANADES ·

Ingredientes Masa
  • 125 ml. manteca {fundida}
  • 250 ml. aceite de oliva
  • 250 ml. agua
  • Harina {la que admita}
Elaboración
  1. En un cuenco grande vierte la manteca, el aceite y el agua. 
  2. Echa la harina poco a poco y amasa al mismo tiempo hasta que la masa no se pegue a las manos. 

· RELLENOS ·
1.- Salchichas con patatas (este relleno lo eligió mi hijo, no es tradicional)

  • 6 salchichas de pollo cortadas a trocitos de unos 4 cm.
  • 2 patatas medianas cortadas a cubos pequeños
  • 100 gramos de guisantes
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva virgen extra
Mezcla todos los ingredientes, salpimienta y aliña con un poco de aceite.


2.- Mussola(Éste sí es un relleno tradicional)

  • 500 gramos de mussola (cazón), limpia sin piel ni espina, cortada a trozos pequeños
  • 150 gramos de acelgas sin tronco, cortada a trozos pequeños
  • 150 gramos de cebolla tierna, cortada a trozos pequeños
  • 100 gramos guisantes
  • Sal y pimienta
  • Pimentón
  • Aceite de oliva virgen extra
Mezcla todos los ingredientes, salpimienta, sazona con pimentón y aliña con un poco de aceite.

Elaboración
  1. Precalienta el horno a 200 º C
  2. Haz bolas con la masa y dale forma a la base (como si fuera el culo de un vaso). 
  3. No hagas la base ni muy fina, se rompería fácil, ni muy gruesa, sería muy pastosa después de cocida.
  4. Una vez que tienes la base pon el relleno que has preparado con anterioridad. 
  5. Con un poco más de masa en forma de tapa cierra las bases rellenas y haz el repulgue.
  6. Hornea durante 45 minutos o hasta que la masa esté dorada.



Relato, fotografías y receta @catypol - Circus day.

Escaldums d'endiot

No conducía, ella no fue una privilegiada de su tiempo, iba a pie, en bicicleta o en tren, que en aquel entonces, decía ella, llegaba a casi todos los pueblos que ella necesitaba ir, y le bastaba. Compraba en el mercado del pueblo vecino ya que en el nuestro no había, si necesitaba de médico, cosa rara en ella, iba al que conocía, al de toda la vida y aunque nunca la vi enferma, por lo visto se conocían bien.

Sentada en su silla de trabajo para coser alpargatas, bien amanecía y hasta que casi no había luz, sabía coser casi con los ojos cerrados, y sus puños, aunque parecía un frágil mujer no tenían nada de blandos, eran duros, como su rostro cuando se enfadaba. Reía poco, hablaba menos, escuchaba con desconfianza a aquellos que no entendía, vivía sin miedo y siempre con el ceño fruncido, era toda una institución entre los vecinos, no tan mayores como ella pero sabiondos de su vida, el respeto se gana, decía, igual que el jornal, igual que el cariño, y ella tenía mucho por nuestra parte.

Le gustaba comer, un plato de cuchara como un estofado, tomar una copa de vino, si había postre bien, pero que no fuera fruta, eso no era postre, era necesidad y ella no quería saber de eso en la mesa. Era generosa a su manera y luchadora si era necesario, ¡ah, María! tanto vivido es difícil resumirlo en pocas palabras, tanto sentido, tanto dolido, tanto olvidado.




SUPONGAMOS QUE HABLO DE MI. 
En mi adolescencia empezó mi "andadura" en la cocina, mi madre trabajaba y me dejaba a cargo de la comida que ella previamente me dictaba, y este fue mi primer plato pero en vez de pavo era con pollo. Yo tenía 16 años, no iba para chef pero a mi misma me asombraba el resultado de mi poca maña cocinera. Escogía las hierbas aromáticas como si fueran mágicas y pelaba las patatas intentando que la peladura fuera lo más fina posible para no malgastar, y remover la olla como una pócima aunque fuera o no Navidad, tiempo después llegaron otros platos pero no me hicieron sentir la misma magia.

En Mallorca es típico preparar este plato para las fiestas navideñas, es uno de los clásicos, y me gusta recordarlo y comerlo aunque no sean fiestas, vuelvo a ser una niña, por que el pasado no volverá pero sigue en mi camino.

· ESCALDUMS D'ENDIOT ·

Ingredientes
  • 500 gramos de pavo (o pollo), cortado a trozos
  • Fécula de patata
  • 1 litro de caldo de verduras o pollo o agua
  • 1 cebolla grande
  • 1 cabeza de ajos
  • 1 tomate de ramallet
  • 2 zanahorias
  • 50 gramos judía verde (o guisantes)
  • 1 hoja de laurel
  • 100 ml. brandi
  • 40 gramos almendras tostadas
  • 12 pasas (pueden ser orejones)
  • 1 puñado de piñones 
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Mejorana fresca o orégano fresco
  • 1/2 kilo patatas
  • 16 albóndigas

Elaboración
  1. Salpimienta los trozos de pavo (o pollo).
  2. Enharina con la fécula y fríe con poco aceite de oliva en una sartén para dorar un poco. 
  3. Saca y ponlos sobre un papel absorbente. 
  4. Reserva. 
  5. Corta la cebolla en brunoise. 
  6. Ralla el tomate. 
  7. Pela un poco la cabeza de ajos. 
  8. Pela y corta a rodajas las zanahorias. 
  9. Corta y deshecha las puntas a las judías.
  10. El resto córtalas por la mitad. 
  11. Pon el caldo a hervir.
  12. En una cacerola con aceite de oliva virgen extra caliente, sofríe la cebolla y la cabeza de ajos, hasta que la cebolla transparente. 
  13. Añade el tomate, remueve y deja pochar unos minutos.
  14. Vierte el caldo hirviendo, el pavo, el laurel, el brandy, la zanahoria y las judías verdes. 
  15. Añade sal al gusto y deja hervir unos 30 minutos.
  16. Mientras, pica la mejorana con las almendras en un mortero hasta conseguir una pasta fina. 
  17. Añade una cucharada de caldo. 
  18. Pela y cota las patatas a "tacos", fríelas y ponlas sobre papel absorbente. 
  19. Fríe las albóndigas y ponlas sobre papel absorbente. 
  20. Pasado el tiempo de cocción añade la patata, las albóndigas, las pasas, piñones y el contenido del mortero. Remueve y deja hervir 10 minutos más. 

Nota: Como todos los guisos, sabe mejor si se come al día siguiente.





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Buñuelos de las vírgenes

Los chicos salían del colegio con una rosa en la mano regalada por la chica "enamorada" y ellos, a cambio, se apresuraban para el último ensayo de la canción que le cantarían debajo de su ventana, aunque pensándolo bien solo lo hacían los más atrevidos y querían comer buñuelos.

