Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

Hi, I'm Caty and I lead this circus.

Foodie, graphic designer, storyteller and photography amateur is a summary of what you will find here, a circus full of recipes, stories and spectacle. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, welcome to Circus day, I hope you like the show.

The Show

[ENTRANCE]
Entradas
[CIRCUS RING]
Pista central
[CLOWN BREAD]
Pan-yasos
[SWEET JUGGLING]
Dulces malabares
[FESTIVAL SOMERSAULT]
Festival de piruetas
[LIQUIDS TIGHTROPE WALKERS]
Líquidos equilibristas
[MALLORCA]
Mallorca
[CHRISTMAS]
Navidad

En el blog

Pine cone pies

Y el cocinero al fin salió de la cocina satisfecho por su trabajo, a toda la comida que había preparado para sus invitados sólo le faltaba el toque final. Fue a prepararse para la recepción, nervioso miró la hora por si llegaba tarde, pero no, dentro de 30 minutos llegaban todos, le daba tiempo para acicalarse. Cuando escuchó el timbre de la puerta corrió a abrir. Por la puerta entraban los primeros invitados y todos se sorprendían por el decorado navideño. Se saludaban entre ellos y felicitaban las fiestas. Los niños corrían a través de los mayores y los muy mayores se acercaban a la chimenea. Las parejitas jóvenes se miraban tiernos mientras sonreían. Las madres vigilaban que sus niños se portaran bien y los padres bromeaban entre ellos. 

Mientras el cocinero ultimaba todo y pedía a sus ayudantes que sirvieran bebidas y canapés, recordó que hacía que esa noche fuera especial. No era un niño Jesús que nacería el día de Navidad, tampoco San Nicolás que se pasearía por los tejados de todos esa misma madrugada, ni siquiera las ganas de volver a comer aquellas viandas que sólo cocinaba en esa fecha señalada.  Recordó que esa noche todos compartían algo, los sentimientos afloraban con más facilidad y las palabras se volvían más amables. Y toda esa energía concentrada en una noche se volvía fuerte para el resto del año.



Las navidades comerciales ya empezaron, los comercios ya han decorado sus escaparates con luces, purpurina y color. En casa tardaremos un poco más, normalmente esperamos a las primeras festividades de diciembre, y este año no será diferente, mi hijo está esperando con ilusión estos días y casi cada día me pregunta si pronto llegará Navidad. Bueno, sí, cada vez está más cerca y como cada año nos preparamos también en pensar en un menú para esas fechas, o bien seguimos el tradicional o bien innovamos un poco.

El año pasado os traje un particular tiramisú, y este año no podía ser menos, este año os traigo una particular "empanadilla" en forma de piña de pino, y esta vez viene con un mosaico de paso a paso para que tengáis una ligera idea si os animáis a hacerlo.

Después de probar con diferentes masas de pizza no me convencía el resultado, ¿por qué? pues porque en el horno se hinchan y se deforman quedando unas piñas raras a la vista, pero muy ricas. Y por ahí estaba yo pensando qué masa sería la correcta, al final he usado la masa para empanada de Tito's.



· EMPANADILLAS CON FORMA DE PIÑA DE PINO ·

La masa
  • 250 gramos de harina
  • 50 mililitros de leche
  • 50 mililitros de vino blanco
  • 50 mililitros de aceite de oliva
  • 1 huevo 
  • Una pizca de sal
  • 1 huevo batido para pincelar la masa
Precalentar el horno a 200º C.

El relleno
  • Chistorra o salchichas
Nota: Si quieres otro relleno puede ser que necesites cocinarlo antes y si es muy líquido o lleva salsa puede salir por los agujeritos.

Elaboración
Poner todos los ingredientes de la masa (menos el huevo para pincelar) en un cuenco, amasar hasta que la masa no se nos pegue a las manos, seguir amasando hasta conseguir una masa compacta.

