Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

Hi, I'm Caty and I lead this circus.

Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.

The Show

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[LIQUIDS TIGHTROPE WALKERS]
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Mostrando entradas con la etiqueta Mallorca. Mostrar todas las entradas
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Robiols de llet de 1915

María cruzaba silenciosamente toda la casa para llegar desde su habitación a la cocina, siempre a la misma hora, las seis de la mañana. Su ritual, después de asearse en su habitación, era el de hacer café mientras ella terminaba con sus cosas. Y cuando el aroma inundaba la casa todos nos poníamos en funcionamiento como si fuéramos muñecos automatizados y respondiéramos a una llamada... se escuchaba caer el agua en el baño, a los niños correr por los pasillos, y a María organizarnos el desayuno igual que una maestra de ceremonias que quisiese que todos disfrutamos con su espectáculo matutino.

Seguramente recordáis a María en esta entrada que hice hace un tiempo, en ella nos presentaba un plato de la cocina mallorquina antigua. Yo espero contaros más cosas sobre ella, es un poco recelosa con su vida pero creo que si lo hago con la delicadeza que se merece pronto sabremos más. 

Como está cerca el día de las vírgenes y en Mallorca se celebraba con serenatas, buñuelos y Mistela, "desterramos" otra receta que ella seguro haría con mimo. En esta ocasión pertenece a una cuarta edición de 1915 aunque la primera edición que yo vi sea de 1874.



Cuando te relacionas con los demás, aunque sea sin interactuar, y con eso no me refiero a cuando te cruzas con alguien en la calle, no, me refiero cuando te encuentras con desconocidos en eventos sociales, por ejemplo, pero hay tanta gente que no hablas con todos, o simplemente acudes algún lugar y cruzas unas pocas palabras con alguien, o visitas un bar y hay personas sentadas tan cerca de ti que puedes escuchar sus conversaciones, incluso algunas muy íntimas. Esa percepción de lo que pasa a tu alrededor se quedará en la mente, te habrás relacionado interactuando o no, y alguien un día te sorprenderá contándote algo sobre como te vio sin que tú te hubieras dado cuenta.

Esta es la primera historia, de cómo una persona con la que me encontré una vez y tuve un breve contacto, me describió en su blog, totalmente sorprendente para mi que suelo pasar desapercibida, ella que se llama Laura trabaja en una biblioteca a la que yo fui a documentarme. Así tuve dos sorpresas, una fue la receta y la otra una entrada dedicada a Circus day, mi blog que aunque de cocina y en su título no lo pone por lo que cuesta encontrarlo, es mallorquín de nacimiento, alma y corazón.

La segunda historia fue hace mucho más tiempo y, la razón de esta entrada aunque no lo parezca, en ella conocí a otra persona, Carmen, es más comimos juntas junto a mi adorada Mamen y su marido (que en su momento vivieron en Mallorca). Pues allí conocí a la dueña del blog Rezetas de Carmen, (años después coincidí con ella y su marido en Ibiza, pero esto es otra historia), que está de aniversario y de concurso. Así que dedicado a ella también va, a ese día tan lindo que pasamos. Por lo que cuando Carmen nos pide que realicemos una receta de un libro, yo pensé en este, en un libro que me uniese por historia pues al fin y al cabo en mi vida hay muchas historias y las bonitas las he vivido con muchos de vosotros.



Aquí mi versión de Robiols de llet (buñuelos de leche)

· ROBIOLS DE LLET DE 1915 ·

Ingredientes 
  • 125 gramos de harina de trigo
  • 80 gramos de manteca de cerdo
  • 250 mililitros de leche
  • 3 huevos grandes
  • Aceite para freír
  • Azúcar para servir con los buñuelos
Elaboración
En una cacerola fundir la manteca, seguidamente añadir la leche, remover en todo momento y añadir la harina, se formará una masa más compacta. Me aseguro que la harina se ha integrado bien y no han quedado grumos, además dejo que se cocine bien. Apagar el fuego y dejar enfriar un poco, cuando no te queme al tocar la masa le vas añadiendo los huevos, uno a uno e integrándose bien antes de añadir el otro. Reservar la masa.

Calentar en una sartén aceite, bajar un poco el fuego ya que el aceite no se tiene que quemar y tiene que freír los buñuelos por dentro. Formar, con dos cucharas o con manga pastelera (yo lo probé con la manga y no me gustó el resultado por lo que para mi comodidad es mejor con dos cucharas), los buñuelos los freí en tandas de cuatro o cinco (para controlarlos mejor y no se quemen).
Una vez fritos sacar y poner sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite que tengan.



"Con esta receta participo en el concurso por el 4º cumpleblog de Rezetas de Carmen PonUnLibroEnTuCocina"



He aquí las historias de una receta, de un libro, de dos personas a las que conocí y con las que me relacioné de diferente manera. Y también de María, pero con ella la historia seguirá para descubrirnos más sobre la gastronomía antigua mallorquina.



Relato y fotografías @catypol - Circus day

Pa amb oli

Para los lugareños vivir aquí era de privilegiados, no importaba si la altura era considerable y se acordaban de ella solamente en los cortos inviernos, cuando llegaba el buen tiempo borraban de sus mentes esos meses pasados y salían a disfrutar de la belleza que los rodeaba. El lugar era visitado por personas de diferentes puntos del mundo, a nadie le dejaba indiferente la visita y si podían integrarse con los residentes se les veía a todos con cara de felicidad, se nota cuando eres bien recibido y si eres un viajante eso se agradece.

