Cinco estudiantes de intercambio se perdieron en una callejuela estrecha detrás de una conocida librería de Londres. Creían estar en camino hacia el Museo Británico, pero acabaron en una especie de mercado alternativo que parecía sacado de un libro raro.
—¿Esto es el callejón Diagón? —preguntó Marta, riéndose.
—Sí, claro, y yo soy Harry Potter —respondió Lucas, rodando los ojos.
En una esquina, junto a una tienda de libros viejos, había un carrito de comida con un cartel que decía:
“Puré de patatas profético — gratis hasta agotar existencias.”
—Gratis —dijo Sofía—. ¿Qué puede salir mal?
El puré estaba increíble. Cremoso, caliente y con mucha mantequilla. Mientras comían, el dueño del carrito, un señor con un sombrero gigante con forma de embudo, los observaba con una sonrisa.
—¿Sabían que este puré revela cosas sobre tu futuro? —les dijo, señalando su sombrero—. Yo no adivino con cartas ni bolas de cristal.
Los estudiantes rieron, pero Marta, por curiosidad, preguntó—¿Y qué ves en nosotros?
El hombre se acercó, los miró con aire teatral y dijo —Veo que habéis perdido algo importante… como la orientación, por ejemplo.
—Eso ya lo sabemos —dijo Diego.—¿Y esto? —preguntó Inés, levantando una pequeña bolsa de tela que encontró en su bolsillo. Dentro había tres monedas de oro con un mapa dibujado en relieve.
—¡Eso lo dejaste en el carrito! —le dijo el hombre—. Son monedas de cambio de la tienda de libros. Si las usas bien, te dan pistas para encontrar la salida__rió el señor.

Esta es mi versión de lo que considero el mejor puré de patata que he probado, el clásico puré francés del chef Joël Robuchon, quien dedicó un libro entero a las patatas. Su secreto: mucha mantequilla fresca y remover vigorosamente el puré. Para obtener un buen puré de patata, necesitas saber dos cosas: primero, la calidad de las patatas. Elige patatas amarillas con almidón, para un puré cremoso y suave, ya que tienen más humedad. El segundo consejo es nunca procesar las patatas. Usa un prensapatatas o un pasapurés manual. Ambas opciones trituran las patatas sin que queden pegajosas. Si procesas las patatas con una batidora de mano o un procesador de alimentos, el procesamiento libera más gluten y hace que el puré quede como pegamento. #diadelpuredepatatas
· PURÉ DE PATATAS ·
- 500 gramos de patatas
- 85 gramos de mantequilla, fría cortada a trozos pequeños
- 235 mililitros de leche
- 60 mililitros de nata
- Sal al gusto
Elaboración
- Lava bien las patatas y córtalas por la mitad horizontalmente. Las mitades deben ser muy similares para que se cocinen uniformemente.
- Colócalas en una olla grande y cúbrelas con agua fría, dejando unos 2,5 cm por encima de las patata. Añade media cucharada de sal gruesa por cada cuarto de agua de la olla.
- Una vez que el agua alcance el punto de ebullición, baja el fuego a medio bajo y cocina a fuego lento las patatas sin tapar durante unos 20 minutos o hasta que la hoja de un cuchillo insertado en la patata la atraviese fácilmente.
- Trabaja rápidamente con las patatas aún calientes.
- Escurre las patatas, pélalas y pásalas por el pasa purés o el prensapatatas.
- Ponlas una sartén a fuego medio y remueve enérgicamente durante 4 minutos con una espátula de madera, dejando que se evapore el exceso de agua.
- Empieza a añadir los trocitos de mantequilla fría, poco a poco, integrándolos bien y removiendo enérgicamente.
- Hierve la leche y la nata y añádelas a la mezcla de patatas, en un chorro, hasta que se absorban por completo.
- Dependiendo del nivel de humedad de las patatas, podría ser necesario ajustar la cantidad de leche, no querrás un puré sólido ni líquido.
- Así que ve poco a poco al final para asegurarte de obtener la consistencia adecuada.
- Si necesita añadir más leche, hazlo en caliente.
- Prueba de sal y sirve.

Relato y fotografías @catypol - Circus day.



