Señoras y Señores,

Bienvenidos a Circus Day

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Hola,

Soy Caty y dirijo este circo

Foodie, diseñadora gráfica, cuentacuentos y aficionada a la fotografía es un resumen de lo que encontrarás aquí, un circo lleno de recetas, historias y espectáculo. Señoras y señores, mesdames et messieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a Circus day, espero que te guste el show.

The Show

En el blog

Dumplings

Era un día soleado en Qingyun Gu, el tipo de lugar donde todo parece tranquilo hasta que aparece un vendedor parlanchín con sombrero de paja y voz de trueno. __¡Dumplings recién hechos, calientes como beso de dragón!__ gritaba desde una roca.

En eso pasó Mei, una joven con trenzas revueltas y una bota perdida en algún tramo del camino. __¿Has visto mi bota izquierda?__preguntó, saltando sobre un pie. __¿Negra y gastada?__ respondió el vendedor. __ Se la lleva un cuervo. 

Antes de que Mei pudiera asimilar eso, se escuchó un estruendo, un carruaje sin una rueda avanzaba torpemente por el sendero. Dentro, un viejo agricultor gritaba, __¡Apartaos! ¡Solo tengo tres frenos y uno es mi pie!. El carruaje zigzagueó, se estrelló contra un arbusto de lavanda, y milagrosamente de entre los sacos cayó la bota de Mei. __¡Mi bota!__ exclamó, calzándosela con alegría. 

Mei suspiró feliz. __No sé qué tiene este día__ dijo. __Tiene sol, caos y dumplings__ respondió el vendedor. __¿Qué más se puede pedir?. 



La verdad es que no recuerdo la primera vez que comí comida China, ni dónde ni con quién, pero me encanta, o al menos la que se come aquí, nunca he estado en China (me gustaría), supongo que como en todo han adaptado su cocina a los gustos occidentales. En este caso me he atrevido con unos dumplings o gyozas pero hechos con obleas de arroz, sin gluten y con mucho sabor. Me he sorprendido y me ha gustado mucho. 


· DUMPLINGS ·

Ingredientes
300 gramos de carne picada mezclada de cerdo y ternera
1 zanahoria
1 cebolla pequeña
1 ajo
1 trocito de jengibre
2 hojas de col
2 cucharadas de salsa de soja (sin gluten) + para servir
1 cucharada de aceite de sésamo
Unas hojas de cilantro picadito
Obleas de arroz
Alga nori (opcional)
Aceite de oliva virgen extra

Elaboración
  1. Pela y pica la zanahoria, la cebolla, el ajo, el jengibre y la col. 
  2. Pon en una sartén una cucharada de aceite. 
  3. Cuando esté caliente sofríe la cebolla, que se rehogue. 
  4. Añade la carne picada y remueve para que se deshaga un poquito. 
  5. Añade el resto de verduras. 
  6. Cocina hasta que la carne esté lista. 
  7. Añade la soja, remueve bien. 
  8. Apaga el fogón. 
  9. Con el fuego apagado, añade el aceite de sésamo y el cilantro. 
  10. Remueve bien y deja reposar un poco.
  11. Mientras, mojas las obleas de arroz en agua, de una en una, y corta a trozos el alga nori. 
  12. Cuando la oblea esté blandita, haz dos montoncitos con el relleno sobre un trocito de alga nori y cierra. 
  13. Corta en 2 y cierra.
  14. Pon una sartén al fuego con una cucharada de aceite.
  15. Tuesta un poco los dumplings por ambos lados. 
  16. Para darles la vuelta y que no se peguen usa dos lenguas, se ve que con la silicona no se pega la oblea. 
  17. Sirve con salsa de soja o con la salsa que más te guste.





Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day.

Espinagada

Para Jaime Mas (hijo)

Valldemossa 14 de agosto de 1911 en la calle Chopin Nº 4. En esa calle nace Jaime Mas Estrades, en un familia humilde con huerto familiar y en tiempos de escasez y necesidad. Tuvo que espabilarse pronto y como muchos niños dejó la escuela en edad temprana, cinco hijos eran muchas bocas para alimentar y se necesitaban manos en el huerto para sacar adelante la cosecha que producía. Almendro, avellanos, olivas y alguna encina, plantaban trigo, verduras, legumbres y criaban cerdos y gallinas. 