Una vez la masa esté hecha, coger porciones pequeñas, aplanar el centro, poner el relleno, tapar y formar una bola, estirar los extremos para dar forma a la piña. Poner una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Poner las piezas encima de la bandeja, pincelar con huevo, y hacer los cortes. Si haces los cortes y luego pincelas taparás los cortes. Bajar el horno a 180º C y hornear hasta que se doren.

La masa de este paso a paso está hecha con harina integral y el relleno son trocitos de chistorra, en las otras fotos el relleno es con salchicha de pollo.






Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Soldaditos de Pavía

[RETO TIA ALIA]
Llegamos al último lunes del mes, es el día de tía Alia, de sus recetas y de compartir las distintas versiones que cada uno le damos a ellas. Esta vez el reto era elegir entre Pan perdido o Soldaditos de Pavía, y como el mes pasado mi elección fue dulce este mes he variado atraída por el salado.
Lo que yo no sabía de esta receta es que por lo visto es muy castiza. Un aperitivo que se come tanto en Madrid como en algunos lugares de Andalucía.


RECETA:


Mi variación: poner un poco de azafrán a la masa del rebozado y acompañar los soldaditos con tiras de pimiento rojo asado, además también hice una salsa con algunos pimientos asados y le puse un poquito de chile para dar un toque picante. Lo acompañamos con vino blanco o con un generoso seco o cerveza.




Fotografías @catypol - Circus day.

Ensaimadas

Catalina estaba sentada delante de un ordenador de la biblioteca, iba a estudiar allí pues en su casa había tanto alboroto que ni el emperador Majencio, el perro, conseguía paz entre tanto ruido, ladraba hasta quedarse sin voz, y cansado salía al patio a dormir de lo exhausto que quedaba. Por eso, Catalina, salía corriendo de casa y se refugiaba en la biblioteca, demasiados hermanos pequeños.

Le gustaba tanto leer como aprender, de donde sea, incluso a través de Internet, era su "herramienta" nueva y desde que la descubrió, la verdad, no leía tanto como era habitual en ella, su padre decía que estaba enganchada y su madre se enfadaba cuando por cualquier cosa que pasaba ella tenía solución según San Google, cosa que al no ser entendida asustaba a la mujer y terminaba por castigarla en su habitación justo cuando quería ver el poco rato de televisión que se permitía al día.

¡Oh, porca misèria!__pensaba Catalina toda enfurruñada. La verdad es que el enfado le duraba poco a su madre y se presentaba en la habitación con una taza de chocolate y una ensaimada, la animada a comérselo y le pedía paciencia, ella era de otra generación y con tanto niño en casa y tanto lloro, canto, chillido y ruido había perdido la santa paciencia hacía mucho, si san Google podía proporcionarle un saco lleno terminaría rezándole a él, __Mamá, Google es un buscador__decía Catalina con la boca llena, __bueno, pues que me busque el saco de paciencia y lo alabaré__sonreía su madre. Catalina la admiraba, no sabía como pero su madre era mejor que Internet, sobretodo cuando la enseñaba que rectificar, hacerse perdonar y a querer, eso no lo encontraría en Internet.





Actualizado: En 2014, tuve el privilegio de que mi querida amiga Cristina del blog 1000 antojos me llevara al horno de Ca'n Delante en la localidad mallorquina de Inca y allí me enseñaran como hacen ellos las ensaimadas, me gustó tanto, estoy tan agradecida de tener amigas como ella, la quiero un montón. Así dibujé los pasos que ellos me enseñaron:


25 de noviembre, Santa Catalina, sí, mi santo, aunque yo no soy muy del santoral suelo celebrar el día ya que mi madre también se llama así, pero no es un día especial, al menos no como otros lugares de España que Santa Catalina es la patrona y se celebra cada uno a su manera. Supongo que debido a la historia de esta Santa que está acompañada de una rueda, uno de los símbolos de su martirio, tiene un dulce, que no conozco, llamado las ruedas de Santa Catalina, y si va de ruedas o mejor dicho de círculo, el que sí conozco y amo, es la ensaimada mallorquina, redonda y con interior hecho a capas, que más que ser un martirio es una delicia que nadie debe perderse.