Llegaban las fiestas y los vecinos estaban con los preparativos, ilusionados se les ve trajinar por el pueblo, decoración y actividades para que la gente se divierta y como no podía ser de otra manera la comida también era la protagonista. Es típico de la zona la elaboración de un plato sencillo, muy sencillo, hecho con pan (pa moreno), tomate (tomàtiga de ramellet) una variante propia de la zona, aceite de oliva y sal, al que llaman Pa amb oli, y que además; para acompañarlo, preparan todo aquello que les apetece, léase: aceitunas, camaiot (un embutido propio del lugar), frutaverdura, hortalizas, embutidos, pescados...Bienvenidos a mi verano, bienvenidos a un lugar en donde el tiempo ha querido que todo se viva intensamente y no importa la altura.



Este mes Hecho En Mi Cocina con el número 63 (HEMC #63) organizado por Cristina del blog LeBonVivant quiere saber los ingredientes de nuestro verano, a qué sabe?, en Circus day sabe a montaña, a mar, a risas y a confidencias, sabe a huerto de mis vecinos Manolo y Mari, sabe a vino, a limonada y a piña que nos traían Biel y Esperanza, sabe a dulce y a regalos, el que nos hacía Tomás con sus mermeladas de higos de sus higueras, sabe a fiesta, sobretodo sabe a fiesta.


Pa amb oli mallorquí 


Fácil verdad? Pa moreno, tomàtiga de ramellet, Aceite de oliva y un poco de sal, y para acompañarlo?, boquerones en vinagre, raoles de pescado, escalivada, queso, fuet, aceitunas, tortilla española y tortilla de flores de calabacín (gracias a esos amigos de la red que cuando necesité asesoramiento me aconsejaron, al final me decanté por la tortilla pero guardo cada una de sus recomendaciones).



Así sabe mi verano




Y aunque pronto se termina el verano los lugareños seguirán contentos, nuestro otoño de clima cálido hará que la fiesta continúe...

Pastel de pescado

La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?. Así que un día se escapó decidida a recorrer la ciudad sin sirvientes, y a su aire, igual que si estuviera de vacaciones, sin agendas, ni protocolo, ni horario marcado. Pero no contó con él, no contó que él la cautivaría con sus palabras, con aventuras, que de otra manera jamás habría vivido, y con su atractivo. Ninguno dijo la verdad hasta que llegado el momento eran los sentimientos los que sin decir nada hablaban, no tuvieron que decirse mucho para saber cuál era el lugar de ambos, una historia que no podía terminar de otra manera.

Vacaciones en Roma fue la primera película que hizo la actriz Audrey Hepburn en el cine, y con ella ganó un Oscar a la mejor actriz principal, y con ella se hizo famosa. Rodada en 1953, en la ciudad de Roma, con escenarios auténticos, nos enseña una ciudad llena de luz y bullicio tan característico de los países Mediterráneos.

Nuestra querida Mon del blog April's Kitch, celebra su tercer aniversario, y nos propone celebrarlo con ella con un particular concurso con el que he disfrutado de principio a fin. Primero eligiendo la película, que deben ser entre los años 50 y 65, y habiendo visto de pequeña en el ciclo de cine en blanco y negro peliculas de esos años me emocionó mucho. Elegí esta película por la protagonista, dijo en alguna ocasión que ésta era una película especial para ella, además fue el inicio de una bonita amistad con Gregory Peck, y se nota la complicidad de ello en el film. A mi me encanta subida en la famosa Vespa, con esa cara de alegría, también en esta película se corta el pelo y disfruta de las cosas simples de la vida.

Pero tengo que decir que en esta película comer comen poco, la verdad, ella come un helado en la plaza de España, o pide una copa de champán, en un bar, y él un café frío. Así que mi querida Mon, nos pedías creatividad para impresionar, y yo, siendo Roma (el municipio que no la capital) bañada por el mar Mediterráneo, decidí usar uno de los frutos de este mar para hacerlo, eligiendo un pescado delicioso y colorido para que la receta presentada sea no solo deliciosa al paladar si no que también fuera bella a los ojos de todos. Además, esta receta la acompaña la película (vídeo receta), que en este caso, como yo he tenido que grabarlo ha sido Tomás el que ha seguido mis directrices para realizar la receta.



Título: Pastel de pescado

Director y editor: @catypol
Música: Michael Chapman
Reparto: Tomás
Duración: 7:15 M
Sinopsis: Se trata de una receta sencilla, con ingredientes de buen precio para todos, que si el pescado es fresco mejor pero si no es así y es congelado también va bien. Y que es tan fácil y delicioso que puede hacerlo hasta los que no se atreven a cocinar.  El final siempre es degustarlo en compañía y con amor.



 · PASTEL DE PESCADO ·

Ingredientes

  • 16 Lomos de salmonete para este molde de 21,5x11cm
  • 230 gr. merluza 
  • 230 gr. gambón
  • Aceite de oliva
  • 150 gr. cebolla
  • 2 ajos
  • 3 huevos L
  • 1 cucharada harina
  • 1 tacita caldo de pescado o verduras
  • Manteca de cerdo
  • Sal y pimienta

Elaboración
Mise en place: Limpiamos el pescado, en caso de que sea necesario. Cortamos a trozos la merluza y el gambón, reservamos 3 gambones para decorar. Picamos la cebolla y los ajos. Batimos los huevos.
Enmantecamos el molde, con manteca de cerdo (la consistencia hará que se peguen con más facilidad los lomos al molde, cosa que con el aceite no pasará). Vamos colocando/pegando los lomos de los salmonetes, a la pared del molde enmantecado, quedando la parte rosada (piel) hacía la pared del molde. Cuando los tenemos todos colocados, en la base del molde colocamos 3 gambones (si el molde fuera más grande se pondrá más cantidad, tanto de salmonetes como de gambones). Dejamos el molde preparado en el frigorífico mientras hacemos el relleno.

