Había un padre y un hijo que vivían en un lugar muy lejano. Al hijo ya le había llegado la hora de buscar novia y casarse, pero por allí lo tenía mal porque no había casi nadie más. Así que su padre un buen día le dijo muy serio: Ve, hijo mío, ve hacia otra tierra a buscar una mujer que sea buena para ti.
El hijo dijo que lo pensaría, y un día que fue a buscar setas le salió de detrás una mata un hada más hermosa que el sol. Cuando la vio quedó embobado. Ella se acercó y le dijo: Busca el amor de las tres naranjas, está muy lejos. Deberás encontrar un naranjo que tiene una campanilla en cada naranja, guardado por un dragón muy maldito. Para llegar hasta este naranjo deberás pasar por cuatro puertas: la primera no tiene pestillo y hace más de siete años que bate y bate, sin que nadie la cierre; en la segunda puerta hay hormigas; la tercera puerta está rodeada de serpientes, y, en la cuarta puerta se encuentran un buen número de leones. Ten cuidado, hace siete años que todos estos animales no han comido nada.
Fue así como después de contárselo a su padre partió a buscar el amor de las tres naranjas. Anda que andarás, tras mucho camino, al fin llegó a un huerto, y allí vio la puerta que batía sin detenerse. En estas cogió un pestillo que llevaba dentro de la bolsa, y que había recogido de su casa, y lo puso en la cerradura. De esta manera esa puerta ya no batió más.
Pasado un tiempo, llegó a la segunda puerta, donde estaban las hormigas muertas de hambre que lo miraban con malos ojos, y malas intenciones. El joven, que era muy listo, sacó pan que llevaba guardado dentro de la bolsa, y se lo dió a las hormigas, quedando suficientemente llenas y así pudo pasar.
Más adelante llegó hasta la tercera puerta, entró y todo eran serpientes que lo miraban con mucha hambre mientras lo iban rodeando poco a poco. Pero él no tenía miedo, y sacó de dentro de la bolsa dos jarras de leche y unas docenas de huevos que tanto gustan a las serpientes, y así pudo pasar sin que le hicieran nada.
Llegó a la cuarta puerta, cuando la abrió vio todos aquellos leones hambrientos. Él pronto sacó cinco gallinas y trozos de carne y se lo tiró. Los leones se vertieron furiosamente sobre aquella comida, y dejaron pasar al joven.
Cuando hubo pasado la última puerta se dio cuenta de que estaba dentro de un patio muy grande, y que en un rincón, un dragón muy grande y terrorífico, todo dientes y escamas dormía junto al naranjo donde estaba el amor de las tres naranjas.
Cuando vio el dragón que dormía, sin pensarlo un momento, como un rayo, se acercó al árbol y cogió las tres naranjas, entonces empezaron a sonar las campanillas tan fuertes que despertaron el dragón. Cuando el joven lo vio tan grande, echó a correr por donde había venido. A cada puerta que pasaba, los leones, las serpientes, las hormigas y la puerta lo dejaron pasar. En cambio el dragón por ser tan malo y no les había dado de comer tuvo que luchar con ellos para poder pasar. Pero cuando llegó a la puerta, ésta no le dejó pasar y como era la puerta más fuerte del mundo, el dragón se quedó encerrado dentro mientras el joven corría con el amor de las tres naranjas.
El joven, cansado, se sentó a descansar y sacó un cuchillo de la bolsa y una naranja de las tres que llevaba. Tenía mucha sed, pero cuando la partió de la naranja salió una joven muy bonita, con el pelo castaño y muy largo, que le dijo: "Ay, qué sed que tengo! Si no me das agua desapareceré".
