Todo empezó un domingo por la tarde en el tranquilo —demasiado tranquilo— pueblo de Santa Panca. La adolescente malcriada del lugar, Chloe, se había escapado de misa con una hamburguesa doble con bacon, declarando a voz en cuello que “la salvación no se sirve con pan sin gluten”.
Mientras tanto, en la iglesia, el Padre Julián, un cura indeciso con más dudas que sermones, esperaba en el confesionario, mordiéndose las uñas y el alma. No sabía si quería seguir en la Iglesia o abrir una pastelería vegana en Galicia. Las señales divinas eran confusas.
—¡Pecado grave, pecado grave! —gritó de pronto la abuela loca, Doña Nélida, irrumpiendo en la iglesia con su sombrero lleno de plumas (unas de gallina, otras sospechosamente de pavo).
—¡Alguien ha bautizado a mis patos sin mi permiso! —bramó—. ¡Y ahora se tiran al estanque como si fueran monjes trapenses!
Efectivamente, afuera, un grupo de patos al agua chapoteaban con fervor místico en la fuente de la plaza. Uno llevaba un rosario. Otro, una toalla bautismal de Barbie.
El padre salió corriendo, justo cuando Chloe apareció mordiendo su hamburguesa y diciendo:
—Oigan, ¿quién ha metido al pavo en el confesionario?
Silencio. Miradas. Y entonces, un estornudo elegante se oyó desde dentro del confesionario. El pavo emergió con porte digno, sacudiendo sus plumas como si acabara de absolver a media parroquia.
—Este pueblo necesita ayuda celestial... o un psicólogo de guardia —dijo el padre, contemplando su vida con la mirada perdida de quien se ha pasado de incienso.
—Y una hamburguesa de verdad —añadió Chloe, masticando.
La abuela bendijo a los patos. El padre pidió una señal (pero solo le cayó una hoja en la cabeza). El pavo se sentó en el altar. Y los feligreses... aplaudieron. Porque en Santa Panca, la misa puede que no sea muy ortodoxa, pero nunca es aburrida. Y así, entre hamburguesas, confesiones y aves confundidas, se cerró otro domingo en el pueblo más peculiar de la diócesis. Amén... o algo así.


Y de eso se trata esta entrada, de recetas sanas, que alimenten el cuerpo y para mi el alma, ¿por qué? no tienen nada de especial el pavo y la coliflor, ¿verdad? jajaja, no no lo tienen, pero el puré de coliflor es tan rico, fácil y sin grasas ni lácteos, y bueno el pavo igual que el pollo puede ser un poco seco dependiendo de cómo lo cocinemos, éste me encantó, por eso me sentí bien cuando probé este plato.
· HAMBURGUESAS DE PAVO CON PURÉ ·
Ingredientes para la hamburguesa
- 1 bulbo de hinojo
- 1 zanahoria mediana
- 1 cdta. de aceite de oliva
- 2 hojas de acelga sin pencas
- 1 cucharadita de perejil picado
- 500 gr. carne picada de pavo o pollo
- 1 cda. de soja
- Semillas de sésamo para rebozar, opcional
Ingredientes para el puré
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 cda. de aceite de oliva
- 1 coliflor
- 250 ml. agua
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración de las hamburguesas
Cortar el bulbo de hinojo y la zanahoria en brunoise, sofreír con la cucharadita de aceite en una sartén a fuego medio, hasta que se ablanden un poco y doren, sin quemarlas (terminarán de cocinarse en el horno). Apartar y dejar enfriar. Picar las hojas de acelga, y mezclar con las verduras anteriores, el perejil, la carne picada y la soja. Mezclar bien y formar las hamburguesas, que no sean muy gordas (se hornean y no tiene que quedar el centro crudo) ni muy grandes (pues se rompen con facilidad). Se dejan en el frigorífico durante una hora. Calentar el horno a 200º C. Mientras en la bandeja del horno, con papel para hornear, colocar las hamburguesas, previamente las habremos pasado sobre semillas de sésamo. Hornear unos 20 minutos.
Elaboración de puré de coliflor
Cortar la cebolla en brunoise, igual con los ajos o prensar con un prensa ajos. Cortar o picar la coliflor, que quede en trocitos pequeños. Reservar la coliflor. En una olla baja sofreímos la cebolla y el ajo. Cuando se transparente añadir la coliflor y el agua. Tapar la olla y cocinar a fuego lento, dependiendo de lo pequeño que sean los trozos de coliflor, cocinar entre 10 o 20 minutos, removiendo y estando atento a que no se evapore el agua y nos quedemos sin, no hay que quemar el preparado, añadir un poco de agua si fuera necesario. Si antes de los 20 minutos la coliflor está cocinada, quitar del fuego y reducir a puré con una batidora o Túrmix. Con la consistencia del puré, salpimentar al gusto.
Servir las hamburguesas con el puré de coliflor.

Lo dicho, para el cuerpo y alma, y para el concurso de recetas sanas del blog de Margot cosas de la vida, con la colaboración de Nútrim, Cook & World y Hoy del día.
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Relato y fotografías @catypol - Circus day.