Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.
Hi, I'm Caty and I lead this circus.
Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.
Cordelia Cabot es una bruja. Vive en una gran casa heredada de su familia, en medio de Meramar, un pequeño pueblo costero. Con ella viven su hermana pequeña, Florencia, y su gato Calcetines: negro como el carbón, con las patas blancas; viejo como los huesos de un muerto, tanto que Cordelia cree que nació cuando construyeron la casa.
El día de Halloween, Florencia cumplirá 16 años, y este año recibirá como regalo familiar los poderes que hasta ahora le habían sido guardados por ser demasiado joven para dominarlos. Y aunque Cordelia le había enseñado lo más básico —para que, al recibirlos, no tuviera que empezar de cero—, Florencia estaba aterrada. Pensaba que, si algo salía mal con los conjuros, terminaría enterrada en cualquier tumba del panteón familiar. Cordelia no sabía de dónde había sacado tal idea y, aunque se lo había desmentido mil veces, el carácter de Florencia se veía venir tozudo.
Así que, para disipar nervios, dudas y demás tonterías que pudieran vagar por la cabeza de su hermana, Cordelia decidió que era un buen día para enseñarle a hacer pan. Pero pan de verdad, sin magia. Eso desconcertó a Florencia: no era precisamente hábil en la cocina, y hacer calabazas con pan le parecía más difícil que conjurar una segunda cabeza a Calcetines. Solo pensarlo hizo que el gato la mirara con desconfianza y saliera corriendo de la casa: quizás esa loca quería usarlo como experimento, y no pensaba quedarse a averiguarlo… no fuera a terminar atado como el pan, ¡y con dos cabezas!
[English recipe below]
El pan de calabaza que conocemos es más bien un bizcocho que un pan, dulce y especiado. Así que como pan y no como bizcocho es difícil encontrar algo de historia relacionado, pero siendo otoño un mes que la calabaza está tan presente hornear un pan para acompañar una sopa o hacer un sándwich es de todo menos terrorífico.
Si haces calabacitas tipo panecillo individual para la cena de Halloween, seguro que a los comensales les gustará, ¿no crees?. Además hoy se celebra el #DíaMundialdelPan ;)
· PAN DE CALABAZA ·
Ingredientes para 2 panes o 4 panecillos
500 gramos de harina de fuerza
10 gramos de levadura fresca
100 gramos de calabaza asada y en puré
5 gramos de sal
1 cucharada de aceite de oliva
160 gramos de agua
20 gramos pipas de calabaza
Hilo de cocina
Elaboración
Mezcla el agua con la levadura y deja reposar unos minutos hasta que se active. Mientras tanto, mezcla la harina con la sal.
Coloca la harina en el bol de la amasadora, añade la mezcla de levadura, el puré de calabaza y el aceite. Amasa hasta que se forme una masa homogénea. Incorpora las pipas de calabaza y continúa amasando durante 10 minutos, hasta obtener una textura suave y elástica.
Espolvorea ligeramente la mesa de trabajo con harina y forma una bola con la masa. Divide en dos partes, o en cuatro si prefieres hacer panecillos individuales.
Corta un metro de hilo de cocina por cada pieza de masa. Coloca el hilo en el centro de la bola y cruza en forma de cruz, girando en dirección opuesta para formar ocho secciones. No es necesario apretar demasiado: cuando la masa leve, se formarán de manera natural los surcos que darán forma de calabaza.
Coloca las masas en una bandeja de horno con papel vegetal, cúbrelas con un paño limpio y deja levar hasta que doblen su tamaño.
Precalienta el horno a 200 °C. Hornea durante 20 minutos si has hecho panecillos, o 30 minutos si son panes más grandes.
Retira del horno, corta con cuidado el hilo y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
[English recipe]
· PUMPKIN BREAD ·
Ingredients
500 grams of bread flour
10 grams of fresh yeast
100 grams of pumpkin roasted and pureed
5 grams of salt
1 tablespoon extra virgin olive oil
160 grams of water
20 grams pumpkin seeds
Kitchen string
Method
Mix the water with the yeast and let settle while mixing the flour and salt. Make a hole in the center of the flour and add the yeast, the pumpkin puree and the oil, mix until a rough dough is formed. Add pumpkin seeds. Knead for 10 minutes.
Shape the dough into a large ball. Cut the dough in half and then cut each half into four and shape into balls.
Take a long piece of kitchen string around 1m. and place it over the centre of a ball of dough. Turn it over and cross the string over in the opposite direction to make a cross then flip the ball of dough back over. Do this another two times, crossing over each quarter section this will create 8 sections in total, tie the string loosely in a knot at the top and cut the strands.
Place the individual rolls on a lined baking tray spaced widely apart. Cover them with more baking paper and leave them to rise for 1 hour.
Preheat the oven to 200° C. Bake the rolls in a hot oven for 15 minutes or 30 minutes for 2, remove from the oven and cut the string straight away and remove it. Leave them to cool completely.
Sor Inés y Sor Margarita eran dos monjas modernas. "Muy modernas". Tanto, que se apuntaron a un congreso de vida contemplativa… en Barcelona. Pero un error en la app de mapas las desvió por completo de su destino espiritual.
—¿Sor Inés, segura que esto es el retiro?
—Lo pone aquí: “Sala de fiestas Celestial”. ¿Será una metáfora?
Entraron. Luces de neón, música a todo volumen y un camarero que les preguntaba si querían un bikini. Ellas, un poco nerviosas, retrocedieron dos pasos… hasta que vieron que a lo que llamaba bikini era un sándwich.
—Ah… era eso —dijo Sor Margarita, sonrojada.
—Menos mal. No sabía qué pensar —murmuró Sor Inés.
Intentaron salir discretamente, pero la app insistía: “Ha llegado a su destino”. Dieron vueltas por el barrio durante una hora, pasando tres veces por el mismo limpiabotas, que ya empezaba a mirarlas ceñudo.
—Madre mía, esto no puede ser lo que el Señor tenía en mente —suspiró Sor Margarita.
—Bueno, el Señor obra por caminos misteriosos… y a veces usa Google Maps —respondió Sor Inés, resignada.
Al final, decidieron volver al convento, doce horas después, con los hábitos arrugados y un poquito enfadadas. La madre superiora les preguntó cómo había ido el viaje.
—Largo. Muy largo —dijeron al unísono.
