Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

The Show

En el blog

Pancuit

Sentada junto la puerta de su casa, María miraba al horizonte, después de haber hecho todas las tareas que solía hacer cada día, le gustaba salir, respirar y observar el ir y venir de los vecinos, aunque cualquiera que la contemplara diría que no les prestaba atención, pero yo sabía que si le preguntaba me diría hasta el color de los ojos de cada uno que pasaba por allí, se fijaba hasta en el más mínimo detalle.

Nunca había fumado, decía que su marido lo había hecho por los dos, tampoco era una gran comensal, para ella, una sopa de ajo, le era suficiente. Le gustaba tomar una copita de vino para comer, comiera lo que comiera, aunque fueran dos galletas. Y le encantaba usar perfume de patchouli, cosa que nos sacaba un poco de quicio a los demás, pues el olor era muy fuerte para nuestras narices, pero ella nos decía que en su momento fue un artículo de lujo, y así zanjaba cualquier discusión.

Bajita, delgada, arrugada y con muy mala leche si se lo proponía, y te aseguro que se lo proponía muy a menudo, era el centro de atención de los vecinos, unos decían que por ser vieja, otros por su carácter luchador, otros por no hacerle la contraria, nosotros por quererla tanto, y Ramón por ser la mujer de su vida, sea por lo que sea, ella destacaba siempre, verla sentada junto a la puerta de casa parecía que estuviera vigilando sus dominios y eso me hacía sonreír.



Los lunes siempre son algo duros, aunque a veces no es así y pueden llegar a ser maravillosos. Eso me pasó el lunes de la semana pasada cuando fuimos convocados para visitar la fábrica Quely, esa misma de donde salen las deliciosas galletas de aceite (galetes d'oli), conocidas mejor por Quelitas (de tamaño pequeño) o Quelis. Para muchos no necesitan presentación, crecimos con ellas, forman parte de nuestra vida y también de nuestras generaciones futuras. Aunque, igual que todos crecemos, la marca también ha crecido y con ella.

Eramos un buen número de personas interesadas en conocer las "entrañas" de este corazón tan grande, así que convocados a buena hora, allí estábamos todos dispuestos. El equipo de Quely nos recibió con los brazos abiertos, y mientras nos enseñaba las instalaciones nos fue explicando el proceso de elaboración, empaquetado, distribución, y alguna que otra observación sobre la "aceptación" de estas galletas en otras religiones, no olvidemos que hay religiones que prohíben ciertos alimentos según el producto o cómo estén cocinados.

Y si, comimos también, por si alguien se lo estaba preguntando, el chef Tomeu Torrens del celler de Can Amer, se encargó de prepararnos unas tapas que hizo las delicias de todos, no sabría decir cuál era más rica.




También nos propusieron elaborar una receta con alguno de sus productos, a elección libre, y aunque yo tengo una receta en el blog con sus galletas dulces, tiramisú, no era esa la que quería presentar. Yo quería presentar una receta que forma parte de mi familia, es una receta mallorquina que antes se comía en muchas casas, y que el tiempo y otros platos ha dejado atrás, pero a la que yo le tengo especial cariño pues recuerdo que era muy pequeña y ya me gustaba mucho, y en casa, mi madre, siempre me la preparaba con galletas Quely y sin tomate. 

Es una sopa que conoces como sopa de ajo, pero que en Mallorca se conoce como Pancuit. Se elaboraba con pan de otros días, pero a mi me gusta con galletas, es tan simple y deliciosa, que me ha parecido una buena idea para rendir homenaje a Quely y a todas las madres, abuelas o cocineras que tan gustosamente aún hoy elaboran este plato.

