Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

Hi, I'm Caty and I lead this circus.

Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.

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Salchichas al tequila

Una noche Quetzalcóatl viajó al cielo para convencer a Mayáhuel que viajara con él a la tierra, le susurró al oído palabras que despertaron el interés de la bella diosa. Pero ésta no vivía sola, vivía con su malvada abuela Tzitzimime, un demonio de las estrellas que intentaba impedir que saliera el sol, y que cuando se enteró de la desaparición de su nieta viajó hasta la tierra para buscarla. La encontró convertida en árbol junto a su amor, la abuela montó en cólera y despedazó a su nieta haciendo que cada trozo del cuerpo de ésta fuera enterrado por su amado.

De ella brotó maguey, la planta que desprendió, después de una tormenta de rayos, un olor y sabor dulzón que los nativos de Jalisco creían un regalo de los dioses. Por su exquisitez fue bebida de jerarcas y sacerdotes en eventos religiosos y festividades, aunque la han convertido en lo que es años de experiencia y sabiduría humana, pero para muchos beberla sigue siendo como rozar el cielo de los dioses.

Relato Mexicano sobre el tequila.




Al principio de reunirnos el último martes de cada mes para la #cenacanalla de blogueros con Koldo, yo solía llevar el pan, pan casero y siempre diferente, los últimos meses las cenas han sido temáticas y no lo he hecho, pero es algo que suelo hacer en casa cada semana, me gusta hacer pan y además experimentar con las harinas que voy encontrando. Esta vez lo he preparado para comer con una receta experimental, el tequila, bebida que se suele usar mucho en la cocina mexicana pero que es para mi una gran desconocida, por lo que he leído de ella su sabor se pierde enseguida si es cocinada durante mucho tiempo, así que en este caso he tenido mucho cuidado a que no pasara esto. 

Ya sabéis que formar parte de Quely me dio una gran alegría por lo que cuando recibí una preciosa botella de tequila reposado Los azulejos yo estaba pensando más en gastronomía que en coctelería. Así que de un clásico gastronómico como las salchichas al vino aquí os presento a las salchichas al tequila, que con un pan casero con muy ligeras notas de hinojo con harina de centeno y trigo es un pecado hecho como si Tzitzimime lo hubiera amasado con sus estrellas.

· SALCHICHAS AL TEQUILA ·

Ingredientes 
  • 8 salchichas de pollo o de cerdo
  • 300 ml tequila reposado Los azulejos
  • El zumo de medio limón
  • 1 cebolla grande
  • 2 cucharadas de AOVE Señorios de Relleu
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra

Elaboración
Con un palillo pinchamos un poco las salchichas, las ponemos en un cuenco para macerar junto con el tequila y el zumo de medio limón. Mientras pelamos y cortamos la cebolla en juliana. En una cacerola calentamos el aceite, añadimos la cebolla y dejamos pochar a fuego suave. Añadimos las salchichas, y dejamos que se doren un poquito a fuego fuerte, salpimentamos, y añadimos el tequila donde se han macerado anteriormente la salchichas. Dejamos cocinar unos cinco minutos y sacamos del fuego. 

Servimos sobre un buen pan.

Yo les he dado forma circular en crudo (a las salchichas), las he cocinado con un palillo y después se lo he quitado, así se quedan.


Fotografías y receta @catypol - Circus day

Pesto de remolacha

Lola buscaba las ganas de acudir a la fiesta dentro de su bolso rojo Birkin, no era el bolso más apropiado para ese evento pero era el bolso que le había regalado su padre antes de morir y llevarlo con ella era como si la acompañara. Mónica decidió dejar a su vecina como cuidadora de su hijo Javier, era la primera vez que podía asistir a una fiesta y se debatía si ir o no, después de todo algún día tendría que volver a salir de casa después de ser mamá, volver a la vida social le costaba la vida. Lucía ha estado a dieta durante un año largo, prohibido tomar alcohol y comer dulce, por lo demás no había mucho peligro, no era una gran comensal e iba a todas partes corriendo. Marisa acababa de aterrizar, tenía el tiempo justo para ir a casa, cambiarse de ropa e ir a la fiesta, a ella le apetecía más irse a la cama pero había prometido ir y ella no rompía una promesa, por mucho que le tentaran las sábanas de algodón egipcio que vestían su cama.

La señora Bermúdez estaba ultimando los detalles de la fiesta y esperaba que esta vez todas sus hijas asistieran, después de que su marido la dejase sola ella necesitaba llenarse de energía y felicidad, no pensaban igual sus hijas, demasiado ocupadas, demasiado tristes, demasiado lejos, pero ella se había encargado que ellas asistieran si quería heredar lo que les había dejado su padre y sabía que todas a pesar de todo asistirían. 

Una modelo, una mamá soltera, una deportista y una mujer de negocios era lo que tenía, podían montar una gran revolución estando todas en la misma habitación y ella ya no tenía paciencia para pararla así que se limitaba a sacar bandera blanca, plato de pasta con remolacha y sonrisa de tonta, eso funcionaba, lástima no haberlo aplicado con anterioridad, habría sido una gran conquistadora, pero en casa el emperador era su marido Napoleón. 



No, no era guapo, o eso dicen de él quienes le conocieron, bajito, musculoso y muy inteligente, fue un genio militar que le tenía fobia a los gatos, además fue el responsable, entre otras muchas, de mutilar la nariz de la Esfinge de Guiza egipcia, por que ya se sabe que el que manda es el responsable y tiene toda la culpa.

Si estuviera en la cocina con la misma pasión que en las batallas habríamos podido ver Ratatouille mucho antes y seguramente en tiempos de crisis nos untaría el pan con margarina. La famosa lata de la que tanto se habla y que "solucionó" el problema alimentario de las tropas, en realidad era tan cara de producir que solamente la gente pudiente podía permitírsela, por eso alguien dijo una vez que lo mejor para ser soldado de su ejército era tener piernas de liebre, corazón de león y apetito de hormiga. Aunque eso sí, cuando faltó un bien preciado como fue el azúcar lo mejor es que hizo que se buscara una solución, y sí, la encontró, ¿a qué sabes de qué os hablo? ¡pues claro! la remolacha.

No, no he preparado un pesto dulce, cuando me he referido al azúcar anteriormente, este es un pesto delicioso y salado, con un ligero sabor a tierra, ese sabor tan peculiar de la remolacha, y que hice preguntándome si me decepcionaría pero que al probarlo me encantó. ¿Crees qué le habría gustado a Napoleón?.

Es aplicable como el pesto tradicional, igual, pero es que además si lo servimos con pasta la deja de un color precioso que te encantará, ya me contarás si decides probarlo, me gusta mucho cuando me lo cuentas.
 
