Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

The Show

En el blog

Cumpleaños feliz


@catypol (1987)

Ja deia la meva padrina
que a la vida només hi venim de pas
sense saber que ens passarà
desgracies o felicitats.
Uns moriran i feliços els altres seguiran
sabent que un dia a ells el tocarà.
Hi ha gent pobre que no saben el que és viure
hi ha gent rica que tenen doblers per tirar.
Ara que la vida no es tota de color rosa
hi ha clapes negres
i a vegades grosses com un campanar.
Després de la mort no sabem que hi ha 
hi ha Deu o l'infern o un espai sense acabar.
La gent no ho sap i viu la vida dia a dia
pensant que han de fer l'endemà per menjar.
La gent fa feina sense aturar
per poder menjar un tros de pa 
eixut o banyat el migdia.
A la vida hi ha odi
ala vida hi ha guerra
no hi ha mai pau?
que és la vida?
ho saps explicar?
diguem-ho per favor
i no em tornaré equivocar.






🥂  HAPPY BIRTHDAY TO ME 🎂





Poema, vídeos y fotografías @catypol - Circus day.

Chocolate crinkles

Cuando una tirita formaba parte de la cura del dolor y las lágrimas duraban lo que duraba el “sana sanita”. 
Cuando en los cuentos de princesas, los príncipes salían del beso a una rana. 
Cuando la leche te dejaba bigote.
Cuando contabas me quiere, no me quiere, con los pétalos de una margarita, y si era sí, sonreías como una tonta y si era no, volvías a repetir para que saliera sí. 
Cuando las mariposas volaban en el estómago cada vez que te enamorabas. 
Cuando la primavera te hacía llorar de alegría y no de alergia. 
Cuando pedías un deseo a una estrella fugaz y te emocionabas por haberla visto y deseabas que se cumpliera. 
Cuando el chocolate te gustaba, y te sigue gustando, a porciones, a tableta, en taza, en bizcocho, en caramelo o en galleta.




Parece ser que la receta se originó en la primera mitad del siglo XX en la casa de Helen Fredell de St. Paul, Minnesota. En el “Cooky Carnival” de Betty Crocker (que presenta Molasses Crinkles), la Sra. Crocker escribe: “Cuando se sirvieron en Mrs. Fred Fredell's en St. Paul, Minnesota, estaban tan deliciosas que le supliqué la receta. Gracias a ella, miles de personas han disfrutado de estas galletas". 


·CHOCOLATE CRINKLES ·

Ingredientes
  • 60 gramos mantequilla 
  • 230 gramos chocolate semidulce o amargo, picado 
  • 85 gramos azúcar
  • 2 huevos grandes
  • 2 cucharaditas azúcar de vainilla
  • 195 gramos harina
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de levadura en polvo
  • 110 gramos azúcar glass tamizado 

Elaboración
  1. Funde al baño María el chocolate con la mantequilla. 
  2. Reserva. 
  3. En la batidora, bate los huevos y el azúcar hasta que espese, se vuelva una crema blanca y esponjosa (de 3 a 5 minutos). 
  4. Añade la vainilla y seguidamente el chocolate. 
  5. Sigue batiendo hasta que se mezcle bien. 
  6. En un cuenco aparte mezcla la harina, la sal y la levadura en polvo. 
  7. Agrega los ingredientes secos con el chocolate y bate hasta que se mezcle todo bien. 
  8. Tapa con film y refrigera hasta que esté firme, desde unas horas hasta toda la noche. 
  9. Precalienta el horno a 165 ºC 
  10. En la bandeja del horno pon un papel de hornear. 
  11. Coloca el azúcar glass tamizada en un cuenco profundo. 
  12. Forma bolas de unos 2.5 cm. y hazlas rodar e impregnarse bien dentro del azúcar glass. 
  13. Tiene que quedar muy pero que muy recubierto. 
  14. Coloca en la bandeja dejando separación entre ellas (unos 5 cm.).
  15. Hornea unos 10 minutos, y deja reposar 5 sobre una rejilla. 