· PANCUIT · 
Ingredientes para 4 personas 
  • 8 ajos picados 
  • Aceite de oliva
  • 4 tomates rallados*
  • 1 litro de agua
  • 8 galletas Quely o 4 rebanadas de pan duro  
  • Sal
  • Pimienta negra
  • 1/2 cucharadita de pimentón*
  • 4 huevos, 1 por persona
Elaboración 
  1. En una cacerola con 2 cucharadas de aceite sofrie, a fuego muy lento, los ajos picados (a mi me gustan así, pero se pueden poner enteros chafados).
  2. Cuando cojan un poco de color añade el tomate y sofríe. 
  3. Al sofrito añádele el agua y deja que hierva. 
  4. Al romper a hervir añadir las galletas, trocéalas con las manos, "groseramente". 
  5. Deja que las galletas absorban el caldo, y cocina unos minutos. 
  6. Salpimienta y añade el pimentón, remueve. 
  7. Baja el fuego. 
  8. Casca los huevos, y añade de uno a uno al caldo. 
  9. Deja cocinar hasta que la clara esté blanca. 
  10. Servir la sopa en cuencos y pon un huevo a cada comensal.



Nota: *Esta sopa austera y sana no lleva tomate, fruto que llegó a Europa después de la conquista de América y que no empezó a utilizarse en gastronomía mucho tiempo después. Por lo que las recetas antiguas que yo he consultado de 1638 derivadas de otras de 1431, no llevan este ingrediente. Fue mucho después que se le introdujo a la receta para darle más sabor, y no todo el que la cocina se lo pone. El pimentón también vino de allí como el tomate y lo ponemos en la sopa mucho después, como el tomate, así que la versión de arriba podría decirse que es "moderna".

"Sovint la gent benestant, però molt més sovint encara la gent pobra, menja pancuit, que és una sopa feta de pa bullit amb aigua, oli, sal i un poc d'all; de vegades s'hi posen també ous batuts". Les Balears descrites per la paraula i la imatge, de l'Arxiduc Lluís Salvador d'Àustria, 1871.

Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day

Croissants aux Amandes

Era un día nublado en París, de esos que huelen a café. En la terraza de la boulangerie “Le Petit”, Justine degustaba un croissant aux amandes poco a poco. Llevaba un collar de perlas heredado de su abuela y una mirada de cine francés en blanco y negro. De repente, apareció un perro callejero, desgarbado y sucio. Se sentó frente a ella, cruzó las patas delanteras y la miró fijamente, como diciendo: “Ese croissant tiene mi nombre”. 
Justine, que creía en señales del universo (y en compartir la comida), le dio un trozo. En ese momento irrumpió Marcel, su vecino raro, autoproclamado cazador de hormigas, con una lupa colgando del cuello y una red ridículamente pequeña. —¡Las hormigas planean algo! ¡Lo he visto en sus túneles! —gritó, sin saludar ni mirar por dónde iba. 
Tropezó con el perro, cayó de bruces en la mesa y aterrizó de nariz en el croissant restante. El perro ladró, Justine se rio y las hormigas, en alguna parte bajo tierra, probablemente aplaudieron. Desde entonces, los tres desayunaban juntos: Justine, el perro (ahora llamado Croissant) y Marcel, que seguía cazando hormigas… pero solo los martes y con el perro como asistente.



La primera vez que hice cruasán sentí que esa no era mi masa preferida, me pareció difícil, y aunque el resultado fue delicioso pensé que ni loca volvía a hacerlo. Pero cosas de la vida y de las redes sociales, un día apareció un mini reto que hizo que me lo pensara.

Laura de Because (el blog), empezó mostrándonos unos deliciosos Croissants aux Amandes, que ella había adquirido en la conocida pastelería "La Suiza" en Bilbao. Eso bastó para "maquinarse" lo que un mes después, con muchos tweets divertidos y whatsapps con interrogantes ha salido a la luz. Los maestros de orquesta fueron Raúl y Virginia.

Es una exquisitez que hiere la sensibilidad para los que estamos a dieta, pero que si no es así puedes disfrutar tan ricamente, repitiendo si hace falta pues uno solo, y si es pequeño como los míos, te sabe a poco. A mi que me gusta compartir, decidí que era buen momento que los vecinos participaran del espectáculo, así que regalé unos cuantos, y la felicidad llegó a más gente #sindolor.