· ENSAIMADAS ·
Ingredientes
  • 1 huevo
  • 2 vasos de agua de 70 gramos cada uno
  • 110 gramos de azúcar
  • 15 gramos de levadura prensada
  • 400 gramos de harina de fuerza 
  • Sal (un pellizco)
  • Manteca de cerdo
  • Aceite (para untar la mesa donde se estira)
  • Azúcar en polvo (para espolvorear )

Elaboración
Romper el huevo dentro de un lebrillo y remover bien. Calentar un vaso de agua (70 gramos) y fundir el azúcar en él. Verter en el lebrillo y mezclar. Fundir la levadura usando 70 gramos de agua restante un poco tibia y añadir al lebrillo. Añadir la harina y la sal poco a poco y mezclar bien hasta conseguir una masa lisa. Untamos la masa con un poco de aceite y la dejamos dentro del lebrillo hasta que doble el volumen.

Amasar para sacar el aire y dividir la masa en 6 partes iguales. Poner un poco de aceite sobre la mesa y estirar cada parte con un rodillo, tienen que quedar muy muy finas. Untar muy generosamente con manteca sobre la masa. Estirar con las manos la masa para que quede más fina posible, si alguna vez se rompe no pasa nada. Enrollamos la masa, que quede un rulo. Dejar reposar los rulos hasta que la masa pierda nervio, más o menos una hora. Después estirarlos rulos para que queden lo más finos posibles. 

Forrar 2 bandejas de horno con papel de hornear y hacer una espiral sobre ella con cada porción. Dejar espacio entre las curvas de la espiral, para que al levar la masa no se monte sobre la masa. Guardar las bandejas en el horno con un vaso de agua y dejar levar las toda la noche. Es importante, porque las ensaimadas deben fermentar con lentitud para que queden bien. Pasado este tiempo, calentar el horno a 200º C y cocer unos 10-12 minutos.

Una vez frías espolvorear con azúcar en polvo por encima.






Relato, fotografías y vídeo @catypol - Circus day.

Espagueti all'arancia

Mi vecina italiana vino a vivir a nuestro país por amor, dijo que cuando vio a su hombre su corazón latió deprisa y no podía dejar de mirarlo; así que, sin pensarlo, se lo ligó y se vinieron a vivir al lado de casa. Él era técnico de telefonía, por lo que viajaba mucho por todo el territorio nacional, mientras ella se dedicaba a sus cosas. Decía que no quería ser ama de casa, eso era parecido a ser como una ama de llaves vieja y sin estilo, y que no, lo suyo eran sus cosas.

Cocinar, cocinaba… ¡hummm! Bueno, lo intentaba, al menos con la pizza y la pasta, pero poco más allá de eso no la sacaban, así que venía a casa para que mi madre la enseñara. Mientras cocinaban, hablaba sin parar, gesticulaba, decía tacos y bebía vino. A mi madre no le importaba, pero por su cara parecía que hubiera preferido tener menos ruido en la cocina, sobre todo por la risa de su aprendiz. Cuando mi madre la "graduó", hizo tal escándalo que pensamos que hasta su marido la había oído desde donde fuera que estuviera.

No nos extrañó que quisiera invitarnos a comer para agradecernos la atención, e incluyó al marido. Allí fuimos un domingo al mediodía. A su favor diré que olía muy bien cuando entramos en su casa. Dijo que nos había cocinado all’arancia —la palabra no nos sonaba bien, por lo que mi madre, por si acaso, tenía plan B.

