Schiacciata
Todo empezó con una apuesta tonta durante una noche loca de juego de rol en el piso de Gianni, justo encima de una trattoria que olía perpetuamente a ajo y decisiones cuestionables.
—El que pierda se presenta mañana en la Piazza della Signoria vestido con una minifalda, ¿eh? —dijo Marco, agitando los dados con una sonrisa maliciosa.
—Y con una pistola. Pero de esas que disparan burbujas, nada de dramatismos —añadió Luca, con restos de pizza en la cara y el corazón libre de dignidad.
A la mañana siguiente, allí estaban: dos hombres adultos, barbudos, uno con minifalda de lentejuelas moradas y otro con una de tul azul celeste, armados con pistolas de burbujas y una mirada derrotada pero desafiante.
—¿Y ahora qué? —dijo Gianni, disparando una ráfaga de pompas sobre una pareja de turistas japoneses que los filmaban con admiración contenida.
—Ahora, schiacciata —respondió Luca, señalando con su arma hacia una terraza cercana.
Se sentaron a comer como si nada, piernas peludas al aire y orgullo intacto. Mientras tanto, las burbujas seguían flotando por la plaza como si La dolce vita hubiera colisionado con una fiesta infantil en el jardín.
De pronto, una mujer mayor, elegantísima, con gafas oscuras y actitud de directora de ópera, se les acercó.
—¿Modelos para un anuncio? —preguntó, con acento francés.
—No —dijo Gianni, masticando con descaro—. Jugadores de rol con mal perder.
—Y buen gusto para la comida —añadió Luca, brindando con una copa de agua y una sonrisa salpicada de burbujas.
Al final del día, los turistas los aplaudían, los carabinieri les pidieron selfies y la trattoria de abajo los contrató para promocionar sus nuevas Cosplay Nights. Y así fue como dos amigos, una noche de dados y una pistola de burbujas conquistaron Florencia con minifaldas. Porque en la vida, o haces el ridículo... o lo haces con estilo.
La Schiacciata es un pan plano de origen italiano, específicamente de la región de la Toscana, que se diferencia de la focaccia por ser más fina, crujiente y menos esponjosa. Su nombre proviene del verbo "schiacciare", que significa "aplastar", refiriéndose al proceso de estirar y apretar la masa. Si no tienes mandolina para cortar fina la patata hazlo a cuchillo pero que las rodajas sean finas.
· SCHIACCIATA ·
- 400 gramos de patatas sin pela y limpias
- 200 gramos de harina
- 300 mililitros de agua
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de sal
- Unas hojas de romero
- Escamas de sal y aceite de oliva virgen extra
Elaboración
- Precalienta el horno a 200 ºC con ventilador.
- Cubre una bandeja con papel de horno.
- Bate en un bol el agua a temperatura ambiente con la sal y tres cucharadas de aceite con un batidor de varillas.
- La sal debe disolverse del todo, y la mezcla, emulsionar ligeramente.
- Añade la harina tamizada pasada por un colador poco a poco, y sigue mezclando hasta que quede una pasta cremosa.
- Lava bien las patatas y córtalas en láminas finas con una mandolina.
- Añádelas a la masa y mézclalas.
- Vierte la mezcla en la bandeja y reparte bien.
- Reparte hojas de romero por encima.
- Hornea entre 45 y 50 minutos o hasta que esté bien dorado.
- Saca del horno, pinta con aceite de oliva y esparce unas escama de sal.
- Corta y sirve inmediatamente.
Relato y fotografías @catypol - Circus day.
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