Desde entonces, recordando aquel día, las dos monjas rezan una nueva oración para los viajes: “Líbranos, Señor, de los errores de GPS, de los congresos engañosos y de los sándwiches con nombres confusos. Amén.”
{English recipe below}
De un sándwich llamado mixto a llamarse, en Barcelona, Bikini. Si uno viajara en el tiempo a los estadios de béisbol neoyorquinos de finales del siglo XIX, se encontraría con una muchedumbre atildada y fervorosa, que despistaba el hambre con los ham and cheese sandwiches.
En 1953 abrió sus puertas en la Diagonal barcelonesa la Sala Bikini, que aspiraba a recrear la atmósfera propia de los locales americanos, incorporando atracciones novedosas como un minigolf, terraza y bolera. Allí fueron presentados en sociedad desde el Seat 600 a nuevos bailes, como la yenka o el twist, pero también la especialidad de la casa: el único sándwich mixto.
Durante aquella época la represión franquista no permitía palabras extranjeras, así que empezó a llamarse El bocadillo de la casa. De ahí pasó a ser El bocadillo que hacen en la Bikini y, después, se quedó como Bikini.
· BIKINI ·
Ingredientes
Jamón dulce (de York)
Queso en lonchas
Mantequilla
Pan de molde
Elaboración
Repartir abundante mantequilla por la parte que va en el exterior del sándwich. Echar bien de jamón y una loncha de queso. Meter en la plancha o sandwichera durante unos minutos, cubierto con papel vegetal, y ¡listo!.
[English recipe]
· BIKINI ·
Ingredients Sweet ham (York ham) Sliced cheese Butter Sliced bread
Method Spread plenty of butter on the outside of the sandwich. Spread a slice of ham and a slice of cheese. Place on the griddle or in the sandwich maker for a few minutes, covered with parchment paper, and that's it!
Todo empezó con una apuesta tonta durante una noche loca de juego de rol en el piso de Gianni, justo encima de una trattoria que olía perpetuamente a ajo y decisiones cuestionables.
—El que pierda se presenta mañana en la Piazza della Signoria vestido con una minifalda, ¿eh? —dijo Marco, agitando los dados con una sonrisa maliciosa.
—Y con una pistola. Pero de esas que disparan burbujas, nada de dramatismos —añadió Luca, con restos de pizza en la cara y el corazón libre de dignidad.
A la mañana siguiente, allí estaban: dos hombres adultos, barbudos, uno con minifalda de lentejuelas moradas y otro con una de tul azul celeste, armados con pistolas de burbujas y una mirada derrotada pero desafiante.
—¿Y ahora qué? —dijo Gianni, disparando una ráfaga de pompas sobre una pareja de turistas japoneses que los filmaban con admiración contenida.
—Ahora, schiacciata —respondió Luca, señalando con su arma hacia una terraza cercana.
Se sentaron a comer como si nada, piernas peludas al aire y orgullo intacto. Mientras tanto, las burbujas seguían flotando por la plaza como si La dolce vita hubiera colisionado con una fiesta infantil en el jardín.
De pronto, una mujer mayor, elegantísima, con gafas oscuras y actitud de directora de ópera, se les acercó.
—¿Modelos para un anuncio? —preguntó, con acento francés.
—No —dijo Gianni, masticando con descaro—. Jugadores de rol con mal perder.
—Y buen gusto para la comida —añadió Luca, brindando con una copa de agua y una sonrisa salpicada de burbujas.
Al final del día, los turistas los aplaudían, los carabinieri les pidieron selfies y la trattoria de abajo los contrató para promocionar sus nuevas Cosplay Nights. Y así fue como dos amigos, una noche de dados y una pistola de burbujas conquistaron Florencia con minifaldas. Porque en la vida, o haces el ridículo... o lo haces con estilo.
{English recipe below}
La Schiacciata es un pan plano de origen italiano, específicamente de la región de la Toscana, que se diferencia de la focaccia por ser más fina, crujiente y menos esponjosa. Su nombre proviene del verbo "schiacciare", que significa "aplastar", refiriéndose al proceso de estirar y apretar la masa. Si no tienes mandolina para cortar fina la patata hazlo a cuchillo pero que las rodajas sean finas.
· SCHIACCIATA ·
400 gramos de patatas sin pela y limpias
200 gramos de harina
300 mililitros de agua
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de sal
Unas hojas de romero
Escamas de sal y aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Calentar el horno a 200º C con ventilador. Cubrir una bandeja con papel de horno.
Batir en un bol el agua a temperatura ambiente con la sal y tres cucharadas de aceite con un batidor de varillas. La sal debe disolverse del todo, y la mezcla, emulsionar ligeramente.
Añadir la harina tamizada pasada por un colador poco a poco, y seguimos mezclando hasta que quede una pasta cremosa.
Lavar bien las patatas y cortarlas en láminas finas con una mandolina. Añadirlas a la masa y mezclar.
Verter la mezcla en la bandeja y repartir bien. Repartir hojas de romero por encima. Hornear entre 45 y 50 minutos o hasta que esté bien dorado.Sacar del horno, pintar con aceite de oliva y esparcir unas escama de sal. Cortar y servir inmediatamente.
[English]
Schiacciata is a flatbread of Italian origin, specifically from the Tuscany region, which differs from focaccia in that it is thinner, crispier and less spongy. Its name comes from the verb ‘schiacciare’, which means ‘to flatten’, referring to the process of stretching and squeezing the dough. If you don't have a mandolin to thinly slice the potato, do it with a knife, but make sure the slices are thin.
· SCHIACCIATA ·
400 grams of potatoes, unpeeled and cleaned
200 grams of flour
300 millilitres of water
3 tablespoons of extra virgin olive oil
1 teaspoon of salt
A few rosemary leaves
Salt flakes and extra virgin olive oil
Method
Heat the oven to 200º C with a fan. Cover a baking tray with baking paper. Whisk the water at room temperature with the salt and three tablespoons of oil in a bowl. The salt should dissolve completely and the mixture should emulsify slightly. Gradually add the sifted flour through a sieve and continue mixing until a creamy paste is formed. Wash the potatoes well and cut them into thin slices with a mandolin. Add them to the mixture and mix. Pour the mixture into the pan and spread well. Sprinkle rosemary leaves on top. Bake for 45-50 minutes or until golden brown. Remove from the oven, brush with olive oil and sprinkle with salt flakes. Slice and serve immediately.