· PESTO DE REMOLACHA · 

Ingredientes
  • 400 g. de remolacha pelada y cocida
  • 1 diente de ajo
  • 75 g. de avellanas (o almendras o piñones)
  • 100 g. Parmesano rallado
  • 1 cucharada de escamas de sal
  • 60 ml. Aceite de Oliva Virgen Extra Señorios de Relleu
Elaboración
Picamos las remolachas, el ajo, las avellanas, el queso y la sal en la picadora. Con la picadora funcionando le añadimos poco a poco el aceite de oliva. ¡Y listo!

Nota: Yo he usado la Thermomix para picar los ingredientes pero también es posible hacerlo con otro procesador, o en Turmix.



Con esta entrada participo en el Reto de Septiembre de Cocineros del Mundo en Google+ en el apartado salado.

Fotografías @catypol - Circus day.

Milhojas de verduras

Todos salíamos al jardín, el tiempo había mejorado, la brisa era fresca pero los rayos de sol calentaban nuestros cuerpos. La familia y los amigos que habían venido para el evento estaban riendo y compartiendo recuerdos de antes, se respiraba un ambiente de fiesta aunque todavía no habíamos empezado con ello. La abuela sonreía de satisfacción, era vivir un sueño después de todo, y estaba orgullosa de poder reunirlos a todos. 

Esa mañana se había levantado al alba, como siempre, había cogido su cesta y se había dirigido con paso firme hacía el huerto, los tomates habían enrojecido a tiempo y sabíamos que su sabor no nos defraudaría. Esta vez las berenjenas estaban colgando como zarcillos de las ramas, estaban justo en su punto y era hora de descargarlas del joyero para llevarlas a la cocina. 

Se preparaba un festín y todos colaboramos en algo, la cocina se convirtió en una fiesta y de allí empezaron a salir lo que poco tiempo después todos comeríamos con gusto. Sentados a la mesa y compartiendo pan, agua y vino, nos servimos lo que aquella mañana la abuela había recogido del huerto y que con un poco de esto y otro poco de lo otro se había convertido en algo maravilloso, como cuando cambia el tiempo y llega el sol, calor y tiempo de de celebraciones. Bon appétit.




· MIL HOJAS DE VERDURAS ·

Ingredientes

  • 4 berenjenas
  • 500 gr. tomate troceado
  • 500 gr. cebolla
  • 2 dientes ajo
  • 4 hojas de gelatina
  • Agua fría
  • AOVE Señorios de Relleu
Ingredientes para el pesto de almendra
  • 10 gr. almendras
  • 5 hojas de albahaca
  • 1 diente de ajo
  • 50 gr. parmesano
  • 25 cl. AOVE Señorios de Relleu
Sal
Pimienta

Elaboración del mil hojas de verduras 

Lavar y secar las berenjenas. Cortar el tallo y con una mandolina hacer lonchas a lo largo de un 1 cm. de espesor. Calentar una plancha con un poco de aceite y asar las lonchas, por cada lado. Reservar.

Reblandecer las hojas de gelatina en agua fría. Pelar y picar la cebolla y el ajo. En una sartén, con 2 cucharadas de AOVE sofreír la cebolla y el ajo, cuando la cebolla transparente echar el tomate y salpimentar al gusto. Dejar cocinar la salsa unos 10 minutos a fuego suave. Apagar el fuego, probar que la salsa esté en su punto de sal y añadir las hojas de gelatina, escurridas, remover para que se deshagan y se integren bien. Si la salsa quedara muy espesa podemos añadir el agua de la gelatina también.

En una fuente rectangular, un poco engrasada, cubrir el fondo con una capa de berenjenas, encima echar la mitad de la salsa, volver a cubrir con más berenjena, encima con más salsa y terminar con berenjena. Cubrir la fuente con film transparente y dejar reposar unas 10 horas o toda la noche. Si la dejas en el frigorífico, tendrás que templar antes de servirla, un poco al microondas estará bien, pero no mucho rato o se deshará. Si prefieres comerla a temperatura ambiente mejor no dejarla en el frigorífico.

Para elaborar el pesto, poner todos los ingredientes en una turmix y picar hasta formar una salsa homogénea. Servir la salsa aparte por si hubiera algún comensal que no le gusta o prefiere no comerla. Yo le puse unos hilos de chile para decorar pero puede decorarse con un poco de perejil o no decorar. Para los más pequeños igual una mil hojas es mucho, así que hice una más sencilla y que fuera más fácil de comer para ellos. 




Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Spaghetti integrales al limón

Si alguna vez contara que tuve la suerte de conocerte nadie me creería, nos sentábamos cerca del limonero que teníamos en el jardín, y me contabas las historias que vivías y que veías por el mundo. Mis ojos, llenos de admiración brillaban de envidia y soñaba que algún día me tocaría a mi vivirlo. 

No pensé que mis historias serían diferentes, ignorante de mi, tanto soñaba en las tuyas que olvidé vivir las mías propias, entre enfadada por no ser iguales y decepcionada por la diferencia dejé pasar un tiempo valioso que nunca más volvió. 

A veces es tan simple como dejarse fascinar por los aromas de un simple limonero y quedarse en silencio escuchando madurar los limones, ese punto de acidez ya se encarga la vida de ponerlo. 



El toque ácido del limón en el aliño de las ensaladas, el aroma de la piel rallada en los bizcochos, esa frase tan popular: si la vida te da limones, o esa limonada fresquita en verano que tanto nos gusta, ¿verdad qué es un fruto que puede contarnos historias? ¿qué forma parte de nuestro equipaje culinario, qué es básico y muy apreciado?. Esta vez es uno de nuestros ingredientes principales, y lo hemos convertido en un plato muy sabroso, fresco y sorprendentemente suave al paladar.

Esta es mi aportación salada al nuevo recetario de primavera verano de Cocina Prêt à porter by Kuki Square, de recetas con frutas.

· SPAGHETTIS INTREGRALES AL LIMÓN ·

Ingredientes

  • 320 gr. Espaguetis integrales
  • 2 limones
  • 250 gr. Parmesano rallado
  • 60 gr. Rúcula
  • 200 gr. Crème fraîche
  • Sal y pimienta negra

Elaboración
En una olla con abundante agua hirviendo con sal, cocinamos la pasta, unos 8 minutos al dente.
Mientras la pasta se cocina rallamos la cáscara de los limones y la mezclamos con el parmesano rallado. Limpiamos la rúcula y la picamos en trozos más o menos grandes, también añadimos la rúcula al parmesano y al limón. 

Exprimimos el zumo de un limón y añadimos a la mezcla anterior. Cuando la pasta esté cocida, colar y mezclar rápidamente con la rúcula, el parmesano y el limón, lo removemos para que se impregne la pasta y el queso se derrita y le añadimos la crème fraîche. Removemos bien y le añadimos un poco de pimienta negra. Servimos inmediatamente.


