Coca de cuarto
María era la menor de tres hermanas. Me contaba que en nada se parecían. La mayor, estirada y más urbanita, decidió que la ciudad era lo suyo. Se casó con un militar. Fue como si una suave brisa la despeinara ligeramente... así definía María la despedida de su hermana. Porque, aunque su vida fue larga, se vieron poco: lo justo para compartir un trozo de coca de cuarto y cuatro palabras bien dichas.
Con la mediana tenía más contacto. Ambas se quedaron en el pueblo, ambas se casaron con civiles y ambas tenían mal genio. María intentaba no acercarse demasiado a su casa y, si lo hacía, su corazón se paraba durante el tiempo que duraba la visita. —¡Ya ves! —me dijo un día—. A veces lo único que compartimos con la familia es la sangre, aunque nos eduquen los mismos padres.
Yo adoraba a María. Me preguntaba cómo alguien no podía hacerlo. Su marido, al que nunca conocí, era campesino. —Pobre, pero honrado —me repetía siempre que hablaba de él. Nunca supe exactamente qué quería decir con eso. Yo estaba más pendiente de que me contara su amor por él, pero esa parte nunca llegó. Y esas palabras llanas, campesinas, limpias y sin florituras románticas me hacían imaginar a un hombre recto, justo… y feo.
Cuando mis pensamientos salieron una vez a la luz, cansada de escuchar su pobre pero honrado, se estuvo riendo de mi un rato. —¿Qué te ha hecho pensar que él era así? —me sonrió al preguntarlo. Y yo, llena de valor, se lo conté. —Es un cliché —me explicó—. Cuando somos pobres parece que tengamos que justificarlo, como si la gente pensara que por serlo ya somos ladrones. Por eso, muchos añadimos lo de “pobre pero honrado”, para dejar claro desde el principio que no es así. Suspiré aliviada. Ahora sí podía imaginármelo dulce, bueno y guapo. Pero eso sí: pobre, pero honrado.


Ya se preparaban cuartos en la Mallorca del siglo XVIII, los hornos de aquel momento agasajaban a sus clientes con este básico repostero asombroso. Es un bizcocho muy muy simple, sin gluten, sin levadura, ni leche, de miga esponjosa pero firme, sabor ligero y que acompaña perfectamente bien a un chocolate a la taza. En casa es el bizcocho preferido de mi hijo pequeño, atrás quedaron los tiempos de bizcocho de chocolate, ahora nada iguala a una coca de cuarto para él. ¿Y tú, ya la has probado?.
· COCA DE CUARTO ·
Ingredientes
- 8 huevos
- 230 gramos azúcar glas
- 165 gramos fécula de patata
- Azúcar glas para decorar
- Molde redondo 21 cm. diámetro
Precalentar el horno a 170º C.
Elaboración
- Prepara un molde redondo forrándolo en el fondo y lados con papel de folio.
- Separa las yemas de las claras.
- Bate y sube las claras a punto de nieve fuerte.
- Mezcla las yemas con el azúcar y la fécula, bate hasta que doblen el volumen.
- Mezcla las yemas montadas junto con las claras hasta que quede una masa homogénea.
- Vierte la masa en el molde y hornea durante 25 minutos.
- Al sacar el molde del horno necesitas "asustarlo" tirándolo al suelo, literalmente pero con cuidado y que caiga plano, esto hará que no baje el bizcocho.
- Deja enfriar en el molde.
- Una vez frío y desmoldado, espolvorea azúcar glas por encima.
Notas: También es muy típico hacer cajitas de papel de bizcocho de cuarto, aunque estas cajitas las compramos hechas.
Yo hice la masa con Thermomix, pero se hace perfectamente bien con unas varillas eléctricas o una batidora.



Relato y fotografías @catypol - Circus day.
Caty,, que coincidimos casi, casi... diferentes pero iguales de ricos!! Como me gustan estos bizcochos tradicionales. Bss.
ResponderEliminarGuauuuuuuuuu tiene que ser un bocado delicioso y muuuuuy esponjoso
ResponderEliminarOooohhhh!!!! Me encanta!! Tengo que hacerlo!!! Me lo apunto!!! Sensacional, preciosa!! Besitos
ResponderEliminarquerida Caty, que maravilla, que esponjosidad, que fotaza con esa gota de chocolate cayendo por la taza y esta coca... no veo el momento de ponerme manos a la obra, impacientita me dejas. Besitossss
ResponderEliminarA mi me ha encantado, con fécula de patata en lugar de harina!!!. La foto es un espectáculo digno del Circus y me ha sorprendido el papel de folio, mira que a veces me quedo sin vegetal y no se me había ocurrido, lo dicho un espectáculo, besazos mi querida Caty
ResponderEliminarNunca he probado la coca de cuarto, pero te aseguro que tras ver tu receta me dejas con las ganas de probarlo y de prepararlo. Me encanta leer tus relatos siempre!
ResponderEliminarBs
Tengo vaias recetas de esta coca de algunos blog, pero me decanto por esta tuya, me parece la mas fieble, Caty dime si puedes, si la fecula de patatas es el pure de patata que utilizamos para los niños en las comidas, o es comprado en herboristeria, un beso reina
ResponderEliminarNo Mamen, no es lo mismo, la fécula de patata es parecida a la maicena pero ésta es de maíz, yo la compré en un supermercado chino, pero también venden en tiendas especializadas en pastelería, quizás en un herbolario también tengan, beso guapa
EliminarAl cumplir el tiempo de horneado, no se ha de comprobar con el palillo si esta hecho o no? O directamente cuando pasa el tiempo se saca del horno y se tira al suelo? A mi se me bajo y me quedo un poco crudo. Gracias
ResponderEliminarHola Viajero, la verdad es que a mi me quedó bien en ese tiempo, pero entiendo lo que dices, y sí, mejor hacer la prueba del palillo antes y así te aseguras, no lo he especificado, igual es que tengo tan acostumbrado mi horno que no lo puse, fallo mío, lo siento. Lo de bajo, depende del tamaño del molde, este molde que yo usé es de 18 cm. y quedó tal cual la foto, pero decirte que en Mallorca las cocas de cuarto se hace con un molde más bajo y ancho, por lo que no quedan tan altas. Gracias a ti por opinar, un saludo
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