Cuando nos sentamos a la mesa de la italiana, todo estaba delicioso. Por la cara que puso mi madre, podemos decir que estaba feliz, así que le pidió a la vecina que le enseñara a cocinar italiano, o eso que ella sabía hacer. Un mes después, mi madre hablaba sin parar, gesticulaba, decía tacos y bebía vino, y cocinar, cocinaba… ¡hummm! Bueno, lo intentaba.



Esta entrada es para Carmen, una bloguera que tuve la suerte de conocer en la kedada de Madrid hace ya un año, ahora ella cumple su segundo cumpleblog y nos invita a celebrarlo con recetas en las que uno de sus ingredientes sean las naranjas. Parece fácil, ¿eh? pero no creas, yo he tenido que rebuscar para encontrar algo que no fuese dulce, que no quería yo, que fuese fácil y claro que fuese Circus, que es donde yo me divierto más.

Supongo que muchos ya conocen esta receta, yo no, la desconocía totalmente, he tenido que visitar algunos blogs italianos para enterarme bien de la composición y después adaptarla a mi gusto. Y bien, he aquí el resultado, al que yo he añadido trocitos de jamón de pato por lo del pato a la naranja pero es un ingrediente cosa mía, los italianos le ponen desde anchoa, hasta aceitunas.

La idea es presentarlo dentro de una naranja debidamente limpia, es solo una idea de presentación ya que es más fácil comerlo dentro de un plato, pero como es un cumple hay que ponerlo bonito. Carmen espero que te guste la receta de cumple, la hice con mucha ilusión y ganas, el resultado sorprendentemente muy rico, no es ácida para nada y con el queso la mezcla está muy buena. Lo del jamón de pato le da un toque extra.

 · SPAGHETTI ALL'ARANCIA ·

Ingredientes para 4
  • 350 gramos de espagueti
  • 2 naranjas (una para zumo y piel, otra para un extra si quieres más sabor)
  • 1 cebolla pequeña (o mediana, cortada en brunoise)
  • 4 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal al gusto
  • 1 vaso de caldo (aprox. 200 ml)
  • 2 chorritos de brandy o vino blanco seco
  • Queso Parmesano rallado, al gusto
  • Jamón de pato a dados, opcional
Elaboración
  1. Exprime el zumo de una naranja y resérvalo.
  2. Pela la naranja con cuidado de no llevarte la parte blanca amarga y corta la piel en tiras finas y daditos pequeños (aproximadamente 2 cucharadas). Reserva.
  3. En una sartén, sofríe la cebolla en el aceite de oliva hasta que esté transparente.
  4. Añade la piel de naranja en tiras y los daditos, sofríe un poco más.
  5. Agrega el zumo de naranja, remueve bien.
  6. Añade el brandy, remueve y luego incorpora el caldo y la sal. Deja reducir a fuego medio hasta que la salsa espese un poco.
  7. Cocina los espaguetis según las instrucciones del paquete hasta que estén al dente.
  8. Sirve los espaguetis con la salsa por encima y, si quieres, añade los dados de jamón de pato. Espolvorea con queso parmesano rallado al gusto.

Con esta receta participo en el concurso de recetas con naranjas del blog Rezetas de Carmen.




Fotografías @catypol - Circus day.

Irish soda bread

En un tranquilo convento irlandés, la Hermana Bridget, una monja de carácter firme y cejas siempre fruncidas, guardaba con recelo la receta secreta del mejor pan de soda del condado de Clare. Solo lo horneaba una vez al año, el día de San Patricio, y nadie sabía por qué. Un día apareció un joven pelirrojo llamado Seamus, con más pecas que sentido común, y un loro que gritaba insultos en gaélico. Alegaban estar en una peregrinación espiritual, aunque lo único espiritual que parecía interesarles era el licor de uvas fermentadas que llevaban en la mochila. La Hermana Bridget, desconfiada pero hospitalaria, les ofreció refugio por una noche. Mientras dormían en la sacristía, el loro, llamado Sean O’Pluma, se escapó, atraído por el aroma celestial que salía de la cocina. Voló en círculos hasta posarse sobre una vieja alacena, chillando:

—¡¡TRAMPA DE DUENDE!! ¡PAN MÁGICO, TRAMPA DE DUENDE!