Para los padres no sé si era un honor o un sacrificio tener al "maromo" cantándole a su hija, que por un lado significaba que era virgen, pero por otro así le vería bien la cara al pretendiente. Para las madres era un orgullo y satisfacción, y cocinaban los buñuelos que después invitarían a los chicos.

Margarita espantaba a los chicos así que sus padres sabían seguro que ningún chico se atrevería a cantarle a su hija, y eso a la señora Juana no le gustaba nada, intentaba instruir a su hija, quería que suavizara maneras pero a menudo la daba como caso perdido. Al padre le daba igual, su hija era única para él y que le cantaran o no, no era importante, a pesar de los sermones que le daba su mujer para que, también él, intentara instruirla.

El día que Margarita escuchó cantar una canción debajo de su ventana casi se cae de la cama, alguien se había atrevido a cantarle y de poco se emocionó pero recordó que no le había dado rosa a ningún chico así que salió a la ventana a cantarle ella al chico, pero la señora Juana fue más rápida, llorando había salido a buscar al chico y le hizo entrar. Cuando Margarita bajó y lo vio se puso colorada y decidió quedarse callada por la cara de felicidad que tenía su madre, mientras se limitó a sonreír al chico, el chico comió todos los buñuelos que la madre le puso y reía contento.

Papá, creo que el próximo año deberías cantarle tú a mamá__dijo Margarita. Tarde querida__le contestó su padre__tu madre probablemente no me abriría ni la puerta y los buñuelos ni los olería.



En Mallorca, los rosaris ensucrats de Tots Sants y los buñuelos de patata y boniato son tradición, de la noche del 20 al 21 de octubre, los llamamos los buñuelos de la vírgenes, y si, hace mucho tiempo los chicos les cantaban a las chicas, debajo de su ventana, las canciones que se sabían o aprendían, si no tocaban la guitarra se hacían acompañar por algún amigo que si supiera y a veces para darle valor, lo acompañaban toda la pandilla, creo que el top one del repertorio musical era la tan conocida canción, clavelitos, clavelitos, clavelitos de mi corazón...sí, se lo que estás pensando, esa también la canta la tuna ;)

· BUNYOLS DE LES VERGES ·

Tiempo de preparación: 1 hora + el tiempo de leudar
Dificultad: Media
Para 500 gr. de buñuelos

Ingredientes
  • 150 gramos patata 
  • 150 gramos boniato
  • 175 gramos harina 
  • 15 gramos levadura fresca
  • 1 huevo
  • 125 gramos agua de hervir la patata y el boniato
  • Aceite de oliva para freír
  • Azúcar para acompañar

Elaboración
  1. Hierve la patata y el boniato. 
  2. Pásalos por el pasapurés y deja que se enfríe. 
  3. Disuelve la levadura fresca con el agua. 
  4. En un cuenco grande mezcla la harina, la levadura con el agua, la patata, el boniato y el huevo, mezcla hasta que la masa quede homogénea. 
  5. Deja leudar hasta que doble el tamaño. 
  6. Pon abundante aceite en una sartén, cuando esté bien caliente, coge la masa con una mano como apretando el puño y con la otra mano mojada en agua, coge un poco de la masa agujereándola con el dedo al mismo tiempo y déjala dentro del aceite para que se fría. 
  7. Repítelo con toda la masa. 
  8. Sirve con azúcar.





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Coca de cuarto

María era la menor de tres hermanas. Me contaba que en nada se parecían. La mayor, estirada y más urbanita, decidió que la ciudad era lo suyo. Se casó con un militar. Fue como si una suave brisa la despeinara ligeramente... así definía María la despedida de su hermana. Porque, aunque su vida fue larga, se vieron poco: lo justo para compartir un trozo de coca de cuarto y cuatro palabras bien dichas.

Con la mediana tenía más contacto. Ambas se quedaron en el pueblo, ambas se casaron con civiles y ambas tenían mal genio. María intentaba no acercarse demasiado a su casa y, si lo hacía, su corazón se paraba durante el tiempo que duraba la visita. —¡Ya ves! —me dijo un día—. A veces lo único que compartimos con la familia es la sangre, aunque nos eduquen los mismos padres.

Yo adoraba a María. Me preguntaba cómo alguien no podía hacerlo. Su marido, al que nunca conocí, era campesino. —Pobre, pero honrado —me repetía siempre que hablaba de él. Nunca supe exactamente qué quería decir con eso. Yo estaba más pendiente de que me contara su amor por él, pero esa parte nunca llegó. Y esas palabras llanas, campesinas, limpias y sin florituras románticas me hacían imaginar a un hombre recto, justo… y feo.

Cuando mis pensamientos salieron una vez a la luz, cansada de escuchar su pobre pero honrado, se estuvo riendo de mi un rato. —¿Qué te ha hecho pensar que él era así? —me sonrió al preguntarlo. Y yo, llena de valor, se lo conté. —Es un cliché —me explicó—. Cuando somos pobres parece que tengamos que justificarlo, como si la gente pensara que por serlo ya somos ladrones. Por eso, muchos añadimos lo de “pobre pero honrado”, para dejar claro desde el principio que no es así. Suspiré aliviada. Ahora sí podía imaginármelo dulce, bueno y guapo. Pero eso sí: pobre, pero honrado.




Ya se preparaban cuartos en la Mallorca del siglo XVIII, los hornos de aquel momento agasajaban a sus clientes con este básico repostero asombroso. Es un bizcocho muy muy simple, sin gluten, sin levadura, ni leche, de miga esponjosa pero firme, sabor ligero y que acompaña perfectamente bien a un chocolate a la taza. En casa es el bizcocho preferido de mi hijo pequeño, atrás quedaron los tiempos de bizcocho de chocolate, ahora nada iguala a una coca de cuarto para él. ¿Y tú, ya la has probado?.

· COCA DE CUARTO ·

Ingredientes
  • 8 huevos
  • 230 gramos azúcar glas
  • 165 gramos fécula de patata
  • Azúcar glas para decorar
  • Molde redondo 21 cm. diámetro
Precalentar el horno a 170º C. 

Elaboración
  1. Prepara un molde redondo forrándolo en el fondo y lados con papel de folio. 
  2. Separa las yemas de las claras. 
  3. Bate y sube las claras a punto de nieve fuerte. 
  4. Mezcla las yemas con el azúcar y la fécula, bate hasta que doblen el volumen. 
  5. Mezcla las yemas montadas junto con las claras hasta que quede una masa homogénea. 
  6. Vierte la masa en el molde y hornea durante 25 minutos. 
  7. Al sacar el molde del horno necesitas "asustarlo" tirándolo al suelo, literalmente pero con cuidado y que caiga plano, esto hará que no baje el bizcocho. 
  8. Deja enfriar en el molde. 
  9. Una vez frío y desmoldado, espolvorea azúcar glas por encima.
Notas: También es muy típico hacer cajitas de papel de bizcocho de cuarto, aunque estas cajitas las compramos hechas. 
Yo hice la masa con Thermomix, pero se hace perfectamente bien con unas varillas eléctricas o una batidora.