Ponemos aceite de oliva en la sartén, cuando esté caliente sofreímos la cebolla y los ajos. Cuando transparenten, le añadimos la harina, removemos hasta que la harina se cocine, removemos para que no se nos queme. Cuando la harina está tostada le añadimos el caldo, y removemos hasta que espese. Sacamos de la sartén y la ponemos en un plato para que enfríe. Precalentamos el horno a 180º C. Preparamos una fuente para baño María, y calentamos agua.

Una vez fría le añadimos el pescado cortado a trozos y el gambón, removemos, salpimentamos y le añadimos los huevos batidos,  y mezclamos todo el preparado. Sacamos el molde del frigo. Vertemos dentro la mezcla de pescado y huevos. Tapamos con un poco de papel de alumnio. En la fuente (para el baño María) le vertemos agua hirviendo (cuidado no quermarse), y le colocamos el molde dentro del agua. Horneamos durante 1 hora, o hasta que el relleno esté cuajado.

Servir caliente, a temperatura ambiente o fría, eso ya depende del gusto de cada uno. A mi me gusta a temperatura ambiente, que no esté fría del frigorífico. Acompañamos con verdura, o con ensalada, o con mayonesa, salsa rosa, eso también va a gusto. 

Nota: Esta es una receta mallorquina, solo que antiguamente se hacía con pescado que ahora no es tan asequible como lo era antes, y por supuesto hecha con producto totalmente Mediterráneo: cap roig (cabracho), langosta y salmonetes.


¡Ah! y con Champán o cava, para brindar por este maravilloso aniversario de April's Kitch. ¡Feliz cumple blog, qué cumplas muchos más!. 

Con esta receta participo en el concurso cocina de cine


Fotografías y vídeo: @catypol - Circus day.

Pancuit

Sentada junto la puerta de su casa, María miraba al horizonte, después de haber hecho todas las tareas que solía hacer cada día, le gustaba salir, respirar y observar el ir y venir de los vecinos, aunque cualquiera que la contemplara diría que no les prestaba atención, pero yo sabía que si le preguntaba me diría hasta el color de los ojos de cada uno que pasaba por allí, se fijaba hasta en el más mínimo detalle.

Nunca había fumado, decía que su marido lo había hecho por los dos, tampoco era una gran comensal, para ella, una sopa de ajo, le era suficiente. Le gustaba tomar una copita de vino para comer, comiera lo que comiera, aunque fueran dos galletas. Y le encantaba usar perfume de patchouli, cosa que nos sacaba un poco de quicio a los demás, pues el olor era muy fuerte para nuestras narices, pero ella nos decía que en su momento fue un artículo de lujo, y así zanjaba cualquier discusión.

Bajita, delgada, arrugada y con muy mala leche si se lo proponía, y te aseguro que se lo proponía muy a menudo, era el centro de atención de los vecinos, unos decían que por ser vieja, otros por su carácter luchador, otros por no hacerle la contraria, nosotros por quererla tanto, y Ramón por ser la mujer de su vida, sea por lo que sea, ella destacaba siempre, verla sentada junto a la puerta de casa parecía que estuviera vigilando sus dominios y eso me hacía sonreír.



Los lunes siempre son algo duros, aunque a veces no es así y pueden llegar a ser maravillosos. Eso me pasó el lunes de la semana pasada cuando fuimos convocados para visitar la fábrica Quely, esa misma de donde salen las deliciosas galletas de aceite (galetes d'oli), conocidas mejor por Quelitas (de tamaño pequeño) o Quelis. Para muchos no necesitan presentación, crecimos con ellas, forman parte de nuestra vida y también de nuestras generaciones futuras. Aunque, igual que todos crecemos, la marca también ha crecido y con ella, las opciones de comer las Quelis, nosotros dimos buena cuenta de ello.

Eramos un buen número de personas interesadas en conocer las "entrañas" de este corazón tan grande, así que convocados a buena hora, allí estábamos todos dispuestos. El equipo de Quely nos recibió con los brazos abiertos, y mientras nos enseñaba las instalaciones nos fue explicando el proceso de elaboración, empaquetado, distribución, y alguna que otra observación sobre la "aceptación" de estas galletas en otras religiones, no olvidemos que hay religiones que prohíben ciertos alimentos según el producto o cómo estén cocinados.

Y si, comimos también, por si alguien se lo estaba preguntando, el chef Tomeu Torrens del celler de Can Amer, se encargó de prepararnos unas tapas que hizo las delicias de todos, no sabría decir cuál era más rica, el conjunto de los ingredientes con los productos Quely es delicioso, pero seguro que eso muchos ya lo sabéis, ¿verdad?.




También nos propusieron elaborar una receta con alguno de sus productos, a elección libre, y aunque yo tengo una receta en el blog con sus galletas dulces, tiramisú, no era esa la que quería presentar. Yo quería presentar una receta que forma parte de mi familia, es una receta mallorquina que antes se comía en muchas casas, y que el tiempo y otros platos ha dejado atrás, pero a la que yo le tengo especial cariño pues recuerdo que era muy pequeña y ya me gustaba mucho, y en casa, mi madre, siempre me la preparaba con galletas Quely y sin tomate. 

