En algún rincón polvoriento del desierto de Marruecos, dos camellos descansaban junto a un oasis diminuto, de esos que parecen una alucinación. __Si no aparecen pronto, me como el sombrero del mercader__ gruñó Omar. __Tú no tienes dientes__le dijo Fabio riendo. En eso, llegó un mercader de burros. Tiraba de una carreta cargada con cuatro burros y una olla enorme. De ella emanaba un aroma celestial. __¿Eso son… garbanzos?__ preguntó Fabio. __¡No cualquier garbanzo! ¡Es Ras el Hanout, receta secreta de mi bisabuela!__ exclamó el mercader, mientras sacaba un plato humeante de su carreta.
Antes de que pudieran discutir sobre herencias culinarias, aparecieron del cielo cuatro cuervos. Uno llevaba en el pico una lámpara de aceite vieja y polvorienta, que dejó caer justo entre los camellos. __¿Esto es lo de Aladino?__preguntó Omar. __¿Tú crees que sale un genio?.
Por supuesto, la frotaron. En lugar de un genio, salió una nube de humo que tosió, estornudó y formó la figura de un tipo desaliñado con ojeras. __¡Ay, otra vez! ¿Qué quieren ahora? ¿Riqueza, amor, WiFi?__ preguntó enfafado. __Solo queríamos saber si los garbanzos llevan comino__ dijo Omar. __Y si podemos repetir__ añadió Fabio. El genio los miró. Luego miró al mercader. Luego a los cuervos, que empezaban a picotear la olla. __Me voy__dijo. __Esto es demasiado surrealista incluso para mí.
Y puff, desapareció dejando una lluvia de purpurina y olor a canela. Esa noche, bajo las estrellas y rodeados de animales compartieron el mejor plato de garbanzos Ras el Hanout que se haya cocinado jamás en un oasis perdido. Y la lámpara... la usaron para calentar el té.
Así estamos hoy en casa, recién salida de una gripe, también es el cumple del peque, juguetes por toda la casa, y a mi que me apetece comer algo suave y especiado para comer, ¡ya está bien de sopita!, además este año es el año de hacer otros proyectos y cocinar otros sabores ;)
El nombre de esta mezcla de especias en árabe significa literalmente la cabeza de la tienda, haciendo referencia a la mejor mezcla de especias que el mercader puede ofrecer. No existe una receta única del ras el hanout, cada vendedor o cocinero lo elabora de una forma especial. La mía no la elaboré yo, la compré hecha y me gustó por lo suave que es, mezclada con legumbres y un toque de limón me encantó, espero que a ti te guste también.
· GARBANZOS RAS EL HANOUT ·
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados
- 1/2 cucharita chile picado
- 1 cucharadita de Ras el Hanout
- Sal y pimienta al gusto
- 1/2 taza de pasta de tomate
- 2 tazas de hojas de espinaca, picada
- 400 gramos de garbanzos, enjuagados y escurridos
- El jugo de medio limón
- 1 puñado de hojas de cilantro para adornar
- Para servir (opcional) con pan marroquí y una cucharadita de yogur.
Calentar el aceite en una sartén grande a fuego medio. Cocinar la cebolla, el ajo y el chile durante unos 5 minutos hasta que estén blandos. Añadir el Ras el Hanout. Mezclar bien. Añadir la pasta de tomate. Cocinar 1 minuto. Añadir las espinacas y garbanzos. Cocinar, remueve ocasionalmente hasta que la espinaca se ha ablandado (alrededor de 3 a 4 minutos). Retirar del fuego. Agregar el jugo de limón. Sazonar con sal y pimienta. Adornar con cilantro.
Servir caliente con pan marroquí y una cucharada de yogur para acompañar.