Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

Hi, I'm Caty and I lead this circus.

Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.

The Show

[ENTRANCE]
Entradas
[CIRCUS RING]
Pista central
[CLOWN BREAD]
Pan-yasos
[SWEET JUGGLING]
Dulces malabares
[FESTIVAL SOMERSAULT]
Festival de piruetas
[LIQUIDS TIGHTROPE WALKERS]
Líquidos equilibristas
[MALLORCA]
Mallorca
[CHRISTMAS]
Navidad

En el blog

Pollo frito

En Shimoda, un pequeño pueblo costero, Haruki vivía una vida tranquila y rutinaria. Tenía 23 años, trabajaba medio turno en una tienda de manga y el resto del tiempo dibujaba el suyo propio, que llevaba años sin terminar. Su único lujo: un pollo frito de la combini los viernes por la tarde.

Todo habría seguido igual si no fuera por la llegada de Carmen. Carmen era su nueva vecina, una española de pelo rizado, voz alta y carácter muy entrometido. Había llegado al edificio con una bicicleta roja, una maleta gigante y una bola de discoteca bajo el brazo.

—¿Tú sabes dónde venden buen karaage? —le preguntó el primer día, asomándose por su ventana. Haruki, que apenas hablaba con nadie que no fuera de papel o tinta, solo señaló hacia la combini de la esquina.

Carmen no se dio por vencida. A la semana siguiente, ya se había infiltrado en su rutina de viernes. —Hoy lo compramos juntas, ¿vale? Y luego me enseñas ese manga tuyo que escondes. El pollo frito crujía bien. El manga, según Carmen, “necesitaba más besos y menos peleas”. Haruki se sonrojó. Ella se rió. Así empezó un verano raro.

Cada tarde salían en bicicleta. Carmen llevaba su bola de discoteca atada al manillar, diciendo que cualquier sitio podía ser una pista de baile si uno lo deseaba lo suficiente. Algunas noches subían al tejado del edificio, colgaban la bola con una cuerda de tender y la alumbraban con la linterna del móvil. Bailaban en silencio, con los grillos de fondo y la luna iluminando las vistas.

Un día, Carmen no tocó a su ventana. Ni al siguiente. Haruki esperó una semana antes de decidirse a subir al tejado con la bola de discoteca que ella había dejado olvidada. Allí, junto a la cuerda y un sobre con su nombre, encontró una nota:

"Me vuelvo a casa, pero tu historia no termina. Que tu manga tenga pollo frito, bicicletas y una bola brillante. Y también algún beso. Nos vemos en otra página."

Esa noche, Haruki dibujó hasta que salió el sol. El protagonista ya no peleaba tanto. Sonreía más. Y llevaba una bicicleta roja.

[English recipe below]



Considerada la Martha Stewart japonesa, Harumi Kurihara es, además de famosa en su país, una gran cocinera que ha traspasado fronteras y nos ha traído sus recetas. Ella se considera una ama de casa corriente pero con ocasión de viajar mucho y observar desde fuera su país, dice que una persona conoce verdaderamente su país cuando lo ha contemplado desde fuera, cuando conoce cómo lo ven los demás.

Yo tengo uno de sus libros, Harumi cada día, y sus recetas son deliciosas, y para que veáis que se puede disfrutar de un plato japonés con ingredientes que tenemos cerca, y que sabe deliciosamente bien, ésta es una de las recetas que más me ha gustado de ese libro. Servido en un cuenco, o acompañando un poco de arroz japonés, o con fideos, según Harumi esta receta tiene mucho éxito entre sus lectores, y eso que tiene más de veinte años.

En el libro nos detalla una lista de ingredientes que suele tener en casa para cocinar, uno que me ha gustado mucho es la fécula de patata o Katakuriko. Ella dice que espesa los líquidos mejor que la harina o la fécula de trigo, además los fritos quedan más crujientes. Yo era un poco escéptica sobre ese punto, ¿más crujiente?, ¿harina de patata?, pues sí, así es, y en la primera foto se ve, y además es sin gluten, no se puede pedir más.

· POLLO FRITO CON SALSA DE PUERROS ·


Ingredientes para 4 personas (raciones pequeñas) 
  • 500 gr. de muslos de pollo, deshuesados con piel
  • 1/2 cucharada de salsa de soja
  • 1/2 cucharada de sake
  • Fécula de patata, para rebozar el pollo
  • Aceite para freír

Para la salsa
  • 1 puerro
  • 100 ml. salsa de soja
  • 1 cda. sake
  • 30 ml. vinagre de arroz
  • 1 1/2 cdas. de azúcar
  • 1/2 cucharada de aceite
  • 1 guindilla sin semillas, picada

Elaboración
Para el pollo, (perforamos la piel con un tenedor, cortamos los trozos grandes por la mitad). En mi caso corté las pechugas (usé pechugas pues era lo que tenía en casa) en trozos medianos, perforé igual para que el condimento entrara bien. Dejamos la carne unos 10 minutos en la salsa de soja y el sake. Los vamos moviendo para que se impregnen bien.