Es una sopa que todos conocéis como sopa de ajo, pero que en Mallorca se conoce como Pancuit. Se elaboraba con pan de otros días pero a mi me gusta con galletas, es tan simple y deliciosa, que me ha parecido una buena idea para rendir homenaje a Quely y a todas las madres, abuelas o cocineras que tan gustosamente aún hoy elaboran este plato.

· PANCUIT · 
Ingredientes para 4 personas 
  • 8 ajos picados 
  • Aceite de oliva
  • 4 tomates rallados*
  • 1 litro de agua
  • 8 galletas Quely o 4 rebanadas de pan duro  
  • Sal
  • Pimienta negra
  • 1/2 cucharadita de pimentón*
  • 4 huevos, 1 por persona
Elaboración 
En una cacerola con 2 cucharadas de aceite sofreímos, a fuego muy lento, los ajos picados (a mi me gustan así, pero se pueden poner enteros chafados), cuando cojan un poco de color le añadimos el tomate y sofreímos. Al sofrito hecho le añadimos el agua y dejamos que hierva. Al romper a hervir le añadimos las galletas, las troceamos con las manos, "groseramente". Dejaremos que las galletas absorban el caldo, y cocinamos unos minutos. Salpimentamos y añadimos el pimentón, removemos. Bajamos el fuego. Cascamos los huevos, y los añadimos uno a uno al caldo, y dejaremos cocinar hasta que la clara esté blanca. Servir la sopa en cuencos y poner un huevo a cada comensal.



Nota: *Esta sopa austera y sana no lleva tomate, fruto que llegó a Europa después de la conquista de América y que no empezó a utilizarse en gastronomía mucho tiempo después. Por lo que las recetas antiguas que yo he consultado de 1638 derivadas de otras de 1431, no llevan este ingrediente. Fue mucho después que se le introdujo a la receta para darle más sabor, y no todo el que la cocina se lo pone. El pimentón también vino de allí como el tomate y lo ponemos en la sopa mucho después, como el tomate, así que la versión de arriba podría decirse que es "moderna".

"Sovint la gent benestant, però molt més sovint encara la gent pobra, menja pancuit, que és una sopa feta de pa bullit amb aigua, oli, sal i un poc d'all; de vegades s'hi posen també ous batuts". Les Balears descrites per la paraula i la imatge, de l'Arxiduc Lluís Salvador d'Àustria, 1871.

Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day

Canefes de 1876

María era especial, pequeña, un poco arrugada y con mucho nervio. ¡Soy vieja!__ me decía cuando hablábamos juntas. Nunca quise preguntarle la edad, pero cuando yo era pequeña ya era así. La veía moverse en la cocina igual que un bailarín en la pista. ¡Pero niña qué cosas me dices!__ me decía medio avergonzada y muerta de la risa.

No importa la edad que yo tuviera, siempre me llamaba niña y me pellizcaba la mejilla, ¡tan bonita ella!. Si tenía mal de amores me preparaba chocolate y me contaba la vez que un pretendiente le regalaba cada día una flor, y un día dejó de hacerlo, no pasó nada siguió adelante. Si me dolía la barriga, su arroz hervido y sus historias, casi sacadas de las rondaies, con princesas, príncipes y ogros hacían que no lo sintiera. Tenía remedios para el cuerpo y alma y nos cocinaba recetas que ella decía eran antiguas y casi olvidadas pero que recordaba con total exactitud.



Cocina mallorquina siglos XVIII · XIX. Volver a la cocina antigua y aunque ahora use artilugios antes jamás pensados y los ingredientes  encontré en tiendas o mercados y no en el corral de casa, mi intención es enseñarte lo que se cocinaba en una Mallorca antigua. Esta es mi interpretación de esta receta, espero que te guste, para los mallorquines que la desconocen y quieran regresar al pasado y para los demás que quizás entre ella vean similitud con la suya. En esta entrada nos trasladamos a la cocina del año 1876, siéntate a la mesa y disfruta del espectáculo.


· CANEFES DE 1876 ·

Ingredientes

Albóndigas
  • 100 gramos de carne picada mixta de cerdo y ternera
  • 50 gramos de tocino
  • 1 huevo grande
  • 30 gramos de miga de pan
  • 3 cucharadas de caldo para remojar el pan
  • Pimienta negra y sal al gusto
  • 15 gramos de harina, solo si lo necesita
Canefes
  • 6 albóndigas
  • 6 tiras de tocino finas
Salsa
  • 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • 200 gramos de tomate triturado
  • 50 gramos de cebolla
  • 100 mililitros de caldo
  • Pimienta negra al gusto
  • Sal al gusto

Precalentamos el horno a 200ºC.

Elaboración
Las albóndigas. Picar el tocino y mezclar con la carne picada, el huevo, la miga de pan remojada en el caldo, sal y un poco de pimienta negra molida. Si la masa quedará un poco líquida se añadirá la harina.

Las canefes. Formar 6 albóndigas y envolverlas con las 6 tiras de tocino. Poner papel de hornear sobre la placa del horno y colocar las albóndigas envueltas. Hornear 20 minutos. (Antiguamente se freían).

La salsa. Picar la cebolla y sofreír en aceite de oliva, añadir el tomate y dejar espesar un poco, añadir el caldo y pimienta negra molida y sal. Remover y dejar hervir. Mientras sacar las albóndigas del horno, estarán doraditas y añadirlas a la salsa. Dejar cocer hasta que la salsa reduzca. Servir caliente.






Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Duquesses

Amontonados sobre el suelo, formando una especie de trono, había pavos, gansos, piezas de caza, aves caseras, suculentos trozos de carne, cochinillos, largas salchichas, pasteles, barriles de ostras, encendidas castañas, sonrosadas manzanas, jugosas naranjas, brillantes peras y tazones llenos de ponche, que oscurecían la habitación con su delicioso vapor.

Cómodamente sentado sobre este lecho se hallaba un alegre gigante de glorioso aspecto, que tenía una brillante antorcha de forma parecida al Cuerno de la Abundancia, y que la mantenía en alto para derramar su luz sobre Scrooge cuando éste llegó atisbando alrededor de la puerta.
-¡Entrad!- exclamó el Espectro-. ¡Entrad y conocedme mejor, hombre!
Scrooge penetró tímidamente e inclinó la cabeza ante el Espíritu. Ya no era el terco Scrooge que había sido, y aunque los ojos del Espíritu eran claros y benévolos, no le agradaba encontrarse con ellos.
-Soy el fantasma de la Navidad Presente -dijo el Espíritu-. ¡Miradme!(Cuento de Navidad de Charles Dickens).



Antigua receta mallorquina. "Duquesses" son unas empanadas rellenas típicas mallorquinas, tenemos la versión dulce rellena de requesón y también existió la versión salada rellena de langosta para la delicia de los paladares nobles de aquella época.

· DUQUESSES MALLORQUINES ·

Ingredientes para 12 unidades
  • 2 tazas de harina de trigo 
  • 1/2 taza de aceite de oliva
  • 30 gr. azúcar
  • 1 clara de huevo
  • 100 ml. vino blanco seco
  • 250 gr. carne de langosta cocida (o bogavante, o cangrejo) cortada en trocitos
  • 1 cebolla picada
  • 2 tomates pelados y troceado
  • 1/2 cda. harina
  • 1/2 taza de leche
  • Nuez moscada
  • Sal
  • Pimienta

Elaboración
Mezclar la harina con el aceite, el azúcar, la clara de huevo y el vino blanco. Trabajaremos la masa hasta que ésta se nos despegue de los dedos. Reservamos.
En una sartén rehogamos la cebolla hasta que esté transparente. Añadir el tomate, y remover, dejar que se cueza. Incorporar la cucharada de harina y la leche. Remover y agregar a la salsa la langosta a trozos. Condimentamos con un poco de nuez moscada, sal y pimienta. Cocemos unos minutos.
Extendemos la masa sobre una superficie enharinada hasta un grosor de 1/2 centímetro más o menos. Precalentamos el horno a 180ºC. Engrasamos una bandeja de magdalenas (con aceite o con spray). Con un cortapastas redondo vamos formando las placas que luego colocaremos en la bandeja de magdalenas, formando así la base de las duquesses.
Rellenamos las bases con el relleno de langosta. Horneamos unos 45 minutos o hasta que la masa esté dorada.




Y hoy llegó el segundo...

Sopes Mallorquines

No les puedo describir lo que sentí cuando Yolanda me propuso para seguir con el desafío, pero empecemos por el principio. Un día Patricia nos anuncia un nuevo juego, ¿Quién viene a cenar?, y de pronto se sentó en su mesa la mismísima Caperucita Roja, (roja estaba yo de envidia), pasó el testigo a Carmen, y ella cenó con la elegante Cocó Chanel, (con Nº5?), y al fin Yolanda, que nos descubrió una Sra. Merkel diferente hasta ese momento (yo me quedé con la boca abierta), y en esas fue cuando ella me notificó quién vendría a cenar a casa.





Verdaderamente desafiante y difícil reto el que me propuso hace hoy 20 días. Al principio me llevé las manos a la cabeza ¡qué sea lo que Dios quiera! pero después pensé ¿quién dijo miedo? será un honor para mi cocinar para uno de los mejores cocineros españoles. Modestamente, claro, no voy a convertirlo en una pesadilla y al final tenga que cerrar el "chiringuito", así que me puse a buscar un poco de información sobre mi invitado, que a estas alturas seguro ya sabéis que es Alberto Chicote

Y digo me puse a buscar un poco de información sobre mi invitado por que todos conocemos la parte más mediática de él, y a mi me gusta saber que preferencias tiene quien viene a comer a casa, si tienen intolerancias, o son vegetarianos, si prefieren carne o pescado y él no iba a ser una excepción. De entrada descubrí que no come huevos (los aborrece), come más pescado (es más pescadero, dice él) y le encanta el jamón; del bueno, eso sí, ¿yyy? que le gusta la gastronomía mallorquina, (¡uff, menos mal! no sé si me atrevería cocinarle unos callos con garbanzos). 

Alberto Chicote dejó el rugby por la cocina, cuando lo explicó la primera vez me quedé asombrada, después pensé que mirándolo bien me recordaba a un amigo escocés, pelirrojo que también jugaba al rugby, pero bueno igual estaba yo divagando. También es arquero, no de fútbol ni de balonmano, es de los que tiran con arco, vamos, ya veis que tiene ese punto diferente que gusta mucho, ¿eh?, además de ser un gran cocinero con muchos años de experiencia y mucho trabajo bien hecho (eso lo sabemos todos y no es peloteo), pero sobre todo se califica de gustos sencillos, habla bien de sus compañeros de oficio, visita a menudo a sus amigos mallorquines y es así de natural y abierto cuando cualquiera se le acerca y le pide una foto, espero que si algún día llega a esta entrada se sienta halagado pues yo estoy muy contenta de tenerlo como invitado. "Las cosas sencillas funcionan mejor que las cosas complejas" .- Alberto Chicote. 

