Cuando llegaban las vacaciones de Navidad me gustaba visitar la tienda de antigüedades del señor Erwin, respiraba historia y polvo de años mejores pero a mi realmente me gustaba. Solía ir a ayudar a mi abuela mientras mis padres trabajaban y ella fue la que me llevó a descubrir este rincón de la calle Viena, y fue el mejor descubrimiento de mi corta vida.
Cada vez que cruzaba la puerta sonaba una campanilla pequeña, __tilín, y el señor Erwin miraba hacía mi y sonreía, nos gustamos desde la primera vez que nos vimos, era un señor rechoncho, calvo y con gafas minúsculas que le colgaban de su pequeña nariz, sus ojos guardaban secretos y eso hacía que yo tuviera curiosidad por todo.
Las antigüedades que allí se vendían eran verdaderas reliquias y todas tenían una historia relacionada con el señor Erwin, un espejito que perteneció a Hedy Lamarr, una batuta de Mozart, o unos binoculares de Friedrich Voigtländer, pero lo que me atraía con intensidad eran las bolas de nieve que reposaban en una vitrina justo en el centro de la tienda.
En ellas podía reconocer la Torre Eiffel, la Torre de Londres o la Estatua de la libertad, en otras había figuras y casas navideñas, Papá Noel o una bailarina a punto de girar sobre sí misma. Pero la que más me gustaba era la de un pequeño muñeco de nieve con la nariz de zanahoria, una bufanda a rayas y un gorro negro.
El señor Erwin me contaba que esa era especial. Había pertenecido a un rey del desierto que murió sin ver la nieve y que creía que mientras estuviera dentro de la bola nunca nevaría en su país, y guardaba la bola como el mayor tesoro, la volteaba todos los días y le hacía sonreír. A mi eso también me hacía sonreír, yo también vivía en un lugar sin nieve, seguramente, como pensaba el rey, debía estar toda en la bola.
Nota: Erwin Perzy, mientras experimentaba para crear una lámpara para un hospital, accidentalmente descubrió el efecto de la nieve en el agua dentro de una esfera de cristal. Inicialmente, su intención era mejorar la iluminación, pero el efecto de la nieve que caía en el agua dentro de la esfera lo fascinó. Su hijo, Erwin Perzy II, continuó con la tradición familiar y popularizó la bola de nieve como regalo navideño con motivos como Santa Claus, árboles de Navidad y muñecos de nieve.

En diciembre de 2103 hice un taller de estas cupcakes en Snack Market, no sé por qué no las había publicado con anterioridad, y aunque lo bueno se hace esperar nunca pensé esperar tanto, jajajaja, en fin! ahora ya tenéis la receta que usé para hacer estas cupcakes, espero os guste. La gelatina se come, sí, pero no sabe a nada. Intenta al hinchar los globos que queden lo más redonditos posible o tendrás esferas alargadas en vez de redondas. ¡Espero te guste!
· CUPCAKES BOLAS DE NIEVE ·
Ingredientes para 6
Bolas de "cristal"
- 6 globos para agua
- Brochetas de madera
- Una base de corcho para poder pinchar las brochetas
- 100 mililitros de agua
- 50 gramos de gelatina neutra en polvo
Cupcakes de vainilla
- 100 gramos de mantequilla, a temperatura ambiente
- 80 gramos de azúcar
- 1 pizca de sal
- Las semillas de 1/2 vaina de vainilla
- 2 huevos M
- 100 gramos de harina con levadura
Decoración
- Crema de chocolate y avellanas
- Coco rallado para la nieve
- Cápsulas de cupcakes doradas o rojas
- Cupcake wrappers dorado o rojo
- Muñequitos de nieve de chocolate o Papá Noel de chocolate
Elaboración
- 24 horas antes preparar las bolas de "cristal": Hincha los globos (con aire), al ser de agua no nos permitirá hinchar mucho pues explotan, no hace falta que sean bolas muy grandes, lo suficiente para poder llevar dentro una figurita. Intenta que queden redonditos para que se asemejen mejor a una bola de cristal. Ata los globos a las brochetas de madera. Hidrata durante 5 minutos la gelatina con el agua, remueve y lleva 20 segundos al micro, remove y cuela la gelatina dentro de un cuenco. Moja los globos bien de gelatina y deja secar pinchados en el corcho durante 24 horas o hasta que estén bien secos. Para quitarle el globo a la bola de gelatina, sólo hay que pincharla y tirar poco a poco de ella. Tranquilos, si se rompe el globo, dejar reposar unas horas y saldrán solos. Recorta un poco la base de las bolas para hacer la boca un poco más grande y así poder poner bien encima las cupcakes.
- Cupcakes: Pon la mantequilla, el azúcar, la sal y las semillas de vainilla en el cuenco de la batidora. Bate hasta que la preparación esté pálida y esponjosa. Bate ligeramente los huevos en otro cuenco y agrégalos lentamente a la mezcla anterior, sin dejar de batir. Tamiza la harina y añade poco a poco a la mezcla. Utilizando una manga pastelera o cuchara rellena los moldes de los cupcakes a dos tercios de su capacidad. Hornea 15 minutos a 180 ºC o hasta que al insertar un palillo salga limpio.
- Decoración: Si las cupcakes han hecho copete, cortárselo para que queden planas. Unta por encima de la cupcake la crema de chocolate, y sobre la crema esparcir coco rallado como si fuera nieve, y tiene que estar bien nevado. Pon la cupcake dentro de una cápsula de cupcake roja o dorada, y esta a la vez dentro del wrapper. Pon el muñequito de chocolate sobre la nieve, haciendo un poco de presión para que no se caiga, y termina con la bola de gelatina.