Al oír eso, la monja se quedó pálida. Seamus despertó sobresaltado, y entre plumas, harina y confusión, salió corriendo detrás del loro. Al abrir la alacena, encontraron un libro antiguo con letras doradas: La Leyenda del Pan de Soda Encantado. Según contaba, un duende llamado Finnegan había escondido su tesoro en forma de receta. Quien lo horneara con intención pura obtendría suerte eterna. Pero si alguien codicioso la usaba, su pan explotaría en la cara. Literalmente. La Hermana Bridget confesó que había estado horneando el pan para proteger la receta de quienes quisieran abusar de ella.

—Una vez lo intentó un obispo muy goloso —dijo con una sonrisa enigmática—. Todavía tiene la ceja derecha chamuscada.

Seamus, que no era codicioso pero sí eternamente hambriento, propuso un trato, él y Sean O’Pluma guardarían el secreto si podían llevarse una hogaza cada año. Bridget aceptó, pero solo si ayudaban en la misa de San Patricio vestidos de duende y loro litúrgico. Y así fue como se creó la más extraña procesión del condado, donde un loro bendice hogazas desde el púlpito, un pelirrojo reparte pan con reverencias torpes, y una monja sonríe como quien sabe que guarda magia entre harinas.



[BAKE THE WORLD]

El pan hecho con bicarbonato de sodio se convirtió en un elemento básico en Irlanda, donde el bicarbonato de sodio fue la única levadura que podría ser utilizada con harina molida del trigo blando cultivado en su clima templado. Otra razón para la popularidad de soda del pan era que podía cocinarse sin horno en una chimenea en una olla tapada directamente sobre las brasas. Estamos a 16, día de publicar el pan del mes para Bake the World, y este mes el protagonista es un pan irlandés, fácil, sin levadura, y con una miga que sorprende, tampoco hay que amasarlo mucho ni esperar tiempo de levado. 

 · IRISH SODA BREAD ·

Ingredientes
  • 250 gramos de harina de trigo 
  • 250 gramos de harina integral
  • 2 cucharaditas de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita y media de sal
  • 375 mililitros de leche
  • 2 cucharadas del jugo de un limón
Elaboración
Mezclar en un bol la leche con el zumo de limón, y deja reposar 15 minutos. Mientras mezclar en un bol grande las harinas con la sal y el bicarbonato. Incorporar el buttermilk. Mezclar todo bien con las manos hasta conseguir una masa homogénea, pero algo pegajosa.
Coger la masa y darle forma de bola, colocar sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal. Hacer unos cortes superficiales en forma de cruz. Meter el pan al horno precalentado a 200° C durante 25 min. Después bajar la temperatura a 180° C y hornear otros 10 min. Sacar el pan del horno y comprobar que está bien cocinado dándole unos golpes en la base, debe sonar a hueco. Finalmente dejar enfriar el pan sobre una rejilla.
La mejor forma de disfrutar de este pan es la tradicional, untándolo con mantequilla y mermelada.

Nota: si te gustan las pasas puedes añadir un puñadito a la mezcla, incluso una cucharadita de miel si te gusta algo dulce.






Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Funnel cakes

En algún lugar del oeste donde las cabras daban la vuelta del susto y el polvo era más persistente que el mal humor de un sheriff sin siesta, el saloon reconvertido en cafetería vegana de funnel cakes vivía su momento de mayor gloria. Se llamaba “El Cactus Crujiente”, y servía dulces tan grasientos que ni el sol se atrevía a derretirlos. Una mañana particularmente calurosa, entró tropezando un vaquero despeinado, con las botas llenas de barro y cara de haber discutido con un cactus. Lo más notable: había perdido su gorra, lo que lo hacía parecer menos Clint Eastwood y más espantapájaros confundido.