Mientras hacemos la salsa. Picamos muy fino el puerro. Calentamos el aceite en una sartén y cuando esté caliente salteamos el puerro y la guindilla. Yo sólo el puerro. Aparte mezclamos, la salsa de soja, el sake, el vinagre de arroz y el azúcar, en un cuenco. Agregamos esta preparación a la sartén, y removemos. Cuando el azúcar se disuelva retiramos del fuego. 

Volvemos al pollo, y lo sacamos del adobo. Lo rebozamos con la fécula de patata. Mientras calentamos aceite en una sartén y cuando esté caliente freímos el pollo. Una vez hecho lo dejamos encima de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. 

Disponemos el pollo en una fuente y lo cubrimos con la salsa.



[English recipe]

· DEEP-FRIED CHICKEN 

WITH LEEK SAUCE ·


Ingredients (4 servings)
  • 500g boneless chicken thighs with skin on
  • ½ Tbsp soy sauce
  • ½ Tbsp sake
  • Corn starch for coating the chicken
  • Sunflower oil or vegetable oil for deep-frying

for the leek sauce
  • 1 leek
  • 100 ml soy sauce
  • 1 tablespoon sake
  • 30 ml rice vinegar, unseasoned
  • 1 1/2 tablespoons superfine sugar
  • 1/2 tablespoon sunflower or vegetable oil
  • 1 red chili, without seeds, roughly chopped

Method
To make the leek sauce: Pierce the leek randomly with a sharp knife and then chop finely. Mix the soy sauce, sake, rice vinegar, and sugar together in a bowl. Heat the oil in a skillet and lightly saute the minced leek and the red chili. Then add the soy sauce, the sake, rice vinegar,and sugar to the pan, stirring constantly. When the sugar has dissolved, take off the heat and set aside. Pierce the chicken skin with a fork, cut an large pieces in half, and marinade for 5 minutes in the soy sauce and sake.

Remove the chicken from the marinade and coat thoroughly with potato starch. For the best result, the chicken should be at room temperature before deep-frying. Deep-fry the chicken at a medium-high temperature. Make sure each piece is completely immersed in the oil so it cooks on the inside while remaining crispy on the outside. Remove when golden brown. Place on a serving dish and cover with the leek sauce.


Relato y fotografías/short story and pics @catypol - Circus day.

Tarta de limón sin horno

Vivir cerca del mar siempre me gustó, despertarme con el ruido de las olas, la brisa entrar por la ventana y escuchar las gaviotas buscando comida. Ese era mi lugar favorito en el mundo, bueno, ese y la casa de campo de mi abuela, pero mamá trabajaba mucho en verano y solo la visitábamos cuando podíamos, y eso solía ser un poco antes de empezar la escuela, cuando los limones estaban en su mejor momento.

La abuela tenía un limonero en su jardín que era la envidia de los vecinos, los primofiore que solía llamarlos ella, me daba mucha risa porque sabía que haría con ellos y ya me relamía los labios, su tarta de limón era la más mejor del mundo.

Nunca sobraba tarta y por mucho que le pedía a mamá que se llevara limones y me hiciera una en casa, no era la misma tarta, mi madre me miraba con amor y me animaba a aprenderla yo misma cuado fuera a casa de la abuela así sería perfecta. Cuando crecí, ya no había limonero, el campo se había convertido en una urbanización, y la casa de la abuela ya no estaba.

Ahora paseo cerca del mar recordándola, nostalgia, dicen, si, nostalgia, digo yo también, pero de la buena, de la que no pesa en el corazón, y de la que me deja una sonrisa, a la que vuelvo cuando visito mi lugar favorito del mundo, la que siento cuando mi pelo se mece por la brisa y me deja en la boca una sonrisa recordando el sabor de los primofiore de la abuela.




Esta es, de todas las tartas, mi preferida, la clásica y esta versión que no necesita horno. Cada etapa de mi vida era diferente pero durante muuuucho tiempo siempre era de chocolate, siempre iba y venía y volvía al chocolate pero desde hace un tiempo el chocolate me empalaga y el limón me enamora, y el pie de limón está ya en mi corazón, ayer fue mi cumple y la tarta fue de limón. 