Ahora os estaréis preguntando qué le he cocinado yo a Alberto Chicote, pues reuniendo un poco de aquí y un poco de allí, me he decantado por un plato tradicional mallorquín, algo que él ha comido ya en Mallorca, y que sé que le gusta. Lo quiero presentar bien, con todas las palabras y sentimientos que me han movido cocinar este plato. Decir que es una receta familiar, que en otras ocasiones he cocinado con mi madre, como él hace con su familia a veces, sobre todo en Nochebuena, y que los ingredientes son buenos buenos...



Las Sopes Mallorquines son un plato tradicional mallorquín, hecho con caldo de verduras y rebanadas finas de pa moreno o pan payés mallorquín. Se hace con verduras de temporada y se le añaden trozos de carne magra de cerdo, aunque este paso es opcional, además del "botifarró", que es un embutido mallorquín, y la sobrasada, por todos sobradamente conocida. Se cocina en una "greixonera" (cacerola de barro) y suele comerse acompañado de "olives trencades mallorquines" (aceitunas partidas mallorquinas), aunque esto puede ser un poco particular en cada casa mallorquina. Decir también que en Mallorca hay diferentes tipos de sopes, las sopes mallorquines de invierno, de verano, de carboner, de matanzas...


· SOPES MALLORQUINES ·

Ingredientes para 4 personas
  • 3 cebolletas
  • 1 tomate grande o 2 tomates de ramallet 
  • 1/2 col 
  • 1 manojo de acelgas
  • 1/2 coliflor
  • 1 manojito de perejil
  • 3 ajos
  • 1 pimiento rojo
  • 2 botifarrons mallorquins 
  • 1 poco de sobrasada mallorquina 
  • 200 gr. carne magra (en este caso, escalope de jamón)
  • 250 gr. pan de sopes mallorquines
  • 750 ml. agua
  • 100 gr. Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Olives trencades (hechas por mi mamá)
Elaboración
Mise en place: cortamos la cebolleta en brunoise. Pelamos y troceamos el tomate. Picamos los ajos y el perejil, por separado. Cortamos el botifarrons en rodajas, y troceamos la sobrasada y la carne magra. Troceamos el resto de verduras. A la col le quitamos el tronco.
Cocción: Ponemos el agua a hervir. Sofreímos en una cacerola de barro con el aceite de oliva, la carne magra, hasta que se dore un poco, le añadimos el ajo y la cebolleta, pasados unos minutos echamos el tomate y el perejil. Removemos. Y le vamos añadiendo el resto de verdura troceada poco a poco. Cuando todo el sofrito esté un poco hecho le añadimos el agua hirviendo. Removemos. Cuando empiece a hervir otra vez, le añadimos la sobrasada y los botifarrons. Probamos una vez integrados, probablemente la sobrasada se deshará en la cocción pero nos dejará ese color característico del pimentón, además del sabor. Probamos antes de salpimentar. Salpimentamos al gusto. Y dejamos que termine la cocción hasta que la verdura esté blanda y la carne hecha.

Finalizada la cocción se retira todo el caldo y la verdura de la cacerola. En la cacerola pondremos una capa de rebanadas de pa de sopes, sobre ellas le vertemos un cucharón de caldo, encima otra capa de rebanadas de pan y otra de verduras, pero sin caldo. Iremos formando capas hasta terminar toda la verdura. Serviremos enseguida y acompañaremos de olives trencades (aceitunas partidas).



Pero ésto sigue, ahora debo pasar el testigo a alguien y debo decirle quién va a cenar a su casa, no? así que lanzó el desafío a:

Ahora Juana tienes 20 días para prepararle una rica comida al Jorobado de Notre Dame, supongo que no tendrá que secuestrar a nadie para ello y celebrará el acontecimiento con campanadas de alegría. Esperamos ansiosos el día 26 para venir a ver el resultado.

Y yo me quedo con el precioso logo que Patricia nos diseñó y que con orgullo ya forma parte de este Circo, y agradecerle lo divertido y bonito que ha sido participar, además de agradecer también a Yolanda por hacerme partícipe. 

Y vosotros, qué receta le hubierais cocinado a Alberto Chicote? todo un reto, no creéis? 


Receta y fotografías @catypol - Circus day.

Rosquillas de hierbas

Se acercaba una semana festiva y yo no había avisado a la familia de mi llegada, esperaba sorprenderles y llegar a tiempo para ayudarles a preparar todo. Me gustaba levantarme temprano y entrar en la cocina la primera, aunque nunca fue así, siempre se levantaban todas antes que yo y a mi me daba la sensación de llegar tarde y me entristecía, por mucho que dijeran que ellas acaban de entrar en la cocina no lo parecía viendo las ollas echar humo encima de los fogones friendo rosquillas o alguna otra elaboración.

Mi abuela me abrazaba y me ofrecía té antes de ponerme un delantal y contarme que este ritual nunca debe perderse, mi madre ponía los ojos en blanco como si entendiera que las nuevas generaciones no lo seguiríamos, a mi me dolía un poco el corazón, sabía que no siempre estaríamos todas. Mi hermana suele empezar las mañanas con café, a ella las infusiones no la espabilan y la abuela, aunque también se lo preparaba, no le entusiasmaba, cosa que hacía que ella también pusiera los ojos en blanco como mamá e hiciera que me diera cuenta que se parecían mucho las dos, eso me hacía sonreír.

