Ana, era una experta en la cocina y pasaba la mayor parte de su tiempo preparando deliciosas comidas para su familia. A ella le encantaba cocinar con ingredientes frescos y orgánicos, que cultivaba en su propia huerta.
Cada día, los niños corrían hacia la mesa del comedor cuando escuchaban la campana sonar. Sabían que era la señal de que su madre había preparado una comida deliciosa y que estaban a punto de disfrutar de una experiencia gastronómica única.
El olor a comida casera llenaba la casa y se extendía por todo el vecindario. La abuela de Ana, que vivía al lado, siempre decía que no había nada mejor que la comida casera, preparada con amor y con ingredientes frescos.
Los días especiales eran aún más especiales, ya que Ana preparaba platos especiales como salchichas, empanadas, pasteles y dulces. Los hijos de Ana siempre le ayudaban en la cocina, aprendiendo los secretos de la cocina casera. A veces, invitaban a amigos y vecinos a unirse a ellos en la mesa del comedor, donde compartían historias y risas mientras disfrutaban de la deliciosa comida.
La comida casera era una parte importante de la vida de esta familia, no solo porque era deliciosa, sino porque les permitía unir lazos y disfrutar de momentos inolvidables juntos. Las comidas siempre eran una oportunidad para reunirse alrededor de la mesa, compartir historias y hacer nuevos recuerdos.
Descubrir que puedo controlar lo que como en aquello que normalmente controlan otros me da alegría, poder elegir los ingredientes y que el resultado sea muy bueno me recuerda muchas veces a mi niñez. El olor que hacía la tienda de comestibles cuando para vender el café lo molían al momento y todo se inundaba de un aroma tan bueno que hasta yo que no había probado nunca el café me lo imaginaba. Ir a buscar la leche con una lechera cada tarde para luego ver como la hervían, que buena nata, verdad?. Recuerdo el repartidor de bebidas, gaseosa, naranjada, limonada, y piña mallorquina, una bebida que parece cola pero no lo es.
No, no estoy nostálgica, al menos en este momento ya que la receta de hoy lo dice bien claro, salchicha casera (o hot dog casero) y no tengo ningún recuerdo en mi niñez que mi madre hiciera salchichas, más bien las compramos frescas y bien hechas en una de las carnicerías del pueblo. Pero me recordó a otros tiempos, cuando controlamos bien lo que comíamos, pues era cercano o propio o sabíamos de su origen.
Para la receta de esta entrada descubrí algunas cosas, un chutney de Mango y un ketchup casero que vale la pena, además de unos envases de tubo muy divertidos para rellenarlos de la salsas y acompañar la salchicha que esta vez he querido que pareciese una salchicha tipo Frankfurt o vienesa para parecer un hot dog, pero casero. Un fast food que me apetecía mucho.
Con estos tubos rellenos de salsas presenté el plato. El abrelatas de la foto de abajo ya tiene unos años, tiene un accesorio que hace años se usaba para abrir las latas de conserva y que yo he usado para el cierre del tubo. Después hice unas pegatinas para colocar y distinguir el tipo de salsa que va dentro de cada tubo. Use una manga para rellenarlos y así de fácil es.
Las salchichas las cociné primero al vapor y después las marqué en la plancha, quedan perfectas. Usé un poco de pimentón de la Vera para darle el color y sabor. También hice un poco de cebolla caramelizada para acompañarla, ese punto dulce le da un sabor muy rico.
· HOT DOG CASERO ·
Ingredientes
- 1 pechuga de pollo picadas (o muslos sin hueso ni piel)
- 1/2 cebolla o 1 pequeña
- 1 ajo
- 1/4 pimiento rojo
- Sal
- Pimienta negra
- 1 cdta. pimentón de la Vera
- 1 huevo
- Film transparente
Para la cebolla caramelizada
- 1 cda. aceite de oliva
- 1 cebolla mediana
- 2 cucharadas de azúcar moreno
Elaboración
Para la cebolla caramelizada, cortamos la cebolla en juliana, en una sartén con la cucharada de aceite la pochamos y cuando esté transparente le añadimos el azúcar moreno. Dejamos que caramelice y sacamos del fuego.
Para las salchichas, picamos la cebolla con la picadora, la mezclamos con la carne picada de pollo, picamos el pimiento rojo con la picadora, lo mezclamos con la carne, removemos para mezclar bien. Picamos el ajo y también lo añadimos. Salpimentamos, añadimos el pimentón y el huevo. Mezclamos bien todo el conjunto.
Con el film transparente formamos las salchichas, cómo la segunda foto, hacemos un nudo en los extremos y cocemos al vapor 7 minutos, aunque también se pueden hervir. Les quitamos el film transparente y calentamos una plancha con un poco de aceite, y las marcamos para que queden doraditas.
Servimos con las salsas y con la cebolla caramelizada o con pan tipo hot dog.
*Los tubos se pueden encontrar por Internet en empresas que vendan utensilios de cocina y catering.
Receta y fotografía @catypol - Circus day