Relato y fotografías /Short story and pics @catypol - Circus day.
En la tranquila biblioteca del barrio “Los Silencios”, donde el mayor escándalo había sido una vez que alguien estornudó en la sala de lectura, ocurrió algo inexplicablemente ridículo. Todo comenzó cuando el señor Roque, un bibliotecario de cejas gruesas y gafas de pasta negra, abrió su lonchera durante la pausa para almorzar. En lugar del habitual bocadillo de jamón, descubrió un sándwich relleno de espinacas.
__¿Pero qué…? ¡Yo pedí atún!__murmuró indignado, examinando la masa verde como si fuera evidencia de un crimen. Antes de que pudiera darle un mordisco, escuchó un “¡Ni se te ocurra comer eso!”. Miró alrededor. No había nadie excepto una muñeca vestida de azul sentada encima de una estantería de cuentos orientales.
__¿Acabo de ser advertido por una muñeca? __susurró, parpadeando tras sus gafas empañadas.
__Sí __replicó la muñeca__. Ese sándwich tiene una historia maldita. ¡Es un cuento chino!
Roque, que jamás había hablado con un objeto inanimado (al menos no en voz alta), se acomodó en su silla.
__¿Un cuento chino, dices? ¿Y qué tiene que ver con este emparedado vegetariano?
__Todo. Verás __dijo la muñeca mientras cruzaba las piernas como una dama de té—, hace siglos, en una aldea lejana, un chef imperial enfadó a un dragón vegetariano. Como castigo, cada vez que alguien rellena un sándwich con espinacas ¡ese dragón reencarna brevemente para bailar tap en la cocina del ofendido!
__Ajá__dijo Roque, empezando a creer que o el sándwich estaba en mal estado o alguien le había echado algo al café.
Justo en ese momento, desde la pequeña sala de descanso, se oyeron unos golpecitos rítmicos. Toc. Toc-toc. Toc-toc-toc. Roque se asomó lentamente. Y ahí estaba: un dragón diminuto con tutú, bailando claqué sobre el microondas.
__Oh, por Confucio__musitó. Volvió a la biblioteca. La muñeca ya no estaba. En su lugar, un cartelito colgaba del estante: “No subestimes los cuentos chinos. Y pide tu almuerzo con etiqueta.”
{English recipe below}
Los untables forman parte de mi vida, cuando era pequeña eran de cacao y avellanas, cuando veía series americanas por la televisión eran de cacahuete, recuerdo la primera vez que una profesora de inglés americana trajo el famoso dip que se come con verduras, o eso salía en las pelis porque ella trajo chips para acompañarlo. Recuerdo la primera vez que comí hummus, y ahora, no sé si por la facilidad que tenemos en la red de conocer más recetas existen mil y una versión de untables con verduras.
Cuando la asociación española de fabricantes de vegetales congelados se puso en contacto conmigo para colaborar en la II edición de (MiVerduraCongelada) haciéndome hincapié en la importancia de hacer recetas elaboradas para niños me encantó.
¡La II edición de mi verdura congelada ya está en marcha!. Para la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC), el objetivo es concienciar a la población de la importancia de introducir verduras en la dieta diaria, y este año, con especial atención a los más pequeños.
Creemos que es fundamental sensibilizar a las familias sobre la importancia de enseñar, desde la infancia, a adquirir hábitos saludables. Así, entre todos, aportamos nuestro granito de arena para reducir los alarmantes índices de sobrepeso y obesidad infantil existentes hoy en día.
Estos sandwiches de colores harán que los pequeños y no tan pequeños se olviden de otras cremas de untar y quieran esta maravilla, sabe deliciosamente bien. Un consejo, no te pases con el Tahini o sólo sabrá a eso, pon un poco y deja que se mezclen los sabores con la verdura, verás que bueno 😍
· SANDWICHES DE COLORES ·
Ingredientes crema verde
50 gramos guisantes congelados
50 gramos espinacas congeladas
20 gramos queso Mascarpone
1 cucharadita de Tahini
Ingredientes crema naranja
100 gramos de zanahorias baby congeladas
20 gramos queso Mascarpone
1 cucharadita de Tahini
Sal y pimienta
Nueces picadas
Pan de molde
Elaboración
Hacer al vapor las verduras hasta que estén cocinadas. En un vaso de turmix mezclar los guisantes, las espinacas (bien escurridas de agua), el queso, el tahini y salpimentar un poco. Picar hasta que que una pasta. Hacemos lo mismo con la zanahoria.
Untar una rebanada de pan de molde con la crema verde, sobre ella le colocamos otra rebanada de pan de molde y untar la crema naranja. Tapar con otra rebanada de pan de molde. Así hacemos unos cuantos.
Si el pan de molde lleva corteza se la quitamos, si no lleva lo cortamos en triángulos o rectángulos. En un lado untamos un poco de queso Mascarpone y rebozar con las nueces picadas.
[English recipe]
· COLORFUL SANDWICH ·
Ingredients green cream
50 grams frozen peas
50 grams frozen spinach
20 grams Mascarpone cheese
1 teaspoon of Tahini
Ingredients orange cream
100 grams of frozen baby carrots
20 grams Mascarpone cheese
1 teaspoon of Tahini
Salt and pepper
Chopped nuts
Bread
Method
Do steamed vegetables until they are cooked. In a blender mix cup peas, spinach (well drained water), cheese, tahini and spicing up a little. Chop until a paste. We do the same with the carrot.
Spread a slice of loaf pan with the green cream, over it place another slice of loaf pan and spread the orange cream. Cover with another slice of bread. So we do a few.
If the bread has crust we remove, if it does not cut it into triangles or rectangles. On one side we spread a little Mascarpone cheese and batter with chopped nuts.
¿Por qué verduras congeladas y cuáles son sus ventajas?
- Llegan a la mesa prácticamente en las mismas condiciones y con la misma calidad con las que son recogidas en la huerta.
- El proceso de ultracongelación minimiza las posibilidades de contaminación de los alimentos; evitando comprometer la salud de las personas.
Llegué de la escuela un viernes por la tarde. Iba a clase hasta las cinco y, como vivía cerca del colegio, esperaba llegar a casa para merendar. Como cada último viernes de mes, Asunción había venido a ponerle los rulos a mi madre. "Esta maldita crisis es lo que tiene", solía decirme. Yo ponía los ojos en blanco y me iba directa a la cocina a por el bocata.