También se reunía con nosotras la hermana de papá, solo nos tenía a nosotros y no nos gustaba que estuviera sola, así que también se apuntaba a todos los eventos, mi mamá y ella congeniaban muy bien y se la pasaban hablando sobre tal o cual persona, cuando pasaba eso papá siempre huía, sabía demasiado sobre las batallitas de ellas en el pasado y aunque él no ponía los ojos en blanco, sus muecas eran muy graciosas, yo me parecía mucho a él y eso me hacía sonreír.

Así que cuando llegué a casa, no quise entrar con mi llave, toqué el timbre y esperé ansiosa ver sus caras de alegría, hacía mucho que no estaba en casa y lo echaba de menos. Se oían pasos hacía la puerta, y me preparé para gritar ¡sorpresaaaaa! y abrir mis brazos en señal de regalo por volver al hogar.

[English below]



Anualmente, en casa, hacemos licor de hierba, yo no, en realidad le gusta hacerlas a Tomás. Así que como puedes imaginar tenemos cosecha anual que, a veces, regalamos y muy poquísimas veces consumimos, yo no, Tomás, yo me dedico a hacer elaboraciones con ellas, como estas rosquillas, aunque no tengo una fecha fija para hacerlo me gusta sorprenderlo cuando las hago.

· ROSQUILLAS DE LICOR DE HIERBAS ·


Ingredientes
  • 3 huevos 
  • 150 gramos de azúcar
  • 100 mililitros de aceite
  • 50 mililitros de licor de hierbas mallorquinas
  • Ralladura de limón
  • 500 gramos de harina
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 1 pellizco de sal
  • Aceite para freír
  • Azúcar para rebozar
Elaboración 
Batir el azúcar con los huevos. Añadir el aceite, el licor de hierbas, la ralladura de limón y la harina tamizada con la levadura y amasar, tiene que quedar una masa pegajosa pero manejable. Formar una bola con la masa y envolverla en film transparente. Dejar que repose en la nevera un par de horas, para que sea más fácil manipularla.

Untar la encimera y nuestras manos con aceite y formamos bolitas con la masa, del tamaño que queramos que nuestras rosquillas y hacer un agujero en el centro de la bola.

Calentar aceite en una sartén y freír las rosquillas, con cuidado de que no se quemen ni queden crudas por dentro. Para ello, el aceite que tenemos en la sartén lo ponemos a fuego medio sin que llegue a humear, si el fuego es fuerte las rosquillas se harán demasiado por fuera y quedarán crudas por dentro.

Cuando estén doradas por ambos lados, sacarlas de la sartén y poner sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sin esperar demasiado, las rebozamos en azúcar.



[English recipe]

· HERBAL LIQUEUR DOUGHNUTS ·

Ingredients
  • 3 eggs 
  • 150 grams of sugar
  • 100 millilitres of oil
  • 50 millilitres of Mallorcan herbs
  • Lemon zest
  • 500 grams of flour
  • 1 sachet of baking powder
  • 1 pinch of salt
  • Oil for frying
  • Sugar for coating
Method
Beat the sugar with the eggs. Add the oil, herb liqueur, lemon zest and the flour sifted with the yeast and knead. The dough should be sticky but still manageable. Form the dough into a ball and wrap it in cling film. Leave to rest in the fridge for a couple of hours to make it easier to handle.

Grease the worktop and your hands with oil and form the dough into small balls, the size you want your doughnuts to be and make a hole in the centre of the ball.

Heat oil in a frying pan and fry the doughnuts, taking care not to burn them or leave them raw inside. To do this, place the oil in the frying pan over a medium heat without smoking. If the heat is too high, the doughnuts will be overcooked on the outside and raw on the inside.

When they are golden brown on both sides, take them out of the pan and place them on absorbent kitchen paper to remove the excess oil. Without waiting too long, coat them in sugar.



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Mantegats mallorquins

Todos hemos esperado alguna vez escuchar sus campanillas encima del tejado, nos hemos dormido pensando en despertarnos cuando su risa inundara la silenciosa noche y deseábamos estar despiertos cuando bajase por la chimenea, esa mezcla de esperanza e ilusión nos ha recorrido por nuestro pequeño cuerpo alguna vez en nuestra vida. 
Este año ocurrirá lo mismo, volverá a salir del Polo Norte, volverá a recorrer el Mundo en una noche, las campanillas se escucharán nuevamente y la luz roja de su nariz guiará a través de la tormenta. Abrígate de abrazos, siéntete el más importante de tu mundo, besa a todos con fuerza y ruido, como cuando eras pequeño, y sigue la luz, la luz que hará que todos juntos a pesar de los problemas, de los sinsabores, de la tormenta, hagan que la Navidad sea una ¡Feliz Navidad!.



Esta es una antigua receta mallorquina sobre un producto que en su momento era muy consumido aquí, y en Navidad. Ya que sólo se compone de azúcar, manteca disuelta y harina, muchas casas podían "costearlo". Con estos ingredientes se hacen los mantecados mallorquines, ahora de venta en hornos y pastelerías y pocas veces hecho en casa, una pena porque son muy fáciles de hacer y muy ricos.

