Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

Hi, I'm Caty and I lead this circus.

Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.

The Show

[CIRCUS TENT]
La carpa
[CIRCUS RING]
Pista central
[CLOWN BREAD]
Pan-yasos
[SWEET JUGGLING]
Dulces malabares
[FESTIVAL SOMERSAULT]
Festival de piruetas
[LIQUIDS TIGHTROPE WALKERS]
Líquidos equilibristas
[MALLORCA]
Mallorca
[CHRISTMAS]
Navidad

En el blog

Corona 12 campanas

¿De verdad son 12 para cada uno?__preguntó__, Siii, 12 uvas para cada uno__le dijo él, __¿y de dónde las sacamos?__dijo con rintintín, __¡mmm!__solo contestó él, y siguió caminando por la residencia de chicos hasta llegar a la cocina, sabía que allí debía de haber algo que aunque no fueran uvas les serviría igual. Casi todos los chicos se habían ido a celebrar las fiestas con su familia, en las residencias se quedaban chicos y chicas que no habían podido irse, por las circunstancias que fueran, y ese año se atrevieron a montar una pequeña fiesta en la residencia de los chicos, las chicas se habían colado y ellos les dieron la bienvenida, si no hubiera uvas para todos buscarían la manera de terminar bien el año y empezar el nuevo, esperaban que el conserje estuviera ya durmiendo y no hiciera la ronda habitual, no querían ser castigados.

La cámara de frío estaba abierta, les desconcertó pero aún así abrieron la puerta para ver si conseguían las uvas, dentro había toda clase de fruta pero no uvas, hacía mucho frío, y después de hacer un repaso rápido cogieron los arándanos, sin fijarse si había alguien más, __¿Y ahora qué hacemos?__dijo ella susurrando, __pues volver a la sala, ¿qué sino?__dijo él un poco cansado de ella. Un ruido los asustó he hizo que se acelerará la escena, corrieron el largo pasillo que llevaba a la sala notando detrás de ellos que el ruido se hacía cada vez más fuerte, acercándose rápidamente, ellos temían lo peor, a punto de llegar a la sala se detuvieron de golpe, ¿quién llevaba los arándanos?.


Es un postre super fácil de hacer, no le puse uvas y sí arándanos porque después había que tomarse las uvas y me pareció demasiado pero va a gusto del consumidor, a mi los arándanos me gustan más, le puse pétalos de rosa para el amor y polvo dorado comestible para el dinero, le di forma a las galletas de campana pero si se hace para otra ocasión se puede cambiar por la que más te guste, la campana va con un poco de chocolate blanco para las buenas vibras y con confeti por ser una celebración de fin de año, no tenía cotillón para poner dentro del círculo y que fuera más fin de año pero es una buena manera de decorar también, y si ya le ponemos más deseo también puedes ponerle unas monedas de chocolate o lo que te apetezca para atraer la buena suerte de fin de año y año nuevo, para llevar a la fiesta es un postre genial y muy rico, espero que te guste y que tengas un maravilloso 2024.

· CORONA 12 CAMPANAS ·

Ingredientes
  • 2 masas de hojaldre (redondo) 
  • 1 tableta de chocolate blanco (para fundir)
  • 400 mililitros de nata para montar (muy fría)
  • 250 gramos de mascarpone
  • 1 sobre de gelatina en polvo
  • 100 mililitros de agua
  • 3 cucharadas azúcar glas
Decoración:
Arándanos (o uvas)
Confeti de caramelo
Pétalos de rosa 
Polvo dorado comestible

El relleno.
  1. Con dos cucharadas de agua, derrite la gelatina en polvo.
  2. Con el restante de agua calienta sin llegar a hervir, puede ser en un cazo o en el microondas, añade la gelatina y remueve hasta que se diluya bien, deja enfriar un poco. 
  3. Mientras monta la nata, añádele el azúcar glas y la gelatina a hilo, por ultimo añade y mezcla el mascarpone. 
  4. Pon dentro de mangas pasteleras y refrigerar.

El hojaldre.
  1. Haz 2 círculos grandes con las masas de hojaldre, usa los restos para hacer las campanas (con un cortapastas). 
  2. Pon los círculos y las campanas entre dos bandejas de horno, con papel de hornear, así evitas que el hojaldre suba. 
  3. Hornea a 180 ºC durante 45 minutos, aunque pasada la media hora vigila que la masa esté cocinada y no se queme. 
  4. Una vez horneado saca del horno y deja enfriar.

Decoración.
  1. Derrite el chocolate blanco y decora las campanas.
  2. Con el sobrante de chocolate pincela los círculos de hojaldre. 
  3. Deja enfriar. 

Rellenar.
  1. Cuando la nata esté muy fría tendrá un consistencia más firme y puedes empezar a rellenar sobre los aros de hojaldre, una base de hojaldre, relleno de nata, otra base de hojaldre y más relleno de nata. 
  2. Sobre esta nata decora con las campanas, el confeti, pétalos de rosa y polvo dorado. 
  3. Deja enfriar en el frigorífico hasta la hora de servir.



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Towel crepe rolls

[DESEOS]
Besos en la frente
El sonido de la lluvia
El olor después de la lluvia
Abrazos inesperados
Nada más que cielos azules
La luz de verano
Sonidos del mar
El cantar de los pájaros
Envolverse en una toalla suave y grande
Enamorarse de los detalles
Japón en primavera
Libros, té y un delicioso crepe.





· TOWEL CREPE ROLLS ·

Ingredientes
  • Fresas
  • Nata montada
  • Azúcar o eritritol
  • Obleas de arroz
  • Cacao, fresas y menta (para decorar)
Elaboración
  1. Moja las obleas de arroz en agua, no dejes que se ablanden demasiado. 
  2. Coloca encima de la mesa tres obleas superpuestas una encima de la otra por un lado. 
  3. Esparce por encima la nata montada y trozos de fresa. 
  4. Cierra las obleas enrollándolas de un lado y enrollándolas por un lado hacía el otro. 
  5. Espolvorea cacao en polvo por encima y decora con fresa y menta.


Texto y fotografías @catypol - Circus day.