Relato y fotografías @catypol - Circus day

Congee de pollo

Cuando llegaba el frío invierno se metía en capas de ropa, como una cebolla__decía ella, y eso le encantaba, le gustaba sentir el frío aun metida entre esas capas, decía que eso la hacía sentirse viva, con vigor para seguir adelante y notar cada parte de su cuerpo. 

Una vez, cuando su novio rompió con ella y la dejó desolada, sus amigas decidieron viajar a una isla con mucho calor, para divertirse, bailar y beber, beber hasta olvidar. Pero ella no soportaba el calor, tanto calor, decía que la asfixiaba y que hacía que el dolor se quedara dentro, sin poder salir, sin poder quitárselo de encima, el calor la aletargaba, dejaba su interior en pausa y que cuando volviera a la normalidad aún lo llevaría dentro.

Así que se fue de la isla igual que llegó, dolorosa además de quemada por el sol. Juró y perjuró que nunca volvería a quitar penas expuesta al calor. Ella necesita el frío, necesitaba sentirse viva para gritar a los cuatro vientos y en todos los idiomas que sabía, que ella era una guerrera.




El congee son gachas de arroz tradicional muy consumido en Asia. Se obtiene cocinando el arroz durante mucho tiempo en caldo o agua, siendo el grano redondo quizás el más utilizado aunque dependiendo el país también se usa grano largo. Generalmente se sirve solo pero también se le añade pollo, pescado o verduras en la versión salada, pues también existe la versión dulce. Este plato está hecho a menudo para personas mayores o niños que están convalecientes ya que es nutritivo y fácil de digerir. Es un buen desayuno a pesar de que el tiempo de cocción sea largo y también un buen plato para las penas de amor.

En mi versión, como era para comer al mediodía, le he añadido pollo y champiñones, y el caldo también era de pollo, totalmente casero. Y aunque todo lo he cocinado por separado, existe la versión de cocinarlo todo junto, al menos la última media hora de cocción del arroz. Yo prefería pasar la carne y champiñones por la plancha y darle un toque tostado. A la hora de servir lo he presentado con unas gotas de aceite de sésamo pero también le va bien salsa de soja. Es una receta muy sencilla, lo único es el tiempo de preparación que se alarga mucho, pero realmente vale la pena probarlo.

· CONGEE DE POLLO Y CHAMPIÑONES ·

Ingredientes
  • 180 g arroz redondo de grano corto 
  • 2,5 litros de caldo de pollo o agua
  • 1 pechuga de pollo (cocida) finamente fileteada
  • 8 champiñones pequeños, cortados a rodajas finas
  • Jengibre fresco picado
Aceite de sésamo o salsa de soja, para servir
Cebollino fresco cortado pequeño, para servir

La sopa.
  1. Enjuaga y escurre el arroz por 3 veces. 
  2. En una olla lleva a ebullición el arroz con el caldo o agua, remueve, baja el fuego y deja cocinar durante 1 hora, removiendo cada 15 minutos, tiene que quedar una consistencia de gachas. 
  3. Vigila que los granos no se peguen al fondo de la olla.
  4. Mientras con un poco de aceite en una sartén, sofríe el pollo fileteado con los champiñones, termina con el jengibre rallado.

Para servir. 
Reparte el arroz en 4 cuencos, reparte por encima del arroz el pollo con los champiñones, el cebollino y echa unas gotas de aceite de sésamo por encima.

Nota: la sopa puede espesarse más cuando se vaya enfriando, puedes añadir un poco de caldo de pollo para compensar. Y si no le pones soja, añade un poco de sal al caldo.


Relato, vídeo y fotografías @catypol - Circus day

Savillum

[RETO COOKING THE CHEF]

Era el siglo de oro, el que la cocina se revolucionó por el descubrimiento de nuevos productos de otras tierras, en el que ser cocinero era importante, atrás quedó el tiempo de la sobriedad, ahora las mesas se llenaban de lujuria y tentación, ellos inventaron el arte del exceso, que las guerras y la escasez nos hablan de todo lo contrario en tantas historias más cercanas a nuestro siglo, pero no en aquel siglo, que aunque solo se conociera la cuchara y el resto se comiera con las manos, atrás quedó el tiempo de lo básico para dar paso a la mesa de los poderosos, exóticas viandas.

