El revuelo que despertó el que en su momento fue conocido como «El misterioso caso de Styles» se ha calmado. Sin
embargo, en vista de la resonancia mundial que tuvo, mi
amigo Poirot y la propia familia me han pedido que escriba
toda la historia. Confiamos en que así se acallen definitivamente los rumores sensacionalistas que aún perduran.
Por lo tanto, expondré con brevedad las circunstancias
que me llevaron a verme implicado en este asunto.
Me habían enviado a Inglaterra tras caer herido en el
frente y, después de pasar unos meses recuperándome en
una deprimente clínica, me concedieron un mes de permiso. No tenía parientes cercanos ni amigos, ni siquiera había
decidido lo que haría, cuando me encontré con John Cavendish. Le había visto muy poco en los últimos años. En
realidad, jamás le conocí a fondo. Me llevaba unos quince
años, aunque no representaba los cuarenta y cinco que tenía. Sin embargo, durante mi infancia a menudo me alojé
en Styles, la residencia de su madre, en Essex. Fragmento de El misterioso caso de Styles (Agatha Christie).
Nacida en época victoriana, nos hizo tomar té a todos los que en su momento la hemos leído. Si esa época es conocida por los cambios extraordinarios que marcaron el país, ella lo fue por su vida, se alistó en el ejército y aprendió sobre venenos y pócimas que después nos descubriría en sus textos. Describía las escenas y nos hacía involucrarnos en ellas, todos veíamos en nuestras mentes, mientras leíamos, a una señora mayor, que veía todo tan claro que aún sin acabar el libro ya sabía quien era el asesino. O ese Belga y su bigotillo peculiar. Y esa pareja joven, que se conocieron en una guerra, corrieron aventuras siempre juntos y tan enamorados.
Sentémonos en una cómoda butaca, junto una taza de té inglés, un trocito de este rico pastel y disfrutemos de la intriga de un suceso que página a página nos hará olvidar en la época en que vivimos, y nos llevará a la época en que este pastel era servido en esas mesas con viandas a veces escasas, tanta guerra nos hará pasar algo de hambre, por lo que los restos de algo de fruta, de bizcocho, nata, crema, creará unos de los mejores postres que se hace en los países anglosajones y que en Circus day hemos decidido presentarlo así.
· TRIFLE CAKE ·
Ingredientes
- 1 naranja de zumo limpia y cortada a trocitos
- 180 gr. Azúcar
- 3 huevos
- 100 gr. AOVE Señorios de Relleu
- 1 yogur
- 250 gr. Harina repostería
- 1 sobre de levadura en polvo
- 1 pellizco de sal
- Flan o crema pastelera
- Nata montada azucarada
- Frambuesas
- Grosellas
- Mango crujiente
Elaboración
Engrasamos un molde de 20 cm. o bien con spray para ese uso o bien con mantequilla y harina. Precalentamos el horno a 180º C.
En un cuenco ponemos los trozos de naranja, el azúcar y los huevos y trituramos hasta que la masa blanquee y la naranja sea completamente puré. Le añadimos el aceite y el yogur, mezclamos con la batidora durante unos segundos. Añadimos la harina cernida, la levadura y la sal y removemos con una espátula hasta que toda la mezcla quedé sin grumos y esté bien integrada.
Rellenamos el molde con el preparado y horneamos durante 30 minutos o hasta que al insertarle un palillo, éste salga limpio.
Cuando esté frío desmoldamos. Con un cuchillo hacemos un círculo en el centro del bizcocho sin llegar al fondo (ver dibujo de arriba), solo le sacaremos una parte del centro, lo justo para rellenarlo con el flan. Antes de rellenar el centro con el flan, lo rellenamos con las frambuesas, después le añadimos el flan y sobre éste terminamos de rellenar con más frambuesas. Si el flan estuviera todavía caliente, dejaremos el bizcocho relleno dentro del frigorífico para que se enfríe todo bien.
Sobre las frambuesas, añadimos la nata montada haciendo que corone el bizcocho, y encima de la nata montada esparcimos a nuestro gusto grosellas y mango crujiente.
Dejar en el frigorífico hasta la hora de servir.
Si en lugar de flan te decides por crema pastelera puede pasar que se hunda con el peso, el flan queda más firme, o haz lo que yo no hice, dejar más base para que aguante el peso. Y por supuesto no hace falta que diga que la fruta puede ser cambiada por la que más te guste o la que tengas en casa.
Nota de Agatha: no hace falta que le pongas veneno, todos caerán "muertos" de gusto una vez que lo hayan probado. ¡Y recuerda no siempre la culpa es del mayordomo, en este caso la cocinera tiene mucho que ver.
Esta es mi aportación dulce al nuevo recetario de primavera verano de Cocina Prêt à porter by Kuki Square, de recetas con frutas.
Receta y fotografías @catypol - Circus day.