Carpaccio de higos

Deseo
Deseo que al soplar todo vuelva a su estado normal
Deseo que al palmear mis manos sea porque acompañan una bonita melodía
Deseo vibrar por emoción y no por miedo
Deseo ser pequeña pero con intención grande
Deseo ver a través y no dejar que la luz me ciegue
Deseo llegar tarde y llegar entera que pronto y rota
Deseo correr sin ser perseguida
Deseo amar sin ser castigada
Deseo un día de lluvia si limpia el ánimo
Deseo un día de sol si llena el alma
Deseo gritar si es de felicidad
o quedarme muda, pero solo, si hace falta.




· CARPACCIO DE HIGOS ·

Ingredientes para 4
  • 8 higos o brevas
  • Queso de cabra, a trocitos
  • Jamón ibérico
  • Semillas de calabaza y girasol
  • Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
  1. Pela los higos, ponlos entre dos hojas de film transparente y con un rodillo de cocina aplánalos hasta dejar una masa de higos fina. 
  2. Guarda en el congelador mínimo 1 hora. 
  3. Para prepararlo para servir deja atemperar unos 5 minutos sin papel film, encima del plato. 
  4. Esparce por encima unos trocitos de queso de cabra, un poco de jamón y unas semillas de calabaza y girasol. 
  5. Rocía con un poco de aceite de oliva virgen extra y sirve



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Helado de almendras

En un parque soleado, Marta disfrutaba de un helado de almendra mientras observaba pasar una bicicleta roja que chirriaba con un violín desafinado. De repente, apareció un señor demasiado grande para aquel banco diminuto, que intentó sentarse sin éxito y terminó aplastando una flor con su enorme pie.—¡Perdón, perdón! —dijo el señor, apenado, mientras buscaba un lugar donde no estorbar. 

Al lado del banco, un portal pequeño apareció de la nada, justo lo suficientemente grande para que el señor pudiera entrar y desaparecer. Marta se quedó mirando, helado en mano, pensando que ese día el parque no solo tenía helados de almendra, sino también magia en miniatura y gente demasiado grande para ella.



El postre de los domingos de mis veranos infantiles eran de helado, helado de almendra que mi madre elaboraba a base de un preparado mallorquín de azúcar y almendra, o avellana. 
El postre de los domingos de mis inviernos eran flan. 
En la adolescencia se perdió todo y la nostalgia lo ha traído de nuevo, en este caso casero.

· HELADO DE ALMENDRAS ·

Ingredientes
  • 1 litro de leche de almendras, congelada en cubitos
  • 180 gramos de almendras o harina de almendras (o avellanas)
  • 250 gramos azúcar
  • La piel de 1 limón
  • 1 cucharadita de canela

Elaboración
  1. Pon todos los ingredientes en la Thermomix, menos la leche en cubitos. 
  2. Pica 20 seg velocidad progresiva 5-10.  
  3. Añade los cubitos poco a poco 1 minuto y medio velocidad 5-10. Hasta que se forme una crema espesa. 
  4. Guarda en el congelador. 
  5. Saca del congelador un tiempo antes de consumirlo.

Nota: si no tienes Thermomix hazlo con la túrmix o con un procesador de alimentos, pero que las almendras sean en harina y no enteras así será más fácil.



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Granola casera

A mi abuela le gustaba peinarme por la noche. Decía que mi negra cabellera la había heredado de su hija Olive, una mujer alta, exageradamente delgada y con un eterno novio marinero al que le gustaban mucho las espinacas. Aunque yo la recuerde con un casto moño —como el que lleva mi abuela— y con unos pies enormes (y eso que quede entre nosotros, pues nunca reconoceré haberlo dicho delante de ella).

Lo que me gustaba de que mi abuela estuviera en casa no era precisamente que me recordara a mi tía, sino más bien su granola. Mejor que las espinacas. Endulzada con algo que ella nunca revelaba, y a mí me daba igual, pues no iba para repostera ni cocinera. Con que me lo hiciera ella, me bastaba. Tendría que convencer a mi madre para que le dejara la receta, o un día esa maravilla desaparecería de mi vida.

Cuando la tía Olive vino una vez de visita, lo hizo sin su eterno novio. Yo todavía era pequeña y todo de ella me fascinaba. Su “Oh, dear!”, que solía decir tan frecuentemente, se me “pegó” y no paraba de repetirlo. Hasta la abuela me puso mala cara alguna vez:

—¡Qué cansino! —decía frunciendo el ceño.

Desde aquella visita que nos trastocó a todos un poco, a mamá no le hacía demasiada gracia la llegada de su cuñada. Pero si la abuela prometía que lo compensaría con su granola, la tía Olive era recibida con alfombra roja incluida.



La granola es un delicioso alimento que se ha vuelto muy popular en los últimos años. Se trata de una mezcla de ingredientes naturales, como avena, frutos secos, semillas y miel, que se hornea para obtener una textura crujiente y un sabor delicioso.

El origen de la granola se remonta al siglo XIX, cuando el médico suizo Maximilian Bircher-Benner desarrolló una receta a base de avena cruda, frutas y nueces para alimentar a sus pacientes. Esta mezcla se convirtió en un alimento energético y nutritivo, y con el tiempo evolucionó hasta convertirse en la granola que conocemos hoy en día.

Se ha vuelto muy popular debido a sus numerosos beneficios para la salud. La avena es una excelente fuente de fibra y ayuda a mantener el sistema digestivo saludable, mientras que los frutos secos y las semillas proporcionan grasas saludables, proteínas y una gran variedad de nutrientes. Además, la miel utilizada en la granola le brinda un dulzor natural y también aporta beneficios antioxidantes.

Puede ser consumida sola como un snack saludable, pero también se utiliza como ingrediente en numerosas recetas. Se puede añadir a yogures, batidos, ensaladas de frutas o espolvorear sobre postres para darles un toque crujiente y nutritivo.

Y esta es mi versión, queda decir que si quieres puedes añadirle chocolate negro aunque yo lo añadiría después de la cocción para que no se derrita o también puedes añadir a la mezcla frutas deshidratadas si te gustan, personalizable según tus gustos.