El joven, que estaba muy lejos de su casa y no conocía aquel bosque, buscó y buscó, pero no encontró agua y la joven desapareció. Triste, siguió caminando un rato más, hasta que partió otra naranja, y salió otra joven, de pelo rojo y tan bella como la de antes, que también le dijo: "Ay, qué sed que tengo! Si no me das agua desapareceré." Pero la joven no pudo beber porque por allí no había agua y también desapareció. Casi llegando a su casa partió la última naranja. Dentro de aquella naranja salió una joven morena, muy bella, que le dijo cuando lo vio: Ay, Qué sed que tengo! Si no me das agua desapareceré. El joven sabía que cerca había un pozo y le pudo dar toda el agua que quiso. De esta manera la salvó. Entonces la joven le preguntó: "Tú que me has salvado, que te quieres casar conmigo?". El joven le dijo que sí. Llegaron enseguida a su casa, lo contaron a su padre y se casaron. Y fueron felices y aún lo son si no se han muerto.
Rondalla Mallorquina: L'amor de les tres taronges.
Rondalla Mallorquina: L'amor de les tres taronges.
{English recipe below}
Pastel filo de queso y naranja
Ingredientes
600 g de ricotta fresca
250 g de queso crema, suavizado
165 g de azúcar
1 cucharada de harina de maíz
3 huevos
1 cucharada extracto de vainilla
60 ml de jugo de naranja
2 cucharaditas de ralladura cáscara de naranja
8 hojas de pasta filo
50 g de mantequilla sin sal, derretida
Azúcar glas, para espolvorear (opcional)
Hojas de tomillo limonero, para servir (opcional)
Molde desmontable redondo de 22 cm.
Elaboración
Precalentar el horno a 180º C. Engrasar ligeramente la base de un molde desmontable redondo de 22cm y cubrir la base y los lados con papel de hornear. Colocar la ricota, el queso crema, el azúcar, la harina de maíz, huevos, vainilla, jugo de naranja y cáscara de naranja en un procesador de alimentos y procesar hasta que quede suave. Reservar.
Cepillar la mitad de las hojas de pasta con mantequilla (al cepillar las hojas de pasta con mantequilla, colocar una toalla de cocina húmeda en la parte superior de las hojas de pasta restantes para evitar que se reseque), y sentar cada una encima de la otra para crear un rectángulo. Repetir con el resto hojas de pasta para crear un segundo rectángulo. Cubra el molde con 1 rectángulo y colocar el segundo rectángulo en cruz en la parte superior para cubrir la base y los lados del molde, dejando el exceso de masa en voladizo. Verter la mezcla de queso en el molde y alisar en una capa uniforme. Doblar el exceso de masa para encerrar y cepillar con mantequilla. Colocar en una bandeja para hornear grande y cocer durante 45 minutos o hasta que el relleno esté cocinado y que la masa esté crujiente. Dejar enfriar en el molde por completo.
Espolvorear con azúcar glas y servir con hojas de tomillo limonero.
[English recipe]
Baked ricotta and orange filo cheesecake
Ingredients
2 ½ cups fresh ricotta
250g cream cheese, softened
¾ cup sugar
1 tablespoon cornflour
2 eggs
1 tablespoon vanilla extract
¼ cup orange juice
2 teaspoons finely grated orange rind
8 sheets filo pastry
50g unsalted butter, melted
Icing confectioner’s sugar, for dusting (optional)
Lemon thyme leaves, to serve (optional)
22cm round springform cake tin
Method
Preheat oven to 350ºF. Lightly grease the base of a 22cm round springform cake tin and line with non-stick baking paper. Place the ricotta, cream cheese, sugar, cornflour, eggs, vanilla, orange juice and orange rind in a food processor and process until smooth. Set aside.
Brush half the sheets of pastry with butter (when brushing the pastry sheets with butter, place a damp tea towel on top of the remaining pastry sheets to stop them drying out), and lay each on top of each other to create a second rectangle. Line the cake with 1 rectangle and place the second rectangle crossways on top to cover the base and sides of the tin, leaving the excess pastry overhanging. Pour the ricotta mixture into the tin and smooth into even layer. Fold over the excess pastry to enclose and brush with the butter. Place on a large baking tray and cook for 45 minutes or until the filling is set and the pastry is crisp. Allow to cool in the tin completely. Dust with icing sugar and serve with lemon balm.
Fotografía: Circus day by CatyPol
Inspired: Donna Hay