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Frit Bord

En Monte Bajo se celebraba cada año el Gran Baile de Máscaras de la Huerta. ¿Por qué de la huerta? Porque allí todo giraba alrededor de verduras y fiestas que duraban más que la cosecha. Este año, los protagonistas no oficiales del evento eran Martina y Elías, una pareja de enamorados que vivía en la última casa del pueblo.

—Prométeme que hoy no hablarás de tus berenjenas en la fiesta —le pidió Martina, mientras él se ajustaba una máscara de zorro. —Solo si tú prometes no presumir de tus pimientos brillantes —respondió él, con esa media sonrisa que tanto la desarmaba.

Ambos llegaron al baile cuando la plaza ya estaba llena de música y farolillos. Entre risas y pasos torpes de baile, se escabulleron hacia una mesa escondida con una botella de vino tinto del bueno. Se sirvieron dos copas.

—A ti —dijo Elías, alzando la suya. —Y a la única fiesta donde bailar sin saber es elegante —respondió Martina, brindando.

De repente, un grupo de niños pasó corriendo y tiró sin querer la máscara de Martina. Elías se quedó mirándola como si la viera por primera vez.

—¿Qué pasa? —preguntó ella, riendo. —Nada. Solo que incluso sin máscara, siempre eres mi favorita del baile. —Y tú sigues siendo cursi… pero adorable.

Esa noche bailaron hasta que las estrellas bostezaron, volvieron a casa descalzos, y al llegar a la huerta, Elías se detuvo.

—Por cierto, las patatas están saliendo dobles este año. Es histórico.—Ni lo sueñes. Mañana es día de cebolletas.




En la gastronomía mallorquina también tenemos platos vegetarianos, sobre todo en verano, se usan muchas verduras en esta época del año y siempre viene bien tener esos platos tan mediterráneos en el recetario. Este plato en concreto también se puede cocinar en invierno con la verdura propia de esta época del año.

Su nombre, frit bord es por qué no lleva carne entre sus ingredientes. Cada casa tiene su receta, algunos le ponen calabacín pero a mi me recuerda mucho al tumbet así que no se lo pongo. También se acompaña con olives trencades mallorquines (aceitunas partidas) como el frit mallorquí de carne tradicional.

· FRIT BORD ·

Ingredientes 
  • 6 patatas medianas
  • 1 cabeza de ajos
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cebolleta
  • 2 pimientos verdes 
  • 1 pimiento rojo
  • 2 berenjenas
  • Sal y Pimienta
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Hinojo

Mise en place.
  1. Limpia las verduras. 
  2. Pela y corta las patatas en dados de unos 2 cm. 
  3. Déjalas en remojo mientras sigues con las demás verduras. 
  4. Corta el resto de verdura en cubos de similar tamaño que la patata. 
  5. Limpia el hinojo. 
  6. Separa los ajos de la cabeza y cháfalos un poco sin pelarlos. 
Elaboración.
  1. En una sartén con aceite de oliva fríe las patatas. 
  2. Saca de la sartén y reserva sobre papel de cocina para que absorba el aceite.
  3. En una cazuela, si es de barro mejor, con cuatro cucharadas de aceite, sofríe a fuego fuerte los ajos y el laurel, un minuto. 
  4. Añade la cebolleta. 
  5. Remueve, a los pocos minutos, añade el pimiento rojo y verde, remueve. 
  6. Unos minutos de cocción y añade la berenjena, salpimienta. 
  7. Baja el fuego y deja rehogar hasta que la verdura esté pochada. 
  8. Añade las patatas y el hinojo, remueve y mezcla bien con la verdura. 
  9. Rectifica de sal si hace falta. 
  10. Sirve.

Nota: acompaña con "pa moreno" (pan de pueblo) y olives "trencades" (aceitunas partidas). Opcional, si te gusta el picante le puedes añadir una punta de guindilla a trocitos.



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Robiols

Amanecí antes de que el sol nos regara con su luz, antes de que el gallo abriera su pico para atormentarnos con su sonido estridente y pensé, ¡bien! he ganado a María, pero no, ella ya estaba en pie, lista para comerse el día que venía por delante y esperándome con café recién hecho en la cocina. 

Los mayores habían pronosticado que íbamos a ser una generación lejana, viajera, tecnológica y acomodada, que no nos importa la tradición y sobre todo, el pasado. Pero yo soy la excepción, les digo. Llegado estas fechas me gusta ponerme el delantal y ensuciarme de harina, manteca o queso, mientras mis hermanos viajan o ocupan estos día libres en otras actividades más a su estilo.

María es lo más cercano que tengo de mi familia y con ella me voy cada año, la casa grande, el fresco primaveral y su sabiduría pasada me atrae como el hierro a un imán. El parral en el patio nos hace sombra mientras comemos fuera, Lanas la vieja perra que curiosamente casi no tiene pelo sigue acostada en el mismo sitio cada año, María asegura que de vez en cuando se mueve, y se ríe al ver la expresión de mi cara.

No quise contradecir a los mayores, también viajé y me acomodé a mis tiempos pero echaba de menos disfrutar con más cordura y entendimiento estos momentos, diferentes a cuando era pequeña y corría alrededor de la mesa de la cocina mientras las mayores hacía "rubiols" y panades, veía la televisión y me enfadaba porque con dos canales no había nadie que pensara en los pequeños por lo que no había dibujos animados. Peleaba con mis hermanos para hacer los crespells con los cortapastas que más nos gustaban, y leía, leía sobre países lejanos y personajes famosos, sobre vivir en otras ciudades y en otras culturas e imaginaba que un día yo también marcharía de aquí.




Dentro de nuestra gastronomía dulce de Semana Santa tenemos los robiols, rellenos de requesón o mermelada o cabello de ángel que con el tiempo se ha extendido al gusto de los más jóvenes, flan, crema de cacao o dulce de leche. Como dice mi madre los primeros en comerse deben ser los de requesón pues los de mermelada y cabello de ángel duran más tiempo y los primeros enmohecen, eso si no llegan a tanto tiempo pues desaparecen muy rápidamente si la familia es grande como la nuestra.