· GRANOLA ·

Ingredientes
  • 150 gramos de copos de avena 
  • 75 gramos de semillas de calabaza
  • 40 gramos de semillas de girasol 
  • 35 gramos de semillas de sésamo
  • 40 gramos de almendras laminadas
  • 40 gramos de avellanas troceadas
  • 50 gramos de coco rallado
  • 1 cucharada de sal y pimienta
  • 1 cucharada de canela molida
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • 75 gramos de aceite de coco derretido
  • 120 gramos de miel 
  • 1 cucharadita de vainilla líquida
Elaboración
  1. Mezcla bien y extiende todos los ingredientes sobre una bandeja de horno. 
  2. Hornea a 170 ºC durante 30 minutos o hasta que esté dorado. 
  3. Deja enfriar y rompe en trozos. 
  4. Guardar en un recipiente hermético.



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Pizza vietnamita

Era un día de verano en una calle cualquiera de Nueva York, donde el calor hacía que hasta los taxis parecieran derretirse. En una pequeña pizzería, se servía la última moda gastronómica: la pizza vietnamita, una locura de sabores con hierbas frescas y un toque picante que nadie sabía cómo pronunciar. Justo cuando Leo mordía su primera porción, escuchó un susurro:

—¿Quieres bailar sobre el tejado?

Alzó la vista y vio a Maya, su vecina, llamándolo desde el edificio de enfrente.

—¿En serio? —preguntó, con la pizza en la mano.

—¡Claro! Solo hay que saltar con cuidado y disfrutar del verano.

Con la pizza envuelta en servilletas, Leo trepó hasta el tejado. Entre risas, bailaron al ritmo de una canción que solo ellos escuchaban, mientras la ciudad vibraba abajo.

—¿Quién necesita discotecas cuando tienes una pizza vietnamita y un tejado en Nueva York? —dijo Leo, entre un paso y otro.

Maya sonrió y susurró de nuevo:

—Este verano va a ser inolvidable.




¿Qué es bánh trang nướng?
A menudo llamada pizza vietnamita, bánh trang nướng es un refrigerio vietnamita que apareció hace unos 20 años. Bánh tráng es el nombre del papel de arroz y nướng significa asado, por lo que podríamos traducirlo como papel de arroz asado.

Es muy popular en Đà Lạt, una ciudad en el centro de Vietnam, donde se suele vender por la noche en la calle. Se pone papel de arroz en una parrilla, luego se le agregan cebolleta, se sazona, se rompe un huevo y se cubre con chorizo ​​en rodajas. Luego, todo se rocía con salsa de chile y mayonesa antes de doblarlo, hay tantas versiones como vendedores.

A mi me parece un desayuno ideal, ¿por qué?, porque es salado (y dicen que es mejor que el desayuno sea salado a dulce, por eso de los picos de glucosa), puedes usar restos de ingredientes de otros platos, y es súper fácil de cocinar, empiezas el día con energía.


· BÁNH TRANG NU'Ó'NG ·

Ingredientes para 4 
  • 4 obleas de arroz
  • 4 huevos (batidos)
  • Tiras de pollo asado o cerdo
  • 4 cucharadas de maíz
  • Tiras de zanahoria
  • 4 cucharadas de cebollino cortado
  • Salsa chili
  • Mayonesa
  • Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
  1. Pincela un poco de aceite en una sartén, pon una oblea de arroz dentro. 
  2. Echar el huevo batido y espárcelo con una cuchara dentro de la oblea.
  3. Cuando empiece a cuajar añade los demás ingredientes
  4. Por último echa un chorrito de salsa chili y otro de mayonesa. 
  5. Dobla la oblea y sirve.

NOTA:

Se puede hacer al gusto de cada uno, con cebolleta, pimiento, kimchi, arroz...



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Cumpleaños feliz


@catypol (1987)

Ja deia la meva padrina
que a la vida només hi venim de pas
sense saber que ens passarà
desgracies o felicitats.
Uns moriran i feliços els altres seguiran
sabent que un dia a ells el tocarà.
Hi ha gent pobre que no saben el que és viure
hi ha gent rica que tenen doblers per tirar.
Ara que la vida no es tota de color rosa
hi ha clapes negres
i a vegades grosses com un campanar.
Després de la mort no sabem que hi ha 
hi ha Deu o l'infern o un espai sense acabar.
La gent no ho sap i viu la vida dia a dia
pensant que han de fer l'endemà per menjar.
La gent fa feina sense aturar
per poder menjar un tros de pa 
eixut o banyat el migdia.
A la vida hi ha odi
ala vida hi ha guerra
no hi ha mai pau?
que és la vida?
ho saps explicar?
diguem-ho per favor
i no em tornaré equivocar.






🥂  HAPPY BIRTHDAY TO ME 🎂





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Brownie en taza

Sentada sobre una chimenea del viejo centro de la ciudad, Agatha observaba el ir y venir de la gente. No sabía si le gustaba lo que veía. La evolución había hecho que, a veces, añorara aquellos tiempos sencillos: el bosque, la casita de chocolate —como ella la llamaba, pues era de color marrón—, el huerto que le suministraba alimento y una olla tan grande que, cuando la usaba, habría podido dar de comer a todo el pueblo.

Ahora vivía en la planta número 13 de un edificio. Sí, en este edificio sí existía esa planta, y ella era la única que la habitaba. Ya no usaba una olla como lo hacía cuando era joven. Ahora casi todo se podía cocinar en el microondas. Tampoco tenía huerto: el súper de debajo del edificio la proveía sin problema. Tenía un aspirador que limpiaba el suelo solo y una pantalla que le permitía leer cualquier libro de la biblioteca que quisiera.

La gente lo llamaba "comodidad". Ella no estaba tan segura de ello. Había crecido con gatos, escobas voladoras y libros de hechizos. Todo funcionaba con solo mover su dedo índice. Pensaba que eso era muy moderno… hasta que el hijo del vecino de la planta 6 le dijo que, si no tenía conexión wifi o bluetooth, era del tiempo de los dinosaurios.



Los mug cakes, o bizcochos en taza, son una opción tentadora para satisfacer antojos dulces de manera instantánea y sin complicaciones. Se cree que surgieron en la década de 2010 con la popularización de las recetas rápidas y prácticas en Internet. Inicialmente, se compartían en blogs culinarios y foros de cocina, donde los aficionados a la repostería experimentaban con diferentes combinaciones de ingredientes. Entre sus creaciones más conocidas está el brownie en taza, y por este mismo me he decidido, con un poco de helado de vainilla. Te quita el antojo de golpe. ¿No lo crees?.