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Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Pancuit

Sentada junto la puerta de su casa, María miraba al horizonte, después de haber hecho todas las tareas que solía hacer cada día, le gustaba salir, respirar y observar el ir y venir de los vecinos, aunque cualquiera que la contemplara diría que no les prestaba atención, pero yo sabía que si le preguntaba me diría hasta el color de los ojos de cada uno que pasaba por allí, se fijaba hasta en el más mínimo detalle.

Nunca había fumado, decía que su marido lo había hecho por los dos, tampoco era una gran comensal, para ella, una sopa de ajo, le era suficiente. Le gustaba tomar una copita de vino para comer, comiera lo que comiera, aunque fueran dos galletas. Y le encantaba usar perfume de patchouli, cosa que nos sacaba un poco de quicio a los demás, pues el olor era muy fuerte para nuestras narices, pero ella nos decía que en su momento fue un artículo de lujo, y así zanjaba cualquier discusión.

Bajita, delgada, arrugada y con muy mala leche si se lo proponía, y te aseguro que se lo proponía muy a menudo, era el centro de atención de los vecinos, unos decían que por ser vieja, otros por su carácter luchador, otros por no hacerle la contraria, nosotros por quererla tanto, y Ramón por ser la mujer de su vida, sea por lo que sea, ella destacaba siempre, verla sentada junto a la puerta de casa parecía que estuviera vigilando sus dominios y eso me hacía sonreír.



Los lunes siempre son algo duros, aunque a veces no es así y pueden llegar a ser maravillosos. Eso me pasó el lunes de la semana pasada cuando fuimos convocados para visitar la fábrica Quely, esa misma de donde salen las deliciosas galletas de aceite (galetes d'oli), conocidas mejor por Quelitas (de tamaño pequeño) o Quelis. Para muchos no necesitan presentación, crecimos con ellas, forman parte de nuestra vida y también de nuestras generaciones futuras. Aunque, igual que todos crecemos, la marca también ha crecido y con ella, las opciones de comer las Quelis, nosotros dimos buena cuenta de ello.

Eramos un buen número de personas interesadas en conocer las "entrañas" de este corazón tan grande, así que convocados a buena hora, allí estábamos todos dispuestos. El equipo de Quely nos recibió con los brazos abiertos, y mientras nos enseñaba las instalaciones nos fue explicando el proceso de elaboración, empaquetado, distribución, y alguna que otra observación sobre la "aceptación" de estas galletas en otras religiones, no olvidemos que hay religiones que prohíben ciertos alimentos según el producto o cómo estén cocinados.

Y si, comimos también, por si alguien se lo estaba preguntando, el chef Tomeu Torrens del celler de Can Amer, se encargó de prepararnos unas tapas que hizo las delicias de todos, no sabría decir cuál era más rica, el conjunto de los ingredientes con los productos Quely es delicioso, pero seguro que eso muchos ya lo sabéis, ¿verdad?.




También nos propusieron elaborar una receta con alguno de sus productos, a elección libre, y aunque yo tengo una receta en el blog con sus galletas dulces, tiramisú, no era esa la que quería presentar. Yo quería presentar una receta que forma parte de mi familia, es una receta mallorquina que antes se comía en muchas casas, y que el tiempo y otros platos ha dejado atrás, pero a la que yo le tengo especial cariño pues recuerdo que era muy pequeña y ya me gustaba mucho, y en casa, mi madre, siempre me la preparaba con galletas Quely y sin tomate. 

Es una sopa que todos conocéis como sopa de ajo, pero que en Mallorca se conoce como Pancuit. Se elaboraba con pan de otros días pero a mi me gusta con galletas, es tan simple y deliciosa, que me ha parecido una buena idea para rendir homenaje a Quely y a todas las madres, abuelas o cocineras que tan gustosamente aún hoy elaboran este plato.

· PANCUIT · 
Ingredientes para 4 personas 
  • 8 ajos picados 
  • Aceite de oliva
  • 4 tomates rallados*
  • 1 litro de agua
  • 8 galletas Quely o 4 rebanadas de pan duro  
  • Sal
  • Pimienta negra
  • 1/2 cucharadita de pimentón*
  • 4 huevos, 1 por persona
Elaboración 
En una cacerola con 2 cucharadas de aceite sofreímos, a fuego muy lento, los ajos picados (a mi me gustan así, pero se pueden poner enteros chafados), cuando cojan un poco de color le añadimos el tomate y sofreímos. Al sofrito hecho le añadimos el agua y dejamos que hierva. Al romper a hervir le añadimos las galletas, las troceamos con las manos, "groseramente". Dejaremos que las galletas absorban el caldo, y cocinamos unos minutos. Salpimentamos y añadimos el pimentón, removemos. Bajamos el fuego. Cascamos los huevos, y los añadimos uno a uno al caldo, y dejaremos cocinar hasta que la clara esté blanca. Servir la sopa en cuencos y poner un huevo a cada comensal.



Nota: *Esta sopa austera y sana no lleva tomate, fruto que llegó a Europa después de la conquista de América y que no empezó a utilizarse en gastronomía mucho tiempo después. Por lo que las recetas antiguas que yo he consultado de 1638 derivadas de otras de 1431, no llevan este ingrediente. Fue mucho después que se le introdujo a la receta para darle más sabor, y no todo el que la cocina se lo pone. El pimentón también vino de allí como el tomate y lo ponemos en la sopa mucho después, como el tomate, así que la versión de arriba podría decirse que es "moderna".

"Sovint la gent benestant, però molt més sovint encara la gent pobra, menja pancuit, que és una sopa feta de pa bullit amb aigua, oli, sal i un poc d'all; de vegades s'hi posen també ous batuts". Les Balears descrites per la paraula i la imatge, de l'Arxiduc Lluís Salvador d'Àustria, 1871.

Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day

Terrina de pollo

Y llegó el tercero y último...
Reconoció Scrooge que el Espectro era alto y majestuoso cuando le vio a su lado, y entonces sintió, que su misteriosa presencia le llenaba de un temor solemne. No supo nada más, porque el Espíritu ni hablaba ni se movía.
-¿Estoy en presencia del fantasma de la Navidad futura? -dijo Scrooge.
El Espíritu no respondió, pero continuó con la mano extendida.
-Vais a mostrarme las cosas que no han sucedido, pero que sucederán en el tiempo venidero ---continuó Scrooge-, ¿no es así, Espíritu?
La parte superior de la vestidura se contrajo un instante en sus pliegues, como si el Espíritu hubiera inclinado la cabeza. Fue la sola respuesta que recibió.

