En el norte, donde la bruma lo mismo te abriga que te desorienta, y donde las gaviotas parecen tener mala leche crónica, vivía Berto, un pescador que había visto de todo… excepto su sentido de la orientación, que había perdido en 1997.
Aquella mañana, salió al mar con su pequeña lancha a motor, buscando almejas para las faves con almejas que su mujer le había exigido con voz de sentencia final:
—Si vuelves sin almejas, duerme con las cabras.
Lástima que en medio del mar se desató una niebla espesa como caldo de cocido, y Berto se perdió. Pero mal. Nivel: saludó a una boya pensando que era su primo y pidió indicaciones a una medusa.
Horas después, aún perdido y sin almejas, divisó una silueta sobre el agua. Se acercó con esperanzas… y descubrió algo que desafiaba la lógica: un velomar (sí, un triciclo flotante de playa) y encima, un hombre de barriga al aire, caña en mano, y una radio portátil colgando de la sombrilla.
—¿¡Qué haces tú aquí, en medio del mar con un velomar!? —gritó Berto.
—¡Pescando! —respondió el hombre—. ¡Hay lubinas con complejo de salmón por aquí!
Era Tino, el tío raro del pueblo, que cada verano intentaba pescar sin licencia y sin lógica.
Y por si el surrealismo no fuera suficiente, de pronto se oyó una voz potente, desentonada y decididamente entusiasta:
—♪ “Oye cómo vaaaa, mi ritmooo…” ♫
Era Suso, el sordo del pueblo, que se acercaba en una barca oxidada, cantando una serenata a todo pulmón con auriculares puestos, creyendo que estaba afinado como Pavarotti.
—¡Esta se la dedico a la hija del panadero! ¡O la del mecánico! ¡No me acuerdo!
Berto ya no sabía si estaba en la ría o en un episodio perdido de "El Hormiguero". Se echó las manos a la cabeza, cuando de pronto... ¡ZAS! Tino sacó algo de su caña:
—¡Una almeja! ¡Y gorda!
Todos celebraron como si hubieran encontrado oro. Una almeja. Pero suficiente para que Berto tuviera excusa al volver a casa.
—¿Y las faves? —le preguntó su mujer al llegar.
—Cariño… hay una historia muy larga —dijo Berto—. Pero trae el chorizo, que esto lo celebramos.
Y así, entre almejas ganadas por casualidad, un velomar anclado con cuerda de tender, y un sordo que siguió cantando hasta que se le acabó la batería, se cerró otro día absurdo y glorioso en el norte. Y nadie durmió con las cabras. De milagro.

Hace 20 años que tengo esta receta, en ese momento coleccionaba recetas, extraño para mi pues no andaba mucho por la cocina y era una comensal horrorosa, pero la guardé. Así que es mi primera vez que hago este plato, ya sabes que a elección (@JosinhoSilva) cocinamos una receta eligiendo un tema en común, y por temporada, tiempo y por que nos gusta se ha elegido platos que se comen con cuchara.
· FABES CON ALMEJAS ·
Ingredientes
Elaboración
Diseño logotipo y fotografías @catypol - Circus day.
- 600 gr. de fabes
- 500 gr. de almejas
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 2 vasos de agua
- 1 vaso de vino blanco
- 3 tomates
- Aceite
- 1 cda. perejil picado
- 1/2 cda. pimentón dulce
- Sal y pimienta blanca
Elaboración
Poner las fabes en remojo el día anterior. Al día siguiente poner una olla con agua fría y le echamos las fabes escurridas dentro, junto con 1 tomate partido en trozos, 1 cebolla troceada, los 2 dientes de ajo pelados y cortados a trozos y un chorro de aceite. Dejamos cocer durante 1 hora y 45 minutos, tenemos que "asustar" las fabes cada vez que rompa a hervir añadiendo agua fría.
En una cazuela con un poco de aceite sofreímos la otra cebolla picada, y cuando doren añadir los tomates restantes a trocitos y el pimentón. Dejamos cocer y le añadimos las almejas lavadas, el vaso de vino, el agua, el perejil picado y salpimentamos. Cuando se abran las almejas, le añadimos las fabes escurridas. Dejamos cocer 10 minutos y servimos con la misma cazuela.