· BROWNIE EN TAZA ·

Ingredientes:
  • 10 gramos de aceite de oliva
  • 30 gramos de azúcar
  • 10 gramos de leche
  • 1 huevo campero
  • 10 gramos de cacao puro sin azúcar
  • 30 gramos de harina
  • 1/4 de cucharadita de levadura en polvo
  • 1 pizca de sal
  • 1 nuez troceada (opcional)
  • Trocitos de chocolate negro (opcional)

Elaboración
  1. Bate el aceite, el azúcar y la leche. 
  2. Añade el huevo. 
  3. Añade el cacao, la harina, la levadura y la sal. 
  4. Bate. 
  5. Añade la nuez y el chocolate si los has elegido. 
  6. Pon dentro de una taza y lleva al microondas 1 minuto. 
  7. Mi microondas es de 800 W.

NOTAS:

  • Asegúrate de remover bien la mezcla y que no quede nada de harina sin integrar. 
  • No lo cocines demasiado o se secará mucho. 
  • ¡Ah! déjalo enfriar o te quemarás. 
  • Y por último, decóralo como más te guste, helado, nata, etc


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Cotton candy tea

María Antonia Josefa Juana Huerta del Rey es, además de una adolescente, una chica del montón... pero no del montón normal, sino del montón de la parte de arriba, pues vive en el ático del edificio de la plaza Viuda Capeto. Guapa y con la lengua afilada, provoca que todo el bloque de pisos hable mal de ella. Bueno, lo hacen... pero ella tampoco se calla con los vecinos. Y eso trae de cabeza a sus padres. Una noche, casi, casi de cabeza en el calabozo, porque María Antonia juraba y perjuraba que el vulgo le había robado mientras subía por la escalera hacia casa, y los del edificio casi la decapitan.

¡En fin! La historia, que no es otra que la de una niña malcriada y llena de orgullo y satisfacción, no hace más que empeorar... a favor de la susodicha. Que si es una excéntrica, que si come dulces y pasteles a todas horas, que si toma té con tanto azúcar que da dolor de muelas, que si lleva joyas que claramente no puede costear —¿a ver a quién se las ha robado?, se preguntan todos—, que si esto, que si aquello...

Creo que esta historia va a acabar muy mal. Pero mientras tanto, disfrutemos de la receta de su té.

Conocido como té de algodón de azúcar, el té de María Antonieta no es más que té caliente vertido sobre algodón de azúcar colocado en una taza de té. Acurrucado en lo alto como los peinados ostentosos de “Madame Deficit” cuanto más desbaratado esté el algodón en la taza, más caprichoso será el efecto.

Puedes comprar algodón de azúcar o hacerlo en casa si tienes máquina de algodón de azúcar.

· TÉ DE ALGODÓN DE AZÚCAR ·

Ingredientes
  • Té (preferiblemente un té con sabor fuerte pues el azúcar lo endulza mucho)
  • Algodón de azúcar de colores diferentes
  • Las mejores tazas de té que tengas en casa

Elaboración
  1. Coloca el algodón de azúcar en la taza de una manera "alocada" como los peinados de María Antonieta.
  2. Vierte el té caliente sobre el algodón de azúcar.


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Chocolate crinkles

Cuando una tirita formaba parte de la cura del dolor y las lágrimas duraban lo que duraba el “sana sanita”. 
Cuando en los cuentos de princesas, los príncipes salían del beso a una rana. 
Cuando la leche te dejaba bigote.
Cuando contabas me quiere, no me quiere, con los pétalos de una margarita, y si era sí, sonreías como una tonta y si era no, volvías a repetir para que saliera sí. 
Cuando las mariposas volaban en el estómago cada vez que te enamorabas. 
Cuando la primavera te hacía llorar de alegría y no de alergia. 
Cuando pedías un deseo a una estrella fugaz y te emocionabas por haberla visto y deseabas que se cumpliera. 
Cuando el chocolate te gustaba, y te sigue gustando, a porciones, a tableta, en taza, en bizcocho, en caramelo o en galleta.




Parece ser que la receta se originó en la primera mitad del siglo XX en la casa de Helen Fredell de St. Paul, Minnesota. En el “Cooky Carnival” de Betty Crocker (que presenta Molasses Crinkles), la Sra. Crocker escribe: “Cuando se sirvieron en Mrs. Fred Fredell's en St. Paul, Minnesota, estaban tan deliciosas que le supliqué la receta. Gracias a ella, miles de personas han disfrutado de estas galletas". 


·CHOCOLATE CRINKLES ·

Ingredientes
  • 60 gramos mantequilla 
  • 230 gramos chocolate semidulce o amargo, picado 
  • 85 gramos azúcar
  • 2 huevos grandes
  • 2 cucharaditas azúcar de vainilla
  • 195 gramos harina
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de levadura en polvo
  • 110 gramos azúcar glass tamizado 

Elaboración
  1. Funde al baño María el chocolate con la mantequilla. 
  2. Reserva. 
  3. En la batidora, bate los huevos y el azúcar hasta que espese, se vuelva una crema blanca y esponjosa (de 3 a 5 minutos). 
  4. Añade la vainilla y seguidamente el chocolate. 
  5. Sigue batiendo hasta que se mezcle bien. 
  6. En un cuenco aparte mezcla la harina, la sal y la levadura en polvo. 
  7. Agrega los ingredientes secos con el chocolate y bate hasta que se mezcle todo bien. 
  8. Tapa con film y refrigera hasta que esté firme, desde unas horas hasta toda la noche. 
  9. Precalienta el horno a 165 ºC 
  10. En la bandeja del horno pon un papel de hornear. 
  11. Coloca el azúcar glass tamizada en un cuenco profundo. 
  12. Forma bolas de unos 2.5 cm. y hazlas rodar e impregnarse bien dentro del azúcar glass. 
  13. Tiene que quedar muy pero que muy recubierto. 
  14. Coloca en la bandeja dejando separación entre ellas (unos 5 cm.).
  15. Hornea unos 10 minutos, y deja reposar 5 sobre una rejilla. 



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Congee de pollo

Cuando llegaba el frío invierno se metía en capas de ropa, como una cebolla__decía ella, y eso le encantaba, le gustaba sentir el frío aun metida entre esas capas, decía que eso la hacía sentirse viva, con vigor para seguir adelante y notar cada parte de su cuerpo. 