—¡A ver si alguien ha visto mi sombrero! ¡O un mapa del oro! ¡O una monja, que también la he perdido! —gritó, mientras los clientes dejaban caer los tenedores.

De una mesa del fondo se levantó una monja desorientada, que sostenía una funnel cake como si fuera una reliquia sagrada.

—¡Este rosco frito es el demonio! —gritó sor Enriqueta—. ¡Y ese caballo tuyo me ha dejado en mitad del desierto para irse a coquetear con una yegua!

—¡No es mi culpa si el caballo cojo se cree Casanova! —respondió el vaquero, tirándose en una silla con el dramatismo de una novela barata.

Entonces entró un buscador de oro cabreado, con una pala al hombro y restos de tierra hasta en las orejas.

—¡¿Quién ha cambiado el cartel del viejo saloon?! ¡Aquí se jugaban partidas de póker por pepitas, no se servían pasteles con azúcar en polvo!

La situación escaló con rapidez: la monja lanzó su funnel cake como un frisbee bendito, el buscador de oro exigía duelos por “la dignidad del oro perdido”, y el vaquero buscaba su gorra debajo de las mesas mientras murmuraba amenazas de venganza contra los mapaches. Al final, el dueño del local —un antiguo forajido reconvertido en repostero zen— subió al mostrador y, agitando una espátula, gritó:

—¡Aquí no se dispara, no se reza en voz alta y no se cabalga dentro! ¡Comed, hablad o largaos, pero los funnel cakes no se insultan!

Hubo un silencio. Luego, como si fuera lo más normal del mundo, todos se sentaron de nuevo. La monja pidió otra porción (“por si acaso el demonio tenía segunda forma”), el buscador de oro se apuntó a un taller de repostería, y el vaquero encontró su gorra… puesta como nido por una paloma en el baño. Desde entonces, el Cactus Crujiente fue famoso no solo por sus dulces, sino también por su política de “No caballos cojos en el interior” y la leyenda del día en que el salvaje oeste fue derrotado por una funnel cake bien frita.



Funnel cakes o pastel de embudo, típico en ferias, carnavales y eventos en América del Norte fue para mí un agradable descubrimiento, es una masa parecida al pancake pero con diferencia a la hora de cocinarla, ya que se usa literalmente un embudo, aunque yo he usado un biberón de cocina con un agujero grande y me ha ido igual de bien. 

La historia cuenta que están vinculados a los holandeses de Pensilvania de ascendencia alemana, y al ser una zona en la que viven los Amish se les relacionó con este postre, siendo un postre que se disfrutaba en los festivales de la cosecha y días festivos. Después se fue extendiendo y ahora es un postre popular del país. También guardan relación con otros postres parecidos como flancati (Eslovenia), tippaleipä (Finlandia) o strauben (Austria).

· FUNNEL CAKES ·

Ingredientes para 6 unidades
  • 230 gr. de harina 
  • 50 gr. de azúcar
  • Una pizca de sal
  • 2 huevos grandes
  • 230 ml. leche
  • 2 cdas. aceite
  • 1 cdta. extracto de vainilla
  • Aceite para freír
  • Azúcar glasé para espolvorear por encima

Topping (opcional)
  • Fresas
  • Nata montada
Elaboración
Mezclar la harina tamizada, el azúcar, la sal. Por otro lado mezclar y batir los huevos, la leche, el aceite y la vainilla. Mezclar con varillas los ingredientes líquidos con los sólidos hasta formar una masa homogénea y sin grumos. Poner en un biberón de cocina con agujero grande, si no tienes biberón puedes usar un embudo.

Poner abundante aceite para freír en un sartén pequeña, y cuando esté bien caliente ir formando los cakes dando una forma irregular como se ve en la fotografía. Cuando esté dorado, dar la vuelta y dorar el otro lado. Sacar y ponerlo sobre papel de cocina para drenar el aceite sobrante. 