· ROBIOLS ·
Masa.
  • 300 gramos azúcar
  • 75 mililitros de aceite de oliva
  • 150 mililitros de zumo de naranja
  • 75 mililitros de mistela (opcional)
  • 3 yemas de huevo
  • 300 gramos manteca a temperatura ambiente
  • 1 kilo harina 

Relleno de requesón.
  • 250 gramos de requesón
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 2 cucharaditas de azúcar
  • 1 yema de huevo
  • Ralladura de 1 limón

Otros rellenos: cabello de ángel, mermelada, flan, crema de cacao, dulce de leche

Azúcar glas 

Masa.
En un cuenco grande vierte el azúcar, el aceite, el zumo y la Mistela. 
Añade las yemas de huevo y remueve. 
Añade la manteca y poco a poco la harina hasta formar una masa que no se pegue a las manos. 
Deja reposar.

El requesón.
Mezcla el requesón, canela, azúcar, yema de huevo y ralladura de limón. 

Precalienta el horno a 180 ºC

Formardo. 
Pon una bola de masa no muy grande entre dos plásticos. 
Aplana con un rodillo. 
Quita el plástico superior y rellena con una cucharada de requesón. 
Con el plástico inferior ayuda a cerrar la masa y darle forma al robiol. 
Aprieta los bordes y corta en semicírculo dándole forma de empanadilla. 
Hornea entre 15 y 20 minutos, que estén un poco dorados. 
Cuando estén fríos espolvorea por encima azúcar glas.




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Greixera de faves

En un pequeño huerto, donde crecían habas que parecían tocar el cielo, una niña encontró una bola mágica enterrada entre la tierra. La sostuvo con cuidado y deseó que su amigo, el caballo castrado, pudiera correr libre y feliz de nuevo. A su lado, una serpiente sin dientes, que nunca había hecho daño a nadie, la observaba con ojos tranquilos. Aunque no podía morder, cuidaba del huerto con paciencia. Esa noche, bajo la luz de la luna, la bola brilló suavemente. Al amanecer, el caballo galopaba libre, la serpiente se enroscaba junto a las habas y la niña sonreía, entendiendo que a veces la verdadera magia está en el amor y la esperanza que damos.



Es tiempo de carnaval y en Mallorca en esta festividad hay un plato que, a muchos mayores, les gusta comer llamado fava parada, aunque, en este caso se usa la haba seca. Así que cuál fue mi sorpresa cuando en la plaza del pueblo el verdulero tenía habas frescas. Lo reconozco, tardé mucho en apreciar esta cazuela, pero no me arrepiento lo más mínimo. Es tan fácil de cocinar que solo necesitas buenos ingredientes, mi versión no lleva carne pero también es posible cocinarla con cerdo y "botifarrons". 


· GREIXERA DE FAVES TENDRES ·
(Cazuela de habas tiernas mallorquina)

Para 4 

Ingredientes
  • 3 ajos
  • 1 cebolla pequeña
  • 2 tomates (ramallet)
  • 2 zanahorias pequeñas
  • 3 patatas medianas
  • 1 alcachofa
  • Mejorana
  • Perejil
  • 4 almendras
  • Pimienta negra
  • Pimentón
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 litro de caldo de verduras (o agua)
  • 500 gramos de habas tiernas (sin vaina)
  • 100 gramos de guisantes
  • Sal
  • 1 hoja de laurel
  • 4 huevos cocidos


Mise en place.
  1. Pica el ajo. 
  2. Corta la cebolla en brunoise. 
  3. Ralla los tomates. 
  4. Pela y corta la zanahoria en rodajas. 
  5. Pela y corta las patatas en cubos. 
  6. Pela y corta la alcachofa quedándote con el corazón. 
  7. Haz un picadillo con las almendras, perejil, mejorana, pimienta negra, pimentón y aceite.

Greixera.
  1. Haz un sofrito con el ajo, cebolla y tomate. 
  2. Añade el caldo (o agua) y las habas.
  3. Cuando hierva añade los guisantes, la zanahoria, las patatas, el picadillo, laurel y sal. 
  4. Que hierva hasta que las habas estén cocinadas. 
  5. Corta los huevos cocidos a cuartos y añádelos al guiso. 
  6. Apaga el fuego y sirve.




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Espinagada

Para Jaime Mas (hijo)

Valldemossa 14 de agosto de 1911 en la calle Chopin Nº 4. En esa calle nace Jaime Mas Estrades, en un familia humilde con huerto familiar y en tiempos de escasez y necesidad. Tuvo que espabilarse pronto y como muchos niños dejó la escuela en edad temprana, cinco hijos eran muchas bocas para alimentar y se necesitaban manos en el huerto para sacar adelante la cosecha que producía. Almendro, avellanos, olivas y alguna encina, plantaban trigo, verduras, legumbres y criaban cerdos y gallinas. 

Tenim llom de porc negre_ chillaba uno en el mercado. Verdura, verdura per fer espinagada__cantaba otra, la jerga del bullicioso mercado de la capital. Y allí llevaban lo que cosechaba la familia y compraban lo imprescindible para ellos más un poco de tabaco que después liaba en cigarrillos finos, para que le llegara unos días más.

El molinero les molía el trigo y con la harina podían hacer pan para comer un poco cada día, pues hasta la próxima cosecha no había más. Con la aceituna desechada hacían aceite, y con las buenas, en conserva con salmuera. La matanza del cerdo ayudaba en la alimentación familiar pero aún así, había noches que la necesidad apretaba. Cazar y las fiestas del pueblo eran la única diversión que tenía.

Lejana está la aventura que tuvieron él y Sebastián, su amigo entrañable, aquella que sin permiso se fueron con los pescadores a la pesca, ya que su huerto estaba de cara al Mediterráneo y los pescadores pasaban por allí para ir a la playa en donde tenían sus botes, incluso a veces había trueque, sobretodo cuando querían comer pescado, y les guardaban en el galpón del huerto sus artes de pesca.

Esa aventura, no la olvidaron jamás, fue la experiencia de sus vidas decía Jaime a los 75 años, aunque ello significara el enfado de sus padres y el trabajo extra en el huerto. La pesca fue tan buena, mucho, que llegaron los botes llenos de pescado.

Montevideo 14 de febrero de 1928. Con 16 años llega Jaime Mas Estrades a Uruguay, con una maleta de cartón y recién salido de un barco que lo llevó de Mallorca a Barcelona y de allí a su nuevo país, en 3ª clase por supuesto, ya se sabe, agua tibia y comida escasa. Pero tuvo suerte, una pareja catalana de 1ª clase que se dirigía a Argentina lo ayudó y alimentó durante el trayecto. Siempre lamentó la perdida de la dirección de ellos, estén donde estén gracias.

Los tres varones de la familia se fueron para allá y así ayudar a la familia que se quedó en Valldemossa, bajo la protección de Don Vicente Colom, amigo de la familia, un hombre bajito, calvo y de un hablar pausado lleno de bondad que regentaba una panadería que se convirtió en el primer refugio para los que llegaban de Valldemossa.