Ésta es una receta de aprovechamiento, pues se usan los cruasán duros o de días pasados, rellenándolos de la crema de almendras y horneándolos otra vez, para que el resultado sea espectacular. Si no dispones de tiempo para hacer el hojaldre, o no te apetece, puedes usar el hojaldre elaborado de venta en comercios, o el cruasán que compres en la panadería. Es fácil, pero ¡cuidado! no podrás parar de comerlos. Mi receta elegida para conseguir la masa del cruasán es la del conocido Richard Bertinet, que tiene su libro Crujientes. Y la crema de almendras pertenece a Michel Roux.


Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Bizcocho de pistachos

Descubrí que mi felicidad no es ir todo el día con una sonrisa, ni que el corazón vaya desbocado, ni tan siquiera que los pensamientos positivos que puedan pasearse por mi cabeza, sean una estaca inamovible. Ni tengo que ir regalando corazones a todo el que me rodea pero tampoco ofreciéndoles manzanas envenenadas.

Descubrí que la mía es etérea, espontánea, pedante, milagrosa y tiene mala cara cuando se levanta por la mañana. A veces me dice no toques eso, no hagas nada, mira hacía delante o pasa página. Descubrí que tiene su propio lenguaje, o yo no la entiendo o busca equilibrio y está demasiado clara. No tiene color pues un día es rojo, y al otro se vuelve malva, y si es de esos días grises no importa ya cambiará la gama.

Descubrí que está llena de pequeños detalles, de un pasado, de un presente siempre moldeable, descubrí que a veces es pena y a veces hasta lágrima. Que se va pero siempre vuelve y me sorprende despeinada. Mi felicidad no tiene nombre, ni dueño, ni casa, todo forma parte de mi y a veces hasta va de prestada.



Descubrir un libro que me gusta desde principio a fin, me hace feliz, además me encanta la maquetación del mismo. Y si me gustan todas las recetas del libro, más feliz estoy, pero no te voy hablar del libro en cuestión, si no de una receta que espero que si un día la pruebas te haga feliz (al menos un ratito) como me lo ha hecho a mi.

· BIZCOCHO DE PISTACHOS ·

Ingredientes 
  • 4 huevos 
  • 175 gramos azúcar 
  • 125 mililitros de aceite neutro
  • 220 gramos de harina
  • 70 gramos de crema de pistacho
  • 1 sobre levadura en polvo
  • Pistachos troceados para decorar
  • 1 poquito de miel 
Elaboración
  1. Precalienta el horno a 200 ºC
  2. Prepara un molde, con el spray o untado de aceite y harina para que no pegue.
  3. Bate en la batidora los huevos con el azúcar, hasta blanquear. 
  4. Añade la crema de pistachos. 
  5. Mezcla y añade la harina tamizada, con la levadura en polvo. 
  6. Por último mientras se mezcla, vierte a la masa, el aceite. 
  7. Deja de batir cuando todo esté bien integrado.
  8. Vierte la masa en el molde y hornear 5 minutos a esa temperatura. 
  9. Baja la temperatura a 160º C durante 35 minutos. 
  10. Comprueba que el bizcocho ya está listo pinchando con un palillo y si sale limpio está en su punto. Desmolda y deja enfriar. 
  11. Pincelar un poco con miel y espolvorea con los trocitos de pistacho para que se quede pegado.




Relato y fotografías @catypol - Circus day.

Terrina de pollo

Y llegó el tercero y último...
Reconoció Scrooge que el Espectro era alto y majestuoso cuando le vio a su lado, y entonces sintió, que su misteriosa presencia le llenaba de un temor solemne. No supo nada más, porque el Espíritu ni hablaba ni se movía.
-¿Estoy en presencia del fantasma de la Navidad futura? -dijo Scrooge.
El Espíritu no respondió, pero continuó con la mano extendida.
-Vais a mostrarme las cosas que no han sucedido, pero que sucederán en el tiempo venidero ---continuó Scrooge-, ¿no es así, Espíritu?
La parte superior de la vestidura se contrajo un instante en sus pliegues, como si el Espíritu hubiera inclinado la cabeza. Fue la sola respuesta que recibió.

