Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

Hi, I'm Caty and I lead this circus.

Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.

The Show

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En el blog

Mattentaart

Habían decidido conocerse en un concierto de Tomorrowland, a ambos les gustaban los DJs y eso les unió, así que después de muchos mensajes creían firmemente que esa era su oportunidad de verse y ver si las fotos que se habían enviado eran ciertas. Habían quedado que cada uno llevaría una pancarta con el título de la canción que más les gustaba, a ella le gustaba Sunset, el atardecer rojo, los últimos rayos de sol, la despedida del día y ahora su canción favorita, no podría asegurar qué canción habría elegido él pero ella creía que sería The End, él le había dicho que a veces el final de algo puede ser el principio de otro algo.

Mi pancarta estaba pintada con un bonito atardecer, yo iba vestida con unos vaqueros un poco rotos con mi camiseta de la suerte verde esperanza y mis zapatillas blancas gastadas de tanto llevarlas, una mariposa en mi pelo y un chicle sabor sandía, ¡qué ilusión!. Él iba vestido con unos vaqueros negros y una camiseta blanca, deportivas rojas y un pendiente en la oreja, además del pelo cortísimo negro como el Betún. Su pancarta era negra, con una tipografía roja que ponía Demon, me hizo reír, y él rió conmigo, ¡qué ilusión!.

Fue una noche inolvidable, una pareja maravillosa y un concierto lleno hasta los topes, nos gustamos, nos besamos, bailamos juntos y separados, reímos y nos llenamos de Mattentaart, a tope, ¡qué ilusión!.



Con motivo del concurso bloganiversario de Aurélie descubrí un postre que por lo visto está protegido legalmente y etiquetado con la indicación geográfica de la Comisión Europea. La Mattentaart de Geraardsbergen. ¡Sorpresa!, para mi claro, después de estar barajando que receta flamenca podría presentar al concurso, me apetecía algo dulce pues las últimas entradas son saladas, y encontrarme esta referencia me decantó por ella.

Mattentaart es un pastel pequeño, aunque por la red he visto muchas versiones, y muchas recetas. Lo que saqué en claro, es que se usa leche cuajada, almendra, hojaldre y huevos, así que al final lo hice a mi manera, creo que el resultado os lo puedo presentar sin ningún tipo de problema ya que es una delicia. La receta está sacada de una página de turismo de Bélgica, pero yo lo cambié un poco pues no se entiende muy bien, hay ingredientes que en la elaboración no aparecen y es algo caótica, a rehacer la versión, bueno no tanto solo un poquito, y así fue, la mía es fácil, fácil y muy rica. 
Espero un día llegar a visitar esa ciudad y probarlas allí.

· MATTENTAART ·
Sin gluten

Ingredientes 
  • 2 masas de hojaldre SIN GLUTEN
  • 200 gr. de cuajada (de buena calidad o preparada en casa)
  • 25 gr. de azúcar (si te gusta muy dulce recomiendo los 50 gr.)
  • 2 huevos M
  • 45 gr. almendras molidas
  • 5 ml. ron o unas gotas de extracto de almendra
Elaboración
Si eliges hacer la cuajada en casa debes prepararla un día antes, seguir las instrucciones del fabricante, si la has comprado salta este paso. Precalentar el horno a 225º C. Preparar los moldes untando manteca y espolvorear harina. Cortar y adaptar la masa de hojaldre al molde que hayas elegido, piensa que estas tartaletas van cerradas por lo que también hay que hacer lo mismo para la tapa.
Para el relleno, separar las claras de las yemas, de los huevos, y montar las claras a punto de nieve. Verter las yemas en el vaso de la batidora junto con el azúcar, la cuajada, el ron o el extracto de almendra y la almendra molida. Batir. La crema resultante mezclarla con las claras, remover bien para que quede bien integrada. Repartir la masa entre los cuatro moldes y con la tapa que has recortado tapar los mismos, debes presionar bien los bordes para que al hornear no se abran. También hacer un pequeño agujerito en las tapas. Hornear durante 30 minutos. Sacar del horno, y con cuidado sacar las Mattentaart de los moldes. Dejar enfriar. (A mi me gustaron más al día siguiente que recién hechas).






Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Pastel de pescado

La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?. Así que un día se escapó decidida a recorrer la ciudad sin sirvientes, y a su aire, igual que si estuviera de vacaciones, sin agendas, ni protocolo, ni horario marcado. Pero no contó con él, no contó que él la cautivaría con sus palabras, con aventuras, que de otra manera jamás habría vivido, y con su atractivo. Ninguno dijo la verdad hasta que llegado el momento eran los sentimientos los que sin decir nada hablaban, no tuvieron que decirse mucho para saber cuál era el lugar de ambos, una historia que no podía terminar de otra manera.

Vacaciones en Roma fue la primera película que hizo la actriz Audrey Hepburn en el cine, y con ella ganó un Oscar a la mejor actriz principal, y con ella se hizo famosa. Rodada en 1953, en la ciudad de Roma, con escenarios auténticos, nos enseña una ciudad llena de luz y bullicio tan característico de los países Mediterráneos.

Nuestra querida Mon del blog April's Kitch, celebra su tercer aniversario, y nos propone celebrarlo con ella con un particular concurso con el que he disfrutado de principio a fin. Primero eligiendo la película, que deben ser entre los años 50 y 65, y habiendo visto de pequeña en el ciclo de cine en blanco y negro peliculas de esos años me emocionó mucho. Elegí esta película por la protagonista, dijo en alguna ocasión que ésta era una película especial para ella, además fue el inicio de una bonita amistad con Gregory Peck, y se nota la complicidad de ello en el film. A mi me encanta subida en la famosa Vespa, con esa cara de alegría, también en esta película se corta el pelo y disfruta de las cosas simples de la vida.

Pero tengo que decir que en esta película comer comen poco, la verdad, ella come un helado en la plaza de España, o pide una copa de champán, en un bar, y él un café frío. Así que mi querida Mon, nos pedías creatividad para impresionar, y yo, siendo Roma (el municipio que no la capital) bañada por el mar Mediterráneo, decidí usar uno de los frutos de este mar para hacerlo, eligiendo un pescado delicioso y colorido para que la receta presentada sea no solo deliciosa al paladar si no que también fuera bella a los ojos de todos. Además, esta receta la acompaña la película (vídeo receta), que en este caso, como yo he tenido que grabarlo ha sido Tomás el que ha seguido mis directrices para realizar la receta.



Título: Pastel de pescado

Director y editor: @catypol
Música: Michael Chapman
Reparto: Tomás
Duración: 7:15 M
Sinopsis: Se trata de una receta sencilla, con ingredientes de buen precio para todos, que si el pescado es fresco mejor pero si no es así y es congelado también va bien. Y que es tan fácil y delicioso que puede hacerlo hasta los que no se atreven a cocinar.  El final siempre es degustarlo en compañía y con amor.



 · PASTEL DE PESCADO ·

Ingredientes

  • 16 Lomos de salmonete para este molde de 21,5x11cm
  • 230 gr. merluza 
  • 230 gr. gambón
  • Aceite de oliva
  • 150 gr. cebolla
  • 2 ajos
  • 3 huevos L
  • 1 cucharada harina
  • 1 tacita caldo de pescado o verduras
  • Manteca de cerdo
  • Sal y pimienta

Elaboración
Mise en place: Limpiamos el pescado, en caso de que sea necesario. Cortamos a trozos la merluza y el gambón, reservamos 3 gambones para decorar. Picamos la cebolla y los ajos. Batimos los huevos.
Enmantecamos el molde, con manteca de cerdo (la consistencia hará que se peguen con más facilidad los lomos al molde, cosa que con el aceite no pasará). Vamos colocando/pegando los lomos de los salmonetes, a la pared del molde enmantecado, quedando la parte rosada (piel) hacía la pared del molde. Cuando los tenemos todos colocados, en la base del molde colocamos 3 gambones (si el molde fuera más grande se pondrá más cantidad, tanto de salmonetes como de gambones). Dejamos el molde preparado en el frigorífico mientras hacemos el relleno.

Ponemos aceite de oliva en la sartén, cuando esté caliente sofreímos la cebolla y los ajos. Cuando transparenten, le añadimos la harina, removemos hasta que la harina se cocine, removemos para que no se nos queme. Cuando la harina está tostada le añadimos el caldo, y removemos hasta que espese. Sacamos de la sartén y la ponemos en un plato para que enfríe. Precalentamos el horno a 180º C. Preparamos una fuente para baño María, y calentamos agua.

Una vez fría le añadimos el pescado cortado a trozos y el gambón, removemos, salpimentamos y le añadimos los huevos batidos,  y mezclamos todo el preparado. Sacamos el molde del frigo. Vertemos dentro la mezcla de pescado y huevos. Tapamos con un poco de papel de alumnio. En la fuente (para el baño María) le vertemos agua hirviendo (cuidado no quermarse), y le colocamos el molde dentro del agua. Horneamos durante 1 hora, o hasta que el relleno esté cuajado.

