Hay un monstruo debajo de mi cama__ le dije a mi padre, él muy protector, miró debajo de mi cama y seguidamente me dijo__ hija estate tranquila, no hay ningún monstruo debajo de tú cama, si hubiera uno le pediría explicaciones y según lo que me contestara lo patearía fuera de casa.
Hay un monstruo debajo de mi cama__ le dije a mi madre, ella muy cariñosa me dijo__hija los monstruos no existen, y si no existen no debes preocuparte por ello, duerme tranquila que yo velaré tú sueño.
Seguí diciendo lo mismo a mi hermano, y él que es muy gracioso me dijo__hermanita, ¿saliste con tus amigas y te tomaste algo? ¡venga ya! ¡tu flipas!
Al final vino a casa mi mejor amiga, y le conté lo mismo que a los demás. Ella me dijo muy seria__ te creo, a mi me pasó igual, yo no tuve la valentía que tú tienes, yo no se lo conté a ndie y pasé mucho miedo, hasta que un día lo saqué de debajo la cama, le puse delante una baraja de cartas y le dije__si tú ganas me llevas a tú mundo, pero si gano yo dejarás de meterme miedo, vendrás a verme muy de vez en cuando, solo un ratito, nada de pasar temporadas conmigo y no te meterás debajo de mi cama, ni de mi armario, te mostrarás en todo momento hasta que llegue el momento de largarte.
Mi amiga se quedó a mi lado, me convenció y movimos la cama, la giramos, la zarandeamos, nos reímos largo rato y disfrutamos mucho de un nuevo y riquísimo bizcocho que había hecho ese día, con un ligero tono verdoso monstruo, ¿queréis disfrutarlo?.
Cada persona ve los miedos de distinta manera, cada una reacciona según su experiencia, saber, personalidad o perspectiva, y si, aunque el miedo es una angustia que todo ser humano experimenta alguna vez en su vida, a veces, no es fácil reconocerlo, hablarlo o manifestarlo.
Imaginamos que el monstruo que hay debajo de nuestra cama puede ser verde, como Mike o Sully (Monstruos S.A.), quizás de pequeños es así, pero ¿y de grandes?, ¡mmm!, de grandes podemos seguir creyendo en ellos o comérnoslos ¿no crees?.
· BIZCOCHO DE AGUACATE ·
Ingredientes
Elaboración
Precalienta el horno a 180 °C.
- 3 huevos
- 1 pizca de sal
- 2 aguacates pequeños maduros o 1 aguacate grande maduro
- El zumo de 1/2 limón
- 100 gramos de aceite oliva suave
- 180 gramos de azúcar
- La ralladura de 1 limón
- 250 gramos de harina
- 50 gramos de harina de almendra
- 1 sobre de levadura en polvo
- Unas gotas de colorante alimentario verde (opcional)
Precalienta el horno a 180 °C.
- Separa las claras de las yemas. Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal y resérvalas.
- Extrae la pulpa del aguacate y colócala en un cuenco con el zumo de medio limón. Tritura hasta obtener una pasta suave.
- En una batidora, mezcla el aceite con el azúcar y el puré de aguacate. Añade las yemas y bate bien. Incorpora la ralladura de limón.
- Tamiza las harinas junto con la levadura e incorpóralas a la mezcla anterior. Mezcla hasta integrar.
- Si deseas potenciar el color verde, añade unas gotas de colorante alimentario.
- Incorpora las claras montadas con una espátula, poco a poco, con movimientos envolventes hasta que la masa quede homogénea y aireada.
- Vierte la masa en un molde previamente engrasado (con spray desmoldante o aceite y harina).
- Hornea durante unos 45 minutos o hasta que, al pinchar con un palillo, este salga limpio.
- Retira del horno, deja reposar 5 minutos en el molde y desmolda sobre una rejilla para que enfríe por completo.
Relato, dibujo y fotografías @catypol - Circus day.