Aquel viernes nada hacía pensar que sería distinto. Llegué temprano, saludé, ella me soltó su rollo de siempre y yo me encaminé hacia la cocina, pasando por la sala de estar. Nada fuera de lo normal… salvo que, en la sala, había un señor sentado. Al pasar por delante iba tan metida en mis cosas que no lo vi. Cuando mi mente reaccionó, volví sobre mis pasos para comprobar si lo que había visto era cierto.
Asunción salió corriendo de la habitación de mi madre.
—¡Ay, mi niña, no te asustes! Es mi amigo irlandés. Su nombre es Cathaoir, pero yo lo llamo Casimiro —me dijo, sonriendo a su amigo.
Abrí los ojos como platos.
—¿Y él sabe que lo llamas así? —pregunté.
—¡Pues claro que sí! —me contestó riendo—. ¿No ves que es muy mono, peludito, y de color naranja? Además, es ideal cantando el Vamos a la cama, ¡jajaja!
Mi madre, detrás de mí, le hacía señas a Asunción con la cabeza y las manos, como pidiéndole que se callara. Yo las miraba y pensaba: ¡qué raro hablan los adultos!, y seguí mi camino hacia la cocina a por el bocata.
El viernes siguiente, cuando le tocaba volver, le pregunté por Casimiro.
Ella me respondió, muy enfadada:
—¿Casimiro? Casi casi mejor no verlo. ¡Que de la galleta que le daría le haría rezar el Padre Nuestro y tres Ave Marías!
—¿Rezar? —le dije—. ¿Pero el Casimiro no cantaba una canción?
—¡Anda, niña, vete a la cocina a por el bocata! —replicó ella, resoplando.
[English recipe below]
· PAN DE LATA ·
Ingredientes
El pan
250 gramos de harina de fuerza
150 gramos de agua
5 gramos de levadura fresca
5 gramos de sal
4 latas de conserva de 225 gramos, vacías y limpias
Relleno
Lechuga
Tomate
Zanahoria
Trocitos de col lombarda
Jamón Serrano
Taquitos de queso de cabra
Aceitunas sin hueso
Aceite de oliva virgen extra
Escamas de sal
Elaboración
Mezcla los ingredientes del pan y amasa durante unos 10 minutos en amasadora.
Mientras tanto, engrasa bien las latas con spray desmoldante y fórralas con papel de hornear. Esto facilitará que el pan salga sin problemas después del horneado.
Rellena las latas con la masa, aproximadamente hasta un poco menos de la mitad. Deja levar en un lugar cálido hasta que doble su volumen.
Precalienta el horno a 190 °C y hornea durante unos 30 minutos, o hasta que estén dorados y bien cocidos.
Saca del horno y deja enfriar dentro de las latas. Luego, desmolda con cuidado y deja que los panes se enfríen completamente sobre una rejilla.
Una vez fríos, corta la parte superior y vacía el interior del pan, como si hicieras un cuenco.
Prepara un aliño con aceite de oliva, semillas y sal. Vierte un poco de esta mezcla en el fondo del pan. Corta la verdura en trocitos pequeños, mézclala con el resto del aliño y rellena el pan.
Notas: Puedes adaptar el relleno a tu gusto y disfrutar de un bocata que no se derrama.
Si no lo vas a servir inmediatamente, espera a aliñar o, mejor aún, que cada comensal se sirva la ensalada o el relleno en el momento. Así evitarás que el pan se humedezca demasiado.
[English recipe]
· BREAD CAN ·
Ingredients
Bread
250g bread flour
150g water
5g fresh yeast
5g salt
4 cans of 225g
Filled
Lettuce
Tomato
Carrot
Diced red cabbage
Serrano ham
Goat cheese cubes
Pitted olives
EVOO
Salt flakes
Sesame seeds
Method
Mix bread ingredients and knead about 10 minutes or 5 Thermomix mixer. Spread with spray the cans and put baking paper inside.
Place a dough ball in each can (it should take up about 1/3 - 1/2 of the can), cover with a kitchen cloth and let rise until bread starts to come out over the top of the can. Preheat oven to 350º F. Place the cans on a baking sheet and bake for 30 minutes or until the top of the bread becomes golden brown.
When bread has cooled, slice the dome off the top and hollow out the bread using your hand or a spoon. Make a mixture with oil, seeds and salt, pour a little to the bottom of the pan. Will cut the vegetables into small pieces, mix them with the remaining dressing will fill the bread. Serve.
Note: If you aren't going to eat the sandwich right away or if you are making them for lunchboxes, make sure you get good coverage all over the inside and especially the bottom so the bread doesn't get soggy. Be sure to serve the dressing on the side.
Otra versión sería cortar el pan a rodajas y usarlo para tapas.
Nota: Casimiro fue un monstruito animado con el pelo naranja muy popular desde 1981 a 1983 que nos mandaba a la cama desde su castillo a ritmo de rock and roll y amenazándonos con cantárnosla de nuevo si no nos acostábamos.
Relato y fotografías/short story and pics @catypol - Circus day.
Trabajar en el campo nunca fue una opción. Quería ver mundo, trabajar en lo que encontrara y ahorrar lo suficiente para seguir viajando. Todos sus amigos tenían, pegados en las paredes de sus habitaciones, pósters de la actriz o cantante famosa de turno. Él no. Él tenía un mapamundi en el que planeaba sus viajes.
Cuando su padre tuvo que contratar campesinos de otros países, no se lo podía creer. ¿Cómo era posible que vinieran aquí a trabajar en su campo? Aquel campo que él odiaba tanto, que tantas horas de sueño y diversión le había robado. Pero no encontraban mano de obra, y fue la única opción que su padre encontró de forma legal y rápida: había que cosechar, y no tenían suficientes manos.
La llegada de esos hombres le venía bien. Podrían hablarle de sus países, de sus experiencias, y así obtener información de primera mano para cuando viajara. Al caer el sol, se acercaba a los barracones adaptados para ellos con una focaccia en las manos y una botella de vino, y hablaban hasta bien entrada la noche.