Tenim llom de porc negre_ chillaba uno en el mercado. Verdura, verdura per fer espinagada__cantaba otra, la jerga del bullicioso mercado de la capital. Y allí llevaban lo que cosechaba la familia y compraban lo imprescindible para ellos más un poco de tabaco que después liaba en cigarrillos finos, para que le llegara unos días más.

El molinero les molía el trigo y con la harina podían hacer pan para comer un poco cada día, pues hasta la próxima cosecha no había más. Con la aceituna desechada hacían aceite, y con las buenas, en conserva con salmuera. La matanza del cerdo ayudaba en la alimentación familiar pero aún así, había noches que la necesidad apretaba. Cazar y las fiestas del pueblo eran la única diversión que tenía.

Lejana está la aventura que tuvieron él y Sebastián, su amigo entrañable, aquella que sin permiso se fueron con los pescadores a la pesca, ya que su huerto estaba de cara al Mediterráneo y los pescadores pasaban por allí para ir a la playa en donde tenían sus botes, incluso a veces había trueque, sobretodo cuando querían comer pescado, y les guardaban en el galpón del huerto sus artes de pesca.

Esa aventura, no la olvidaron jamás, fue la experiencia de sus vidas decía Jaime a los 75 años, aunque ello significara el enfado de sus padres y el trabajo extra en el huerto. La pesca fue tan buena, mucho, que llegaron los botes llenos de pescado.

Montevideo 14 de febrero de 1928. Con 16 años llega Jaime Mas Estrades a Uruguay, con una maleta de cartón y recién salido de un barco que lo llevó de Mallorca a Barcelona y de allí a su nuevo país, en 3ª clase por supuesto, ya se sabe, agua tibia y comida escasa. Pero tuvo suerte, una pareja catalana de 1ª clase que se dirigía a Argentina lo ayudó y alimentó durante el trayecto. Siempre lamentó la perdida de la dirección de ellos, estén donde estén gracias.

Los tres varones de la familia se fueron para allá y así ayudar a la familia que se quedó en Valldemossa, bajo la protección de Don Vicente Colom, amigo de la familia, un hombre bajito, calvo y de un hablar pausado lleno de bondad que regentaba una panadería que se convirtió en el primer refugio para los que llegaban de Valldemossa.

Jaime creció y formó familia en Montevideo, es de mayor cuando recuerdas el pasado y añoras esas experiencias y personas que se fueron en el momento que "cruzó el charco", entonces probó a elaborar allá la sobrasada, orgulloso estaba él y su familia del resultado, aún hoy siguen elaborándola, no ya por la raíz de una tierra lejana, sino por el recuerdo y amor a la familia, a un padre, a unos abuelos, a una historia que ha crecido lejos de aquí. 95 años después de su nacimiento su vida en la tierra terminó. Quizás volvió a cruzar el mar, quizás quiso vivir su última aventura pescando en la playita al lado del huerto, quizás ese día los pescadores volvieron con los botes llenos y celebró la hazaña con ellos.




No sé si llamarlo de Valldemossa a Montevideo, mi historia con Jaime data de hace poco tiempo, un día recibí un precioso email en el que Jaime me decía lo mucho que le gustan mis historias, las recetas también, pero las historias que escribo con tanto cariño medio reales medio inventadas, se ve que le gustan más, sinceramente, mi corazón se ensanchó agradecido, porque nacen desde mi memoria a mi alma y ya forman parte de Circus day casi igual que las recetas. Aquí recalcaré que otra mucha gente me habla de lo que le gustan mis historias y no los quiero dejar atrás pues también son seguidores de ellas. Gracias a todos.

Ya digo que unir gastronomía de Mallorca y Uruguay, no es fácil, pero como país que recibió a tantos españoles en su momento imagino que algo de parecido tendremos, ¿no crees?. Agradecida por la carta que recibí de ti, Jaime, contándome la historia familiar de tú padre, decidí que la receta de unión entre nosotros sería la espinagada, con cerdo, por supuesto, que para la matanza es importante 😉  y con verduras, no las que plantaban en vuestro huerto familiar "Sa Sini" pero podría ser, además en Mallorca ahora es tiempo de comerla. Y vosotros tenéis vuestra empanada, aunque diferentes ambas quizás deriven de la misma raíz. Espero que te guste, pues la historia de este post ya la sabes, es la de tú padre y también la he escrito desde el corazón.