Una vez, cuando su novio rompió con ella y la dejó desolada, sus amigas decidieron viajar a una isla con mucho calor, para divertirse, bailar y beber, beber hasta olvidar. Pero ella no soportaba el calor, tanto calor, decía que la asfixiaba y que hacía que el dolor se quedara dentro, sin poder salir, sin poder quitárselo de encima, el calor la aletargaba, dejaba su interior en pausa y que cuando volviera a la normalidad aún lo llevaría dentro.

Así que se fue de la isla igual que llegó, dolorosa además de quemada por el sol. Juró y perjuró que nunca volvería a quitar penas expuesta al calor. Ella necesita el frío, necesitaba sentirse viva para gritar a los cuatro vientos y en todos los idiomas que sabía, que ella era una guerrera.




El congee son gachas de arroz tradicional muy consumido en Asia. Se obtiene cocinando el arroz durante mucho tiempo en caldo o agua, siendo el grano redondo quizás el más utilizado aunque dependiendo el país también se usa grano largo. Generalmente se sirve solo pero también se le añade pollo, pescado o verduras en la versión salada, pues también existe la versión dulce. Este plato está hecho a menudo para personas mayores o niños que están convalecientes ya que es nutritivo y fácil de digerir. Es un buen desayuno a pesar de que el tiempo de cocción sea largo y también un buen plato para las penas de amor.

En mi versión, como era para comer al mediodía, le he añadido pollo y champiñones, y el caldo también era de pollo, totalmente casero. Y aunque todo lo he cocinado por separado, existe la versión de cocinarlo todo junto, al menos la última media hora de cocción del arroz. Yo prefería pasar la carne y champiñones por la plancha y darle un toque tostado. A la hora de servir lo he presentado con unas gotas de aceite de sésamo pero también le va bien salsa de soja. Es una receta muy sencilla, lo único es el tiempo de preparación que se alarga mucho, pero realmente vale la pena probarlo.

· CONGEE DE POLLO Y CHAMPIÑONES ·

Ingredientes
  • 180 g arroz redondo de grano corto 
  • 2,5 litros de caldo de pollo o agua
  • 1 pechuga de pollo (cocida) finamente fileteada
  • 8 champiñones pequeños, cortados a rodajas finas
  • Jengibre fresco picado
Aceite de sésamo o salsa de soja, para servir
Cebollino fresco cortado pequeño, para servir

La sopa.
  1. Enjuaga y escurre el arroz por 3 veces. 
  2. En una olla lleva a ebullición el arroz con el caldo o agua, remueve, baja el fuego y deja cocinar durante 1 hora, removiendo cada 15 minutos, tiene que quedar una consistencia de gachas. 
  3. Vigila que los granos no se peguen al fondo de la olla.
  4. Mientras con un poco de aceite en una sartén, sofríe el pollo fileteado con los champiñones, termina con el jengibre rallado.

Para servir. 
Reparte el arroz en 4 cuencos, reparte por encima del arroz el pollo con los champiñones, el cebollino y echa unas gotas de aceite de sésamo por encima.

Nota: la sopa puede espesarse más cuando se vaya enfriando, puedes añadir un poco de caldo de pollo para compensar. Y si no le pones soja, añade un poco de sal al caldo.


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Savillum

[RETO COOKING THE CHEF]

Era el siglo de oro, el que la cocina se revolucionó por el descubrimiento de nuevos productos de otras tierras, en el que ser cocinero era importante, atrás quedó el tiempo de la sobriedad, ahora las mesas se llenaban de lujuria y tentación, ellos inventaron el arte del exceso, que las guerras y la escasez nos hablan de todo lo contrario en tantas historias más cercanas a nuestro siglo, pero no en aquel siglo, que aunque solo se conociera la cuchara y el resto se comiera con las manos, atrás quedó el tiempo de lo básico para dar paso a la mesa de los poderosos, exóticas viandas.

La tarta de queso se ha convertido en el paso de los siglos, en una elaboración muy conocida y realizada alrededor del mundo, la gran conocida New York cheesecake, las variopintas tartas de queso con galletas, con mermelada, con frutas, con diferentes tipos de leche, etcétera. Y aunque ahora nada tiene que ver la que comemos o hacemos, con esta simple, básica y original tarta de queso, pienso que en aquel momento, en ese siglo debía ser un manjar de dioses, o más bien de emperadores.




El pastel de queso no sólo es uno de los postres favoritos del mundo, es también uno de los más antiguos. Se sabe que data del año 776 a.C., sin embargo, las primeras recetas de esta preparación dulce se popularizaron en el libro de Marco Porcio Catón.

Savillum es una receta romana que se encuentra en "De Agri Cultura" siglo II a.C., la obra más antigua conocida de prosa romana. Fue escrito por el político romano Catón el Viejo , un hombre conocido por su devoción por la sencillez y el amor por la vida en el campo. De acuerdo con el estilo de vida de su autor, "De Agri Cultura" es un sencillo manual de instrucciones sobre agricultura. Las recetas que aparecen son tan sencillas y rústicas como el savillum.

La receta es la siguiente:
Savillum hoc modo facito. Farinae selibram, casei P. II S una conmisceto quasi libum, mellis P. * et ovum unum. Catinum fictile oleo unguito. Ubi omnia bene conmiscueris, in catinum indito, catinum testo operito. Videto ut bene percoquas medium, ubi altissimum erit. Ubi coctum erit, catinum eximito, papaver infriato, sub testum subde paulisper, postea eximito. Ita pone cum catillo et lingula. (De Agri Cultura, 84)

Que vendría a decir algo así:
“Haz el savillum de la siguiente manera: mezcla todo junto media libra de harina, dos libras y media de queso, como para el libum, un cuarto de libra de miel y un huevo. Unta de aceite una escudilla de barro. Cuando lo hayas mezclado todo bien, échalo en la escudilla, cubre la escudilla con una tapadera de barro. Mira que lo cuezas bien por el centro, donde es más alto: cuando esté cocido, retira la escudilla, úntalo de miel, echa encima amapola molida, colócalo un poco bajo la tapadera de barro y retíralo después: sírvelo así en su escudilla y con una cuchara”
(De Agri Cultura, 84)


Las versiones online de esta receta habla de 1 huevo, de queso tipo Feta y requesón que yo no he usado, quería un pastel de queso suave no seco, eso me hizo pensar en ello que si en aquella época se lo comían con cuchara pues igual debía ser más suave que seco. También pensé que había puesto poca miel, estamos acostumbrados demasiado al azúcar pero me sorprendí, aunque si eres muy muy del dulce te sabrá a poco.
El tipo de queso que se consumía en aquel siglo era de cabra o de oveja, y elegí un feta por esa razón, por estar hecho de leche de cabra y oveja, lo del queso en crema lo hice para dar untuosidad, otras recetas usan requesón.