(Cuento de Navidad de Charles Dickens)



· Terrina fría de pollo con pétalos ·

Ingredientes
  • 500 gr. pollo asado troceado 
  • 2 hojas de gelatina
  • 3 cucharadas de AOVE Señoríos de Relleu 
  • 1 cucharadita de Za'atar (o una mezcla de sésamo, comino y tomillo)
  • 1 pizca de pimienta negra molida 
  • Sal (ojo! el pollo asado se supone que ya lleva)
  • 50 gr. pistachos troceados
  • 6 puerros (grosor de un lápiz, o sustituir por espárragos)
  • Pétalos de flores comestibles
  • Pan, para servir

Elaboración
Escaldamos los puerros en agua hirviendo durante 90 segundos para refrescar seguidamente con agua helada. Los secamos sobre un paño o papel de cocina. En caso de que sean espárragos que ya estén cocinados.
Calentamos el aceite de oliva,  no tiene que hervir sólo calentar. Aparte mojamos la gelatina en agua fría durante 2 minutos. Sacamos y apretamos las hojas para quitarle agua y las disolvemos en el aceite caliente hasta su disolución.
En un cuenco mezclamos los trozos de pollo, el aceite, las especias (salaremos si hiciera falta) y los pistachos troceados. 
Colocamos una capa doble de film transparente sobre la superficie de cocina, quedando un rectángulo. Formamos un rectángulo en el centro, sobre el film, de pétalos de flores. Vertemos la mezcla de pollo sobre los pétalos y los extendemos con cuidado, sobre el pollo colocamos los puerros o los espárragos. Enrollamos cuidadosamente la terrina con el film transparente para formar un cilindro con los puerros en el centro. Rodamos sobre la superficie de trabajo para que salgan las burbujas y giramos los extremos del film. Los atamos con una cuerda. Refrigeramos toda la noche.
Para servir, con un cuchillo muy afilado, cortamos en rodajas y servimos con pan o pan tostado.



Feliz 2014

Fotografías @catypol - Circus day.

Pasta rellena

La mamma no dejaba de dar vueltas en la cocina, había ido al mercado y allí escuchó a los más chismosos hablar sobre un concurso de pasta con un gran premio, premio en metálico, y bueno, ella necesitaba reformar toda la cocina para poderse dedicar de una manera profesional a ella y servir desde casa a quien quisiera comer su comida. 

Estaba nerviosa cuando el papà entró para tomarse un café, fuera hacía un frío de mil demonios, como le gustaba decir a él, y a media mañana dejaba sus quehaceres y entraba a tomar café, decía, pero en realidad le gustaba ver trajinar a la mamma en la cocina, le hacía sonreír verla tan atareada que no se daba cuenta de su presencia, la admiraba hasta que ella se daba la vuelta y lo veía junto a la puerta, silencioso y completamente enamorado, ella le sonreía y le tiraba un beso al aire, que él cogía con la mano y se lo llevaba al corazón. Mi fratello y yo siempre que hablamos de eso se nos queda el corazón encogido, no creemos encontrar a alguien como él en nuestra vida, y eso, nos da envidia.

A la hora de comer, todos sentados en la mesa, la nonna presidiéndola, como siempre, la mamma desató su pasión, nos notificó que quería concursar con su receta de pasta rellena, todos la veíamos ganadora y eso le hizo especial ilusión, la confianza en la familia es importante para todos. El papà la abrazó, la beso y le dijo algo al oído, hizo que todos pusiéramos los ojo en blanco y sonriéramos, la nonna incluída, sabíamos que ella añoraba al nonno, y nosotros también.

Para mostrarnos su gratitud, la mamma nos había cocinado pasta rellena de espinacas, todos le hicimos la ola, todos cantamos palabras de cariño y todos disfrutamos del delicioso plato que nos preparó, no podía ganarle nadie más, ella era única en la cocina, la mejor.



Es una pena que hace una semana Clara fuera eliminada del concurso de Master Chef, una pena porque ella era la candidata perfecta para ganarlo, de ella hay poco que decir a estas alturas. Para unos era una bloguera con la compartimos recetas, nos animó a elaborar pan para el reto Bake the World, nos retó a concursar y a demostrar que hay más sobre la gastronomía italiana que la pizza y la pasta, en fin. Para otros ahora será la aprendiz de chef que ha elaborado el mejor ravioli del programa, en realidad es hasta ahora el mejor plato que se ha cocinado allí, y no lo dudo, ella lo hace muy bien.

· PASTA RELLENA DE MOZZARELLA, ESPINACAS Y CEBOLLA CARAMELIZADA CON SALSA DE ALBAHACA ·

Ingredientes
Para la masa 
  • 100 gr. de harina
  • 1 huevo grande
  • 1 cucharada de agua
Para el relleno
  • 1 cebolla pequeña
  • 1 cdta. azúcar moreno
  • 1 cda. AOVE Señorios de Relleu
  • 1 bola de queso mozzarella de búfala
  • 2 puñados de espinacas frescas (no lo pesé, compré una bolsa y cogí esa cantidad)
  • Sal al gusto
Para la salsa 
  • 100ml. AOVE Señorios de Relleu 
  • 1 cda. albahaca fresca picada

Elaboración
Primero con el relleno, pelamos, limpiamos y cortamos en brunoise la cebolla, reservamos. Cortamos las espinacas a trozos más pequeños. Usamos la picadora para "picar" la mozzarella, quedará mejor para el relleno, y la reservamos. 

En una sartén, ponemos la cucharada de aceite, cuando esté caliente rehogamos en él la cebolla, hasta que esté blanda pero no quemada. Le añadimos el azúcar, removemos para que se caramelice la cebolla. Seguidamente le añadimos las espinacas, y cuando ablanden retiramos del fuego. Esperamos que enfríe.
Mientras, hacemos la pasta. Mezclamos, en la amasadora o a mano, la harina, el huevo y el agua, hasta formar una masa sin grumos. Si es necesario sacamos la masa de la amasadora y terminamos de amasar a mano. Dejamos reposar mientras preparamos la máquina de pasta, en su defecto usaremos un rodillo. 
Aplanamos la masa y la pasamos por la máquina de pasta. Primero empezamos por el nº 1 o 2, y vamos pasando la masa por cada número hasta llegar al 5 o 6 que son el grosor más fino, cuanto más fino, mejor, pero con cuidado que no se rompa.