Servir caliente, a temperatura ambiente o fría, eso ya depende del gusto de cada uno. A mi me gusta a temperatura ambiente, que no esté fría del frigorífico. Acompañamos con verdura, o con ensalada, o con mayonesa, salsa rosa, eso también va a gusto. 

Nota: Esta es una receta mallorquina, solo que antiguamente se hacía con pescado que ahora no es tan asequible como lo era antes, y por supuesto hecha con producto totalmente Mediterráneo: cap roig (cabracho), langosta y salmonetes.


¡Ah! y con Champán o cava, para brindar por este maravilloso aniversario de April's Kitch. ¡Feliz cumple blog, qué cumplas muchos más!. 

Con esta receta participo en el concurso cocina de cine


Fotografías y vídeo: @catypol - Circus day.

Pancuit

Sentada junto la puerta de su casa, María miraba al horizonte, después de haber hecho todas las tareas que solía hacer cada día, le gustaba salir, respirar y observar el ir y venir de los vecinos, aunque cualquiera que la contemplara diría que no les prestaba atención, pero yo sabía que si le preguntaba me diría hasta el color de los ojos de cada uno que pasaba por allí, se fijaba hasta en el más mínimo detalle.

Nunca había fumado, decía que su marido lo había hecho por los dos, tampoco era una gran comensal, para ella, una sopa de ajo, le era suficiente. Le gustaba tomar una copita de vino para comer, comiera lo que comiera, aunque fueran dos galletas. Y le encantaba usar perfume de patchouli, cosa que nos sacaba un poco de quicio a los demás, pues el olor era muy fuerte para nuestras narices, pero ella nos decía que en su momento fue un artículo de lujo, y así zanjaba cualquier discusión.

Bajita, delgada, arrugada y con muy mala leche si se lo proponía, y te aseguro que se lo proponía muy a menudo, era el centro de atención de los vecinos, unos decían que por ser vieja, otros por su carácter luchador, otros por no hacerle la contraria, nosotros por quererla tanto, y Ramón por ser la mujer de su vida, sea por lo que sea, ella destacaba siempre, verla sentada junto a la puerta de casa parecía que estuviera vigilando sus dominios y eso me hacía sonreír.



Los lunes siempre son algo duros, aunque a veces no es así y pueden llegar a ser maravillosos. Eso me pasó el lunes de la semana pasada cuando fuimos convocados para visitar la fábrica Quely, esa misma de donde salen las deliciosas galletas de aceite (galetes d'oli), conocidas mejor por Quelitas (de tamaño pequeño) o Quelis. Para muchos no necesitan presentación, crecimos con ellas, forman parte de nuestra vida y también de nuestras generaciones futuras. Aunque, igual que todos crecemos, la marca también ha crecido y con ella, las opciones de comer las Quelis, nosotros dimos buena cuenta de ello.

Eramos un buen número de personas interesadas en conocer las "entrañas" de este corazón tan grande, así que convocados a buena hora, allí estábamos todos dispuestos. El equipo de Quely nos recibió con los brazos abiertos, y mientras nos enseñaba las instalaciones nos fue explicando el proceso de elaboración, empaquetado, distribución, y alguna que otra observación sobre la "aceptación" de estas galletas en otras religiones, no olvidemos que hay religiones que prohíben ciertos alimentos según el producto o cómo estén cocinados.

Y si, comimos también, por si alguien se lo estaba preguntando, el chef Tomeu Torrens del celler de Can Amer, se encargó de prepararnos unas tapas que hizo las delicias de todos, no sabría decir cuál era más rica, el conjunto de los ingredientes con los productos Quely es delicioso, pero seguro que eso muchos ya lo sabéis, ¿verdad?.




También nos propusieron elaborar una receta con alguno de sus productos, a elección libre, y aunque yo tengo una receta en el blog con sus galletas dulces, tiramisú, no era esa la que quería presentar. Yo quería presentar una receta que forma parte de mi familia, es una receta mallorquina que antes se comía en muchas casas, y que el tiempo y otros platos ha dejado atrás, pero a la que yo le tengo especial cariño pues recuerdo que era muy pequeña y ya me gustaba mucho, y en casa, mi madre, siempre me la preparaba con galletas Quely y sin tomate. 