El resultado es delicioso, me sorprendió de verdad, no es demasiado dulce y la textura no es para nada seca en caliente, cuando se enfría si que se queda un poco seco, lo que me hace pensar que ponerle 2 huevos en lugar de 1 quizás ha ayudado, no sé, o quizás poner menos harina, si alguien lo hizo con 1 huevo ya me contarán.

Con esta receta participo en el reto de Cooking the chef de octubre: Gastronomía Íbera 

· SAVILLUM ·
  • 200 gramos de queso Feta
  • 75 gramos de queso crema
  • 2 huevos 
  • 40 gramos de harina
  • 25 gramos de miel
· Miel y semillas de amapola para decorar

Savillum.
  1. Precalentar el horno a 200º C
  2. Mezcla todos los ingredientes (yo los he mezclado con la Thermomix, sí, lo sé, tiene poco de romano pero es lo que hay, también se puede hacer bien con la túrmix, el queso feta es difícil de deshacer bien).
  3. Unta un molde de barro (el mio es muy pequeño, 16 cm. x 4 cm. "foto abajo") con un poco de aceite y esparce bien con un papel cocina. 
  4. Vierte la mezcla y hornea durante 30 minutos. 
  5. Saca y apaga el horno. 
  6. Rocia el pastel con miel y semillas de amapola y deja reposar 5 minutos dentro del horno.



Fotografías @catypol - Circus day.

Chocolate flash

Durante un tiempo fue como si el tiempo pasado fuera olvidado, los sin prisas, el poco a poco, no quieras ir tan rápido, el todo a su tiempo, y de repente nos vimos envueltos en una vorágine de corre corre que te pillo, la sensación de hastío en las colas de cualquier lugar, esa ansiedad por finalizar todo a la misma rapidez que empezamos. Hablan que la tecnología nos ha traído bienestar y, como no, esa ansiada inmediatez en aquello que hemos decidido ejecutar y lo queremos todo para ya. 

Ahora, el mundo ha parado por un tiempo, hemos visto como nuestra rápida y "acomodada" vida ha temblado y para muchos se ha desvanecido para siempre. Hemos vuelto a tener tiempo para volver a organizarnos y a tener paciencia en las colas de cualquier lugar, hemos entendido que el tiempo tiene un precio, la salud la mayor importancia, la paciencia una virtud que debemos recuperar, el contacto humano un valor altísimo y el amor todo el respeto del mundo. 





Este 2020 no está resultando el buen año que pensaba que sería cuando despedí el 2019, este año nos ha sacudido fuerte y para muchos ha sido una bendición poder recuperar valores perdidos, para otros ha sido una mala experiencia estar recluido en casa. 
Muchos hemos experimentado haciendo pan, yo experimenté con las ensaimadas, la levadura fue un producto muy vendido en los supermercados, tanto que se agotó en algunos de ellos. Incomprensiblemente el papel de wc también, no sé el significado de ello. 
Algo que preparé también llegado el verano es helado, estaba en mi lista, ¿y en la tuya?.

· CHOCOLATE FLASH ·


Ingredientes
  • 250 mililitros de leche entera
  • 200 gramos de azúcar o eritritol 
  • Un pizca de sal
  • 1 cucharadita de kuzu
  • 50 gramos de cacao puro sin azúcar 
  • 1 cucharada o sobre de café soluble 
  • 50 gramos de chocolate 99%, a trocitos
  • 125 gramos de queso en crema
  • Zipzicles (fundas para polos flash)

Elaboración
  1. Calienta la leche, el azúcar, la sal, el kuzu, el cacao y el café soluble. 
  2. Remueve hasta que hierva. 
  3. Retira del fuego y añade el chocolate, remueve hasta fundir. 
  4. Por último añade el queso y bate con la túrmix o Thermomix. 
  5. Rellena los Zipzicles con un embudo y congela. 



Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day

Café Dalgona

En lo alto de una montaña cubierta de niebla, se alzaba una casita solitaria con tejado de madera musgosa y ventanas siempre empañadas. No había caminos marcados para llegar hasta allí, salvo un sendero escondido entre pinos viejos y susurros del bosque. Los lugareños decían que en esa casa vivía un espíritu antiguo. Otros, que era solo un viejo eremita que servía café. Pero la verdad era otra.

Dentro de la casita, había un pequeño café: tres mesas, una estufa de hierro y una repisa repleta de tazas desiguales. Detrás del mostrador, el dueño, un Gumiho de ojos grises y voz suave, preparaba café con una delicadeza que rozaba lo ritual. Aquel espíritu zorro de nueve colas había renunciado a devorar almas humanas hacía siglos. Ahora solo recolectaba historias a cambio de una taza de café.

Un día, subió hasta la casita una niña de trenzas oscuras. No parecía perdida, ni asustada. Traía en brazos una marioneta de madera, tan gastada que apenas mantenía sus hilos unidos. Se sentó sin hablar, y el Gumiho le sirvió una taza.__¿Qué historia traes?__preguntó él.

La niña señaló el pozo del fondo del jardín, visible desde la ventana. No era un pozo cualquiera, su brocal estaba tallado con símbolos antiguos, y un viento helado salía de su interior, incluso en verano. __Mi madre tiró mi voz ahí__dijo la niña finalmente, con una voz que parecía prestada, como un eco traído desde otro lugar. El Gumiho la observó con cuidado. No era raro que las personas vinieran a él con dolores que no podían explicar. Pero lo de la niña era distinto.