La tarta de queso se ha convertido en el paso de los siglos, en una elaboración muy conocida y realizada alrededor del mundo, la gran conocida New York cheesecake, las variopintas tartas de queso con galletas, con mermelada, con frutas, con diferentes tipos de leche, etcétera. Y aunque ahora nada tiene que ver la que comemos o hacemos, con esta simple, básica y original tarta de queso, pienso que en aquel momento, en ese siglo debía ser un manjar de dioses, o más bien de emperadores.




El pastel de queso no sólo es uno de los postres favoritos del mundo, es también uno de los más antiguos. Se sabe que data del año 776 a.C., sin embargo, las primeras recetas de esta preparación dulce se popularizaron en el libro de Marco Porcio Catón.

Savillum es una receta romana que se encuentra en "De Agri Cultura" siglo II a.C., la obra más antigua conocida de prosa romana. Fue escrito por el político romano Catón el Viejo , un hombre conocido por su devoción por la sencillez y el amor por la vida en el campo. De acuerdo con el estilo de vida de su autor, "De Agri Cultura" es un sencillo manual de instrucciones sobre agricultura. Las recetas que aparecen son tan sencillas y rústicas como el savillum.

La receta es la siguiente:
Savillum hoc modo facito. Farinae selibram, casei P. II S una conmisceto quasi libum, mellis P. * et ovum unum. Catinum fictile oleo unguito. Ubi omnia bene conmiscueris, in catinum indito, catinum testo operito. Videto ut bene percoquas medium, ubi altissimum erit. Ubi coctum erit, catinum eximito, papaver infriato, sub testum subde paulisper, postea eximito. Ita pone cum catillo et lingula. (De Agri Cultura, 84)

Que vendría a decir algo así:
“Haz el savillum de la siguiente manera: mezcla todo junto media libra de harina, dos libras y media de queso, como para el libum, un cuarto de libra de miel y un huevo. Unta de aceite una escudilla de barro. Cuando lo hayas mezclado todo bien, échalo en la escudilla, cubre la escudilla con una tapadera de barro. Mira que lo cuezas bien por el centro, donde es más alto: cuando esté cocido, retira la escudilla, úntalo de miel, echa encima amapola molida, colócalo un poco bajo la tapadera de barro y retíralo después: sírvelo así en su escudilla y con una cuchara”
(De Agri Cultura, 84)


Las versiones online de esta receta habla de 1 huevo, de queso tipo Feta y requesón que yo no he usado, quería un pastel de queso suave no seco, eso me hizo pensar en ello que si en aquella época se lo comían con cuchara pues igual debía ser más suave que seco. También pensé que había puesto poca miel, estamos acostumbrados demasiado al azúcar pero me sorprendí, aunque si eres muy muy del dulce te sabrá a poco.
El tipo de queso que se consumía en aquel siglo era de cabra o de oveja, y elegí un feta por esa razón, por estar hecho de leche de cabra y oveja, lo del queso en crema lo hice para dar untuosidad, otras recetas usan requesón.

El resultado es delicioso, me sorprendió de verdad, no es demasiado dulce y la textura no es para nada seca en caliente, cuando se enfría si que se queda un poco seco, lo que me hace pensar que ponerle 2 huevos en lugar de 1 quizás ha ayudado, no sé, o quizás poner menos harina, si alguien lo hizo con 1 huevo ya me contarán.

Con esta receta participo en el reto de Cooking the chef de octubre: Gastronomía Íbera 

· SAVILLUM ·
  • 200 gramos de queso Feta
  • 75 gramos de queso crema
  • 2 huevos 
  • 40 gramos de harina
  • 25 gramos de miel
· Miel y semillas de amapola para decorar

Savillum.
  1. Precalentar el horno a 200º C
  2. Mezcla todos los ingredientes (yo los he mezclado con la Thermomix, sí, lo sé, tiene poco de romano pero es lo que hay, también se puede hacer bien con la túrmix, el queso feta es difícil de deshacer bien).
  3. Unta un molde de barro (el mio es muy pequeño, 16 cm. x 4 cm. "foto abajo") con un poco de aceite y esparce bien con un papel cocina. 
  4. Vierte la mezcla y hornea durante 30 minutos. 
  5. Saca y apaga el horno. 
  6. Rocia el pastel con miel y semillas de amapola y deja reposar 5 minutos dentro del horno.