(Cuento de Navidad de Charles Dickens)



· Terrina fría de pollo con pétalos ·

Ingredientes
  • 500 gramos de pollo asado troceado (sin piel ni huesos)
  • 2 hojas de gelatina
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de Za'atar (o una mezcla de sésamo, comino y tomillo)
  • 1 pizca de pimienta negra molida 
  • Sal al gusto
  • 50 gramos de pistachos troceados
  • 6 puerros (grosor de un lápiz, o sustituir por espárragos)
  • Pétalos de flores comestibles
    1 - Escaldar los puerros:
    Lava los puerros y escáldalos en agua hirviendo durante 90 segundos. Luego pásalos inmediatamente a un bol con agua con hielo para cortar la cocción. Sécalos con papel de cocina.
    Si usas espárragos cocidos, sáltate este paso.

    2 - Hidratar la gelatina:
    Coloca las hojas de gelatina en un bol con agua fría durante 2 minutos.
    Luego escúrrelas bien apretándolas suavemente con las manos.

    3 - Fundir la gelatina en el aceite:
    Calienta el aceite en un cazo a fuego bajo (sin que llegue a hervir).
    Añade la gelatina hidratada y remueve hasta que se disuelva por completo.

    4 - Preparar la mezcla:

    En un bol grande, mezcla el pollo asado troceado, el aceite con la gelatina, las especias (za'atar, pimienta, sal) y los pistachos. Remueve bien para que se integre todo de manera uniforme.

    5 - Montar la terrina:
    Extiende una doble capa de film transparente sobre una superficie limpia, formando un rectángulo.
    Coloca una capa de pétalos de flores en el centro del film.
    Vierte encima la mezcla de pollo y extiéndela suavemente formando un rectángulo uniforme.
    Coloca los puerros (o espárragos) a lo largo, en el centro del relleno.

    6 - Formar el cilindro:
    Enrolla cuidadosamente la terrina con el film, de modo que los puerros queden en el centro.
    Haz rodar el cilindro sobre la encimera para compactar, eliminar el aire y dar forma.
    Gira y ata bien los extremos del film con hilo de cocina o una goma.

    7 - Reposo:
    Refrigera durante al menos 8 horas (idealmente, toda la noche) para que la gelatina se fije y la terrina tome cuerpo.

    8 - Servir:
    Retira el film con cuidado. Corta en rodajas con un cuchillo muy afilado. 



Y mi receta apareció en: ¡tachan! ¡tachan! Amigastronomicas.com 💚



Feliz 2014

Fotografías @catypol - Circus day.

Duquesses

Amontonados sobre el suelo, formando una especie de trono, había pavos, gansos, piezas de caza, aves caseras, suculentos trozos de carne, cochinillos, largas salchichas, pasteles, barriles de ostras, encendidas castañas, sonrosadas manzanas, jugosas naranjas, brillantes peras y tazones llenos de ponche, que oscurecían la habitación con su delicioso vapor.

Cómodamente sentado sobre este lecho se hallaba un alegre gigante de glorioso aspecto, que tenía una brillante antorcha de forma parecida al Cuerno de la Abundancia, y que la mantenía en alto para derramar su luz sobre Scrooge cuando éste llegó atisbando alrededor de la puerta.
-¡Entrad!- exclamó el Espectro-. ¡Entrad y conocedme mejor, hombre!
Scrooge penetró tímidamente e inclinó la cabeza ante el Espíritu. Ya no era el terco Scrooge que había sido, y aunque los ojos del Espíritu eran claros y benévolos, no le agradaba encontrarse con ellos.
-Soy el fantasma de la Navidad Presente -dijo el Espíritu-. ¡Miradme!(Cuento de Navidad de Charles Dickens).



Antigua receta mallorquina. "Duquesses" son unas empanadas rellenas típicas mallorquinas. Existe la versión dulce rellena de requesón y también existió (hace mucho) la versión salada rellena de langosta (cuando la langosta era barata) para la delicia de los paladares nobles de aquella época.