· TARTA DE LIMÓN ·

Ingredientes
  • 2 paquetes de galleta tipo 'Digestive'
  • 250 gramos de mantequilla
  • 300 gramos de queso de untar
  • 200 mililitros de nata para montar (35% MG)
  • 2 limones
  • 200 gramos de azúcar
  • 2 sobres de gelatina neutra
  • 250 mililitros de agua

Elaboración
La base de la tarta
Tritura las galletas y cuando tengan un aspecto arenoso, añade la mantequilla. Cuando ambos ingredientes estén bien mezclados, forma la base en un molde, (preferiblemente desmontable). Aprieta bien la mezcla de galletas trituradas para que quede muy compacta y sea firme. Reserva en la nevera.

La gelatina
En un cazo, pon a cocer el agua y cuando hierva retira del fuego y echa la gelatina. Remueve bien hasta que se disuelva y reserva.

El relleno
En otro bol o recipiente para batir, echa la ralladura y el zumo de los limones, la nata, el queso de untar, el azúcar y la gelatina ya preparada. Bátelo todo bien hasta obtener una mezcla homogénea.

Monta la tarta
Echa la mezcla sobre la base de galletas y déjalo cuajar todo en la nevera durante al menos 4 horas. Si puedes dejarla reposar toda la noche o incluso un día entero, quedará perfecta.

Decora con nata montada o merengue.


Relato/fotos @catypol - Circus day.

Pijama postre

Ibamos todos a comer a casa de mi abuela, ella solía invitarnos cuando "necesitaba expresarse" o coloquialmente, tenemos que hablar. Mi padre iba algo mosqueado, un vecino le había comentado lo guapa que estaba últimamente mi abuela y eso le saco los colores, a él, no a ella, y bueno,  de las hijas lo podía llevar pero de la madre. A mi me parecía una abuela muy divertida, moderna y coqueta, y me gustaba, la juventud interior no es cosa de edad y a la edad de mi abuela y con su sabiduría se convertía en un tesoro. Así que, todos a ver a la matriarca de la familia. 

Al llegar a su casa nos invadió el olor desde la cocina, hacía buen tiempo y por lo visto íbamos a comer fuera, eso quería decir que estaba de buen humor e hizo que nos intrigara más su conversación. Después de los saludos, la visita al frigorífico para las cervezas y atacar el aperitivo, mi padre saltó al ring y preguntó. Mi abuela, que ya se lo olía desde que entramos no quiso entrar al trapo, así que se limitó a sonreír y a pedir a mi madre que fuera a buscar la ensalada mientras nosotros poníamos la mesa. 

Comimos muy bien, y el postre, pijama, por lo visto era lo único viejuno de esa casa. Y sí, llegó el momento de la charla, bueno, habló ella y nos dejó a los demás con la boca abierta. __Hijos míos, he decidido apuntarme a clases de Pole dance__nos dijo sin pestañear. Mi padre, que en aquel instante estaba bebiendo sacó la bebida de golpe. __Sí, sé que tengo muchos años, pero más allá de los ochenta también hay vida, y la mía está sobre una barra__dijo finalmente. Nos dejó sin palabras, sobre todo a mi padre que se había vuelto a poner rojo solo de pensar en su madre encima de una barra.


Es un postre popularmente conocido como pijama para los que no sepan de que va, pijama es un postre elaborado con flan, fruta en almíbar, helado y nata, inventado por Paco Parellada, propietario del Restaurante 7 portes de Barcelona, que creó con las indicaciones de los oficiales de la VI Flota de la Marina de los Estados Unidos le daban sobre un postre francés llamado Pêche Melba, su interpretación y la manera que tenían los oficiales de pronunciar este postres francés derivó a que lo llamara Pijama y así se hizo conocido en nuestro país, creciendo su popularidad en los años 80. A lo largo de los años cada uno ha personalizado añadiendo algún que otro ingrediente de más, algunos llevan piña otros no, yo me he limitado hacer la versión que conozco, la que nos servían en las bodas ya que es en esta celebración donde lo conocí.

· PIJAMA ·

Ingredientes
  • Melocotón en almíbar
  • Piña natural o en almíbar
  • Guindas confitadas
  • Nata montada
  • Flan de huevo (receta abajo)
  • Helado de vainilla (receta abajo)

  • Para decorar (barquillos, galletas, virutas de colores o de chocolate...)