· ESPINAGADA DE LLOM AMB COL ·

La masa
250 mililitros de agua
25 gramos de levadura fresca
125 mililitros de aceite de oliva
1 cucharada de manteca (opcional)
La harina que necesite

El relleno.
500 gramos de carne de cerdo
1/2 col pequeña rizada (Borretxona mallorquina)
2 puerros
3 ajos
2 cebolletas
Pasas

Condimento.
1 cucharada de manteca colorada disuelta
Pimentón
Pimiento rojo picante
Sal
Aceite de oliva

Para la masa.
  1. Disuelve la levadura con el agua y mezcla con los demás ingredientes hasta formar una masa de la misma consistencia que el pan. 
  2. Déjala tapada reposando durante 1 hora. 
  3. Mientras prepara el relleno. 

Mise en place.
  1. Corta el lomo en dados pequeños. 
  2. Limpia y corta la verdura en brunoise. 
  3. Ponla en un bol y condiméntala. 
  4. Precalienta el horno a 175 ºC

Formar las espinagadas.
  1. Pon papel de hornear sobre la mesa y separa en dos la masa (o en tres o no separar, depende del tamaño que quiera cada uno). 
  2. Aplana la masa en forma de círculo. 
  3. Forma un rectángulo con el relleno en el centro del círculo y cierra la empanada o bien con repulgue o bien juntando la masa como si fuera un sobre.  
  4. Cuece al horno durante 1 hora. 


Relato y fotografías @catypol - Circus day.
(Carta de Jaime Mas de su padre)

Tarta Tatin

[RETO COOKING THE CHEF]
La inspiración culinaria de Ottolenghi proviene de sus fuertes raíces mediterráneas y de su amor incondicional por los ingredientes. Aunque él no sea vegetariano, su enfoque para su cocina es completamente original e innovador, y se basa en sabores intensos y en combinaciones asombrosas y refrescantes. 

Chef de profesión, israelí de nacimiento y obsesionado con mejorar el mundo desde su cocina, Yotam Ottolenghi está llamado a cambiar la forma de comer de la clase media. A sus 44 años, la influencia que ejerce en los hábitos alimenticios de los británicos es enorme, aunque lo normal es que ni siquiera nos suene su nombre. Pero quizá por poco tiempo, ya que desde su viaje por diferentes islas mediterráneas la cultura culinaria de Mallorca lo engatusó y está dispuesto a convertirse en su mejor embajador.

“No conocía mucho las islas mediterráneas, pero tenía bastantes expectativas. Antes de llegar a Mallorca tenía el prejuicio de que todo sería demasiado turístico y de que me costaría encontrar la auténtica cocina local. Sin embargo, me sorprendí gratamente de la cocina local, que es realmente especial”, asegura el chef en una entrevista concedida al diario británico The Times. __El confidencial.




Teniendo la oportunidad de hablar sobre Yotam Ottolenghi no iba a desperdiciar la ocasión de nombrar su opinión de cuando estuvo en Mallorca, y en honor a ello, he usado patató mallorquín, nuestras patatas baby, que usamos sobretodo en las comidas navideñas para acompañar diversas carnes o pescados.  Como bien habéis leído, hoy toca la receta del chef que nos propone Cooking The Chef y con esta receta participo en el reto, estoy muy feliz, es un cocinero que me gusta mucho. 
Esta ocasión he cocinado una tarta de su libro El Gourmet Vegetariano, ¡delicioso!


· TARTA TATIN ·

Para 4

Ingredientes 
  • Molde para pastel de 22 cm. diámetro
  • 200 gramos de tomates cherry
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 500 gramos de patatas baby con la piel (Patató mallorquí)
  • 1 cebolla grande cortada en rodajas finas
  • 40 gramos de azúcar
  • 10 gramos de mantequilla
  • 3 ramitas de orégano
  • 150 gramos de queso de cabra curado en lonchas
  • 1 lámina de masa de hojaldre
  • Sal y pimienta negra