Es una sopa que todos conocéis como sopa de ajo, pero que en Mallorca se conoce como Pancuit. Se elaboraba con pan de otros días pero a mi me gusta con galletas, es tan simple y deliciosa, que me ha parecido una buena idea para rendir homenaje a Quely y a todas las madres, abuelas o cocineras que tan gustosamente aún hoy elaboran este plato.

· PANCUIT · 
Ingredientes para 4 personas 
  • 8 ajos picados 
  • Aceite de oliva
  • 4 tomates rallados*
  • 1 litro de agua
  • 8 galletas Quely o 4 rebanadas de pan duro  
  • Sal
  • Pimienta negra
  • 1/2 cucharadita de pimentón*
  • 4 huevos, 1 por persona
Elaboración 
En una cacerola con 2 cucharadas de aceite sofreímos, a fuego muy lento, los ajos picados (a mi me gustan así, pero se pueden poner enteros chafados), cuando cojan un poco de color le añadimos el tomate y sofreímos. Al sofrito hecho le añadimos el agua y dejamos que hierva. Al romper a hervir le añadimos las galletas, las troceamos con las manos, "groseramente". Dejaremos que las galletas absorban el caldo, y cocinamos unos minutos. Salpimentamos y añadimos el pimentón, removemos. Bajamos el fuego. Cascamos los huevos, y los añadimos uno a uno al caldo, y dejaremos cocinar hasta que la clara esté blanca. Servir la sopa en cuencos y poner un huevo a cada comensal.



Nota: *Esta sopa austera y sana no lleva tomate, fruto que llegó a Europa después de la conquista de América y que no empezó a utilizarse en gastronomía mucho tiempo después. Por lo que las recetas antiguas que yo he consultado de 1638 derivadas de otras de 1431, no llevan este ingrediente. Fue mucho después que se le introdujo a la receta para darle más sabor, y no todo el que la cocina se lo pone. El pimentón también vino de allí como el tomate y lo ponemos en la sopa mucho después, como el tomate, así que la versión de arriba podría decirse que es "moderna".

"Sovint la gent benestant, però molt més sovint encara la gent pobra, menja pancuit, que és una sopa feta de pa bullit amb aigua, oli, sal i un poc d'all; de vegades s'hi posen també ous batuts". Les Balears descrites per la paraula i la imatge, de l'Arxiduc Lluís Salvador d'Àustria, 1871.

Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day

Croissants aux Amandes


La primera vez que hice cruasán sentí que esa no era mi masa preferida, me pareció difícil, y aunque el resultado fue delicioso pensé que #niloca volvía a hacerlo. Pero cosas de la vida y de Facebook, un día apareció un mini reto que hizo que me lo pensara, menos mal pues cambié totalmente mi parecer sobre esta masa que tanto me gusta. 

Gracias a Laura de Because, que empezó mostrándonos unos deliciosos Croissants aux Amandes, que ella había adquirido en la conocida pastelería "La Suiza" en Bilbao, y empezó a "maquinarse" lo que un mes después, con muchos Tweets  divertidos y WhatsApps con interrogantes ha salido a la luz. Los maestros de orquesta fueron Raúl y Virginia

Es una exquisitez que hiere nuestra sensibilidad para los que estamos a dieta, pero que si no es así podéis disfrutar tan ricamente, repitiendo si hace falta pues uno solo, y si es pequeño como los míos, te sabe a poco. A mi que me gusta compartir, decidí que era buen momento que los vecinos participaran del espectáculo, así que regalé unos cuantos, y la felicidad llegó a más gente #sindolor.



Mi receta elegida para conseguir la masa del cruasán es la del conocido Richard Bertinet, que tiene su libro Crujientes. Y la crema de almendras pertenece a Michel Roux.  


Ésta es una receta de aprovechamiento, pues se usan los cruasán duros o de días pasados, rellenándolos de la crema de almendras y horneándolos otra vez, para que el resultado sea espectacular. Si no disponéis de tiempo para hacer el hojaldre, o no os apetece, podéis usar el hojaldre elaborado de venta en comercios, o el cruasán que compréis en la panadería también vale. Es fácil, pero cuidado! no podréis parar de comerlos ;)


Feliz fin de semana!!


Bizcocho de pistachos

Descubrí que mi felicidad no es ir todo el día con una sonrisa, ni que el corazón vaya desbocado, ni tan siquiera que los pensamientos positivos que puedan pasearse por mi cabeza, sean una estaca inamovible. Ni tengo que ir regalando corazones a todo el que me rodea pero tampoco ofreciéndoles manzanas envenenadas.

