[RETO TIA ALIA]
De golpe la ventana se abrió y entró una bocanada de aire fresco, fue la mejor manera de darnos cuenta que ella se despedía para empezar a volar, o los allí presentes al menos así lo pensamos. Respiramos profundo y nos sentamos alrededor de la mesa, cabizbajos y tristes, pero de repente el mayor se puso a reír, al hablar nos recordó las veces que nos regañaba por habernos comido las galletas antes de la cena.
Todos sonreíamos, su cara seria y su pose erguido parecía vaticinar algún castigo, pero ella entendía muy bien que éramos niños, que disfrutábamos de su presencia y por eso nos cocinaba caprichos y dulcería. Nuestro último homenaje quizás fue cocinar para ella cuando ella no podía, volvimos a llenar la cocina de olores y sabores, y volvieron las palabras y las risas que nos animaban a seguir hasta el final. Para tía Alía.
Todos sonreíamos, su cara seria y su pose erguido parecía vaticinar algún castigo, pero ella entendía muy bien que éramos niños, que disfrutábamos de su presencia y por eso nos cocinaba caprichos y dulcería. Nuestro último homenaje quizás fue cocinar para ella cuando ella no podía, volvimos a llenar la cocina de olores y sabores, y volvieron las palabras y las risas que nos animaban a seguir hasta el final. Para tía Alía.

Hoy el espectáculo de Circus day es para ella:

Durante años hemos seguido el #retotíaAlia, un reto que empezó "traduciendo" las recetas que la tía de Carmen dejó en un recetario, y que en su momento escribió como se hacía antes, a cucharadas, pizquitas, o sin cantidades. Cada persona que participaba podíamos interpretar, añadir, y definir las recetas propuestas a nuestro libre albedrío.
Esta vez hemos venido a despedirla, a homenajearla, y a desearle felicidad esté donde esté. Yo decidí, después de rebuscar en el blog de Carmen, hacer la primera receta salada que se compartió e inauguró el reto, y la última dulce que lo concluyó.
De esta manera me uno al grupo que hoy llenaremos la red para despedirnos de Alia, de nuestra tía Alia y agradecerle los buenos momentos vividos con ella y sus recetas durante estos años, y gracias a Carmen que nos ha transmitido su legado y que permite lo usemos y disfrutemos de él.
Decir que la primera receta del reto me pareció preciosa, al leerla pensé en que igual sería difícil o engorroso formar la peritas, pero no, fue fácil y el resultado fue muy rico. Y de los mojicones fue como si lo hubieran planeado, no tengo recetas en herencia de mi familia manchega, mi padre nos cocinaba alguna vez gachas y orejas de fraile pero nunca mojicones, así qué mejor que terminar el reto con estos deliciosos bizcochitos, no creéis?. Las recetas las tenéis arriba, cada uno podrá interpretarlas a su manera y formar parte del grupo que alguna vez cocinamos sus recetas.

Hasta siempre tía Alia.