Si no tenemos máquina y lo hacemos con el rodillo debemos dejar la masa lo más fina posible.
Usamos un cortapasta de nuestro gusto para formar los círculos para la pasta. Pero antes terminamos de preparar el relleno. Añadimos la mozzarella a la cebolla y espinacas, removemos y salamos al gusto. 
Hacemos los círculos de la pasta en la masa y le vamos colocando una cucharadita de relleno en el centro del círculo y pincelamos las orillas de la masa con un poco de agua, cerramos bien asegurándonos que no dejamos aire dentro. Actuamos así con el resto de la masa, hasta terminar el relleno.
Ponemos en una olla con bastante agua con sal, al fuego. Al hervir echamos la pasta dentro. Hervimos unos 3 minutos. Mientras calentamos el aceite en una cacerola, sin hervir, añadimos la albahaca y emulsionamos ambos, cuando la cocción de la pasta esté lista, retiramos la cacerola de aceite del fuego, y la de la pasta también. Colamos bien la pasta rellena y la servimos con la salsa de albahaca.




No es un ravioli invertido pero es una delicia de pasta rellena, a nosotros nos encantó, espero lo disfruten. 


Relato y fotografías @catypol - Circus day.

O'Scarpariello

No recordaba cómo había llegado a parar dentro de aquel autocar lleno de turistas, sólo recuerdo que no quería estar sola, ¡pero en fin! ya estaba dentro. Al no haber espacio me había sentado al lado de una joven con pañuelo en la cabeza que no hacía más que mirarme, al otro lado iban sentados dos chicos que no paraban de discutir sobre la madre de uno de ellos. En el asiento delante del mío estaba un señor, solo, dormido y roncando. Y detrás llevaba un grupo de señoras maravilladas con cada cosa que veían por la ventana.

Junto al conductor iba el guía, un abuelete con camisa floreada, fan de Enrico Caruso, porque cada vez que cogía el micro nos señalaba y empezaba con un "O sole mio" y cuando vio que no sabíamos mucho de ópera fue a por el "dimmi quando tu verrai". Venir, venir, más bien íbamos nosotros a algún lugar, pero me acostumbré a ello, tanto que cuando la gente le contestaba; "dimmi quando quando quando", el "O sole mio" era un tono demasiado alto para todos.

Hicimos una parada por ahí, entre Salermo y Sorrento, para estirar las piernas y desperezarnos, respirar un poco de aire marinero y disfrutar del sol de la Campania. La joven que se sentaba a mi lado al fin dejó de mirarme para admirar el paisaje, la pareja que anteriormente discutía se sentaron en la terraza de un pequeño café, besándose. Y sí, los demás, miraban embobados a su alrededor, ¿por qué será que Italia tiene ese efecto en la gente que la visita?. 



La historia de este plato parece estar vinculada a la tradición de los “scarpari” (zapateros). Durante el descanso del trabajo, los zapateros solían comer pasta, espagueti, penne rigate o paccheri, sazonados con salsa de tomate, queso y albahaca.

Por la red se pueden encontrar muchas recetas rápidas de esta salsa, yo he decidido hacer una versión un poco más elaborada, es la que hacemos en casa cuando la preparo. Es una salsa con gran cantidad de ajo, pero que eso no os influya a la hora de prepararla, la mezcla de manteca, albahaca y el tomate hace del conjunto una delicia. La pasta fresca (usé espelta en esta) es una delicia aunque me casi siempre me lio con los números de la máquina de pasta.

· PASTA FRESCA CON SALSA SCARPARIELLO O SCARPARO ·

Ingredientes para 4 personas
  • 7 dientes de ajo pelados y prensados o triturados
  • 3 cucharadas albahaca picada
  • 2 cucharadas de manteca o mantequilla 
  • 1/2 cebolla grande picada
  • 6 cucharadas de aceite de oliva Señorios de Relleu
  • 1 hoja de laurel
  • 500 gr. tomate a trozos sin piel
  • 125 ml. vino blanco seco
  • 100 gr. tomate cherry pera
  • Sal y pimienta 
  • 350 gr. de pasta (spaghetti, tagliatelle, maccheroni...)

Elaboración
Mezclar los ajos prensados con la albahaca picada y la manteca (o mantequilla), hasta obtener una pasta. Reservar. Limpiar y cortar los tomates cherry pera por la mitad, si son muy grandes a cuñas. Reservar. En una cacerola baja rehogar la cebolla en el aceite caliente, añadir la hoja de laurel y el tomate triturado,  sal y pimienta. Rehogar todo. Añadir el vino y dejar cocinar todo a cacerola destapada, hasta que espese. Echar los tomates cherry pera. Por último añadir la pasta que teníamos reservada de manteca, ajo y albahaca, remover todo hasta que la manteca se integre bien con la salsa y retirar del fuego.
Tener la pasta que queramos usar, seca o fresca, cocinada y servir con la salsa y unas hojas de albahaca.

Bon Appetit!

Y con esta receta participo en el concurso del blog Con las zarpas en la masa patrocinado por Homenaje a la cocina y Blume. Y GANO EL TERCER PUESTO ;)



Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Puré de patatas

#diadelpuredepatatas
Todos preparados para ver el primer reality de cocina en televisión que se emite en España en el cual participa una bloguera muy conocida entre nosotros. Así que después de ver la selección de concursantes, vimos la prueba de equipos, la primera prueba, estábamos emocionados por ver a una amiga entre ellos, y bueno todos pensamos que un programa así impone, pero sabemos que ella llegará lejos.

Uno de los concursantes decide hacerse cargo del puré de patatas que acompañaba al plato del equipo, pongamos que los nervios, las ganas, lo inusual de la situación hizo que esta persona estuviera pendiente de otras cosas y terminaron por desechar el puré pues no estaba cocinado en el punto correcto. 

Os podéis imaginar las redes, estaban al rojo vivo, y entre personas que solemos cocinar (aunque no bajo esa presión) decidimos "dedicarle" un #díade a este básico de cocina que normalmente acompaña a otros platos, o forma parte de la receta en platos más elaborados.




Puré de patatas con pastel de carne

Ingredientes para el puré de patatas
  • 2 patatas grandes
  • 50ml. leche
  • 1 cda. margarina
  • Una pizca de sal 

Ingredientes para el pastel de carne
  • 1 cebolla roja
  • 1/4 brócoli
  • 150 gr. bacon ahumado a tiras
  • 65 gr. pan rallado casero
  • 1 huevo grande
  • 1 cucharada de mostaza
  • 1 rulo de queso de cabra

Elaboración
Para el puré. Pelamos y cortamos las patatas a trozos (enteras y con piel tardan más, así que a gusto de cada uno). En una olla con agua y sal hirviendo, echamos las patatas dentro y dejamos hervir hasta que al pincharlas con un cuchillo entre con facilidad (unos 20 minutos, depende del grosor de los trozos).
Apartamos del fuego, escurrimos y volvemos a meter las patatas en la olla, le añadimos la leche y la mantequilla y con una prensa patatas o si os va mejor el pasapurés, dejamos una textura suave y sin grumos. Le añadimos sal al gusto.
Apartamos y empezamos con el pastel. Encendemos el horno a 200º C. Pelamos, limpiamos y picamos en brunoise la cebolla, y el brócoli. En un cuenco mezclamos todos los ingredientes menos el rulo de cabra. Éste lo cortamos en rodajas, unas 12 irán bien.
Usamos una bandeja para magdalenas. Pincelamos los cuencos de la bandeja con un poco de aceite o con spray. Repartimos la masa anterior en cada cuenco y sobre la masa le colocamos una rodaja del queso de cabra. 
Horneamos unos 20 minutos. Sacamos la bandeja y dejamos reposar unos 10 minutos, pues así quedan más compactos y se desmoldan mejor. Desmoldar y poner en platos para servir.
Ponemos el puré de patata en una manga y servimos el pastel de carne con una bola de puré de patatas encima y decoramos con perejil.