Jaime creció y formó familia en Montevideo, es de mayor cuando recuerdas el pasado y añoras esas experiencias y personas que se fueron en el momento que "cruzó el charco", entonces probó a elaborar allá la sobrasada, orgulloso estaba él y su familia del resultado, aún hoy siguen elaborándola, no ya por la raíz de una tierra lejana, sino por el recuerdo y amor a la familia, a un padre, a unos abuelos, a una historia que ha crecido lejos de aquí. 95 años después de su nacimiento su vida en la tierra terminó. Quizás volvió a cruzar el mar, quizás quiso vivir su última aventura pescando en la playita al lado del huerto, quizás ese día los pescadores volvieron con los botes llenos y celebró la hazaña con ellos.




No sé si llamarlo de Valldemossa a Montevideo, mi historia con Jaime data de hace poco tiempo, un día recibí un precioso email en el que Jaime me decía lo mucho que le gustan mis historias, las recetas también, pero las historias que escribo con tanto cariño medio reales medio inventadas, se ve que le gustan más, sinceramente, mi corazón se ensanchó agradecido, porque nacen desde mi memoria a mi alma y ya forman parte de Circus day casi igual que las recetas. Aquí recalcaré que otra mucha gente me habla de lo que le gustan mis historias y no los quiero dejar atrás pues también son seguidores de ellas. Gracias a todos.

Ya digo que unir gastronomía de Mallorca y Uruguay, no es fácil, pero como país que recibió a tantos españoles en su momento imagino que algo de parecido tendremos, ¿no crees?. Agradecida por la carta que recibí de ti, Jaime, contándome la historia familiar de tú padre, decidí que la receta de unión entre nosotros sería la espinagada, con cerdo, por supuesto, que para la matanza es importante 😉  y con verduras, no las que plantaban en vuestro huerto familiar "Sa Sini" pero podría ser, además en Mallorca ahora es tiempo de comerla. Y vosotros tenéis vuestra empanada, aunque diferentes ambas quizás deriven de la misma raíz. Espero que te guste, pues la historia de este post ya la sabes, es la de tú padre y también la he escrito desde el corazón.


· ESPINAGADA DE LLOM AMB COL ·

La masa
250 mililitros de agua
25 gramos de levadura fresca
125 mililitros de aceite de oliva
1 cucharada de manteca (opcional)
La harina que necesite

El relleno.
500 gramos de carne de cerdo
1/2 col pequeña rizada (Borretxona mallorquina)
2 puerros
3 ajos
2 cebolletas
Pasas

Condimento.
1 cucharada de manteca colorada disuelta
Pimentón
Pimiento rojo picante
Sal
Aceite de oliva

Para la masa.
  1. Disuelve la levadura con el agua y mezcla con los demás ingredientes hasta formar una masa de la misma consistencia que el pan. 
  2. Déjala tapada reposando durante 1 hora. 
  3. Mientras prepara el relleno. 

Mise en place.
  1. Corta el lomo en dados pequeños. 
  2. Limpia y corta la verdura en brunoise. 
  3. Ponla en un bol y condiméntala. 
  4. Precalienta el horno a 175 ºC

Formar las espinagadas.
  1. Pon papel de hornear sobre la mesa y separa en dos la masa (o en tres o no separar, depende del tamaño que quiera cada uno). 
  2. Aplana la masa en forma de círculo. 
  3. Forma un rectángulo con el relleno en el centro del círculo y cierra la empanada o bien con repulgue o bien juntando la masa como si fuera un sobre.  
  4. Cuece al horno durante 1 hora. 


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(Carta de Jaime Mas de su padre)

Tambó d'ametlla

Mamá le dije al señor Gustavo que viniera a comer, su hija está de viaje y no quiero que coma solo._ me comentó mi hija justo cuando iba a repasar la vajilla para asegurarme que estuviera perfecta. Y yo le dije a la señora Adelaida que también viniera, ¡uy! lo siento mami, no te lo comenté, se me olvidó, ayer la vi sentada en el parque y parece tan triste desde que su marido se fue._ fue el siguiente comentario que recibí de mi hijo pequeño, el salvavidas del vecindario. Bueno, al menos esta vez conozco a los comensales, hubo un año que me trajeron a un vagabundo y el pobre estaba más avergonzado que nosotros.

Bien, estas fiestas pondremos dos platos más, por ahora, veremos a medida que pasa el día qué sucede, conociendo a mi familia pueda que hasta Papá Noel venga a comer después de haber pasado su noche "loca" por el Mundo, y alguno de mis hijos lo hay convencido para que se apunte al evento. ¡Huuummm! se me olvidaba, debo incluir a Lolo, el amigo invisible de Marta, o vamos a tener una comida llena de berridos y reproches, ¡uff!, vale, tres platos más.

Cariño_ me dice mi marido mientras me besa. Le he dicho a mi jefe que se venga a comer, ya sabes que los divorcios son duros y él tiene a su familia lejos, no te importa ¿verdad?_sigue hablando mientras me ayuda a poner la mesa. Y ¡bueno! se me olvidaba que el "grandullón" también tiene un gran corazón, así que no me quejo. De acuerdo, pero tendréis que ayudar todos, invitados incluidos_ dije yo intentando poner voz seria, aunque por dentro me siento feliz de formar parte de una familia como la nuestra.  



Recuerdo mi niñez, el día de Navidad es el cumpleaños de mi madre y todos nos reuníamos en casa, somos una familia muy grande por lo que la mesa era laaargaaa, los chillidos presentes y el olor a comida también. En esa comida no faltaba el tambó d'ametlla, es nuestro guirlache, casero, fácil y sí, muy calórico, jeje, pero bueno, es Navidad, no?. 

Ten cuidado a quemarte, pero es un turrón de almendra fácil y muy dulce con el que si no te atreves a elaborar otros con éste puedes empezar y en poco tiempo ya lo tienes en la mesa, recuerda en dejarlo enfriar.

· TAMBÓ D'AMETLLA ·

Ingredientes
  • 200 gramos de almendras peladas y tostadas
  • 200 gramos de azúcar
  • 1 limón
Elaboración
  1. Pon una sartén al fuego, vierte las almendras y seguidamente el azúcar, deja que el azúcar se funda y remueve para que no se queme. 
  2. Mientras pon un poco de aceite o bien en un mármol o sobre una bandeja de metal. 
  3. Cuando toda la mezcla está bien fundida pasarla, con cuidado a no quemarte, sobre la bandeja y con el limón partido aplana el turrón. 
  4. Deja enfriar. 
  5. Una vez frío trocea con las manos.





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Agujas de pollo

—Teresa, baja a la panadería a por unas agujas de pollo, por favor —dijo doña Emilia.
—Sí, señora, ahora mismo —respondió Teresa.

Entonces, Teresa se quitaba el mandil y volaba escaleras abajo hacia la panadería. Allí estaba él, Nicolás. Se encargaba de que al horno no le faltara leña, de que el pan no se quemara, de que todo se cociera en su punto... y de piropearla cada vez que ella entraba por la puerta trasera, como hacían las criadas de la zona.