__¿Y qué quieres que haga?.

__Quiero que me enseñes a hacer café__respondió. __Dicen que el tuyo trae los recuerdos de vuelta.

Durante días, la niña aprendió. Aprendió a moler los granos con ritmo lento, a medir el agua como si fuera un conjuro, y a esperar el momento exacto en que el aroma del café abría puertas invisibles. Una noche, bajo la luna llena, preparó sola su primera taza. La dejó sobre el brocal del pozo, junto a su marioneta. El vapor subió, formando figuras que danzaban como recuerdos. Y entonces, desde el fondo, una voz, su voz, subió con el humo. El Gumiho la observó sin intervenir. Solo sonrió, como lo hace quien guarda secretos y sabe que algunas heridas se curan con historias, otras con café y otras dejando ir una marioneta al fondo de un pozo.




No sé mucho sobre Corea del Sur, tampoco de sus leyendas pero lo que sí sé de ellos es que les gusta mucho el café y como no podía ser de otra forma este café que se hizo muy famoso en las redes sociales es cosa suya. ¿Lo has probado?.


· CAFÉ DALGONA ·
  • 2 cucharadas de café soluble
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de agua caliente
  • Leche o bebida vegetal
  • Hielo (opcional)
Café Dalgona.
  1. En un recipiente, vierte el café soluble con el azúcar y el agua caliente (es muy importante que el café sea soluble y el agua esté caliente o templada para conseguir el resultado deseado). 
  2. Bate esta mezcla con unas varillas eléctricas (con las eléctricas conseguirás la espuma de café más rápido). 
  3. En un vaso, llena 3/4 partes de leche o bebida vegetal. 
  4. Si te gusta con hielo este es el momento de añadirlo. 
  5. Por último, con una cuchara, coloca la espuma de café Dalgona cuidadosamente sobre la leche y listo para saborearlo. 




Relato y fotografías @catypol - Circus day.



Felices fiestas

Celebrando un año más, deseándote lo mejor y que se cumplan tus deseos, que se repitan los abrazos y que haya de nuevos, que los besos viajen de aquí para allá, cerca y lejos, come y bebe, guarda los recuerdos bonitos y los que no lo son, que viajen al olvido. 

Celebra lo bueno y la salud, dile al vecino, si está solo que se apunte a la fiesta, si la abuela sigue con el ceño fruncido, deshazlo, como la calceta, y dale un beso por Navidad. Que no sabes si la pareja ha entendido tu carta de Navidad, da lo mismo, seguro que te sorprende y el próximo año ¡hazle un vídeo!. 

No importa si es Santa, los Reyes o quien sea ha envuelto tu regalo, lo importante aún cuando crecemos es mantenernos ilusionados, ese ratito, ese poquito, ese pasito y así cuando lo abramos sentir todo el amor que han puesto en él. 

Bones Festes




Fotografía @catypol - Circus day.




Ensaladilla rusa

Javier llegó a Madrid un viernes de julio de 1985 con una mochila, un walkman con las pilas agotadas y la firme ilusión de ver algo, lo que fuera, de esa Movida madrileña que tanto salía en la tele de su pueblo. Pero antes, tenía que entregar unos papeles a su tío, que trabajaba en un edificio de oficinas en la calle Alcalá.

El hall del edificio era todo lujo. Entró con su carpeta y preguntó por la oficina de su tío Miguel. Se acercó al ascensor justo cuando un chico con chaqueta militar y gafas oscuras estaba dentro. "¡Pisa el acelerador, hombre!", le dijo Sabina, viendo que el chico no entraba. Javier pulsó el botón, algo confuso. En el ascensor, mientras subía, olía fuerte a laca y colonia cara. En una de las paredes, alguien había pegado con celo una pegatina que decía: "Gabinete Caligari vive". Sonaba a secta.

La puerta se abrió en la planta 3. Entró un grupo con estética juvenil: todos llevaban vaqueros, otro una camiseta polo verde, otro más iba con americana y zapatillas blancas. "¿Vamos al quinto?", preguntó Javier, educado. "¡Siempre, chaval!", respondió uno con voz grave y gafas cuadradas negras. Y se bajaron en el cuarto cantando a coro "Sufre mamón, devuélveme a mi chica…". Javier se quedó solo. Y algo inquieto.

En la planta 5, salió al pasillo donde se topó de bruces con una mujer que se retocaba los labios en un espejo de mano. Pelazo cardado, sombras azules y tacones imposibles. "Uy, perdona. ¿Buscas algo?", le preguntó Alaska. "A mi tío", dijo sin aclarar. "¡A quién le importa! Si lo ves, dile que Tino se ha dejado el bastón en recepción". Confundido, siguió andando. Vio una puerta entreabierta con música y se asomó. Encontró a un grupo afinando un teclado y discutiendo que "resaca" rimaba con "petaca". "¿Esto es la oficina del señor Miguel?", preguntó Javier, educadamente. "¡No! Esto es Un Pingüino en mi Ascensor, colega", respondieron.

Una chica apareció por detrás comiendo una tapa de ensaladilla. "¡Rufino! Está al fondo, junto a los de Radio Futura", le dijo sonriendo Luz. Javier llegó muy desconcertado, dejó la carpeta a su tío. "¿Qué, Javier? ¿Te ha molado la movida?", le preguntó su tío. Javier dudó. "¡Hummm! Pero si no he visto nada de la Movida todavía". El tío soltó una carcajada. "¡Ay, muchacho, qué despiste llevas!". Cuando Javier salió del edificio iba tarareando sin saberlo algo que acababa de oír arriba. Le pareció pegadizo. "No me mires, no me mires, no me mires…"




Vale, la Movida madrileña, la ensaladilla rusa, los 80, en esa época, aunque yo no era una gran comensal, la ensaladilla rusa era la reina del verano en casa. De la ensaladilla dicen que fue cosa de un cocinero de origen ruso, otros que ya estaba en recetarios antiguos, que existen variantes en diferentes continentes. A estas alturas de la vida ¿quién no se ha rendido a la ensaladilla? En España la comemos como tapa, como acompañamiento a rebozados, como plato único, para llevar, para comer en casa, para niños, para mayores... ahora adoro la ensaladilla, SIEMPRE.

· ENSALADILLA RUSA ·

Ingredientes para 2 - 4 
  • 2 patatas
  • 2 huevos 
  • 1 zanahoria
  • 4 judías verdes
  • Una pizca de sal
Para la mayonesa
  • 1 huevo entero crudo
  • 250 mililitros de aceite de oliva o de girasol
  • 1 cucharada de vinagre
  • Una pizca de sal
Sirve con anchoas, o gambas, o bonito, o atún o piparra o pimiento rojo, aceitunas...