Fotografías @catypol - Circus day.

Chocolate flash

Durante un tiempo fue como si el tiempo pasado fuera olvidado, los sin prisas, el poco a poco, no quieras ir tan rápido, el todo a su tiempo, y de repente nos vimos envueltos en una vorágine de corre corre que te pillo, la sensación de hastío en las colas de cualquier lugar, esa ansiedad por finalizar todo a la misma rapidez que empezamos. Hablan que la tecnología nos ha traído bienestar y, como no, esa ansiada inmediatez en aquello que hemos decidido ejecutar y lo queremos todo para ya. 

Ahora, el mundo ha parado por un tiempo, hemos visto como nuestra rápida y "acomodada" vida ha temblado y para muchos se ha desvanecido para siempre. Hemos vuelto a tener tiempo para volver a organizarnos y a tener paciencia en las colas de cualquier lugar, hemos entendido que el tiempo tiene un precio, la salud la mayor importancia, la paciencia una virtud que debemos recuperar, el contacto humano un valor altísimo y el amor todo el respeto del mundo. 





Este 2020 no está resultando el buen año que pensaba que sería cuando despedí el 2019, este año nos ha sacudido fuerte y para muchos ha sido una bendición poder recuperar valores perdidos, para otros ha sido una mala experiencia estar recluido en casa. 
Muchos hemos experimentado haciendo pan, yo experimenté con las ensaimadas, la levadura fue un producto muy vendido en los supermercados, tanto que se agotó en algunos de ellos. Incomprensiblemente el papel de wc también, no sé el significado de ello. 
Algo que preparé también llegado el verano es helado, estaba en mi lista, ¿y en la tuya?.

· CHOCOLATE FLASH ·


Ingredientes
  • 250 mililitros de leche entera
  • 200 gramos de azúcar o eritritol 
  • Un pizca de sal
  • 1 cucharadita de kuzu
  • 50 gramos de cacao puro sin azúcar 
  • 1 cucharada o sobre de café soluble 
  • 50 gramos de chocolate 99%, a trocitos
  • 125 gramos de queso en crema
  • Zipzicles (fundas para polos flash)

Elaboración
  1. Calienta la leche, el azúcar, la sal, el kuzu, el cacao y el café soluble. 
  2. Remueve hasta que hierva. 
  3. Retira del fuego y añade el chocolate, remueve hasta fundir. 
  4. Por último añade el queso y bate con la túrmix o Thermomix. 
  5. Rellena los Zipzicles con un embudo y congela. 



Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day

Felices fiestas

Celebrando un año más, deseándote lo mejor y que se cumplan tus deseos, que se repitan los abrazos y que haya de nuevos, que los besos viajen de aquí para allá, cerca y lejos, come y bebe, guarda los recuerdos bonitos y los que no lo son, que viajen al olvido. 

Celebra lo bueno y la salud, dile al vecino, si está solo que se apunte a la fiesta, si la abuela sigue con el ceño fruncido, deshazlo, como la calceta, y dale un beso por Navidad. Que no sabes si la pareja ha entendido tu carta de Navidad, da lo mismo, seguro que te sorprende y el próximo año ¡hazle un vídeo!. 

No importa si es Santa, los Reyes o quien sea ha envuelto tu regalo, lo importante aún cuando crecemos es mantenernos ilusionados, ese ratito, ese poquito, ese pasito y así cuando lo abramos sentir todo el amor que han puesto en él. 

Bones Festes




Fotografía @catypol - Circus day.




Panades

En todos los pueblos existe una casa grande, señorial, con una familia poderosa y miembros, a veces inhumanos, bellos y ricos. Donde yo vivía también. La familia Acosta tenía un viñedo, contrataba a los pueblerinos para encargarse de él y lo vendía a un alto precio en la ciudad. La señora Acosta manejaba con mano férrea toda la empresa y también a la familia. Dicen que su marido murió en extrañas circunstancia una madrugada que salió a cazar, iba solo con sus perros y a caballo, y nunca se supo que pasó, ni quién fue. Desde entonces una nube negra vive sobre el casoplón de los Acosta.