· DUQUESSES MALLORQUINES ·

Ingredientes para 12 unidades
  • 240 gramos de harina 
  • 100 mililitros de aceite de oliva
  • 25 gramos de  azúcar
  • 1 clara de huevo
  • 100 mililitros de vino blanco seco
  • 250 gramos de carne de langosta cocida (o bogavante, o cangrejo) cortada en trocitos
  • 1 cebolla picada
  • 2 tomates pelados y troceados
  • 5 gramos de harina
  • 125 mililitros de leche
  • Nuez moscada
  • Sal
  • Pimienta

Elaboración
  1. Mezcla la harina con el aceite, el azúcar, la clara de huevo y el vino blanco. 
  2. Trabajar la masa hasta que ésta se te despegue de los dedos. 
  3. Reserva.
  4. En una sartén, a fuego bajo, rehoga la cebolla hasta que esté transparente. 
  5. Añade el tomate, y remueve, deja que se cocine. 
  6. Incorpora la cucharada de harina, que se tueste un poco. 
  7. Añade la leche. 
  8. Remueve y agrega a la salsa la langosta a trozos. 
  9. Condimenta con un poco de nuez moscada, sal y pimienta, al gusto. 
  10. Remueve y cuece unos minutos.
  11. Precalienta el horno a 180 ºC. 
  12. Extiende la masa sobre una superficie enharinada hasta un grosor de 1/2 centímetro más o menos. 
  13. Engrasa una bandeja de magdalenas (con aceite o con spray). 
  14. Con un cortapastas redondo ves formando las círculos que luego colocarás en la bandeja de magdalenas, formando así la base de las duquesses, quedando cestitas dentro de la cavidad de la bandeja.
  15. Rellena las bases con el relleno de langosta. 
  16. Hornea unos 45 minutos o hasta que la masa esté dorada.


Y hoy llegó el segundo...

La Navidad pasada

Era una figura extraña..., como un niño; aunque, más que un niño, parecía un anciano, visto a través de un medio sobrenatural, que le daba la apariencia de haberse alejado de la vista y disminuido hasta las proporciones de un niño. Su cabello, que le colgaba alrededor del cuello y por la espalda, era blanco como el de los ancianos: pero la cara no tenía ni una arruga, y la piel era delicadísima. Los brazos eran muy largos y musculosos, y lo mismo las manos, como si fueran extraordinariamente fuertes. Las piernas y los pies que eran perfectos, los llevaba desnudos, como los miembros superiores. Vestía una túnica del blanco más puro y le ceñía la cintura una luciente faja de hermoso brillo. 

Empuñaba una rama fresca de verde acebo y, contrastando singularmente con este emblema del invierno, llevaba el vestido salpicado de flores estivales. Pero lo más extraño de él era que de lo alto de su cabeza brotaba un surtidor de brillante luz clara, que todo lo hacía visible; y para ciertos momentos en que no fuese oportuno hacer uso de él, llevaba un gran apagador en forma de gorro, que entonces tenía bajo el brazo.
- ¿Sois, señor, el Espíritu cuya venida me han predicho? -preguntó Scrooge.
- Lo soy.
La voz era suave y dulce, pero extraordinariamente baja, como si en vez de estar tan cerca de él, se hallase a gran distancia.
- ¿Quién sois, pues?
- Soy el fantasma de la Navidad Pasada.
- ¿Pasada hace mucho? -inquirió Scrooge, al observar su estatura de enano.
- No. La que acabáis de pasar.

(Cuento de Navidad de Charles Dickens)


1.- Salad on stick · 2.- Panettone 

3 fantasmas os visitarán antes de acabar el año y hoy llegó el primero...

Rose cookies

En un barrio tranquilo de Kioto, justo cuando los sakura empezaban a florecer y todos se emocionaban sacando fotos, algo insólito ocurrió en el combini de la esquina. 
Entró una señora llena de misterio, con gafas de sol gigantes, un kimono de lentejuelas y un paraguas cerrado… ¡aunque no llovía!

Una misa corta, por favor —le dijo al dependiente, que parpadeó y miró a su alrededor como si estuviera en un lugar equivocado.