Pero allí también estaba doña Francisca, la encargada de rellenar empanadas, pasteles y, por supuesto, las deliciosas agujas de pollo. ¡Qué mala leche se gastaba la señora!

—¿Qué, ya estás aquí otra vez? —le preguntaba siempre, mirando de reojo a Nicolás.
Sí, doña Francisca. Mi señora me envía a por agujas de pollo —le contestaba Teresa, más roja que un tomate.
—Pues ponte a la cola, bonita, que hoy todas las señoras se han puesto de acuerdo para comerlas —reía doña Francisca con sorna.

A Teresa el corazón le latía con fuerza. Así podría contemplar durante más tiempo a Nicolás. Se puso a la cola de criadas, toda feliz. Roja, pero feliz.

Cuando por fin le tocó el turno, recordó que había salido con tanta prisa que se le había olvidado coger el dinero. Y doña Francisca no fiaba ni a su sombra. Tuvo que bajar la cabeza y salir corriendo, dejando a Nicolás desconcertado.

Al llegar a casa, doña Emilia ya la esperaba con ansia de agujas… y se puso de un humor de perros al saber la verdad.

—Ay, Te-re-si-ta... Si te dieran una aguja de pollo cada vez que piensas en el panadero, no tendrías que bajar a por ellas: ¡las tendríamos por docenas en casa!



A mi me gustan las agujas de pollo, que son las se que venden en las panaderías mallorquinas desde hace mucho tiempo, no sé definirlo en años ni recuerdo la primera vez que las comí pero si que forman parte de mi vida en la isla. 
Lo que más me extraña de ellas es que no hay receta en ningún recetario mallorquín que conozca pero gracias a Lydia del blog Un hervor he conseguido hacerlas, y me siento muy complacida con el resultado, hace mucho que no comía unas agujas de pollo tan buenas, aunque no seas un ansias como yo, déjalas enfriar que es cuando se nota todo su sabor.

Para ello, ella usa una masa de hojaldre casera, yo no dispongo de ella ni tiempo para hacerla pero me decidí a cocinarlas por que encontré una masa de hojaldre de 196 capas y me sedujo probarla, espero un día poder hacerla yo y volveré a cocinarlos totalmente caseros.



· AGUJAS DE POLLO ·

Ingredientes para 6

Necesitarás 6 moldes alargados de unos 14,5 cm.
1 plancha de hojaldre

Para el relleno
  • 130 gramos de pollo asado, picado
  • 2 huevos cocidos 
  • 1 cebolla pequeña, picada
  • 300 mililitros de leche
  • 1 cucharada de harina
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida
  • 2 cucharadas de aceite de oliva 

Precalienta el horno a 180 °C

El relleno.
  1. En una sartén, calienta el aceite y pocha la cebolla hasta que esté transparente. 
  2. Retira del fuego, añade la harina y remueve enseguida para que se integre bien con la cebolla.
  3. Vierte la leche poco a poco, remueve constantemente para evitar grumos, y vuelve a poner la sartén al fuego. 
  4. Salpimienta al gusto y continua removiendo hasta que la mezcla comience a hervir y espese ligeramente.
  5. Añade el pollo picado, mezcla bien y, tras el segundo hervor, apaga el fuego.
  6. Pica los huevos cocidos y agrégalos a la bechamel. 
  7. Reserva.

Montaje.
  1. Estira la plancha de hojaldre. 
  2. Como los moldes son alargados, recorta rectángulos que encajen en ellos. 
  3. Forra los moldes con el hojaldre, presionando con la yema de los dedos en las esquinas y el fondo. 
  4. Recorta la masa sobrante a ras del borde.
  5. Rellena cada molde con la bechamel de pollo. 
  6. Decora la parte superior con unas tiras de hojaldre en forma de “X”.
  7. Hornea durante 45 minutos, o hasta que el hojaldre esté dorado y crujiente.
  8. Deja enfriar completamente antes de desmoldar y servir.


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Croquetas de botifarró

Subíamos al desván con María. Allí guardábamos todos esos objetos que no cabían abajo, que ya no usábamos o que eran el recuerdo de alguien. Y el baúl más grande y bonito era el suyo. Siempre le preguntábamos si podíamos fisgar en él, y siempre obteníamos una negativa por respuesta. No sé qué cambió esa vez, cuando dijo que sí.

Recuerdo con demasiada inquietud —y también con muchas ganas— el momento en que esperábamos que abriera el candado que cerraba el baúl. Cuando por fin lo hizo, nos dejó a todos con la boca abierta. Dentro había vestidos de otra época, bellos y coloridos; collares, plumas, libros y perfume. También había un atado de cartas, todas con el nombre de María escrito en el sobre.

No quisimos tocarlas, aunque moríamos de ganas por leerlas. María nos explicó que eran de un pretendiente que se fue a la guerra y deseaba volver para casarse con ella. Pero él no regresó. Y nos sonrió con esa manera suya que significaba que todo estaba bien.

—¿Y dónde lo conociste, María? —le pregunté, inocente. —Cuando trabajaba en la cocina —me respondió, acariciándome el pelo. —¿Y era guapo? —insistí. —No, pero tenía buen apetito —rió ella. —¿Y eso te gustó? —la miré, asombrada. —Él quedó prendado nada más servirle mis croquetas —dijo, divertida. —¡Ah! Pues deberías enseñarme a cocinarlas... no vaya a ser que algún día las necesite —me reí yo también, para espanto de ella.




Las primeras noticias sobre una gastronomía balear aparecen en el siglo XV, pero quizás quien más se afanó en dejar cumplida cuenta de lo que encontró en sus visitas a las islas fue el Archiduque Luis Salvador de Austria, que en su obra Die Balearen dedicó una parte a la gastronomía isleña. Distingue este autor entre cocina rural más primitiva, basada en el pan, legumbres y frutas. Los amos de las possessions (grandes fincas rústicas) no comían distinto a los jornaleros, pero sí acompañaban las sopas con huevos fritos, sobrasada, butifarrons. Los domingos todos comían arroz y cocina ciudadana con más variedad en carne y pescado, pan, poca leche y dulces como ensaimadas y cuartos.

El botifarrón es un embutido del cerdo mallorquín, se embute en una tripa natural del cerdo y se cuece para su consumo. Su aspecto recuerda al de la morcilla pero no tienen el mismos sabor. Según las especias de su elaboración pueden ser picantes o no, y depende de la persona que los hace pueden ser muy muy picantes. En este caso me va genial para hacer croquetas, pues una vez mezclados con la bechamel siguen teniendo ese punto picante sin exagerar y quedan muy ricos. La receta es mía, me la inventé y las personas que las probaron dieron su aprobación total. Las hago con Thermomix pero se pueden hacer sin ella perfectamente de la manera tradicional. ¡Ah! a estas las hago redondas.