Y allí vive Sara, es la hija pequeña de la familia, algo cursi, totalmente enamorada de Keanu Reeves desde que lo vio en Matrix y es, además, malhablada, ingeniosa y sincera, cosa que a su madre no le gusta para nada y está segurísima que no conseguirá casarla con ningún terrateniente del lugar, así que la tiene trabajando en la cocina para que aprenda el oficio o a controlar su mala lengua.

La cocina la dirige Martina, señora de poco hablar y mandar mucho, pero a Sara le cae bien. Señora Martina, ¿le parece que hagamos empanadas estas fiestas?__le pregunta Sara. Hmmm! no sé Sara, ya sabes que a tu madre no le gustan__dijo la cocinera. A mi madre no le gustan, a mi madre no le gustan__se burló Sara__pero si se las come de dos en dos__dijo Sara sarcástica, y todos en la cocina se reían excepto Martina. Ssshit! que no te oiga tu madre o se va a liar, niña!__decía Martina callando a todos de golpe mientras Sara sonreía de oreja a oreja.




De pequeña nuestra Pascua familiar significaba hacer empanadas (panades), de carne y pescado, robiols y crespellines. Las mujeres de la familia nos reunimos para elaborarlas y llevamos a cocer a uno de los hornos del pueblo. Ponemos las empanadas encima de estos moldes antiguos, con un cartoncito con el nombre familiar y allá que se van. Es un ritual que seguro un día echaré de menos, mi abuela, mi madre, mis hermanas, ese día era el día de las mujeres de la familia y guardó el recuerdo como un tesoro.

Mi hijo disfrutando de las vacaciones de Pascua decidió que también quería hacer empanadas. Hace unos años hizo un taller y se lo pasó tan bien que ahora él quiere experimentar, pero con un relleno totalmente diferente al clásico, así que yo hice las clásicas de pescado y él las hizo de lo que más le gusta ¿imaginas de qué?.

· PANADES ·

Ingredientes Masa
  • 125 ml. manteca {fundida}
  • 250 ml. aceite de oliva
  • 250 ml. agua
  • Harina {la que admita}
Elaboración
  1. En un cuenco grande vierte la manteca, el aceite y el agua. 
  2. Echa la harina poco a poco y amasa al mismo tiempo hasta que la masa no se pegue a las manos. 

· RELLENOS ·
1.- Salchichas con patatas (este relleno lo eligió mi hijo, no es tradicional)

  • 6 salchichas de pollo cortadas a trocitos de unos 4 cm.
  • 2 patatas medianas cortadas a cubos pequeños
  • 100 gramos de guisantes
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva virgen extra
Mezcla todos los ingredientes, salpimienta y aliña con un poco de aceite.


2.- Mussola(Éste sí es un relleno tradicional)

  • 500 gramos de mussola (cazón), limpia sin piel ni espina, cortada a trozos pequeños
  • 150 gramos de acelgas sin tronco, cortada a trozos pequeños
  • 150 gramos de cebolla tierna, cortada a trozos pequeños
  • 100 gramos guisantes
  • Sal y pimienta
  • Pimentón
  • Aceite de oliva virgen extra
Mezcla todos los ingredientes, salpimienta, sazona con pimentón y aliña con un poco de aceite.

Elaboración
  1. Precalienta el horno a 200 º C
  2. Haz bolas con la masa y dale forma a la base (como si fuera el culo de un vaso). 
  3. No hagas la base ni muy fina, se rompería fácil, ni muy gruesa, sería muy pastosa después de cocida.
  4. Una vez que tienes la base pon el relleno que has preparado con anterioridad. 
  5. Con un poco más de masa en forma de tapa cierra las bases rellenas y haz el repulgue.
  6. Hornea durante 45 minutos o hasta que la masa esté dorada.



Relato, fotografías y receta @catypol - Circus day.

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