—¿Perdón? preguntó por si había entendido mal.

¡Una misa corta! —repitió ella, y sacó de su bolso un incienso y una campanita.

El dependiente, que hasta entonces solo había lidiado con estudiantes somnolientos y abuelitas comprando pan de melón, no sabía si llamar al jefe. La señora, mientras tanto, ya había montado un pequeño altar entre las revistas de manga y los onigiri. Clientes curiosos empezaron a entrar al combini. Uno aplaudía. Otro grababa con el móvil.  La señora, imperturbable, hizo sonar la campanita y lanzó pétalos de rosa artificial.

El gerente, salió de la trastienda, se inclinó y dijo:

—Señora Midori… ¿otra vez?



Me fascina Japón y su gastronomía aunque me resulte difícil encontrar los ingredientes necesarios para realizar sus platos. Y en esta búsqueda estaba yo con las famosas flores de cerezo llamadas en Japón: sakura, que no es el árbol que da las cerezas, que es de otra variedad, sino un árbol que sólo se cultiva por sus flores. 
Busqué sakura en conserva para hacer estas bellas galletas pero no las encontré, no al menos cerca. Así que estuve un tiempo buscando con que otra flor podría sustituirlas, hasta que en el supermercado de alimentación asiático encontré rosas para el té de rosas, son pequeñitas no tienen tallo como las flores japonesas y no están en conserva si no secas, pero sólo era cuestión de probarlo. 

La diferencia de estas galletas con las de mantequilla, evidente están hechas con aceite pero haciendo una mayonesa, no pones solamente el aceite, la textura es parecida que las de mantequilla y la galleta una vez horneada sale perfecta. 

· ROSE COOKIES ·

Ingredientes (17 unidades de 6 cm. diámetro)
  • 215 gramos de harina de trigo
  • 75 gramos de azúcar
  • 1 cucharada de rosas para té secas, trituradas
  • 1 pizca de sal
  • Azúcar para poner sobre las galletas
  • Rosas para té de rosas, secas para decorar las galletas
Para la mayonesa
  • 125 gramos de aceite de girasol alto oleico
  • 25 gramos de agua
  • 2 yemas de huevo

1. Prepara la mayonesa:
En un vaso alto, coloca las yemas y el agua. Con una batidora de mano, comienza a emulsionar mientras viertes el aceite en hilo fino, poco a poco, hasta obtener una mayonesa espesa y homogénea. Reserva.

2. Mezcla la base:
En el bol de la batidora (o a mano), mezcla los pétalos de rosa triturados, el azúcar y la sal. Añade la mayonesa y mezcla con el accesorio de pala o una espátula hasta que todo esté bien incorporado.

3. Agrega la harina:
Tamiza la harina e incorpórala poco a poco a la mezcla anterior. Mezcla hasta formar una masa suave y algo húmeda. Si es necesario, termina de unir a mano sobre una superficie ligeramente enharinada.

4. Reposo:
Forma un disco con la masa, envuélvelo en film transparente y refrigera durante 30 minutos.

5. Forma las galletas:
Precalienta el horno a 175 °C.
Estira la masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta un grosor de unos 5 mm. Corta con un cortapastas redondo de unos 6 cm.
Coloca las galletas sobre una bandeja con papel de hornear. Decora cada una con pétalos secos de rosa y presiona suavemente para fijarlos. Espolvorea con un poco de azúcar extra.

6. Hornea:
Hornea durante 15 minutos, o hasta que los bordes comiencen a dorarse ligeramente.
Retira del horno, deja reposar 5 minutos en la bandeja, y luego transfiérelas con cuidado a una rejilla para que se enfríen completamente.

Si quieres darle sabor dale unas gotas de algún aceite alimentario que te guste o simplemente vainilla ya que no esperes el sabor de la mantequilla que no tiene, jeje. 




Esta entrada, receta y fotos fue seleccionada por una revista francesa, me hizo mucha ilusión que lo hicieran, además me enviaron una copia a casa, fueron muy amables. ¡Qué ilusión!.

Fotografías @catypol - Circus day.

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