@catypol

Pollo frito Harumi

Un joven samurai vivía junto a su hermosa esposa y su hija en una vivienda muy humilde. Eran muy discretos, y a la mujer no le gustaba dejarse ver en público. Pero un día, el reino cambió de rey, y todos los jóvenes samurai fueron llamados a conocerle y a disfrutar de una fiesta. El hombre acudió al encuentro, mientras su mujer, que era extremadamente tímida, se quedó en casa junto a su hija.

A su marido se le ocurrió llevarles a su mujer y a su hija un regalo, y le compró a su hija una muñeca y un espejo pequeño para su mujer, ya que ella no tenía ninguno. Se sorprendió cuando lo vio, aunque no sabía lo que era, así que al mirarse en él, preguntó extrañada a su marido __¿Y esta mujer tan hermosa quién es?__ Eres tú, ¡Es tu reflejo!__le contestó él. La mujer, avergonzada por su ignorancia, ocultó el espejo en un cajón y decidió dejarlo allí para que no se estropeara, ya que era un regalo de amor de su marido.

Pasaron los años. La niña crecía y la mujer envejecía. Al cabo de unos años, la mujer enfermó y unos días antes de morir, le dijo a su hija __ Cuando muera, quiero que saques un objeto que guardo en el cajón de mi cómoda. Al mirarte en él, me verás.

La mujer murió, y la hija, recordando sus palabras, sacó el espejo del cajón, y al mirarse, vio a una mujer joven y muy guapa, que sonreía al sonreír ella.Todos los días miraba el espejo, y le dedicaba bellas y tiernas palabras. Un día, su padre la descubrió hablando con el espejo__¿Qué haces, hija mía?__le preguntó su padre. __Mira papá,¡es mamá! Sonríe cuando yo sonrío. ¿No es bella? ¡Y qué joven está!__ Su padre se dio cuenta de lo que sucedía y le contestó__ Así es, hija mía, está muy hermosa, tú la ves en ese espejo y yo la veo en ti cada día. (Cuento popular japonés).
[English recipe below]



Considerada la Martha Stewart japonesa, Harumi Kurihara es, además de famosa en su país, una gran cocinera que ha traspasado fronteras y nos ha traído sus recetas. Ella se considera una ama de casa corriente pero con ocasión de viajar mucho y observar desde fuera su país, dice que una persona conoce verdaderamente su país cuando lo ha contemplado desde fuera, cuando conoce cómo lo ven los demás.

Yo tengo uno de sus libros, Harumi cada día, y sus recetas son deliciosas, y para que veáis que se puede disfrutar de un plato japonés con ingredientes que tenemos cerca, y que sabe deliciosamente bien, ésta es una de las recetas que más me ha gustado de ese libro. Servido en un cuenco, o acompañando un poco de arroz japonés, o con fideos, según Harumi esta receta tiene mucho éxito entre sus lectores, y eso que tiene más de veinte años.

En el libro nos detalla una lista de ingredientes que suele tener en casa para cocinar, uno que me ha gustado mucho es la fécula de patata o Katakuriko. Ella dice que espesa los líquidos mejor que la harina o la fécula de trigo, además los fritos quedan más crujientes. Yo era un poco escéptica sobre ese punto, ¿más crujiente?, ¿harina de patata?, pues sí, así es, y en la primera foto se ve, y además es sin gluten, no se puede pedir más.

· POLLO FRITO CON SALSA DE PUERROS ·

SIN GLUTEN

Ingredientes para 4 personas (raciones pequeñas) 
  • 500 gr. de muslos de pollo, deshuesados con piel
  • 1/2 cucharada de salsa de soja
  • 1/2 cucharada de sake
  • Fécula de patata, para rebozar el pollo
  • Aceite para freír

Para la salsa
  • 1 puerro
  • 100 ml. salsa de soja
  • 1 cda. sake
  • 30 ml. vinagre de arroz
  • 1 1/2 cdas. de azúcar
  • 1/2 cucharada de aceite
  • 1 guindilla sin semillas, picada

Elaboración
Para el pollo, (perforamos la piel con un tenedor, cortamos los trozos grandes por la mitad). En mi caso corté las pechugas (usé pechugas pues era lo que tenía en casa) en trozos medianos, perforé igual para que el condimento entrara bien. Dejamos la carne unos 10 minutos en la salsa de soja y el sake. Los vamos moviendo para que se impregnen bien.

Mientras hacemos la salsa. Picamos muy fino el puerro. Calentamos el aceite en una sartén y cuando esté caliente salteamos el puerro y la guindilla. Yo sólo el puerro. Aparte mezclamos, la salsa de soja, el sake, el vinagre de arroz y el azúcar, en un cuenco. Agregamos esta preparación a la sartén, y removemos. Cuando el azúcar se disuelva retiramos del fuego. 

Volvemos al pollo, y lo sacamos del adobo. Lo rebozamos con la fécula de patata. Mientras calentamos aceite en una sartén y cuando esté caliente freímos el pollo. Una vez hecho lo dejamos encima de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. 

Disponemos el pollo en una fuente y lo cubrimos con la salsa.



[English recipe]

· DEEP-FRIED CHICKEN WITH LEEK SAUCE ·

GLUTEN FREE

Ingredients (4 servings)
  • 500g boneless chicken thighs with skin on
  • ½ Tbsp soy sauce
  • ½ Tbsp sake
  • Corn starch for coating the chicken
  • Sunflower oil or vegetable oil for deep-frying

for the leek sauce
  • 1 leek
  • 100 ml soy sauce
  • 1 tablespoon sake
  • 30 ml rice vinegar, unseasoned
  • 1 1/2 tablespoons superfine sugar
  • 1/2 tablespoon sunflower or vegetable oil
  • 1 red chili, without seeds, roughly chopped

Method
To make the leek sauce: Pierce the leek randomly with a sharp knife and then chop finely. Mix the soy sauce, sake, rice vinegar, and sugar together in a bowl. Heat the oil in a skillet and lightly saute the minced leek and the red chili. Then add the soy sauce, the sake, rice vinegar,and sugar to the pan, stirring constantly. When the sugar has dissolved, take off the heat and set aside. Pierce the chicken skin with a fork, cut an large pieces in half, and marinade for 5 minutes in the soy sauce and sake.