Descubrí que la mía es etérea, espontánea, pedante, milagrosa y tiene mala cara cuando se levanta por la mañana. A veces me dice no toques eso, no hagas nada, mira hacía delante o pasa página. Descubrí que tiene su propio lenguaje, o yo no la entiendo o busca equilibrio y está demasiado clara. No tiene color pues un día es rojo, y al otro se vuelve malva, y si es de esos días grises no importa ya cambiará la gama.

Descubrí que está llena de pequeños detalles, de un pasado, de un presente siempre moldeable, descubrí que a veces es pena y a veces hasta lágrima. Que se va pero siempre vuelve y me sorprende despeinada. Mi felicidad no tiene nombre, ni dueño, ni casa, todo forma parte de mi y a veces hasta va de prestada.



Descubrir un libro que me gusta desde principio a fin, me hace feliz, además me encanta la maquetación del mismo. Y si me gustan todas las recetas del libro, más feliz estoy, pero no te voy hablar del libro en cuestión, si no de una receta que espero que si un día la pruebas te haga feliz (al menos un ratito) como me lo ha hecho a mi.

· BIZCOCHO DE PISTACHOS ·

Ingredientes 
  • 4 huevos
  • 180 gr. azúcar 
  • 125 ml. AOVE Delicate Señorios de Relleu
  • 220 gr. harina
  • 70 gr. crema de pistacho
  • 1 sobre levadura en polvo
  • Pistachos troceados para decorar
  • 1 poquito de miel 
Elaboración
Precalentar el horno a 200 º C. 
Preparar un molde, con el spray o untado de aceite y harina para que no pegue.

Batir en la batidora los huevos con el azúcar, hasta blanquear. Añadir la crema de pistachos. Mezclar y le añadir la harina tamizada, con la levadura en polvo. Por último mientras se mezcla, verter a la masa, el aceite y dejamos de batir cuando todo esté bien integrado.

Verter la masa en el molde y hornear 5 minutos a esa temperatura. Bajar la temperatura a 160º C durante 35 minutos. Comprobar que el bizcocho ya está listo pinchando con un tester o cuchillo y si sale limpio está en su punto. Desmoldar y dejar enfriar. Pincelar un poco con miel y espolvorear con los trocitos de pistacho para que se quede pegado.




Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Pan con chocolate

Miguel la esperaba sentado en un banco del parque, cuando la conoció sintió su corazón latir con fuerza y por un instante, el primero en su corta vida, se quedó quieto. Ahora ya son amigos, juegan todos los días juntos y se cuentan los secretos que no pueden contar a los mayores. Se acercaba el día de su primer aniversario, no era un aniversario cualquiera, fue la primera vez que se hablaron, pero no eso de decirse hola, que era lo que hacían los demás, ellos se dijeron más palabras y se gustaron.

Como viven cerca se esperan para hacer juntos el camino y reírse un poco del señor Juan que cada día arranca una flor de su jardín y se la regala a su mujer, o de Camilo que hace que se ata un cordón del zapato mientras mira de reojo a la nueva chica de la panadería. Y así el camino se les hace más ameno y divertido.

¡Ay! (suspiro) el amor, demasiado complicado, ¿o no? si tuvieran que explicarlo sólo podrían hablar de sentimientos, hay quién dice que no se define que se siente, sólo se siente. Así que cuando le pregunté a Marta: __¿tú que sientes?__ ella simplemente dijo __tengo hambre__, dejó de pintar, se acercó a su bolsita de merienda y saco chocolate, yo puse el pan y lo compartimos. ¡Así es el amor!.




Se acerca el 14 de febrero y aunque no es una fecha que celebre especialmente me gusta verla desde la perspectiva de los niños, ellos no lo ven igual, no la disfrutan igual y por supuesto no es materialista, así que el pan con chocolate de toda la vida le hemos convertido en un Circus day para disfrutar juntos. Disfruten del amor sea cual sea la edad.