Elaboración
  1. Precalienta el horno a 130 ºC 
  2. Corta los tomates por la mitad y colócalos sobre papel de horno con la parte de la piel hacia abajo. 
  3. Rocíalos con aceite de oliva y salpimienta. 
  4. Hornea durante 45 minutos.
  5. Cocina las patatas en agua hirviendo con sal durante 25 minutos. 
  6. Escurre y deja enfriar. 
  7. Corta la parte superior e inferior de cada patata y, a continuación, córtalas en rodajas de 2 centímetros de grueso.
  8. Pocha la cebolla con el aceite y un poco de sal durante 10 minutos, o hasta que empiece a estar dorada.
  9. Cuando tengas todas las verduras preparadas, unta un molde para pastel de 22 centímetros de diámetro con un poco de aceite y fórralo con papel de horno. 
  10. En un cazo pequeño, calienta a fuego vivo el azúcar y la mantequilla, sin dejar de remover con una cuchara de madera, hasta obtener un caramelo oscuro. 
  11. Con cuidado, vierte el caramelo en el molde e inclínalo para que se reparta por la base. 
  12. Esparce las hojas de orégano sobre el caramelo.
  13. Coloca en la base del mode las rodajas de patata muy juntas, con el lado cortado hacia abajo. 
  14. Entre los huecos que queden entre las patatas, reparte la cebolla y los tomates y salpimienta generosamente. 
  15. Dispone las lonchas de queso sobre las patatas hasta cubrirlas. 
  16. Corta un círculo de la masa que sea 3 centímetros más grande que el molde. 
  17. Dispone la masa sobre el relleno y mete el borde dentro del molde cubriendo completamente las patatas. 
  18. De este modo, puedes conservar la tarta en la nevera hasta 24 horas.
  19. Precalienta el horno a 200 ºC
  20. Hornea la tarta durante 25 minutos y entonces baja la temperatura a 180 ºC
  21. Hornea 15 minutos más o hasta que la masa esté cocinada. 
  22. Retira del horno y deja enfriar sólo 2 minutos. 
  23. Coloca un plato invertido sobre el molde y, con cuidado, dale la vuelta. 
  24. Retira el molde y sirve la tarta caliente o templada.


Fotografías @catypol - Circus day.

Canelones de gambas

En una cala escondida de la costa, donde la brisa marina olía a sal y a vino joven, se encontraba el pequeño pueblo de Sant Camil. Allí vivía Rosita, una señorona divertida, de voz ronca por los años y las carcajadas, que había decidido en su jubilación hacer lo que siempre quiso: abrir la primera bodega submarina del pueblo.

Si los vinos envejecen mejor bajo el mar… ¡pues yo también! —decía, hundiendo botellas y preocupaciones entre las rocas sumergidas.

Pero no todos compartían su entusiasmo. Un grupo de jubilados que se hacían llamar "La Cofradía del Bingo", empezaron a quejarse de que el vino submarino “molestaba a los peces” y que Rosita “quería hundir el pueblo como un Titanic de segunda”.

Rosita, lejos de amilanarse, organizó una comida al aire libre para calmar los ánimos. Preparó canelones de gambas y colocó la mesa bajo el árbol de la vida, un viejo olivo retorcido que, según la leyenda, crecía justo en el centro energético del pueblo.

Los jubilados llegaron con ceños fruncidos. Pero tras el primer bocado y una copa de tinto submarino, las quejas se diluyeron.

Este vino está raro… pero me gusta —admitió Manolo, el más cascarrabias.

Es como si el mar te diera un abrazo —dijo otra, con los ojos brillantes.

Rosita sonrió, orgullosa. Cuando el sol empezó a caer y la brisa se volvió más fresca, alguien sacó un acordeón. Bailaron, rieron y despejaron dudas.





· CANELONES DE GAMBAS ·

Ingredientes 
12 láminas de pasta para canelones
4 huevos 
1/2 piña
20 gambas cocidas 

Salsa rosa
150 gramos de mayonesa
3 cucharadas de ketchup
1/2 cucharada de vinagre
1/2 cucharada de brandy 
1/2 cucharada de zumo de limón
1/2 cucharada de mostaza
Sal

Mise en place.
  1. Hierve las láminas de pasta. 
  2. Deja enfriar. 
  3. Cuece los huevos durante 10 minutos y enfríalos con agua y hielo.
  4. Pélalos y abre dos huevos, reserva sus yemas. 
  5. Trocea la piña, los huevos y las gambas cocidas. 
  6. Reserva.

La salsa. 
  1. Mezcla la mayonesa con los demás ingredientes y prueba de sal.

Montaje.
  1. Mezcla la salsa con la piña, el cangrejo y los huevos. 
  2. Prueba de sal. 
  3. Extiende las láminas de pasta y rellénalas. 
  4. Forma los canelones. 
  5. Pica las yemas de huevo apartadas. 
  6. Pincela los canelones con salsa rosa y sobre ella espolvorea con yema de huevo. 


Relato, receta y fotografías @catypol - Circus day

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