Remove the chicken from the marinade and coat thoroughly with potato starch. For the best result, the chicken should be at room temperature before deep-frying. Deep-fry the chicken at a medium-high temperature. Make sure each piece is completely immersed in the oil so it cooks on the inside while remaining crispy on the outside. Remove when golden brown. Place on a serving dish and cover with the leek sauce.


Fotografías/pics @catypol - Circus day.

Migas de colirroz

Los González vivían en una encantadora casita en medio de un pequeño pueblo. Todos los domingos se reunían en la cocina y preparaban un delicioso plato de migas de pan. Sin embargo, ese domingo en particular, ocurrió algo inesperado. Marta, la madre de la familia, se había dado cuenta de que se habían quedado sin pan. La despensa estaba completamente vacía. Pero no se dieron por vencidos. Después de buscar en todas partes, decidieron improvisar y utilizar colirroz en lugar de pan. Después de todo, ¿qué podría salir mal?

La familia comenzó a preparar las migas de colirroz, sazonándolas con ajo, aceite de oliva virgen y pimentón, como siempre lo hacían. Pero justo cuando estaban a punto de darle el toque final, el abuelo González, don Manuel, frunció el ceño y exclamó: "¡Esto no es lo mismo que el pan! ¡Esto es un sacrilegio culinario!". Don Manuel era un hombre de gustos tradicionales y, cuando se trataba de migas, no aceptaba sustitutos.

Don Manuel decidió que no podía soportar la idea de comer migas de colirroz, así que, con su orgullo herido, se levantó de la mesa y se dispuso a huir de la comida. Sin embargo, su escape fue más desastroso de lo que había imaginado. Mientras intentaba escapar, tropezó con una piedra y perdió un zapato. La familia, al notar que el abuelo había desaparecido, se preocupó y salió a buscarlo. Mientras tanto, el pequeño de la familia, Lucas, que aún gateaba, se deslizó inadvertidamente por la puerta abierta y se aventuró al jardín.

La búsqueda del abuelo se convirtió en una divertida odisea. Todos los miembros de la familia se dividieron para buscar en diferentes direcciones, llamando a don Manuel, pero lo único que encontraron fue su zapato perdido. Mientras tanto, Lucas, el pequeño aventurero, gateaba por el jardín y finalmente se cansó. Se arrastró bajo una enorme hoja de una planta y, sin darse cuenta, se quedó profundamente dormido en su escondite improvisado.

Finalmente, la familia se reunió nuevamente, frustrada por no haber encontrado al abuelo. Fue en ese momento cuando notaron que Lucas había desaparecido también. El pánico se apoderó de ellos, y una nueva búsqueda comenzó de inmediato. Después de mucho tiempo de búsqueda frenética, finalmente encontraron a don Manuel, quien había decidido regresar a casa al darse cuenta de que el hambre era más fuerte que su orgullo. Mientras regresaban, escucharon risas provenientes del jardín y corrieron hacia el sonido. Allí, bajo la hoja de la planta, encontraron a Lucas durmiendo plácidamente.

La familia González suspiró aliviada y, después de reunirse, compartieron un abrazo y rieron juntos por todas las aventuras que habían vivido ese día. Don Manuel, finalmente, aceptó que las migas de colirroz no eran tan malas después de todo, y todos disfrutaron de una cena deliciosa y única, llena de risas y amor.

Desde ese día en adelante, los González recordaron la divertida odisea de las migas de colirroz y la misteriosa desaparición del abuelo y Lucas como una historia familiar que contarían una y otra vez, siempre con una sonrisa en sus rostros.



No son migas de pan pero te puedo decir que no te dejarán indiferente, te lo aseguro.


· MIGAS DE COLIFLOR ·

Ingredientes para 1 persona
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 2 ajos picados
  • 75 gramos de panceta cortada en trocitos pequeños
  • 1 cda. de pimentón dulce o ahumado
  • 200 gramos de colirroz (coliflor picada)
  • Sal
  • 2 huevos (para acompañar)

Elaboración
Sofreír en AOVE los ajos picados, a fuego bajo, añadir la panceta. Añadir el pimentón, remover. Añadir la colirroz, remover. Añadir la sal. Remover todo, dejar cocinar 3 minutos y servir.
En una sartén aparte fríe 2 huevos.
Acompañar las migas con los huevos.





Para que veas que sí hacemos pan este finde estuvimos en Madrid aprendiendo hacer pan, pan de bueno ;)


Taller de pan que hicimos Juana y yo este finde en Madrid con Javier Marca



Fotografías y vídeo @catypol - Circus day.

Pastel de verduras

Es un gusto reunirnos los blogueros mallorquines para cualquier evento, pero si repetimos lugar, repetimos blogueros y se añade alguno más que no conocíamos, podemos disfrutar como si fuera la primera vez. Y dónde repetimos? fuimos invitados por la familia Matas para volver a reunirnos en  embotits Matas. En esta ocasión además de hablaros qué hicimos y quiénes éramos, también os traigo una receta de aquí, con la sobrasada formando parte de sus ingredientes, es deliciosa. Espero os guste!




· PASTEL DE VERDURAS CON SOBRASADA ·

Ingredientes
  • 1 ramos de acelgas cocidas, escurridas y picadas
  • 50 gr. de harina
  • 1 cebolla picada
  • 1 puerro picado
  • 2 ajos picados
  • 200 gr. zanahorias ralladas o picadas
  • 100 gr. de sobrasada
  • Aceite de oliva
  • 200 ml. de nata (vegetal o no)
  • 2 dl. de caldo
  • 3 huevos grandes
  • 1 rebanada de pan remojada en leche (o agua)
  • Sal
  • Pimienta blanca molida
  • Nuez moscada

Queso de cabra (para decorar)

Elaboración
Yo he usado para picar los ingredientes una picadora.
Rehogamos en una cacerola con un poco de aceite de oliva, la zanahoria, el puerro, la cebolla y el ajo. Una vez rehogado, añadimos la harina y mezclamos todo. Le añadimos el caldo a la mezcla anterior y removemos. Sazonamos con sal, pimienta blanca molida y nuez moscada. Removemos y añadimos las acelgas, y la sobrasada en trocitos pequeños. Removemos bien y dejamos un minuto. Retiramos del fuego y dejamos enfriar. 