Fue durante mucho tiempo un contraste angustioso para su padre: veía las ansias de partir de su hijo y la preocupación de sus hombres por lo que habían dejado atrás en sus países. Uno quería marcharse; los otros no habían tenido más remedio. Él había prometido no entrometerse, pero albergaba la esperanza de que su hijo cambiara de opinión. Aunque ya pensaba que haría falta un milagro… y de eso, en la tierra, vamos escasos.
{English recipe below}
La Focaccia es un producto originario de la zona de Génova, la capital de la región Liguria, la tierra de Cristóbal Colón y del pesto de albahaca. Es un pan plano y delicioso que reúne siglos de tradición e historias populares. Que mejor unir aventuras, el tomate y la foccacia, aceite de albahaca, escamas de sal y tomillo, el resultado es el que ves, una explosión de sabor en cada bocado que te hará viajar.
· FOCACCIA ·
Ingredientes {para 3 panes pequeños}
400 gramos de harina de fuerza
10 gramos de sal
8 gramos de levadura fresca
300 gramos de agua tibia
75 gramos aceite de oliva
3 racimos de tomates cherry
Aceite de albahaca
Tomillo
Escamas de sal
Elaboración
En un recipiente pequeño, mezclar la harina con la sal. En un cuenco grande, disolver la levadura en el agua. Verter la mezcla del primer recipiente en el segundo, añadir el aceite de oliva y remover con una cuchara de madera hasta formar una masa ligeramente pegajosa. Trasladar la masa a otro cuenco engrasado. Cubrir y dejar reposar durante 30 minutos.
Pasado ese tiempo, y sin sacar la masa del recipiente, realizar pliegues simples: tomar porciones del borde y llevarlas hacia el centro. Tapar y dejar reposar otros 30 minutos. Repetir los pliegues. Dejar levar 1 hora más, o hasta que la masa doble su volumen.
Dividir la masa en tres partes, aplanarlas ligeramente con las manos para formar los bollos y dejar reposar durante 10 minutos.
Decorar con racimos de tomates, rociar con un poco de aceite de albahaca, espolvorear con tomillo y escamas de sal. Dejar levar 20 minutos más.
Mientras tanto, precalentar el horno a 240 °C. Hornear durante unos 35 minutos o hasta que la superficie esté dorada. Para comprobar si el pan está cocido, golpear la base con una cuchara: si el sonido es seco, está listo.
[English recipe]
· FOCACCIA ·
Ingredients {for 3 little breads}
400 g bread flour
10 g salt
8g fresh yeast
300 g warm water
75g olive oil
3 bunches cherry tomatoes
Basil oil
Thyme
Salt flakes
Method
In a small bowl, mix the flour with the salt. In a large bowl, dissolve yeast in water. Pour the mixture from the first container in the second more oil olive, and stir with a wooden spoon until it forms a slightly sticky dough. Move to another bowl greased. Cover and let stand about 30 minutes. After 30 minutes, always leaving the dough in the bowl, making simple folds the outside, leading them inland.
Cover and let stand for 30 minutes. Repeating folds. Let other 1 hour, or until doubled in volume. Divide dough into 3 parts, flatten with your hands to form the buns and let rest for 10 minutes.
Decorate with bunches of tomatoes. Sprinkle with a little basil oil, thyme and salt flakes, let rise 20 minutes.
Meanwhile heat the oven to 240 ° C. Bake for about 35 minutes or until the pastry is golden brown. To find out if it is cooked, hit in the bottom of the pan with a spoon. If the sound is dry it is ready.
Relato y fotografías/short story an pics @catypol -Circus day.
Cuatro invitados llegaron puntuales al desayuno, cada uno más desconcertado que el anterior, porque el anfitrión llevaba un sombrero loco con plumas, luces LED y una mini hélice giratoria. Sobre la mesa, un pan de color extraño: purple potato bread. Nadie sabía si era arte culinario o un experimento radioactivo. Cuando probaron un bocado, una risa loca empezó a sonar. No era de ninguno de ellos, sino del pan mismo… o al menos así parecía.
—¿Está vivo? —preguntó uno, mientras el sombrero giraba aún más rápido.
El anfitrión solo dijo:
—Es un desayuno… con personalidad.
Y todos rieron, porque con ese pan y ese sombrero, ¿quién podía tomarse la mañana en serio?
El goteo del grifo no te deja dormir, dicen que si dejas que tu mente se concentre en ese persistente ruido no puedes escapar de él, das vueltas y vueltas y al final o terminas enfadado o te rindes a su sonido. Mientras para despistar a los oídos haces volar la imaginación, esa en la que todo lo que ocurre en ella es mejor que la realidad pues implica la emoción, tener ilusión y ganas de verlo desde otra perspectiva.
Es evidente que si ahora tuviéramos que comer los alimentos que en su momento los barcos llevaban en sus bodegas, sin refrigeración ni protección, con el "peligro" de que si la travesía era muy larga podían "convivir" con seres pequeñitos que se pasean a sus anchas y se alimentan gustosamente de la comida que se deteriora, creo que no lo haríamos. No quiero ni pensar cómo hicieron para la travesía de la que tanto se ha hablado en esta parte del océano durante siglos, sí, el descubrimiento de América. Y tampoco quiero pensar en que estado llegaron los productos que en esta parte del océano desconocíamos, entre ellos la patata. Quizás fuera eso que hizo que en un principio no se usara para la cocina, y dicen las malas lenguas que otra vez fueron los italianos los primeros osados que la consumieron.
A veces nos hace falta sentir un ruido molesto dentro de nosotros para hacer volar la imaginación y verlo todo desde otra perspectiva, y en Circus day otras veces ya hemos visto el color violeta en su espectáculo también esta vez recurre a él. Pero presentando la patata con un color poco habitual en nuestras cocinas; la patata violeta.
· PURPLE POTATO BREAD ·
Ingredientes:
250 g puré de patata violeta
400 g harina de fuerza
50 g panela
1 huevo ecológico
1 cdta. sal
15 g levadura fresca prensada
160 ml leche
60 g AOVE Señorios de Relleu
*Semillas de sésamo para decorar
Elaboración
Mezclamos todos los ingredientes en el cuenco de una amasadora, y amasamos durante 10 minutos. Dejamos levar, tapado con un trapo, en el mismo cuenco hasta que la masa doble su tamaño.
