En un barrio tranquilo de Kioto, justo cuando los sakura empezaban a florecer y todos se emocionaban sacando fotos con filtros innecesarios, algo insólito ocurrió en el combini de la esquina. Entró una señora llena de misterio, con gafas de sol gigantes, un kimono de lentejuelas y un paraguas cerrado… ¡aunque no llovía!
—Una misa corta, por favor —le dijo al dependiente, que parpadeó como si le hubieran pedido sushi en una gasolinera.
—¿Perdón?
—¡Una misa corta! —repitió ella, y sacó de su bolso un incienso, una campanita y un CD de cantos gregorianos versión remix.
Montó un mini altar entre la sección de bentos y los refrescos, se arrodilló en dirección al congelador de helados y murmuró algo que sonó a bendición, oración… o receta de ramen. Luego se levantó, se compró un dorayaki y desapareció entre los cerezos en flor, dejando tras de sí un ligero aroma a incienso… y a misterio absoluto. Desde ese día, al combini le llaman “El Santuario del Sakura” y nadie se atreve a tocar el CD que quedó sonando eternamente en la radio: “Misa breve en do menor y wasabi”.
Me fascina la gastronomía japonesa aunque me resulte difícil encontrar los ingredientes necesarios para realizar sus platos. Y en esta búsqueda estaba yo con las famosas flores de cerezo llamadas en Japón: sakura, que no es el árbol que da las cerezas, que es de otra variedad, sino un árbol que sólo se cultiva por sus flores. Busqué sakura en conserva para hacer estas bellas galletas pero no las encontré, no al menos cerca. Así que estuve un tiempo buscando con que otra flor podría sustituirlas, hasta que en el supermercado de alimentación asiático encontré rosas para el té de rosas, son pequeñitas no tienen tallo como las flores japonesas y no están en conserva si no secas, pero sólo era cuestión de probarlo.
Al final de post verás dónde fue a parar este post y se resolverán las preguntas y/o observaciones que me haces sobre mis proyectos, ¡ah! y la foto/ilustración de arriba esta hecha con inteligencia artificial ;)
La diferencia de estas galletas con las de mantequilla, evidente están hechas con aceite pero hacemos una mayonesa no ponemos solamente el aceite, la textura es igual que las de mantequilla y la galleta una vez horneada sale perfecta.
· ROSE COOKIES ·
- 165 gr. harina de espelta o trigo
- 50 gr. harina de arroz
- 50 gr. azúcar
- 1 cucharada de rosas para té secas, trituradas
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de azúcar moreno para poner sobre las galletas
- Rosas para té de rosas, secas para decorar las galletas
- 125 gr. AOVE
- 25 gr. agua
- 2 yemas de huevo
Tamizar las harinas juntas y reservar. En el cuenco de la KA ponemos las rosas trituradas, el azúcar y la sal. Aparte hacemos la mayonesa con las yemas de huevo, el agua y con la batidora de mano, vamos añadiendo el aceite poco a poco hasta conseguir la consistencia de la mayonesa.
Pasar la mayonesa al cuenco de la KA y mezclar con la pala. Cuando la mezcla está bien incorporada añadir la harina tamizada y mezclar hasta formar la masa.
Sacar del cuenco y amasar a mano durante un par de minutos sobre una superficie ligeramente enharinada. Cubrirla masa con film transparente y dejar reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
Precalentar el horno a 175º C. Formar las galletas de unos 5 mm. de espesor y poner unas rosas de té de rosas sobre ellas, hacer un poco de presión para que se fijen bien y esparcir un poco de azúcar moreno encima.
Hornear durante 15 minutos, sacar del horno y dejar enfriar sobre la bandeja 5 minutos y después pasar a la rejilla para que se enfríen completamente.
Esta entrada, receta y fotos fue seleccionada por una revista francesa, me hizo mucha ilusión que lo hicieran, además me enviaron una copia a casa, fueron muy amables. ¡Qué ilusión!.