Elaboración
Puedes comprar el flan de huevo y el helado que más te guste o hacer las recetas escritas abajo. Colocar en un plato de postre, el flan de huevo, el melocotón y piña, una o dos bolas de helado de vainilla y corónalo con nata montada y cerezas. Decóralo con virutas de colores o de chocolate, con barquillos o como la imaginación te diga. 


· HELADO DE VAINILLA ·

Ingredientes
  • 300 mililitros de nata para montar (35% M.G.)
  • 300 mililitros de leche entera
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 80 gramos de azúcar
  • 4 yemas de huevos 

Elaboración
En un cazo calentar la leche, la vainilla, las yemas de huevo y el azúcar. 
Mientras se calienta la batir sin parar para disolver el azúcar y evitar que se cuaje el huevo.
Calentar la mezcla sin que llegue a hervir en ningún momento. 
Cuando ves que aparecen burbujitas en la superficie retirar del fuego y pasar la mezcla a un bol. 
Añadir la nata y mezclar bien hasta incorporar.
Verter la crema del helado en un recipiente con tapa y guardar en el congelador. 
A partir de este momento, cada 30 o 45 minutos tenemos que retirar el helado del congelador. Batir bien para romper los cristales de hielo que pudieran formarse y guardarlo de nuevo. Repetir esta operación 3 o 4 veces. 
Para servir el helado lo retirar del congelador 10 minutos antes para que se ablande un poco y poder servirlo bien.


· FLAN DE HUEVO ·
Ingredientes
500 mililitros de leche entera 
125 gramos de azúcar
3 huevo 
1 piel de limón
1 canela en rama

Caramelo: 
100 grarmos de azúcar
40 gramos de agua
10 gramos de zumo de limón
30 gramos de agua para el final

Elaboración
Caramelo 
Juntar en un cazo el azúcar, los 40 gramos de agua y el zumo de limón y poner a calentar y no remover ni tocar la mezcla. Dejar hervir. Con el tiempo irá cogiendo color cada vez más tostado. Cuanto más oscuro, más tostado sabrá. Cuando llegue al color que deseas, viertes los otros 30 gramos de agua, reservados hervidos en otro cazo o en el microondas, que esté en punto de ebullición cuando lo añadas a la mezcla del caramelo. Remueve el cazo —sin varillas— para integrar todo y deja que se enfríe fuera del fuego.

Flan 
Calentar la leche con la piel de limón y la canela en rama. Cuando arranque a hervir retirar del fuego y dejar que infusione al tiempo que enfría durante 30 minutos. Mezclar los huevos con el azúcar, removiendo con suavidad y sin batir. Incorporar la leche y remover suavemente hasta que el azúcar se haya disuelto. Pasar la mezcla por un colador fino.

Cubrir la base de las flaneras con una fina capa de caramelo líquido. Rellenar con la mezcla, con cuidado y lentamente para no incorporar aire, y colocarlas en una fuente de horno. Llenar la fuente con un dedo de agua y la introducimos en el horno, precalentado con calor arriba y abajo, a 180 ºC.

Cocer durante 25-30 minutos o hasta que, al introducir una aguja en el flan, esta salga limpia. Retirar los moldes del horno. Esperar a que se atemperen antes de pasarlos a la nevera y dejar que reposen durante 24 horas.


Es un gustazo cuando nos reunimos los blogueros cocineros mallorquines, a veces la nostalgia nos puede y recordamos postres o platos de nuestro pasado, los más jovenes igual no tanto pero los mayores si, jeje, es inevitable. A veces me recuerda a un bodorrio casi tanto como para celebrar un viva los novios, y hablar de eso me llevó a recordar el pijama que yo solo comía en bodas, seguro que tú también lo recuerdas. No, no hemos asistido a una boda bloguera pero ¿quién sabe?, igualmente nos divertimos estando todos juntos.


Relato, fotos, vídeo, short story, pics and video @catypol - Circus day.

Hot Dog

Heredar la casa de tía Ana fue como si me hubieran dado un premio que creo no merezco.
De pequeño pasaba allí las vacaciones de verano, en un caserón grande, con servicio y casi siempre lleno de amigos y amigas. Mi tía era una mujer muy popular.

Desde luego, mis veranos en su casa fueron muy divertidos. Aunque durante el día no la veía mucho, siempre se encargaba de darme las buenas noches y apagar la luz de mi habitación.
Su cumpleaños caía en verano, así que, durante los días previos, iba y venía encargando tal o cual cosa para la fiesta. A esa fiesta yo también estaba invitado y podía acostarme tarde, tardísimo, y eso me encantaba.