· CROQUETAS DE BOTIFARRÓ COENT ·

Ingredientes
  • 4 botifarrones picantes
  • 50 mililitros de aceite de oliva
  • 1 cebolla pequeña
  • 95 gramos de harina
  • 400 mililitros de leche
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • Huevo
  • Pan rallado

Elaboración 
  1. Retira la piel de los botifarrones y pícalos finamente, ya sea con una picadora o con un cuchillo.
  2. Reserva. 
  3. En una sartén, calienta el aceite de oliva y rehoga la cebolla picada hasta que empiece a tomar color.
  4. Añade el botifarrón picado y cocina un par de minutos más. 
  5. Incorpora la harina y tuéstala durante 1 o 2 minutos removiendo.
  6. Vierte la leche poco a poco, salpimienta al gusto y mezcla hasta obtener una bechamel espesa pero cremosa. 
  7. Al remover con la espátula, debe despegarse de las paredes de la sartén.
  8. Reserva la bechamel en el frigorífico durante un mínimo de 4 horas (mejor si es de un día para otro). 
  9. Una vez fría, forma las croquetas y rebózalas, primero pasándolas por huevo batido y después por pan rallado. 
  10. En este punto, puedes congelarlas o freírlas directamente para consumirlas al momento.
 






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Calamar relleno

En algún lugar del océano, vivía Carlos, un calamar tranquilo y tentáculos algo torpes. Su casa estaba junto a un cementerio marino, donde descansaban viejos barcos hundidos. Un día apareció un submarino amarillo. 

—¡Señoras y señores, aquí pueden ver el cementerio marino! —dijo por megáfono el capitán humano a sus turistas.

—¡Esto es cosa de los humanos! —gritó un delfín enfadado.

—¿Qué te pasa, delfín? —preguntó Carlos.

—Lo de siempre: humanos por aquí, selfies por allá, y nadie respeta el código del arrecife —respondió el delfín.

De repente, se acercó Globo, un pez simpático pero propenso a inflarse en los peores momentos.

—¡Chicos, cuidado! ¡Me inflo si me asusto y hay un cangrejo siguiéndome!

—Globo, ese es tu reflejo en la ventana del submarino —le dijo Carlos, paciente.

—¿qué es un reflejo?¿y por qué me sigue un cangrejo? —preguntó Globo con su memoria de pez.



calamares rellenos circusday

El calamar debe cocinarse o bien breve y escasamente para evitar que las fibras musculares se endurezcan, o bien durante mucho tiempo para disolver el colágeno. Si se cocina rápidamente a 57 ºC, su carne queda húmeda y casi crujiente. A 60 ºC se enrosca y encoge, porque las capas de colágeno se contraen y exprimen humedad de las fibras musculares. Si se cocina suave y continuamente durante una hora o más, el colágeno duro y contraído se disuelve y forma gelatina, dando a la carne una suculencia sedosa. 

· CALAMAR MALLORQUÍN RELLENO ·

Para 4

Ingredientes
  • 4 calamares "de bou" medianos, limpios para rellenar
  • 12 Judias verdes, limpias
Para el arroz.
  • 120 gramos de de arroz redondo
  • 350 mililitros de caldo de pescado
  • 1 cebolla pequeña
  • 1 tomate de ramallet rallado
  • 5 gambones, limpios y cortados en trocitos pequeños
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva virgen extra
Opciones para servir:
1.- servir con allioli.
2.- mientras se cocinan a la plancha hacer una mezcla de ajo, perejil y aceite y embadurnarlos bien, como la receta tradicional de calamares a la plancha.

Preparar el arroz para el relleno:
  1. Pica la cebolla en brunoise y sofríe en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra unos minutos hasta que este transparente. 
  2. Añade el tomate y deja que se cocine con la cebolla. 
  3. Añade las aletas de los calamares picaditas y sofríelas unos minutos. 
  4. Agrega el arroz, rehoga 1 minuto.
  5. Vierte el caldo caliente y deja unos 16 minutos hasta que el arroz esté al dente. 
  6. En los últimos minutos añade los gambones cortados en trocitos pequeños.
  7. Salpimienta.
  8. Retira del fuego y deja templar, tapado.
  9. Rellena los cuerpos de los calamares con la ayuda de una cuchara, no rellenes a tope (generalmente dicen que el calamar de bou no encoge pero siempre lo hace un poco, así que mejor no rellenar hasta rebosar pues al ponerlos sobre la plancha se pueden romper o salir el relleno).
  10. Cuando estén rellenos introduce, a cada uno, 3 judías verdes (a modo de "patas"), que se asarán en la plancha con los mismos calamares por lo que no quedarán blandas, sino crujientes y con todo su sabor. 
  11. Si es otro tipo de calamar puedes cerrarlo con un palillo abajo, así te aseguras que no sale el relleno.
  12. Pon una sartén o plancha (si tienes barbacoa también es perfecto) con unas cucharadas de aceite y los cocina durante 3 - 4 minutos por cada lado.
  13. Saca y come inmediatamente sobre unas cucharadas de alloli.

calamar relleno de arroz circusday




Fotografías y receta @catypol - Circus day.

Pastís de tumbet

Otra noche de agosto, caliente. Ni una ligera brisa, ni fresco se estaba "al fresco". Así que salimos todos a sentarnos con la silla en la acera, como cada noche de verano en la que el calor hace imposible estar dentro de casa: ni dormir, ni soñar. En la calle ya estaban sentados todos los vecinos, que, al igual que nosotros, se abanicaban y hablaban de tal o cual cosa para entretenerse.

Vivimos en una zona donde aún la circulación de coches no es abundante, y por la noche apenas pasa alguno, pero casi ni se nota con tanta algarabía formada en la calle. A la luz de las farolas se cuentan las novedades de cada familia: dónde van unos y otros de vacaciones, o qué grupo musical tocará para el pueblo en la verbena.

¡Mira que eran buenos Los Javaloyas! —decía doña Juana.
¿Los qué? —preguntaba su nieta, recién llegada de un intercambio en Londres.