Untamos un molde rectangular (Pirex de 30x22) con un poco de aceite. Sacamos la masa del cuenco y la golpeamos un poco para desgasificarla. Dividimos la masa en 12 bolas del mismo tamaño, más o menos y las colocamos en el molde, una junto a la otra. Espolvoreamos por encima unas semillas de sésamo y dejamos levar, tapado con un trapo, hasta que doblen su tamaño.
Precalentamos el horno a 180º C. Cuando hayan levado bien horneamos durante 30 minutos. Retiramos el pan del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla, pero si te gusta el pan caliente (que no queme) ya puedes empezar a consumirlo.
*Notas: En este caso NO es patata violeta dulce. A mi me sabe a patata, no encontré ningún cambio en cuanto al sabor, y el resultado final del pan sabe a pan de patata, que aunque lleve unos gramos de panela no es dulce, por lo que puede acompañar perfectamente a un plato salado, o tomarlo como bocado con un té.
Miguel la esperaba sentado en un banco del parque. Cuando la conoció, sintió su corazón latir con fuerza y, por un instante —el primero en su corta vida—, se quedó quieto. Ahora ya son amigos, juegan todos los días juntos y se cuentan los secretos que no pueden contar a los mayores.
Se acercaba el día de su primer aniversario. No era un aniversario cualquiera: fue la primera vez que se hablaron. Pero no fue solo decirse “hola”, como hacían los demás; ellos se dijeron más palabras y se gustaron.
Como viven cerca, se esperan para hacer juntos el camino y reírse un poco del señor Juan, que cada día arranca una flor de su jardín y se la regala a su mujer, o de Camilo, que se ata un cordón del zapato mientras mira de reojo a la nueva chica de la panadería. Así, el camino se les hace más ameno y divertido.
—¡Ay! —suspiró—, el amor, demasiado complicado, ¿o no? Si tuvieran que explicarlo, solo podrían hablar de sentimientos. Hay quien dice que no se define qué se siente, solo se siente. Así que, cuando le pregunté a Marta: —¿Tú qué sientes?. Ella simplemente dijo: —Tengo hambre. Dejó de pintar, se acercó a su bolsita de merienda y sacó chocolate. Yo puse el pan y lo compartimos. ¡Así es el amor!.
Se acerca el 14 de febrero y aunque no es una fecha que celebre especialmente me gusta verla desde la perspectiva de los niños, ellos no lo ven igual, no la disfrutan igual y por supuesto no es materialista, así que el pan con chocolate de toda la vida le hemos convertido en un Circus day para disfrutar juntos. Disfruten del amor sea cual sea la edad.
· PAN CON CHOCOLATE ·
Ingredientes
300 gr. agua
25 gramos de levadura fresca
540 gr. harina
2 cditas. de sal
Montaje
Brochetas de madera largas y gruesas (mejor)
Bigotes y labios de chocolate
Ojos de caramelo
Un poco de chocolate para que haga de pegamento
Elaboración
Amasar durante cinco minutos con amasadora todos los ingredientes de la masa y dejar fermentar hasta que doble su volumen.
Poner las brochetas de madera en remojo. Sacar del cuenco la masa y dividirla en cuatro partes. Con cada parte formar un rulo largo con las manos. Enganchar el rulo de masa a la brocheta formando una espiral.
Precalentar el horno a 200º. Preparar un molde cuadrado con paredes altas y apoyar los extremos a los lados del molde. La parte de la masa no debe tocar la base. Dejar que la masa vuelva a crecer y untar con un poco de aceite. Hornear durante 20 minutos, hasta que estén doradas.
Una vez frías. Derretir un poco de chocolate para que actúe de pegamento entre el pan y el chocolate. Poner una gota detrás del bigote y los labios y pegar sobre el pan. Lo mismo con los ojos de caramelo. Dejar enfriar unos minutos en el frigorífico para que se solidifique y servir la merienda.
Wilha estaba en la parada del bus, esperando, además del bus, una solución milagrosa a su problema, __es un pequeño problema__ había dicho Jona cuando se lo explicó, __no lo subas de categoría, no lo merece__había resaltado. Ella no lo veía así, pero por una vez hizo caso, se permitió relajarse un poquito y dejar de sentir el estómago revuelto para dejar solo las vueltas en la cabeza, tenía que parar a comer con su padre antes de ir a la biblioteca y no quería que notara nada, la acribillaría a preguntas que ahora no podría responder.
Sentada en el bus no pudo evitar fijarse en el chico rubio que tenía delante, su cabello un poco largo le tapaba la nuca, llevaba unos cascos encima de la cabeza, no auriculares como llevaban casi todos, él era de esos atrevidos, y eso la hizo sonreír, ¿de verdad estaba sonriendo?, pensó, si él la había hecho sonreír y se daba la vuelta a mirarla, le daría una oportunidad, y esa ocurrencia la hizo sonreír más.
Así, se bajó del autobús, sonriendo, así se la encontró su padre, y la sonrisa se contagió, fue como un reflejo, su padre sonrió, el chico rubio que la hizo sonreír y bajó en la misma parada, también sonrió, la gente que hacía cola para subir al autobús del que ella había bajado, también sonreían, y de esta manera el problema se esfumó, se perdió en su mente y el poder de la sonrisa pudo más. Al final Jona tenía razón, y esa nube oscura desapareció con la resplandeciente y poderosa sonrisa, que se amplió cuando su padre la invitó a comer pizza, y el chico rubio le guiñó un ojo, ese día prometía aunque no hubiera empezado bien.
[English recipe below]
Cocinar me relaja y me gusta, y me hace sonreír, pero lo que más me gusta es preparar las recetas para Circus day, como bien dice el nombre es parecido a la sensación de un día de circo si el resultado sale bien, porque a veces no sale pero me da la pauta para probar otras cosas. Hoy en día creo que no hay nada nuevo, sabores, formas y técnicas forman parte de muchos recetarios y yo, la verdad, no pretendo tampoco ni saberlo todo, ni aprenderlo todo, pero dar un "meneo" a la receta tradicional siempre me ha gustado, sin buscar nada más.
Cuando hablamos de pizza yo imagino una pizza casera, fina, con un poco de queso y tomate y algún ingrediente vegetal, poco más pues no me gusta muy cargada de ingredientes. Pero la verdad es que no somos muy "pizzeros" en casa, no tenemos día de la pizza semanal, ni tan siquiera ocasional así que cuando la comemos ha transcurrido tanto tiempo entre y entre que lo hacemos con ganas.