Espolvorea azúcar glasé por encima como se hace en el tradicional si lo prefieres o puedes prepararlo como yo, con nata y fresas.

Presentación (opcional):
Cortar fresas a rodajas y montar la nata (si es el caso) o usar una nata montada.
Poner la nata sobre el cake, y encima poner las rodajas de fresas. 



Con esta receta participo en el concurso de recetas norteamericanas de La cocina de Tesa. ¡Feliz primer aniversario del blog, Teresa!




Fotografías @catypol - Circus day.

No recipe

NEWS (aquí suena la música que quieras )

[Entradilla]
Caty Pol nos trae un "hazlo tú mismo" con unas bases de cafeteras viejas que encontró en casa __¡Súper fáciles de hacer!__nos dice ella. (Ampliamos la noticia con las imágenes del diy). 


[Entradilla]
Caty Pol ha sido ganadora del certamen de fotografía en su pueblo en la categoría de gastronomía. __Estoy muy contenta__ha declarado a nuestros reporteros. (Imagen ganadora a continuación).


[Entradilla]
Una receta de Caty Pol ha sido seleccionada y finalista del concurso Ferrán Adrià; La comida de la familia de la editorial RBA. __Ha sido el broche de oro__nos dice muy feliz. Por lo que se publicará en el cuaderno especial que se regalará con la compra del libro La comida de la familia edición limitada y que saldrá a la venta estas navidades. Además la publicación de la noticia en revistas colaboradoras del grupo (Clara, Lecturas, Lecturas cocina fácil) que saldrán a partir de diciembre y los meses siguientes. (Imagen de la noticia).


Y hasta aquí el informativo de hoy, espero que les haya gustado. Por mi parte volveré a partir de mañana con más noticias. 

News y fotos @catypol - Circus day.

Rosaris

Una tradición que el tiempo y las personas mayores hemos dejado de lado para dar paso a otras nuevas y que yo de pequeña disfrutaba, y que siempre llegaba con la festividad de Todos los Santos. Los llamados Rosaris ensucrats, son collares con bombones y calabazate (patena) y eran un regalo de los padrinos a sus ahijados que cada año nos traían para esta festividad, aunque también lo hacían los abuelos a los nietos y solían comprarse en los colmados y panaderías/pastelerías.

Particularmente no tengo pasión por el calabazate y al final, cuando me lo regalaban terminaba comiéndoselo mi madre. Ahora todo se adapta, incluso los rosarios, ahora son de chuches y aunque se pueden comprar en supermercados además de algunas pastelerías ya no hay tanta tradición como antes.

Esta entrada empezó cuando un grupo de personas nos unimos para reivindicar el día de todos los santos para enseñar al mundo nuestra tradición culinaria en estas fiestas. En mi caso tuve que acudir a mi madre, yo no recuerdo un dulce especial para esta fecha, un bizcocho, una torta, he visto que todos hablan de los panellets pero es que en mi casa nunca los vi, ni en casa de mis amigas, ni en la panadería del pueblo por lo que no forman parte de mi tradición, lo que no significa que no forme parte de la tradición en otros lugares de la isla, pero lo desconozco.

Mi madre me recordó los rosarios, y digo me recordó porqué yo no seguí la tradición. Sí, mea culpa. Pero bueno aquí os dejo unas fotos de los tradicionales rosarios y los que no son tan tradicionales puesto que el calabazate no gusta tanto a los niños como las golosinas y ahora ya se vende con estos dulces. La necesidad a veces hace que las tradiciones cambien y en este caso así ha sido pero yo os enseño las dos versiones.

No es una receta, pero forma parte de estas tradicionales fiestas en Mallorca y en mi casa cuando yo era pequeña, además de los buñuelos de las vírgenes.




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