Cuando esté frío, precalentamos el horno a 180º C, cascamos los huevos en un cuenco, batimos con un tenedor, añadimos la nata, seguimos batiendo para integrar bien, el relleno que hemos dejado enfriar, y la rebanada de pan remojada. Mezclamos bien con el tenedor hasta que todos los ingredientes sean una masa única. Pero si lo queremos más fino podemos triturar con el turmix. Llenamos un molde, en este caso yo he usado moldes individuales, pero se puede usar un molde más grande tipo plum cake. 

Cocemos el pastel a baño María durante 45 minutos. Sacamos y dejamos enfriar. Servimos frío acompañado de un poco de queso de cabra que he quemado un poco con un soplete, es una opción mía, se puede comer sin acompañamiento.

Fotografías @catypol - Circus day.

Crema de zanahoria morada

Cuando la vi me pareció perfecta, preciosa, me enamoré, sí, estoy hablando de una receta, aunque podría hablar de una criatura, también, o de varias pues hoy es el día propicio para ello. Hoy es un día especial para los papis, recordemos aquellos maravillosos tiempos en los que nos armábamos de paciencia y le dábamos a nuestros bebes las primeras cremas, papillas, purés, y nos soplaban con la boca llena y terminábamos del color de la verdura de turno.

O cuando íbamos a alguna reunión y nos damos cuenta que teníamos una mancha, intentábamos camuflarla si podíamos con la chaqueta, para terminar sacando una foto de la cartera, ahora del móvil, y enseñar la foto, mi bebé__ nos justificamos. O cuando vamos a la compra, la criaturita en el carro y le da por llorar a viva voz, mocos, llanto, ruido, la gente te mira como si hubieras apaleado a la criatura, y tú sonríes, jeje tiene sueño__ replicas.

Nuestras pupilas destilan amor, puro, incomprensible, insomne amor. Nuestro vocabulario parece haber vuelto al paleolítico, es más gutural, y la ridiculez la dejamos plantada en la puerta de casa, pues cuando cruzamos el umbral nos convertimos en monos, cantantes, aviadores, princesas, modelos...y seguimos radiando amor, por que a pesar de todo nuestro cari, peque, rey, cuqui, moni...sabe perfectamente que a quién le cae la baba no es a él, sino a los papis, verdad?

Esta por papá...


· CREMA DE ZANAHORIA MORADA ·

Ingredientes
  • 500 gr. zanahoria morada
  • 1 cebolla grande
  • 2 patatas medianas
  • 1/2 litro de caldo de pollo o verduras (un poco más por si tuvieramos que añadir)
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 1 pizca de chile en polvo
  • 1 cdta. de curry en polvo
  • Queso de cabra
  • Pipas de girasol
  • Pipas de calabaza

Elaboración
Picamos la cebolla y la rehogamos con un poco de aceite en una olla. Añadimos las zanahorias moradas, limpias, peladas y cortadas en trozos pequeños. Añadimos también las patatas, peladas y cortadas a trozos del mismo tamaño que las zanahorias. Salamos, añadimos el chile y el curry, probamos y corregimos si fuera necesario, mezclamos bien. Rehogamos unos cinco minutos y le añadimos el caldo. 

Dejamos cocer a fuego lento durante 30 minutos, o hasta que al pinchar la verdura esté cocida. Retiramos del fuego y trituramos. Si el puré es muy espeso le añadimos un poco más de caldo y mezclamos o trituramos.

Servimos en cuencos o platos con un poco de queso de cabra y una cucharada de pipas.




Con zanahoria morada también tenemos un bizcocho en este enlace.



· Feliz día del padre ·




Relato y fotografías @catypol - Circus day

Fabes con almejas

Estábamos todo el grupo reunido en la biblioteca, Enol intentaba leer una receta de un libro asturiano mientras los demás buscábamos el ingrediente misterioso que la profesora Rogers decía que llevaba una elaboración que estudiamos en la última clase. Fue una clase muy divertida, cuando entramos al aula ella estaba terminando de cocinar, olía maravillosamente bien y todos nos miramos divertidos, nos colocamos rodeando la cocina central y dejamos que ella acabara.

Nos agradeció el silencio y empezó a servirnos un cuenco de su elaboración a cada uno y nos propuso un juego, debíamos adivinar los ingredientes, ¿os atrevéis?.- nos dijo. Desplegamos todos nuestros sentidos, lo primero que vimos fueron almejas, así que apuntó en la pizarra el primer ingrediente, el sofrito ya era más difícil aunque también era evidente que llevaba tomate, y también perejil.

Ahora pasamos al sabor y olor, ¡hum! bueno, fuimos desgranando poco a poco, al principio fue un poco al azar, ajo, cebolla, pimentón, otros fueron por recuerdos en nuestra memoria como la sal, la pimienta o agua, pero faltaba uno, ninguno pudo con ello así que lo buscábamos en la biblioteca, era nuestra tarea y la verdad es que Enol no ayudaba mucho, así que ante nuestras quejas él decidió prestarnos atención, _¿pero chicos, por qué tanto revuelo?.- nos dijo, _miren bien los ingredientes de la receta, ¿qué ingrediente le falta para que sea un buen guiso?. _CLARO.- expresamos todos, _llegarás lejos Enol, llegarás muy lejos.


Hace 20 años que tengo esta receta, en ese momento coleccionaba recetas, extraño para mi pues no andaba mucho por la cocina y era una comensal horrorosa, pero la guardé. Así que es mi primera vez que hago este plato, ya sabes que a elección (@JosinhoSilva) cocinamos una receta eligiendo un tema en común, y por temporada, tiempo y por que nos gusta se ha elegido platos que se comen con cuchara.

· FABES CON ALMEJAS · 

Ingredientes 
  • 600 gr. de fabes
  • 500 gr. de almejas
  • 2 cebollas
  • 2 dientes de ajo
  • 2 vasos de agua
  • 1 vaso de vino blanco
  • 3 tomates
  • Aceite
  • 1 cda. perejil picado
  • 1/2 cda. pimentón dulce
  • Sal y pimienta blanca

Elaboración
Poner las fabes en remojo el día anterior. Al día siguiente poner una olla con agua fría y le echamos las fabes escurridas dentro, junto con 1 tomate partido en trozos, 1 cebolla troceada, los 2 dientes de ajo pelados y cortados a trozos y un chorro de aceite. Dejamos cocer durante 1 hora y 45 minutos, tenemos que "asustar" las fabes cada vez que rompa a hervir añadiendo agua fría.

En una cazuela con un poco de aceite sofreímos la otra cebolla picada, y cuando doren añadir los tomates restantes a trocitos y el pimentón. Dejamos cocer y le añadimos las almejas lavadas, el vaso de vino, el agua, el perejil picado y salpimentamos. Cuando se abran las almejas, le añadimos las fabes escurridas. Dejamos cocer 10 minutos y servimos con la misma cazuela.




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