Pero esta vez yo quería algo diferente, quería todo el sabor de una pizza Margarita o napolitana pero con forma diferente, divertida y para todas las edades, que si digo para niños me vas a decir que para mayores también, y tendrás razón, para mayores también, lo hice con masa de pizza comprada, sin problema y así de fácil, aunque sé que la masa de Jamie Oliver es fácil de hacer y también puede servir si te animas hacerla tú.
· PIZZA BALLS ·
La masa
Masa de pizza (masa madre 100% natural) fermentada, congelada.
El relleno
Mozzarella de búfala
Sazonador especias para spaghetti (orégano, albahaca, cebolla, ajo, sal, tomate y pimienta negra)
Salsa de tomate
Cake balls maker
Elaboración
Utilizar pequeñas cantidades de masa, muy fina, así que usa el rodillo, y poner en el centro de la masa, 1/2 cucharadita de sazonador de especias para espagueti y un trocito de mozzarella, cerrar bien y dar la forma de una bola pequeña, más pequeña que la cavidad de la máquina, pues esta crece un poco. Poner las bolas dentro de las cavidades de la máquina, con una gota de aceite para que no se pegue y cocinar unos 8 minutos asegurándome que se cocinan bien. Acompañar de salsa de tomate para mojar.
Ingredients filling pizzaballs
Buffalo mozzarella
Spaghetti seasoning spices (oregano, basil, onion, garlic, salt, tomato and black pepper)
Homemade tomato sauce
Cake balls maker
Balls Method
Use small amounts of dough very thin, so use the roller, and put in the center of the dough, 1/2 tsp. spice seasoning for spaghetti and a slice of mozzarella, close well and shape of a small ball, smaller than the cavity of the machine, it grows a little. Put the balls into their cavities of the machine, with a drop of oil to prevent sticking and cook about 8 minutes making sure they are cooked well.
Serve with tomato sauce for dipping.
¿Has visto las servilletas Circus de la foto?, ¡me encantan! es un regalo de La cocina de Vero, gracias guapa, estaba esperando la receta apropiada para estrenarlas y creo que esta lo es ya que no sólo es famosa la pizza en Italia, sé que en EE.UU también tiene mucha historia y estás pizza balls serían ideales para ver un partido de la Super Bowl, ¿no crees?
AQUÍ EL VÍDEO CÓMO SE HACE:
Relato, receta, fotografía y vídeo/ Short story, recipe, pics and video @catypol - Circus day.
Supongo que últimamente habéis estado un poco saturados del color morado, lo entiendo y sobre todo si es un ingrediente que no es fácil de encontrar. No voy a contar otra vez la historia de este ingrediente, ni siquiera voy a repetir el nombre, si has estado atento ya sabes de qué estoy hablando verdad?.
Últimamente no hago tanto pan como me gustaría, aunque cuando me apetece comerlo, sí, lo hago con ilusión, hacer pan es algo fabuloso. Para llegar a éste, del que he encontrado por la red pocas referencias, he tenido que adaptarlo pues la receta original es un pan de calabaza, que ya me gustó mucho en su momento.
· PA DE SAFARNÀRIA ·
Ingredientes
300 gr. zanahoria o safarnària (zanahoria morada)
500 gr. de harina de fuerza
1 sobre de levadura seca de panadero
1 cdta. sal
1 cda. semillas de sésamo negro
Elaboración
Pelamos, limpiamos y troceamos la zanahoria. Las ponemos en una cacerola con agua, la suficiente hasta cubrirlas, cocemos hasta que se ablanden (dependiendo de lo grande de los trozos) para hacer puré. Guardamos el agua de cocción, y dejamos escurrir bien el puré. Dejar enfriar.
Mezclamos la levadura seca con 3 cucharadas de harina, vertemos un poco de agua y removemos. Dejamos actuar hasta que duplique el volumen. Ponemos el resto de harina, la sal, el puré de zanahoria morada y el sésamo negro en la amasadora. Mezclamos y vamos añadiendo poco a poco el agua de cocción {más o menos 50 ml.} mientras la amasadora hace su trabajo. Es una masa húmeda, así que no pondremos mucha harina sobre la mesa de trabajo una vez que la saquemos del cuenco de la amasadora. Dejamos reposar la masa, tapada, durante 1 hora, o hasta que doble el tamaño.
Pasado el tiempo, deshinchamos la masa y amasamos para darle la forma final. Dejamos reposar otra vez, durante otra hora o hasta que vuelva a doblar el tamaño.
Precalentamos el horno a 210º C. Una vez levado, estará a punto para que le hagamos (si queremos) unos cortes de la forma que más nos guste y seguidamente llevaremos al horno, yo quería una corteza más gruesa por lo que no vaporicé el interior del horno ni dejé un recipiente con agua, pero eso va a gusto de cada uno.
Lo tuve en el horno 50 minutos. Sacamos del horno, comprobamos que al golpear la base suena a hueco y dejamos enfriar sobre una rejilla. Esperaremos a que esté completamente frío para cortarlo.
Sabe a zanahoria morada?, pues sí, es un sabor muy suave que sólo se nota si comemos el pan y nada más, si lo acompañamos de otros ingredientes, pues no, no se nota el sabor.
La palabra lavash es de origen persa y es el tipo de pan más extendido en Armenia e Irán. Siendo suave, semejante a una tortilla, cuando fresco, el lavash se seca de manera rápida, haciéndose algo quebradizo. Existen dos formas de preparación, flexible o dura. En general, es más utilizado el lavash flexible, ateniéndose a que tiene más sabor y es más cómodo para enrollar alimentos. El formato duro de lavash se utiliza más bien para casos en los que se precisa un mayor tiempo de conservación y es también usado en lugar del pan en las tradiciones de la Eucaristía en la Iglesia apostólica armenia. El pan lavash se usa también con kebab en Irán y en dürüm en Turquía.
La preparación tradicional del lavash armenio fue designada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el 26 de noviembre de 2014.
En mi búsqueda de la harina para el pan moreno mallorquín, pensando en la harina de xeixa, le pregunté al panadero, si usaba esta harina y si al hacer el pan le ponía centeno (sègol) para que no se desmigaje, y para mi sorpresa me contestó que él no usa esta harina para este pan, entre otras cosas porque es una harina ecológica y es más cara pues su cultivo es limitado. Él (David) y la mayoría de panaderos de aquí, usan "farina de sopes", llamada así pues con el pan después se hacen sopes mallorquines y me vendió un kilo de esa harina que ellos usan e hice este pan con esta harina, de todos los panes que se hacen en Mallorca este tipo de harina lo tolero más, las otras a veces no me sientan bien.