· PAN CON CHOCOLATE ·

Ingredientes
Para la masa:
  • 300 gr. agua
  • 1 cubo de levadura prensada fresca
  • 540 gr. harina
  • 2 cditas. de sal
Para el montaje
  • Brochetas de madera largas y gruesas (mejor)
  • Bigotes y labios de chocolate
  • Ojos de caramelo
  • Un poco de chocolate para que haga de pegamento
Elaboración
Amasamos durante cinco minutos [con amasadora] todos los ingredientes de la masa y dejamos dentro del cuenco hasta que doble su volumen. Ponemos las brochetas de madera en remojo. Sacamos del cuenco la masa y la dividimos en cuatro partes. Con cada parte formamos un rulo largo con las manos. Enganchamos el rulo a la brocheta formando una espiral. Precalentamos el horno a 200º. Tendremos preparado un molde cuadrado con paredes altas y colocaremos las brochetas de tal modo que los extremos de ellas posen sobre los lados del molde y la parte de la masa no tocará la base. Dejamos que la masa vuelva a crecer y la untamos con un poco de aceite. Horneamos durante 20 minutos, hasta que estén doradas.
Una vez frías. Derretimos un poco de chocolate para que este actúe de pegamento entre el pan y el chocolate. Ponemos una gota detrás del bigote y los labios y pegamos sobre el pan. Lo mismo con los ojos de caramelo. Dejamos enfriar unos minutos en el frigorífico y podremos servir la merienda.




Relato y fotos @catypol - Circus day.

Canefes de 1876

María era especial, pequeña, un poco arrugada y con mucho nervio. ¡Soy vieja!__ me decía cuando hablábamos juntas. Nunca quise preguntarle la edad, pero cuando yo era pequeña ya era así. La veía moverse en la cocina igual que un bailarín en la pista. Pero niña qué cosas me dices__ me decía medio avergonzada y muerta de la risa.

No importa la edad que yo tuviera, siempre me llamaba niña y me pellizcaba la mejilla, ¡tan linda ella!. Si tenía mal de amores me preparaba chocolate y me contaba la vez que un pretendiente le regalaba cada día una flor, y un día dejó de hacerlo. Si me dolía la barriga, su arroz hervido y sus historias de princesas, príncipes y ogros hacían que no lo sintiera. Tenía remedios para el alma y nos cocinaba recetas que ella decía eran antiguas y casi olvidadas pero que recordaba con total exactitud.



Cocina mallorquina siglos XVIII · XIX. Vuelvo a la cocina antigua y aunque ahora use artilugios antes jamás pensados y los ingredientes los encuentre en tiendas especializadas o mercados y no en el corral de casa, mi intención es enseñaros lo que se cocinaba en una Mallorca que heredó mucho de los árabes cuando era su oasis, o de los catalanes cuando fue su isla paraíso, y de todas las culturas venidas de todos los rincones de mundo cuando fue puerto de muchos barcos.

Es un recorrido por mi historia gastronómica, espero que os guste, para los mallorquines que la desconocen y quieran regresar al pasado y para los demás que quizás entre ella vean similitud con la suya. En esta entrada nos trasladamos a la cocina del año 1876, siéntense a la mesa y disfruten del espectáculo.

· CANEFES ·

Ingredientes

Albóndigas:
  • Carne picada*
  • Tocino
  • 2 huevos 
  • La miga de una rebanada de pan
  • Caldo (para remojar el pan)
  • Pimienta negra
  • Harina (si se necesita)
Canefes:
  • Albóndigas
  • Tiras de tocino
Salsa:
  • Aceite de oliva
  • Cebolla *
  • Tomate
  • Caldo
  • Pimienta negra
  • Sal
Elaboración
Precalentamos el horno a 200ºC.
Para las albóndigas, se pica el tocino y me mezcla con la carne picada, los huevos, la miga de pan remojada en caldo y un poco de pimienta negra molida. Si la masa quedará un poco líquida se añadirá un poco de harina.

Para las canefes, formamos las albóndigas y las envolvemos con las tiras de tocino. Ponemos papel de hornear sobre la placa del horno y colocamos las albóndigas envueltas. Horneamos 20 minutos. (Antiguamente se freían).

Para la salsa, cortamos en brunoise la cebolla y la sofreímos en aceite de oliva, salamos, le añadimos el tomate y dejamos espesar un poco, le añadimos un poco de caldo y pimienta negra. Removemos y dejamos hervir.

Mientras sacamos las albóndigas del horno, estarán doraditas y las añadimos a la salsa. Dejamos cocer hasta que la salsa reduzca.

Servimos caliente.

Notas:
* No sé si, (como se decía en aquellos años; Mallorca es cerdo), la carne picada era de cerdo, lo que sé es que era picada al momento junto con el tocino. Yo he usado mixta de cerdo y ternera.

* He cortado la cebolla en brunoise pero no muy pequeña.


Relato y fotografías @catypol - Circus day.

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