Por la tarde me metía en la cocina y veía al personal correr de un lado a otro. Los hot dogs formaban parte del menú —cosa que me encantaba—, también el cava y el vino, que yo probaba a escondidas cuando los invitados dejaban sus copas.
Sentía entonces un mareo que me hacía sentir como si estuviera en un barquito en alta mar.
Al día siguiente, mi dolor de cabeza era notable, y mi tía me abrazaba… pero no me sermoneaba.
Y eso me hacía sentir el mejor sobrino del mundo, a pesar de todo.

Cuando crecí, se terminaron los veranos en su casa. Yo prefería ir con mis amigos; después, una cosa llevó a la otra, y no volví más… hasta hoy.
Sentado en la cocina del caserón, solo, recuerdo y veo a los fantasmas del personal ir y venir, ese hot dog que me comía con placer, y la tarta de cumpleaños.
Aún escucho las risas y la música del salón. Casi podría verla pasear por la casa, saludando a unos y a otros, recibiendo regalos, y vigilando que todo saliera bien.




Descubrir que puedo controlar lo que como en aquello que normalmente controlan otros me da alegría, poder elegir los ingredientes y que el resultado sea muy bueno me recuerda muchas veces a mi niñez. El olor que hacía la tienda de comestibles cuando para vender el café lo molían al momento y todo se inundaba de un aroma tan bueno que hasta yo que no había probado nunca el café me lo imaginaba. Ir a buscar la leche con una lechera cada tarde para luego ver como la hervían, y que buena la nata, ¿verdad?. Recuerdo el repartidor de bebidas, gaseosa, naranjada, limonada, y piña mallorquina, una bebida que parece cola pero no lo es.

No, no estoy nostálgica, al menos en este momento ya que la receta de hoy lo dice bien claro, hot dog casero y no tengo ningún recuerdo en mi niñez que mi madre hiciera salchichas, más bien las compramos frescas y bien hechas en una de las carnicerías del pueblo. Pero me recordó a otros tiempos, cuando controlamos bien lo que comíamos, pues era cercano o propio o sabíamos de su origen.

Para la receta de esta entrada descubrí algunas cosas, un chutney de Mango y un ketchup casero que vale la pena, además de unos envases de tubo muy divertidos para rellenarlos de la salsas y acompañar la salchicha que esta vez he querido que pareciese una salchicha tipo Frankfurt o vienesa para parecer un hot dog, pero casero. Un fast food que me apetecía mucho.

Con estos tubos rellenos de salsas presenté el plato. El abrelatas de la foto de abajo ya tiene unos años, tiene un accesorio que hace años se usaba para abrir las latas de conserva y que yo he usado para el cierre del tubo. Después hice unas pegatinas para colocar y distinguir el tipo de salsa que va dentro de cada tubo. Use una manga para rellenarlos y así de fácil es.

Las salchichas las cociné primero al vapor y después las marqué en la plancha, quedan perfectas. Usé un poco de pimentón de la Vera para darle el color y sabor ahumado. También hice un poco de cebolla caramelizada para acompañarla, ese punto dulce le da un sabor muy rico.


· SALCHICHA CASERA · HOT DOG ·


Rinde: 4 salchichas (de 80–90 g aprox.)

Para las salchichas:
  • 2 contramuslos de pollo (sin piel ni hueso)
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 zanahoria (pelada)
  • 1 trocito pequeño de remolacha
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de pimentón de la Vera
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Film transparente
  • Hilo de cocina

Salchichas caseras
En una picadora, triturar el huevo junto con la cebolla, el ajo, la zanahoria y la remolacha hasta obtener una mezcla homogénea. Añadir los contramuslos de pollo troceados, la sal, la pimienta y el pimentón, y vuelve a triturar hasta conseguir una masa compacta y bien integrada.

Cortar trozos de film transparente, colocar porciones de la mezcla en el centro y formar cilindros del tamaño de una salchicha. Enrollar bien el film haciendo presión y atar los extremos.

Cocer las salchichas al vapor durante 7 minutos. Dejar templar unos minutos, retirar el film con cuidado y dorar en una plancha o sartén con un poco de aceite hasta que estén ligeramente tostadas por fuera.

Presentación
Servir las salchichas en pan tipo hot dog, acompañar de cebolla caramelizada y tus salsas favoritas. 

Nota: Si prefieres la carne picada del supermercado, 300 - 350 gramos sería el equivalente más o menos.






*Los tubos se pueden encontrar por Internet en empresas que vendan utensilios de cocina y catering.

Receta y fotografía @catypol - Circus day.

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