Ensaladilla
  1. Cuece las patatas sin pelar y enteras. 
  2. Cuece también la zanahoria, pelada y entera, y las judías verdes enteras, sin las puntas. 
  3. Cuece los huevos y separa las claras de las yemas. 
  4. Reserva las yemas para el final.
  5. Una vez que las patatas estén frías, pélalas y córtalas en cuadraditos pequeños. 
  6. Corta también la zanahoria y las judías verdes del mismo modo. 
  7. Ralla las claras de huevo cocidas. 
  8. Mezcla la zanahoria, las judías verdes, la patata y las claras ralladas. 
  9. Sala si es necesario. 
  10. Refrigera.

Mayonesa
  1. Pon el huevo, el aceite, el vinagre y la sal en el vaso de la batidora. 
  2. Introduce la batidora hasta que toque el fondo del vaso y, sin moverla, ponla en marcha hasta que emulsione. 
  3. En ese momento, levanta suavemente el brazo de la batidora hasta que la mezcla esté completamente integrada.
  4. Rectifica de sal. 
  5. Si se desea una textura más espesa, añade un hilo de aceite poco a poco mientras sigues batiendo. 
  6. Refrigera.

Montaje
  1. Cuando todo esté bien frío, mezcla la ensaladilla con la mayonesa.
  2. Coloca la mezcla en un bol o tupper de cristal y ralla por encima las yemas cocidas. 
  3. Tapa y refrigera hasta el momento de servir.

Si quieres una mayo más fácil y sin "riesgo", esta es la receta:

Ingredientes
2 huevos duros
4 cucharadas de de agua
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre
Sal
1 cucharadita de mostaza

Elaboración
Bate con la túrmix hasta conseguir la consistencia de salsa.

aso pequeño de la batidora y elige el programa dip o salsa.

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Guinness cake

Lola vivía subiendo la cuesta, en la casa rosada, en el primer piso, izquierda. No era la típica pitonisa que los famosos visitan; más bien, era del pueblo, con camisa a topos rojos y pantalón pitillo pirata, subida a sus tacones y los ojos pintados de verde esmeralda.

Cuando Javier, el vecinito universitario, le preguntaba por alguna novia, ella le ponía colorado: —Javier, cariño, si mi marío, que en paz descanse, hubiera tenido esos labios que tú tienes, la cola de mujeres que le habría rondao habría sido como de aquí al súper de la Remedios. Y Javier se iba más contento que unas castañuelas a poner morritos a las niñas.

Por la noche, una vez a la semana, la visitaba Carmen, mujerona buena donde las haya, pero con muchas bocas que alimentar. ¡Ay, con la Carmen! Quería saber el número ganador de la lotería, y ella le decía: —Carmen, mujé, primero hay que jugá pa' que te toque. Y Carmen pensaba que, si se echaba un novio lotero, igual le solucionaba lo de la papeleta.

María se iba a casar. Estaba nerviosa porque no había "catado" al novio. —¿Y si resulta que no me gusta? ¿Lo puedo devolver a su madre? —preguntó. Lola, muy seria, le decía: —¡Ay, mi niña! El novio no sé cómo será, aquí lo que importa es que sepa "tocá bien la guitarra". Que gusta, gusta. ¡Deseando que llegue el sabadete pa' celebrarlo, ea! ¡Qué te lo digo yo!

Y así Lola iba dando consejo a uno y otra, a este y a esa, sin bola, sin cartas ni letra, porque ella no era una pitonisa como las demás. Te subía el ánimo o te contaba un cuento. ¿Y si se enfadaba? ¡Aaayy!, si se enfadaba la Lola, lo veía "to" casi negro, negro, negro… como el chocolate.





Hoy día de San Patricio patrón de Irlanda en donde fue esclavo durante su adolescencia, donde encontró la fe para hacerse sacerdote y donde volvió para evangelizar la isla que lo había esclavizado. Respetó sus costumbres, les habló con un lenguaje sencillo e hizo famoso el trébol de tres hojas que es hoy en día el símbolo irlandés. 

De todos es conocido el carácter irlandés, su nivel alto de pelirrojos y por supuesto su pastel de cerveza Guinness, además del color verde del trébol que teñirá el mundo. Pero además, marzo nos ha traído el día Internacional de la Mujer, el día de las Islas Baleares y, nos traerá, la primavera. ¿No crees que marzo es un buen mes para comernos un trocito de pastel?.

· GUINNESS CAKE ·

Molde 23 cm. diámetro

El bizcocho
  • 250 mililitros de cerveza Guinness
  • 250 gramos de mantequilla
  • 75 gramos de cacao en polvo, puro sin azúcar
  • 300 gramos de azúcar
  • 140 mililitros de crème fraîche
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 275 gramos de harina 
  • 2 ½ cucharaditas de bicarbonato 
La cobertura
  • 300 gramos de queso crema, frío
  • 150 gramos de azúcar glas, tamizado
  • 125 mililitros de nata para montar, fría
El bizcocho.
  1. Precalentar el horno a 180 ºC
  2. Unta un molde desmontable con mantequilla y espolvorea con harina o rocía spray para moldes.
  3. Pon la cerveza y la mantequilla en un cazo, y calienta hasta que se haya derretido. 
  4. Echa el cacao y el azúcar en un cuenco, y vierte la cerveza con mantequilla.
  5. Mezcla con unas varillas la nata agria, los huevos y la vainilla y échalo a la mezcla de azúcar con mantequilla y cerveza.
  6. Añade la harina y el bicarbonato (previamente tamizados), y mezcla con una espátula o un robot de cocina.
  7. Echa la masa en el molde y hornea 45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
  8. Saca del horno y deja reposar unos minutos.
  9. Desmolda hasta que esté frío sobre una rejilla.

La cobertura. 
  1. En un bol tamiza el azúcar y bate con el queso crema hasta que el azúcar haya quedado totalmente disuelto.
  2. Añade la nata y bate hasta que te quede una mezcla aireada y esponjosa como de nata montada espesa.
  3. Cuando el bizcocho esté frío pon la cobertura en el centro del bizcocho y reparte del centro hacia afuera. Tiene que quedar como si fuera la espuma de la cerveza negra.
 

Relato y fotografías @catypol - Circus day

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