Así que bueno, leí muchas recetas pensando en adaptarlas con la harina típica mallorquina y hacer un lavash versión Mallorca pero al final decidí ir por la vía rápida y hacer una versión que cuando la leí me gustó, y esta es la que te escribo, incluso me atreví a poner unas tiras de alga nori a la masa para darle un sabor de esta alga.
El reto de Bake the World de enero es:
· LAVASH ·
Ingredientes
400 g de harina , tamizada
250 ml de agua tibia (a 37˚C)
½ cucharadita de sal
Elaboración
Agregar la harina en el vaso de la batidora, yo usé la KA, y hacer un hueco en su centro. Añadir la sal en el centro del hueco y amasar a velocidad media, incorporando gradualmente el agua. El amasado debe ser muy rápido y la masa debe quedar suave y homogénea. Dejar la masa en el vaso de la batidora y cubrirla con una envoltura de plástico. Dejar reposar en un lugar cálido y alejado de corrientes de aire durante 30 minutos. Extender finamente la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y doblar en 4, metiendo los laterales hacia adentro.
Dejar reposar nuevamente durante 30 minutos en un lugar cálido y sin corrientes de aire. Repetir este proceso 4 veces en total, con 4 períodos de descanso, para que la masa quede muy elástica. Precalentar el horno a 220°C durante 30 minutos (si elige usar el horno). Dividir la masa en 3 o 4 trozos de masa y enróllela. Estirar la masa muy finamente, hasta que tenga aproximadamente 1/16 de pulgada de grosor.
Darle forma redonda.
Cocción en el horno: Colocar cada pan, uno a la vez, en la bandeja para hornear del horno caliente y hornea durante 4 a 5 minutos.
Cocción en la plancha o sartén: Colocar cada pan, uno a la vez, en una plancha muy caliente y cocinar cada pan durante aproximadamente 2 minutos por cada lado.
*Para hacer con algas nori: cuando aplanamos las bolas de masa, añadir unos trocitos de algas para que se integren en la masa. Y cocemos igual que las otras.
En un tranquilo convento irlandés, la Hermana Bridget, una monja de carácter firme y cejas siempre fruncidas, guardaba con recelo la receta secreta del mejor pan de soda del condado de Clare. Solo lo horneaba una vez al año, el día de San Patricio, y nadie sabía por qué. Un día apareció un joven pelirrojo llamado Seamus, con más pecas que sentido común, y un loro que gritaba insultos en gaélico. Alegaban estar en una peregrinación espiritual, aunque lo único espiritual que parecía interesarles era el licor de uvas fermentadas que llevaban en la mochila. La Hermana Bridget, desconfiada pero hospitalaria, les ofreció refugio por una noche. Mientras dormían en la sacristía, el loro, llamado Sean O’Pluma, se escapó, atraído por el aroma celestial que salía de la cocina. Voló en círculos hasta posarse sobre una vieja alacena, chillando:
—¡¡TRAMPA DE DUENDE!! ¡PAN MÁGICO, TRAMPA DE DUENDE!
Al oír eso, la monja se quedó pálida. Seamus despertó sobresaltado, y entre plumas, harina y confusión, salió corriendo detrás del loro. Al abrir la alacena, encontraron un libro antiguo con letras doradas: La Leyenda del Pan de Soda Encantado. Según contaba, un duende llamado Finnegan había escondido su tesoro en forma de receta. Quien lo horneara con intención pura obtendría suerte eterna. Pero si alguien codicioso la usaba, su pan explotaría en la cara. Literalmente. La Hermana Bridget confesó que había estado horneando el pan para proteger la receta de quienes quisieran abusar de ella.
—Una vez lo intentó un obispo muy goloso —dijo con una sonrisa enigmática—. Todavía tiene la ceja derecha chamuscada.
Seamus, que no era codicioso pero sí eternamente hambriento, propuso un trato, él y Sean O’Pluma guardarían el secreto si podían llevarse una hogaza cada año. Bridget aceptó, pero solo si ayudaban en la misa de San Patricio vestidos de duende y loro litúrgico. Y así fue como se creó la más extraña procesión del condado, donde un loro bendice hogazas desde el púlpito, un pelirrojo reparte pan con reverencias torpes, y una monja sonríe como quien sabe que guarda magia entre harinas.
[BAKE THE WORLD]
El pan hecho con bicarbonato de sodio se convirtió en un elemento básico en Irlanda, donde el bicarbonato de sodio fue la única levadura que podría ser utilizada con harina molida del trigo blando cultivado en su clima templado. Otra razón para la popularidad de soda del pan era que podía cocinarse sin horno en una chimenea en una olla tapada directamente sobre las brasas. Estamos a 16, día de publicar el pan del mes para Bake the World, y este mes el protagonista es un pan irlandés, fácil, sin levadura, y con una miga que sorprende, tampoco hay que amasarlo mucho ni esperar tiempo de levado.
· IRISH SODA BREAD ·
Ingredientes
250 gramos de harina de trigo
250 gramos de harina integral
2 cucharaditas de bicarbonato sódico
1 cucharadita y media de sal
375 mililitros de leche
2 cucharadas del jugo de un limón
Elaboración
Mezclar en un bol la leche con el zumo de limón, y deja reposar 15 minutos. Mientras mezclar en un bol grande las harinas con la sal y el bicarbonato. Incorporar el buttermilk. Mezclar todo bien con las manos hasta conseguir una masa homogénea, pero algo pegajosa.
Coger la masa y darle forma de bola, colocar sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal. Hacer unos cortes superficiales en forma de cruz. Meter el pan al horno precalentado a 200° C durante 25 min. Después bajar la temperatura a 180° C y hornear otros 10 min. Sacar el pan del horno y comprobar que está bien cocinado dándole unos golpes en la base, debe sonar a hueco. Finalmente dejar enfriar el pan sobre una rejilla.
La mejor forma de disfrutar de este pan es la tradicional, untándolo con mantequilla y mermelada.
Nota: si te gustan las pasas puedes añadir un puñadito a la mezcla, incluso una cucharadita de miel si te gusta algo dulce.