Don Cosme sonríe al recordar lo poco que se podían arrimar a las chicas cuando las sacaban a bailar.
—Eran otros tiempos —decía, nostálgico.
Doña Paloma se ríe por lo bajo. Para ella, su Antonio la emocionaba más que cualquier grupo de música.
—¡Anda, anda, que no tenías tú peligro ni ná, tunanta! —le contesta el señor Antonio, rojo de satisfacción.
—¿Recuerdas que mi madre había hecho tumbet para cenar, y tú estabas recién llegada a la isla y no sabías si eso se comía? —se carcajeaba el señor Antonio.
—Antoñito, tengamos la fiesta en paz, que tu madre —en el cielo esté— me enseñó a cocinarlo. Y mírate tú... la curva de la felicidad que tienes en la panza —se reía doña Paloma. Bueno, se reía ella y todos los vecinos allí presentes, pues, después de tantos años y tantas tertulias a la fresca en verano, todos tenían la curva de la felicidad en la panza.


pastel de tumbet circusday


No se puede negar que el tumbet mallorquín es un plato de verano y a los mallorquines nos gustan mucho, tanto que cada familia tiene su receta o toque especial. Esta vez, también es diferente, una delicia de pastel de tumbet que puedes preparar para un buffet, una comida informal o brunch, o de acompañamiento de cualquier plato.

· PASTÍS DE TUMBET ·

Ingredientes, para 4 personas
  • 10 ajos
  • 2 calabacines
  • 2 berenjenas
  • 4 patatas
  • 2 pimientos rojos*
  • Aceite de oliva (para freír)
  • Salsa de tomate 
  • 3 huevos 
  • 50 mililitros de leche
  • Sal y pimienta al gusto
  • Molde rectangular de 20 cm. (tipo plum cake)
*Los pimientos que yo he usado son largos, mallorquines (abajo foto), pero se puede emplear cualquiera.

Mise en place.
  1. Pela los ajos, limpia y corta las berenjenas y los calabacines en rodajas no muy gruesas, sala y ponlo en un colador para que suden.  
  2. Pela las patatas y córtalas en rodajas, el mismo grosor que las berenjenas y calabacines que has cortado anteriormente.  
  3. Limpia y corta a tiras los pimientos rojos.

Freír.
  1. En una sartén con aceite de oliva caliente fríe las patatas y los ajos, deben quedar ligeramente doradas, sácalas y déjalas sobre papel de cocina para que drenen el aceite sobrante. 
  2. Haz lo mismo con el calabacín y berenjena, por separado, fríe y dora ligeramente, saca y deja drenar sobre papel de cocina. 
  3. Y por último fríe las tiras de pimiento rojo, saca y deja sobre papel de cocina. 
  4. Salpimienta todas las verduras.

Huevo.
  1. Con la túrmix o a varillas mezcla los huevos y la leche, y salpimienta.
  2. Reserva. 
  3. Precalienta el horno a 180 ºC

Montaje. 
  1. Forra el molde rectangular con papel de hornear. 
  2. En la base del molde coloca a capas las verduras, primero la de patatas y ajos, encima de las patatas vierte unas cucharadas de salsa de tomate, sobre la salsa pon la berenjena y después el calabacín y el pimiento. 
  3. Echa la mezcla de huevos y leche dentro del molde y hornea durante 30 minutos. 
  4. Saca del horno y deja enfriar dentro del molde. 
  5. Cuando no queme, desmolda cuidadosamente y deja enfriar en el frigorífico. 

pimiento rojo mallorquín circusday

pastís de tumbet circusday

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Pica pica

Iba María cargada de bolsas a casa de Catalina, su vecina, al principio cuando Catalina le pidió que la ayudase a montar una fiesta de vecinos a María le pareció una idea descabellada. __¿Para los vecinos?, ¿te has vuelto loca? ¡pero si los conocemos a todos!__decía ella con vehemencia. A Catalina, que tenía más años que ella y un porte más tranquilo, le pareció una idea fantástica para celebrar juntos todos los años de penuria que habían pasado, y así ya de paso, animar un poco la decadencia de la zona pues los apartamentos en las playas de la isla había hecho que al primer rayo de sol la gente saliera disparada de sus casas hacía su punto vacacional.

__¡Seremos pocos, mujer!, ¿no ves que todos los jóvenes están de vacaciones?. Haremos una bonita fiesta para saludarnos y contarnos las alegrías, ¡qué de penas está lleno el Mundo!. ¡Anda, ayúdame a montarla!__le contestó lenta pero firme en su decisión. Y María, por amor a Catalina, la ayudó encantada.

El barrio estaba precioso, la sombra de los árboles hizo más fresca la tarde de la fiesta, la gente, aunque con calor, se vistió con ropa bonita y de colores, se abrazaron unos a otros como si hiciera tiempo que no se vieran, la felicidad de volver a recordar por que eran vecinos les hizo rejuvenecer y disfrutar de la fiesta.

Al final, María y Catalina se miraron con ojillos de felicidad, habían llorado juntas y ahora reían más que nada, y por nada, era tiempo de mezclarse con todos, sin importar que les pasó, que pensaban cada uno y en que circunstancias vivieron. Todos reunidos en el mismo lugar hicieron una fiesta perfecta, mezclaban en el mismo plato las viandas, y mientras comían charlaban unos con otros, la mejor mesa que podían tener era la que ellos formaban.

pica pica circusday


· PICA PICA MALLORQUÍN ·

Para 2

Ingredientes 
Aceite de oliva virgen extra
250 gramos de cebolla
2 ajos
500 gramos de calamar o sepia (limpio)
300 gramos de tomate
1/2 guindilla
1 hoja de laurel
1 cucharada pimentón dulce
Pimienta negra
Sal
20 mililitros de ron dulce (Amazona)

Mise en place.
  1. Pica la cebolla en brunoise.
  2. Pica los ajos. 
  3. Corta a dados el calamar o la sepia.
  4. Ralla el tomate (también puedes usar de bote) 

Pica pica.
  1. Sofríe en una cazuela con aceite, la cebolla y el ajo, a fuego bajo.
  2. Cuando estén transparentes añade los calamares y rehógalos un minuto. 
  3. Añade el tomate, la guindilla, el laurel y el pimentón, remueve y salpimienta. 
  4. Por último añade el ron y deja cocinar, a fuego lento, unos 40 minutos o hasta que el calamar o sepia estén tiernos. 
  5. Prueba para comprobar el punto de sal, y también de picante (si te gusta muy picante añadir un poco de guindilla más).

Notas: 
  1. Acompaña con ensaladilla, como solemos hacer aquí con el "Variat", o cómelo solo. 
  2. También existe el pica pica de pulpo, como ves elegir un tipo u otro de cefalópodo es algo personal o familiar, en los bares que lo sirven, el picapica suele ser de sepia. 
  3. Otra opción en la elaboración del picapica es poner pasas, para contrarestar un punto el picante, en este caso, el ron mallorquín es suficientemente dulce y me gusta más.

pica pica mallorquin circusday


Así se come el "variat" mallorquín, como ves es una mezcla de diferentes elaboraciones en el mismo plato, cada cual elige lo que quiere comer, las opciones: ensaladilla, albóndigas, picapica, tortilla española, coliflor rebozada...un lugar que no debes perderte para comerlo en Palma es la Bodega La Rambla.

bodega la rambla collage circusday

Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day.

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