La receta no tiene cantidades, y es así de fácil:
La misma cantidad de azúcar que de manteca disuelta más la harina que necesite (hasta que nuestras manos salgan limpias del amasado), precalentar el horno a 180 ºC, estirar la masa con un rodillo y sobre la mesa de trabajo, con un cortapastas redondo hacer los mantecados (intentar que sean del mismo grosor), prepararlos en una bandeja de horno con papel de hornear, y hornear unos 8 -10 minutos.
Al estar calientes están blanditos, pero al enfriarse se endurecen un poco. Cuando están fríos espolvorear con azúcar glasé.

Nota: si no tienes cortapastas redondo puedes usar un vaso para cortar la pasta, y si quieres hacer el árbol úsalo de diferentes medidas.





Fáciles y muy ricos, así que con esta receta participo en el concurso de recetas navideñas del blog Sweet and Sour, receta dulce.



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Ensaimadas

Catalina estaba sentada delante de un ordenador de la biblioteca, iba a estudiar allí pues en su casa había tanto alboroto que ni el emperador Majencio, el perro, conseguía paz entre tanto ruido, ladraba hasta quedarse sin voz, y cansado salía al patio a dormir de lo exhausto que quedaba. Por eso, Catalina, salía corriendo de casa y se refugiaba en la biblioteca, demasiados hermanos pequeños.

Le gustaba tanto leer como aprender, de donde sea, incluso a través de Internet, era su "herramienta" nueva y desde que la descubrió, la verdad, no leía tanto como era habitual en ella, su padre decía que estaba enganchada y su madre se enfadaba cuando por cualquier cosa que pasaba ella tenía solución según San Google, cosa que al no ser entendida asustaba a la mujer y terminaba por castigarla en su habitación justo cuando quería ver el poco rato de televisión que se permitía al día.

¡Oh, porca misèria!__pensaba Catalina toda enfurruñada. La verdad es que el enfado le duraba poco a su madre y se presentaba en la habitación con una taza de chocolate y una ensaimada, la animada a comérselo y le pedía paciencia, ella era de otra generación y con tanto niño en casa y tanto lloro, canto, chillido y ruido había perdido la santa paciencia hacía mucho, si san Google podía proporcionarle un saco lleno terminaría rezándole a él, __Mamá, Google es un buscador__decía Catalina con la boca llena, __bueno, pues que me busque el saco de paciencia y lo alabaré__sonreía su madre. Catalina la admiraba, no sabía como pero su madre era mejor que Internet, sobretodo cuando la enseñaba que rectificar, hacerse perdonar y a querer, eso no lo encontraría en Internet.





Actualizado: En 2014, tuve el privilegio de que mi querida amiga Cristina del blog 1000 antojos me llevara al horno de Ca'n Delante en la localidad mallorquina de Inca y allí me enseñaran como hacen ellos las ensaimadas, me gustó tanto, estoy tan agradecida de tener amigas como ella, la quiero un montón. Así dibujé los pasos que ellos me enseñaron:


25 de noviembre, Santa Catalina, sí, mi santo, aunque yo no soy muy del santoral suelo celebrar el día ya que mi madre también se llama así, pero no es un día especial, al menos no como otros lugares de España que Santa Catalina es la patrona y se celebra cada uno a su manera. Supongo que debido a la historia de esta Santa que está acompañada de una rueda, uno de los símbolos de su martirio, tiene un dulce, que no conozco, llamado las ruedas de Santa Catalina, y si va de ruedas o mejor dicho de círculo, el que sí conozco y amo, es la ensaimada mallorquina, redonda y con interior hecho a capas, que más que ser un martirio es una delicia que nadie debe perderse.

· ENSAIMADAS ·
Ingredientes
  • 1 huevo
  • 2 vasos de agua de 70 gramos cada uno
  • 110 gramos de azúcar
  • 15 gramos de levadura prensada
  • 400 gramos de harina de fuerza 
  • Sal (un pellizco)
  • Manteca de cerdo
  • Aceite (para untar la mesa donde se estira)
  • Azúcar en polvo (para espolvorear )

Elaboración
Romper el huevo dentro de un lebrillo y remover bien. Calentar un vaso de agua (70 gramos) y fundir el azúcar en él. Verter en el lebrillo y mezclar. Fundir la levadura usando 70 gramos de agua restante un poco tibia y añadir al lebrillo. Añadir la harina y la sal poco a poco y mezclar bien hasta conseguir una masa lisa. Untamos la masa con un poco de aceite y la dejamos dentro del lebrillo hasta que doble el volumen.

Amasar para sacar el aire y dividir la masa en 6 partes iguales. Poner un poco de aceite sobre la mesa y estirar cada parte con un rodillo, tienen que quedar muy muy finas. Untar muy generosamente con manteca sobre la masa. Estirar con las manos la masa para que quede más fina posible, si alguna vez se rompe no pasa nada. Enrollamos la masa, que quede un rulo. Dejar reposar los rulos hasta que la masa pierda nervio, más o menos una hora. Después estirarlos rulos para que queden lo más finos posibles. 

Forrar 2 bandejas de horno con papel de hornear y hacer una espiral sobre ella con cada porción. Dejar espacio entre las curvas de la espiral, para que al levar la masa no se monte sobre la masa. Guardar las bandejas en el horno con un vaso de agua y dejar levar las toda la noche. Es importante, porque las ensaimadas deben fermentar con lentitud para que queden bien. Pasado este tiempo, calentar el horno a 200º C y cocer unos 10-12 minutos.

Una vez frías espolvorear con azúcar en polvo por encima.






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